Inscripción
El Qhapaq Ñan-Sistema Vial Andino (Perú) (C 2014) fue inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial de la Convención de la UNESCO de 1972 como bien cultural bajo los criterios (ii) (iii) (iv) (vi), en la 38ª Sesión del Comité del Patrimonio Mundial, realizada en Doha, Qatar, el 25 de junio de 2014.
Significado Cultural
El Qhapaq Ñan-Sistema Vial Andino es una extensa red de caminos que abarca uno de los ámbitos geográficos más extremos del mundo: la Cordillera de los Andes y la costa occidental de Sudamérica. Construido a lo largo de varios siglos por las sociedades prehispánicas andinas y los incas, la red alcanzó su máxima expansión en el siglo XV, cuando se extendió por más de 30000 kilómetros, abarcando un territorio que hoy pertenece a seis naciones sudamericanas (Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú). Además de las vías de tránsito, el Qhapaq Ñan comprende una serie de sitios con funciones especializadas que complementan el sistema de comunicación, intercambio, defensa e inclusive culto concebido por el Imperio inca. Todo el conjunto constituye un testimonio excepcional de las estrategias de dominación territorial e integración poblacional ideadas por uno de los órdenes políticos más complejos que alguna vez surgieron en América.
El Qhapaq Ñan fue el soporte dador de vida del Imperio inca y un eje articulador en el paisaje andino, considerado sagrado en muchas partes. La red estuvo basada en cuatro rutas principales, que se originaban en la plaza inca Hanan Hauk’aypata, actual Plaza de Armas de la ciudad del Cusco, la capital del Tawantinsuyu. Estas rutas estaban conectadas a otras redes de caminos de menor jerarquía, formando un complejo entramado que llegó a cubrir varios miles de kilómetros. Gracias a este sistema vial, fue posible unir la capital imperial con centros de población ubicados a grandes distancias, además de importantes centros de producción agrícola, fuentes de recursos naturales, minas, fortalezas de frontera, en inclusive santuarios reverenciados. Por el camino discurrieron mensajeros y viajeros en solitaria travesía, pero también cortejos reales y vastas aglomeraciones de personas persiguiendo fines militares, peregrinaciones, programas de colonización o para pagar tributo al Estado en forma de prestaciones laborales.
Además de su gran magnitud, el Qhapaq Ñan destaca por las ingeniosas soluciones de ingeniería vial aplicadas para hacer frente a los climas y terrenos más adversos. El camino tuvo que sortear empinadas montañas de laderas pedregosas, gélidos páramos altoandinos, ríos, lagunas, pantanos, desiertos absolutos, la densa selva tropical y valles fértiles. Se consiguió mantener una superficie llana y firme de tránsito haciendo recurso de distintas soluciones técnicas expresadas en distintos tipos de puentes (fijos, colgantes, flotantes), extensas escalinatas, muros de contención, ductos de drenaje, calzadas y pavimentos de distintos tipos. Conscientes de que todo buen sistema de comunicación y transporte debe ir acompañado de una adecuada logística, se dotó al camino de diferentes establecimientos que brindaron distintos tipos de servicios a los viandantes, tales como estaciones de descanso con corrales para llamas (tambos), conjuntos de depósitos, puestos de control e incluso altares para sus adoraciones. Un registro de los 137 segmentos mejor conservados del Qhapaq Ñan, que en total suman 697 kilómetros de largo, arrojó 273 sitios especializados de tales tipos asociados al camino.
El Qhapaq Ñan, por su gran escala y calidad es un logro único de habilidades de ingeniería, que une las cordilleras nevadas de los Andes, a una altura de más de 6600 metros, hasta la costa, corriendo a través de selvas cálidas, valles fértiles y desiertos absolutos. Es una arteria vital que permitió la existencia del Imperio inca, continúa constituyendo la principal vía de comunicación entre muchas comunidades asentadas en las partes más agrestes y remotas de los Andes. Es altamente valorado entre estas poblaciones por seguir desempeñando la función de gran articulador social. Más que un resto arqueológico, es visto por estas como un patrimonio cultural, mantenido y reparado regularmente aplicando técnicas y procedimientos que poco o nada han cambiado desde el tiempo de los incas; asimismo, se continúan salvaguardando las tradiciones culturales inmateriales asociadas, incluyendo los idiomas.
