Los descubrimientos en el complejo arqueológico Ventarrón, en Lambayeque, son un«capítulo importante para entender el proceso de evolución de las culturas desde los orígenes hasta la época de los incas», sostuvo el arqueólogo Walter Alva, director del museo Tumbas Reales de Sipán.
Señaló que el pequeño templo encontrado pertenece a la cultura Mochica, es decir, es contemporáneo a los descubrimientos de Sipán. “Nos está revelando datos importantes como la presencia de un estilo de cerámica típico de Lambayeque así como puntos de relación con la cultura Mochica del sur.»
«A pesar de que los mochicas fueron un solo pueblo, una sola tradición cultural, cada valle tenía su propia organización social y política y sus propios artistas; entonces, en algunos casos hay estilos de cerámica que son propios de Lambayeque dentro de la cultura Mochica y hay también, como hemos encontrado aquí, un caso de la vasija que está copiando el estilo del sur, pero hecho por artistas de la región de Lambayeque”, explicó.
El descubridor del Señor de Sipán puntualizó que los individuos hallados en las 14 tumbas son posteriores al Señor de Sipán, pero dentro de la cultura Mochica.
“No son de alto rango pero uno de ellos es un personaje que cumplió funciones rituales, puede ser un oficiante o un asistente de sacerdote, pues tiene copas, toda la parafernalia ritual que usaban los señores de la época mochica. Es posterior cronológicamente al Señor de Sipán, pero es un aporte significativo para entender cómo va evolucionando la cultura”, destacó.
El investigador manifestó que el complejo arqueológico Ventarrón-Collud-Zarpán es un “muestrario extraordinario de todo lo que es la evolución de las culturas en la región de Lambayeque y en el norte. Tenemos desde el origen (3,000 años antes de Cristo) hasta la época de los incas».
Agregó que «en la parte alta del cerro (Ventarrón) tenemos estructuras de la época Inca Imperial, un centro fortificado en excelente estado de conservación que vamos a comenzar a investigarlo porque tiene un potencial turístico extraordinario, es como tener una pequeña ciudadela en la cúspide de un cerro y está cerca a Chiclayo”.
Alva resaltó que los principales monumentos arqueológicos en Lambayeque son accesibles, pues están muy cerca a las ciudades.
“No se necesita desarrollar grandes proyectos y grandes inversiones en infraestructura vial. Basta con una buena pista afirmada y los visitantes podrían llegar aquí y tener otro atractivo importante”, finalizó.