Un equipo de restauradores lambayecanos, encabezados por Segundo Gonzales Rumiche y asesorados por el investigador Walter Alva, consiguió una verdadera hazaña. Logró concretar una tarea con la que no pudieron, ni siquiera, reconocidos expertos en Alemania: recuperar en su integridad el segundo par de brazaletes de oro hallado en la imponente tumba del Señor de Sipán en 1987.
La pieza, que fue presentada ayer en Lambayeque, estuvo guardada por partes durante más de veinte años.
La historia es la siguiente: luego de analizar fotografías tomadas hace 24 años en la tumba del gobernante mochica, los especialistas del laboratorio de restauración del Museo Tumbas Reales de Sipán se dieron cuenta de que entre la arena consolidada con insumos químicos había dos pares de barras delgadas de oro de 18 kilates, así como miles de cuentas del mismo metal. También diminutas turquesas, conchas Spondylus y piedras preciosas en miniatura de color lila, conocidas como godatas.
Entonces no se tenía claro qué pieza formaban todos estos elementos, por lo que Rumiche se dio la tarea de estudiar la iconografía mochica, especialmente las escenas en las que aparecen personajes del más alto rango usando brazaletes con diseños de triángulos escalonados de diversos colores.
Armándose de mucha paciencia, el restaurador chiclayano se dio cuenta de que tenía que armar un rompecabezas con unas 10.000 cuentas (de 1,5 mm y 2,5 mm) de metales y piedras.
A decir de Walter Alva, luego de tres meses se logró recientemente el armado final del par de brazaletes que en vida usó el Señor de Sipán. Estos han sido considerados más complejos, de mayor valor, calidad artística y extraordinaria belleza, que los que actualmente exhibe el gobernante mochica en el Museo Tumbas Reales de Sipán.
Alva también informó que las joyas serán incorporadas a las exposiciones de ese recinto.
En julio de 1987 se dio a conocer la tumba del Señor de Sipán, hasta hoy uno de los hallazgos arqueológicos más importantes en la historia del país.
Fuente: El Comercio