Inscripción
Los Geoglifos de Nasca y Pampas de Jumana (Perú) (C 700) fueron inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial de la Convención de la UNESCO de 1972 como bien cultural bajo los criterios (i) (iii) (iv), en la 18ª Sesión del Comité del Patrimonio Mundial, realizada en Phuket, Tailandia, el 17 de diciembre de 1994.
En la 40ª Sesión 2016, realizada en Estambul, Turquía, el Comité del Patrimonio Mundial aprobó el cambio de nombre del bien por Líneas y Geoglifos de Nasca y Palpa.
Significado Cultural
Distribuidas sobre la árida planicie costera peruana, a unos 400 km al sur de Lima, las Líneas y Geoglifos de Nasca y Palpa constituyen una de las zonas arqueológicas más impresionantes del mundo y un ejemplo excepcional del sistema de creencias de las sociedades prehispánicas que habitaron la costa sur del Perú entre el siglo VIII a.C. y el siglo VIII d.C. Ubicados en las llanuras desérticas de la cuenca del río Grande de Nasca, sobre una extensión de 75358.47 hectáreas, los antiguos pobladores de la región dibujaron sobre el suelo desértico miles de figuras zoomorfas, antropomorfas y líneas o barridos de gran escala, variedad y precisión geométrica sobresaliente. Con ellas transformaron un extenso territorio yermo en un paisaje cultural con alta connotación simbólica, ritual y social. Estas figuras son testimonio del genio creativo de los antiguos pobladores americanos y representan una notable manifestación de una religión común y una homogeneidad social que duró un período de tiempo considerable.
Son el grupo de geoglifos más destacado de todo el mundo y no tienen parangón en su alcance, magnitud, cantidad, tamaño, diversidad y tradición antigua a cualquier trabajo similar en el mundo. La concentración y la yuxtaposición de las líneas, así como su continuidad cultural, demuestran que esta fue una actividad importante y permanente, que duró aproximadamente mil años.
Las Líneas y Geoglifos de Nasca y Palpa fueron diseñados aprovechando una característica singular que presenta el tablazo desértico. Este tablazo tiene una superficie llana, cubierta por cascajo y totalmente ennegrecida por la fuerte incidencia de los rayos del sol. Raspando esta superficie aparece, a pocos centímetros, una capa de sedimentos consolidados de color claro. Las líneas y geoglifos fueron trazados explotando este contraste natural de tonalidades, excavando estrechas zanjas para formar figuras que resaltan contra el suelo oscuro calcinado de la pampa.
El repertorio de figuras conocidas comprende dos grandes grupos: aquellas de carácter figurativo y aquellas de carácter geométrico. Las primeras representan, en forma esquemática, imágenes de plantas, animales (aves, peces, arañas, monos, etc.) y humanas, aparentemente consideradas sagradas por los antiguos habitantes de la región. Es notable la armonía en forma, estilo y proporción que alcanzan los diseños naturalistas cuando fueron ejecutados a gran escala, considerando especialmente que sus creadores no contaban con mayor apoyo visual que el que permite una perspectiva desde el suelo o laderas de montañas cercanas. Las figuras geométricas, por su parte, comprenden líneas que forman triángulos, espirales, rectángulos, entre otras, así como líneas rectas que se extienden por varios kilómetros cruzando la pampa en distintas direcciones. Dentro de este grupo se circunscriben también los llamados barridos, que son grandes espacios llanos de forma trapezoidal que parecen haber sido concebidos para realizar procesiones rituales con un gran número de personas.
No hay un orden evidente en la disposición y distribución de las figuras. Por el contrario, las líneas se concentran y yuxtaponen,llevando a pensar que su creación fue producto de un comportamiento que se repitió a lo largo de varios siglos. Estudios estilísticos de los geoglifos que han incidido en comparaciones con la iconografía producida por distintas tradiciones culturales, han permitido establecer paralelos confiables con manifestaciones artísticas de las culturas locales Paracas (700 a.C. a 200 d.C.) y Nasca (200 a 700 d.C.). Esta evidencia permite concluir que el arte de las pampas es una obra original que tiene más de 1400 años de antigüedad. Dada su extensión, magnitud, cantidad y diversidad de diseños y larga tradición, las Líneas y Geoglifos de Nasca y Palpa constituyen el conjunto de geoglifos más notable del mundo, siendo incomparables frente a cualquier obra similar producida por el hombre prehistórico.
Criterio (i): Las Líneas y Geoglifos de Nasca y Palpa forman un logro artístico único y magnífico de la cultura andina que no tiene rival en su extensión, dimensiones, diversidad y larga existencia en cualquier parte del mundo prehistórico.
Criterio (iii): Las Líneas y Geoglifos de Nasca y Palpa, a través de la forma única del uso de la tierra, son testimonio excepcional de la cultura, la tradición mágico-religiosas y las creencias de las sociedades que se desarrollaron en la América del Sur precolombina entre los siglos VIII a.C. y VIII d.C.
Criterio (iv): El sistema de líneas y geoglifos, que ha sobrevivido intacto durante más de dos milenios, evidencia una forma inusual de utilizar la tierra y el entorno natural que representa un paisaje cultural de alta expresión simbólica, utilizando una tecnología de elaboración que les permitió diseñar figuras a gran escala con una sobresaliente precisión geométrica.