Criterio (ii): El Qhapaq Ñan exhibe importantes procesos de intercambio de bienes, comunicaciones y tradiciones culturales dentro de un área cultural del mundo que creó un vasto imperio de hasta 4200 km de extensión en su apogeo en el siglo XV. Se basa en la integración del conocimiento ancestral andino anterior y los aspectos específicos de las comunidades y culturas andinas que forman un sistema organizativo estatal que permitió el intercambio de valores sociales, políticos y económicos para la política imperial. Varias estructuras en el camino proporcionan evidencia duradera de recursos valiosos y bienes comercializados a lo largo de la red, tales como metales preciosos, mullu (Spondylus sp), alimentos, suministros militares, plumas, madera, coca y textiles transportados desde las áreas donde fueron recolectados, producidos o fabricados, para los centros incas de varios tipos y para la propia capital.
Varias comunidades, que siguen siendo custodios de los componentes de esta vasta red de comunicación inca, son recordatorios vivos del intercambio de valores culturales incluyendo el idioma.
Criterio (iii): El Qhapaq Ñan es un testimonio excepcional y único de la civilización inca basado en los valores y principios de reciprocidad, redistribución y dualidad construidos en un sistema singular de organización llamado Tawantinsuyu. La red vial fue el apoyo vital al Imperio inca integrado en el paisaje andino. Como testimonio del Imperio inca, ilustra miles de años de evolución cultural y fue un símbolo omnipresente de la fortaleza y extensión del Imperio en los Andes. Este testimonio influye en las comunidades a lo largo del Qhapaq Ñan hasta hoy, en particular en relación con el tejido social de las comunidades locales y las filosofías culturales que dan sentido a las relaciones entre las personas y entre las personas y la tierra.
Lo más importante es que la vida todavía está definida por vínculos entre parientes cercanos y una ética de apoyo mutuo.
Criterio (iv): El Qhapaq Ñan-Sistema Vial Andino, es un ejemplo sobresaliente de un tipo de conjunto tecnológico que, a pesar de las condiciones geográficas más difíciles, creó un sistema de comunicación y comercio continuo y en funcionamiento con habilidades tecnológicas y de ingeniería excepcionales en entornos rurales y remotos. Varios elementos ilustran tipologías características en términos de muros, caminos, escalones, zanjas, tuberías de alcantarillado, desagües, etc., con métodos de construcción exclusivos del Qhapaq Ñan, aunque varían según la ubicación y el contexto regional. Muchos de estos elementos fueron estandarizados por el Estado inca, lo que permitió el control de la igualdad de condiciones a lo largo de la red vial.
Criterio (vi): El Qhapaq Ñan desempeñó un papel esencial en la organización del espacio y la sociedad en una amplia área geográfica a lo largo de los Andes, donde las carreteras se utilizaron como un medio para compartir valores culturales con una importancia intangible destacada. El Qhapaq Ñan continúa brindando a las comunidades un sentido de identidad y permite que sus prácticas y expresiones culturales y habilidades tradicionales sigan transmitiéndose de generación en generación. Los miembros de estas comunidades basan su propia existencia en una cosmovisión andina, que es única en el mundo. Esta cosmovisión se aplica a todos los aspectos de la vida cotidiana. Hoy en día, Qhapaq Ñan está directamente asociado con los valores intangibles compartidos por las comunidades en el mundo andino, como el comercio tradicional, las prácticas rituales y el uso de tecnología antigua, entre otros, que son tradiciones y creencias vivas esenciales para la identidad cultural de las comunidades interesadas. El Sistema Vial Andino continúa cumpliendo sus funciones originales de integración, comunicación, intercambio y flujo de bienes y conocimientos, y, a pesar de los cambios comerciales y sociales actuales, mantiene su pertinencia e importancia a lo largo de los siglos y su papel como referencia cultural que contribuye a reforzar la identidad dentro del mundo andino.
