Inscripción
La Zona Arqueológica de Chan Chan (Perú) (C 366) fue inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro de la Convención de la UNESCO de 1972 como bien cultural bajo los criterios (i) (iii), en la 10ª Sesión del Comité del Patrimonio Mundial, realizada en París, Francia, el 28 de noviembre de 1986.
Significado Cultural
El reino Chimú alcanzó su apogeo en el siglo XV, poco antes de ser asimilado por los incas. Su capital, Chan Chan, se ubica en el otrora fértil valle de Moche o Santa Catalina. Como centro del poder hegemónico de un vasto imperio extendido en la costa norte del Perú, alcanzó grandes dimensiones (aproximadamente 20 km²) y es hoy día considerada como la ciudad de arquitectura de tierra más grande de la América precolombina. Los restos de esta vasta ciudad reflejan en su trazado una estrategia política y social estricta, enfatizada por su división en nueve ciudadelas o palacios que forman unidades independientes.
El Valor Universal Excepcional de Chan Chan no solo reside en su notable extensión, sino también en la planificación jerárquica de esta gran ciudad, que incluye sectores de diferente prestancia social y política, barrios de artesanos y en los restos de los antiguos sistemas hidráulicos y agrícolas que una vez la sostuvieron.
El núcleo del gran centro urbano, de aproximadamente 6 km2, está ocupado por nueve grandes conjuntos rectangulares de enormes murallas, denominados comúnmente ciudadelas o palacios, que habrían funcionado como sedes de distintos regentes de la dinastía chimú. Estos edificios presentan una organización bipartita o tripartita, que reproduce grandes espacios abiertos o plazas, así como una densa concentración de depósitos, estructuras en forma de “U” llamadas audiencias, y la plataforma funeraria real. Como corresponde a su alto estatus, los muros que dividían los espacios internos de estos edificios estaban a menudo profusamente decorados con celosías romboidales y frisos que representan motivos abstractos, como bandas y paneles escenográficos con figuras antropomorfas, zoomorfas y geométricas elaboradas en relieve y originalmente policromadas.
En el mismo núcleo monumental, encontramos pirámides escalonadas de distintas dimensiones, además de 32 conjuntos residenciales de élite. El cinturón externo de la ciudad está compuesto por extensas áreas cercadas o canchones, cementerios y cuatro sectores con densas concentraciones de pequeñas viviendas irregulares en donde las excavaciones arqueológicas han detectado actividades relacionadas con la producción de objetos suntuarios (textilería, madera y metales ornamentales). El paisaje urbano se complementa con distintos elementos que hicieron posible la vida en la ciudad y la administración de un vasto territorio, como caminos terraplenados, manantiales, extensos campos de cultivo y restos de un sistema de irrigación que permitió transformar el desierto circundante en una inimaginable zona fértil.
Construida durante más de 600 años (850-1470 d.C.), la Zona Arqueológica de Chan Chan representa la culminación de un proceso de once mil años de desarrollo cultural en la costa norte del Perú y constituye un testimonio excepcional de los modelos de urbanismo desarrollados por las antiguas civilizaciones americanas. Antes del Cusco, Chan Chan fue la ciudad más suntuosa en Sudamérica y es posible que los incas asimilaran de ella principios y conceptos que usaron para enriquecer la pompa de sus propias cortes.
Los ríos Moche y Chicama una vez suministraron un intrincado sistema de riego a través de un canal de aproximadamente 80 km de largo, que sostuvo a la región alrededor de Chan Chan durante la cumbre de la civilización chimú.
Criterio (i): La planificación de la ciudad de tierra más grande de la América precolombina es una absoluta obra maestra de planificación urbana. Su rigurosa zonificación, el uso diferenciado del espacio habitado y la construcción jerárquica, ilustran un ideal político y social que raramente se expresa con tal claridad.
Criterio (iii): Chan Chan ofrece un testimonio único y es la ciudad más representativa del desaparecido reino Chimú, donde se sintetizan y expresan once milenios de evolución cultural en el norte del Perú. El conjunto arquitectónico integró de manera única la arquitectura simbólica y sagrada con el conocimiento tecnológico y la adaptación eficaz al medio ambiente local.
Condiciones de Integridad y Autenticidad
Chan Chan conserva todos los elementos que expresan su Valor Universal Excepcional en un área de 1414.57 hectáreas, que, a pesar de ser menos que el área original de la ciudad, contiene características representativas de las unidades arquitectónicas, caminos ceremoniales, templos y residencias de élite, así como muestras representativas de los barrios populares y sistemas de cultivo periféricos que transmiten el significado cultural de la propiedad.
El tipo de material constructivo empleado en la ciudad – adobes de tierra batida y argamasa de barro – es especialmente frágil y sensible frente a agentes de deterioro medioambiental (viento, humedad del suelo, lluvias y sales). La vulnerabilidad del sitio se incrementa por estar situado en una zona costera donde los embates de los eventos cíclicos de El Niño-Oscilación Sur (ENSO) se sienten con más fuerza. A lo largo de siglos, las torrenciales lluvias que acompañan estos eventos han deteriorado y causado el colapso de los muros de Chan Chan y barrido los frisos de barro que los decoraban. Sin embargo, el mantenimiento continuo con materiales de tierra ha mitigado el degrado del impacto físico. Los muros más masivos mantienen todavía gran altura. Las excavaciones arqueológicas prueban la supervivencia de frisos que permanecieron siglos cubiertos por escombros.