Condiciones de Integridad y Autenticidad El área de protección de las Líneas y Geoglifos de Nasca y Palpa, que totaliza 75358.47 hectáreas, está bien definida e incluye todos los atributos físicos que expresan el Valor Universal Excepcional del bien. Estos atributos incluyen su entorno paisajístico inmediato, con el que conforma una unidad indisociable y mantiene una relación armónica que ha sobrevivido virtualmente inalterada a lo largo de siglos.
La terraza aluvial pleistocénica que soporta las figuras presenta algunas quebradas y cauces secos que se activan muy raramente, especialmente durante los eventos inusualmente severos del Fenómeno El Niño – Oscilación Sur (ENSO). El bajo índice de lluvias registrado en el territorio (uno de los más bajos del mundo), determina las condiciones de aridez extrema que han favorecido la conservación de las Líneas y Geoglifos de Nasca y Palpa a lo largo de siglos. Con excepción de la construcción de la carretera Panamericana en la década de 1960, la cual cruza las pampas de sureste a noroeste, son muy escasas las actividades antrópicas que han generado algún tipo de daño directo sobre el bien, por lo que los geoglifos y el paisaje cultural han permanecido intactos durante casi dos milenios, desde su diseño en el siglo VIII a.C. hasta nuestros días. Los trabajos de limpieza y conservación realizadas en el sitio no han afectado la integridad de las líneas y figuras, sino que, por el contrario, han promovido su conservación.
La autenticidad de las Líneas y Geoglifos de Nasca y Palpa es indiscutible. El método empleado en su creación, que consistió en remover la capa superficial de la pampa para exponer el substrato más claro del terreno, es tal que su autenticidad está asegurada. La creación, diseño, morfología, tamaño y variedad de los geoglifos y líneas corresponden a los diseños originales producidos durante la evolución histórica de la región y se han mantenido sin cambios. La ideología, el simbolismo y el carácter sagrado y ritual de los geoglifos y el paisaje están claramente representados, y su significado permanece intacto incluso hoy en día.
La concentración y la superposición de líneas y figuras proporcionan una clara evidencia de una larga e intensa actividad en el territorio, reflejando la milenaria tradición mágico-religiosa de esta actividad por parte de las sociedades prehispánicas y la continuidad histórica en la cuenca del río Grande de Nasca.
La propiedad también muestra diferentes etapas del proceso social. Varias fuentes e investigaciones históricas confirman la originalidad de la propiedad y el entorno paisajístico original que aún se conserva en perfecto estado y sin alteraciones.
Aunque ha habido algunos impactos causados por factores naturales y humanos, estos han sido mínimos y los geoglifos mantienen su autenticidad y expresan su alto valor simbólico e histórico incluso hoy en día.
Gestión
Las Líneas y Geoglifos de Nasca y Palpa fueron declaradas monumento nacional por la Ley 6634 de junio de 1929. Actualmente el bien se encuentra protegido por la Constitución Política del Perú (artículo 21°) y por la Ley N° 28296, Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación, promulgada en julio de 2004.
La Resolución Jefatural N° 421/INC, de julio de 1993 y la Resolución Directoral Nacional N° 654/INC, de agosto de 2009, definen los límites del Área de Reserva de las Líneas y Geoglifos de Nasca y Palpa, declarándola, al mismo tiempo, zona intangible y Patrimonio Cultural de la Nación. No obstante, al momento de su inscripción en la Lista del Patrimonio Mundial, en el año 1994, se recomendó redefinir esos límites de acuerdo con las líneas y la distribución real de los geoglifos en el campo y presentar una nueva propuesta al Comité del Patrimonio Mundial; las investigaciones y registros efectuados hasta el momento vienen ofreciendo información muy importante sobre la existencia de notables geoglifos dentro de los límites establecidos.
Desde el año 1941, científicos nacionales y extranjeros, entre los que destaca la matemática alemana María Reiche, han desarrollado actividades de investigación, conservación y mantenimiento de las líneas y geoglifos. Estos investigadores han trabajado en coordinación con la oficina local del entonces Instituto Nacional de Cultura encargado, sobre todo, de garantizar la conservación y protección legal de la zona arqueológica.
La gestión y protección actual del sitio está cargo del Ministerio de Cultura, que ha aprobado el Plan de Gestión: Sistema de Gestión para el Patrimonio Cultural y Natural del Territorio de Nasca y Palpa, mediante Resolución Ministerial N° 019-2015- MC, de enero de 2015. Este documento, que es fundamental en la protección de las líneas y geoglifos, establece los principios, estrategias, líneas de acción y una zonificación del territorio para ser gestionado mediante programas y proyectos de investigación, documentación, conservación y promoción de este importante patrimonio cultural. Desde el 2015 se ha instalado una oficina de coordinación de la Dirección Desconcentrada Cultura de Ica en Nasca para la implementación del sistema de gestión.
Dado al alto interés que concitan las Líneas y Geoglifos de Nasca y Palpa en el medio científico internacional, los proyectos de investigación y conservación nacionales y extranjeros continúan, esta vez auspiciados por universidades de Japón y Europa y el Fondo del Embajador de la Embajada de los Estados Unidos de Norteamérica en el Perú.
Galería Fotográfica de Nasca y Palpa