Condiciones de Integridad y Autenticidad
El bien nominado comprende una serie de segmentos del Qhapaq Ñan y sitios asociados, repartidos en seis países distintos.
La serie seleccionada es lo suficientemente exhaustiva para ilustrar la variedad de elementos tipológicos, tecnológicos y funcionales que caracterizaron al camino, permitiendo una comprensión total de su rol histórico y contemporáneo.
El número de segmentos seleccionados es adecuado para comunicar los atributos clave del itinerario cultural, a pesar del hecho que están fragmentados en componentes individuales, que son los mejor conservados de una red vial previamente continua.
La condición de integridad sigue siendo vulnerable para una serie de componentes del sitio, por lo que se recomienda que los Estados parte desarrollen criterios para definir la integridad mínima en relación con las diferentes categorías tecnológicas y arquitectónicas identificadas y las distintas regiones geográficas y niveles de lejanía. De acuerdo con estos criterios, esta condición debe ser monitoreada en el futuro para que se garantice a largo plazo que los componentes del sitio permanezcan libres de amenazas que puedan reducir la condición de integridad.
Para garantizar que los visitantes futuros puedan entender bien las distintas relaciones entre los diferentes sitios en términos de continuidad a pesar de su fragmentación, se recomienda que se desarrollen mapas apropiados o un sistema SIG que ilustre las relaciones sociales y funcionales entre los diferentes componentes del sitio y su rol destacado en toda la red Qhapaq Ñan.
La autenticidad de los componentes del Qhapaq Ñan es muy alta, pues los rasgos característicos conservan su forma y diseño y la variedad de logros específicos de arquitectura e ingeniería bien preservados facilitan la comunicación de forma general y el diseño de la red. Los materiales utilizados son principalmente de piedra y tierra, con tipos de piedra que varían de una región a otra; y las medidas de reparación y mantenimiento, cuando son necesarias, se llevan a cabo con técnicas y materiales tradicionales. Estos son llevados a cabo principalmente por las poblaciones locales, que mantienen el conocimiento de las técnicas tradicionales de manejo de caminos y que son los socios clave para mantener la superficie de la calzada y sus características asociadas.
En los sitios que son de interés arqueológico o cultural específico, se han aplicado técnicas profesionales de estabilización y restauración con gran respeto a los materiales y la sustancia originales. En las secciones de caminos, los sistemas de gestión local conducen los procesos de toma de decisiones, a menudo con un alto grado de participación de la comunidad, por lo que estos han conservado los más altos grados de autenticidad, ya que la reutilización de los materiales históricos sigue siendo más eficiente que la introducción de nuevos materiales.
La configuración y el entorno visual de la mayoría de los componentes de Qhapaq Ñan es muy bueno y en muchos casos prístino. Para muchos sitios ceremoniales de altura, las visuales incluyen rangos de horizonte de 360 grados que se mantienen a muchos kilómetros a la redonda. El Qhapaq Ñan también atraviesa paisajes muy hermosos, cuya belleza depende de la fragilidad de las visuales asociadas, por lo que es necesario que sean monitoreados para garantizar que cualquier desarrollo moderno en el paisaje tenga el mínimo impacto visual posible.
