En 1937, el investigador peruano Julio C. Tello descubrió en el valle de Casma (Ancash) el complejo arqueológico Sechín. Este hallazgo, llevó al ‘Padre de la arqueología peruana’ a replantear su teoría de que Chavín era la cultura matriz de la civilización andina en nuestro país.
Sechin Bajo.
La ciudad de Sechín Bajo es un conjunto arquitectónico del periodo Precerámico Tardío del Perú antiguo (3.500 – 1500 a. C.). Está situado en la provincia de Casma del departamento de Áncash, en la margen derecha del río Sechín, al suroeste del pueblo del mismo nombre. Se halla en las cercanías de otros sitios arqueológicos de importancia como Cerro Sechín (o Sechín de las Estelas) y Sechín Alto.
Gran parte de la arquitectura de Sechín Bajo es de piedra canteada traída desde los cerros más cercanos, lo cual evidencia una fuerza de trabajo bastante significativa por parte de quienes la construyeron. A decir de Peter Fuchs, para esa labor se debió contar con diversos implementos y herramientas a fin de darle a las paredes esa consistencia sólida.
«Quienes edificaron Sechín Bajo tuvieron un alto conocimiento arquitectónico y constructivo. Esto se ve claramente en el manejo que se ha dado a los materiales para que los edificios sean resistentes», declaró Fuchs.
El gran hallazgo de la Plaza Circular en Sechín Bajo.
Las veinticinco pruebas de fechado carbónico hechas a Sechín Bajo, no dan lugar a dudas, lo que la convierte hasta hoy en la estructura más antigua hallada en Perú. Según el carbono 14, la plaza circular de doce metros de diámetro hallada en el complejo arqueológico tiene una antigüedad de 5.500 años, que lo ubica en el periodo Arcaico Tardío. El arqueólogo alemán Peter Fuchs ha dirigido las excavaciones e investigaciones en el complejo desde la década de 1990. En el 2008 dio a conocer el hallazgo. Arqueólogos peruanos y alemanes descubrieron una plaza circular precolombina construida hace unos 5.500 años, que ahora es considerada como la más antigua de Perú, e incluso del mundo. El grupo estuvo liderado por la arqueóloga alemana Renate Patzschke, que estudia el lugar desde sus estudios de bachillerato junto a Fuchs.
La figura de El Degollador
El hallazgo de la plaza circular hundida fue sorprendente, pero aún más lo encontrado en el primer patio del tercer edificio del complejo arqueologico; fue encontrado un friso en alto relieve que mostraba la figura de El Degollador, la que tendría una antigüedad de 3.600 años, personaje mítico muy ligado a la historia antigua del Perú que tiene una de sus mas famosas expresiones en la Huaca de La Luna, ubicada a aproximadamente 190 kilómetros al norte de Casma.
Para el arqueólogo Jesús Briceño Rosario, asesor científico del proyecto, la imagen del degollador representa un descubrimiento inusual. «La arqueología peruana se encuentra, por primera vez, frente a la representación de un personaje que permanecería vigente unos 3.000 años hasta el final de la cultura moche, que es cuando desaparece como imagen representada, pero es casi seguro que se mantuvo dentro del pensamiento del poblador andino por mucho tiempo más», señaló Briceño.
Para Fuchs, el degollador reúne los elementos básicos del pensamiento religioso andino, que son el felino y la serpiente. «Este relieve nos ha sorprendido mucho porque se trata de un personaje con dientes felinos, que luego sería muy recurrente en la iconografía Chavín. En la mano derecha tiene un cuchillo ceremonial y en la izquierda una serpiente».
En Sechín Bajo, e adobe ya se utilizaba hace 3.500 años a.C.
La Plaza Circular servía para reunirse al aire libre y socializar, fue construida con piedras y adobes rectangulares. Así entonces el adobe ya fue utilizada hace 3.500 años atrás. Sorprendió el manejo de los enlucidos, así como el hallazgo de un tipo de adobes de forma rectangular en los que han quedado registradas las huellas de las manos de sus constructores.
La originalidad de la cultura peruana.
El hallazgo de la Plaza Circular abre la posibilidad que en el futuro se puedan hallar templos más antiguos en algún lugar del país que terminaría por demostrar que el Perú fue «un foco de origen de alta civilización en América y el mundo», declaro Walter Alva.
Alva agrega: «El hallazgo termina definitivamente con toda posibilidad de que el Perú haya podido recibir influencias culturales ajenas a nuestro territorio. Todo lo elaboró el antiguo peruano de acuerdo a sus creencias».