En términos de forma y diseño, el sitio arqueológico todavía expresa fielmente la esencia del paisaje urbano monumental de la antigua capital chimú. Los componentes arquitectónicos que evidencian su organización jerárquica permiten discernir claramente la alta complejidad política, social, tecnológica, ideológica y económica que alcanzó la sociedad chimú entre los siglos IX y XV de nuestra era.
A pesar de las pasadas catástrofes climáticas y el saqueo de tumbas, palacios y pirámides, sobreviven numerosos ejemplos de muros decorados con frisos y celosías. Al ser descubiertos, se toman las previsiones necesarias para garantizar su preservación incluyendo, en algunos casos, volver a enterrarlos. Las excavaciones arqueológicas practicadas en distintos sectores de la ciudad comprueban que esta todavía esconde numerosas evidencias y artefactos que permiten reconstruir los rituales, actividades y formas de vida de sus antiguos habitantes. La arquitectura de tierra original, con sus características y decoraciones simbólicas, está siendo sometida a intervenciones de conservación utilizando materiales de tierra y aún representan fielmente los métodos de construcción y el espíritu de la gente de Chimú.
Gestión
El sitio está protegido por leyes y decretos nacionales de larga data. Así, mediante la Ley N° 6634 de junio de 1929, se proclamó expresamente el derecho inalienable e imprescriptible de la nación a todos los monumentos históricos precedentes a la época del virreinato. Esta misma ley, declaró monumento nacional a Chan Chan. Más adelante se aprobaron los planos de delimitación del sitio mediante Resolución Suprema N° 0518- 67-ED de junio de 1967, a la que se le otorgó fuerza de ley con la Ley N° 28261 de junio de 2004 que declara de Necesidad y Utilidad Pública la Recuperación del Complejo Arqueológico de Chan Chan. Asimismo, se encuentra protegido por la Constitución Política del Perú (artículo 21°) y la Ley N° 28296, Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación, de julio de 2004.
El Ministerio de Cultura es el órgano principal encargado de proteger la zona arqueológica. Colabora con autoridades a nivel nacional, regional y municipal en implementar acciones de protección del bien. Sin embargo, problemas de larga data, como la tenencia de la tierra, aún deben abordarse de manera efectiva para garantizar la plena conservación y protección a largo plazo de Chan Chan. Los mecanismos reguladores para la zona de amortiguamiento se están implementando en colaboración con el municipio local.
En 1986, Chan Chan fue inscrito originalmente en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro debido al frágil estado de conservación de la arquitectura de tierra y a su vulnerabilidad frente a los eventos climáticos extremos causados por el Fenómeno El Niño que afecta la costa norte del Perú, la extracción ilegal de objetos arqueológicos, la presencia de ocupantes ilegales y la construcción de una carretera que cruza el sitio.
Desde su inscripción, se han tomado una serie de medidas para alcanzar el estado de conservación deseado y retirar al sitio de la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro y el desarrollo de un plan de gestión. Estas medidas tomaron la forma de acciones concretas, como el patrullaje permanente y el control total de la extracción ilegal de piezas arqueológicas, la erradicación de construcciones e instalaciones indebidas, la construcción de canales de drenaje para controlar el afloramiento de aguas subterráneas y el desarrollo sostenido de programas de investigación, conservación y protección del sitio y sensibilización de la comunidad local, que se conducen bajo los principios de las normas internacionales; así como la construcción del Museo de Sitio de Chan Chan para el desarrollo de la investigación, conservación y la promoción de los valores del sitio.
Un nivel mayor de planificación se alcanzó con la elaboración del Plan Maestro para la Conservación y Manejo del Complejo Arqueológico de Chan Chan, aprobado por Decreto Supremo N° 003-2000-ED de enero de 2000, al que se le dio fuerza de ley mediante la Ley N° 28261 antes indicada. A fines del 2006, se creó el Proyecto Especial Complejo Arqueológico Chan Chan (Decreto de Urgencia N° 032-2006 y Decreto Supremo N° 026- 2006-ED), auspiciado por el Estado peruano para la ejecución sostenida del plan maestro con financiamiento gubernamental permanente a través de la Unidad Ejecutora 110 (actualmente UE 006). El plan fue actualizado en el año 2018 para un horizonte de 10 años. Desde entonces, el plan maestro ha fortalecido la gestión de Chan Chan permitiendo concretar una serie de medidas efectivas relacionadas al mantenimiento del nivel freático, la estabilidad de muros perimetrales e internos de los palacios y plataformas funerarias, el mantenimiento de áreas de uso público, la investigación arqueológica, la documentación arquitectónica para la conservación y la gestión, la conservación de estructuras arquitectónicas, el desarrollo de capacidades del personal y de artesanos locales, programas de sensibilización para estudiantes y la comunidad local y la creación del Centro Panamericano de Conservación de la Arquitectura de Tierra con la finalidad de desarrollar la conservación de las estructuras de Chan Chan sobre la base de estudios científicos.
Asimismo, se ha desarrollado un plan de preparación para emergencias y desastres contra el Fenómeno El Niño.
La visión para Chan Chan es mantener su estatus como símbolo cultural para el Perú, que vincule el presente con el pasado y juegue un rol esencial para el desarrollo humano de la región y el país. La conservación y presentación del sitio arqueológico y su contexto contribuyen a su valoración y a fortalecer la identidad cultural peruana.