Varios sitios son de difícil acceso y su lejanía los ha preservado en muy buenas condiciones durante siglos. La mayoría de los componentes de Qhapaq Ñan están ubicados en entornos rurales que, afortunadamente, los dejaron libres de intrusiones modernas. Los valores intangibles asociados y las prácticas de gestión siguen siendo muy sólidos, especialmente en las secciones más remotas de la red vial, lo que contribuye a la protección de los auténticos mecanismos de gestión. Las fuentes de información de espíritu y sentimiento, así como el espacio, son muy relevantes, ya que muchas de las comunidades tienen fuertes asociaciones con el Qhapaq Ñan y continúan siendo guardianes de algunas de las estructuras ceremoniales.
Gestión El Qhapaq Ñan está protegido por la Constitución Política del Perú (artículo 21°) y por la Ley N° 28296, Ley General del Patrimonio Cultural, de julio de 2004. En el año 2001, el Gobierno Peruano creó el Proyecto Integral Qhapaq Ñan mediante Decreto Supremo N° 031-2001-ED que declara de interés nacional la investigación, registro, protección, conservación y puesta en valor del Camino Inca y le asigna un fondo de financiamiento permanente para el desarrollo de programas y actividades de registro, documentación, investigación, conservación, promoción y uso social. Mediante la Ley N° 28260, de junio de 2004, se otorga fuerza de ley al anterior Decreto Supremo, siendo el primer proyecto peruano de esta magnitud que cuenta con una aprobación por ley del Congreso Nacional.
En su condición de bien seriado trasnacional, el Qhapaq Ñan se extiende sobre la jurisdicción de seis países y, dentro de estos, sobre distintas jurisdicciones locales. Entre el 2010 y 2012, los países involucrados firmaron una serie de declaraciones de compromiso que resaltan su interés de proteger los segmentos del Qhapaq Ñan que aún se conservan al más alto nivel. La protección se establece respetando lo determinado en las respectivas legislaciones nacionales que versan sobre el patrimonio cultural y provee resguardo al más alto nivel legal para todos los componentes del bien. Por su parte el Perú se comprometió a apoyar el establecimiento de una secretaría de coordinación técnica donde se recopilará información y se comunicará a los expertos de todos los Estados miembros del Qhapaq Ñan y desde donde se organizarán reuniones técnicas frecuentes.
Dentro de los contextos nacionales se han desarrollado sistemas de gestión en cooperación con las comunidades locales que incluyen una preocupación por perpetuar las tradiciones vivas asociadas al Qhapaq Ñan. La mayoría de estos son sistemas de manejo tradicional que han existido durante siglos y que se han desarrollado desde el nivel de la comunidad local hasta acuerdos más formales establecidos con las autoridades gubernamentales pertinentes. La importancia de preservar la traza actual del camino en áreas que están siendo promovidas por las comunidades, debe ser resaltada como parte de los acuerdos de gestión. Es necesario desarrollar protocolos adecuados de gestión de riesgos para garantizar la seguridad de las poblaciones y los bienes culturales en caso de desastres naturales.
El 29 de noviembre de 2012, se creó un marco de políticas generales para el Qhapaq Ñan, que resultó en la suscripción del documento Estrategia de Gestión por parte de los seis Estados implicados. En adición a este acuerdo internacional, se están desarrollando planes de gestión a nivel regional para cada segmento individual del sistema de caminos. Estos planes tienen un fuerte enfoque participativo, buscando empoderar a las comunidades locales con funciones relativas a la tutela del patrimonio y procurando preservar las tradiciones vivas asociadas al Qhapaq Ñan. Muchas de estas poblaciones han manifestado un interés por emprender actividades turísticas promovidas y administradas desde la comunidad. En la actualidad, hay pocas instalaciones para visitantes y centros de turistas relacionados con el Qhapaq Ñan y se considera de suma importancia que las comunidades aprovechen las que se implementarán en el futuro para compartir sus experiencias e historias.
Galería fotográfica de QHAPAQ ÑAN : Sistema Vial Andino – Patrimonio de la Humanidad
Tramo Lares – Valle Lacco
Tramos Choquequirao – Vitkus
Tramo Huánuco Pampa – Huamachuco
Tramo
Tramo Xauxa – Pachacamac