Hallazgos arqueológicos en Perú en el año 2023

Durante el 2023, el Perú ha sido escenario de numerosos hallazgos arqueológicos en diversas regiones del país. Estos descubrimientos han revelado aspectos sorprendentes de las antiguas culturas que habitaron nuestro territorio, y han generado orgullo y admiración tanto en la población peruana como en la comunidad científica internacional. A continuación, te mostramos algunos de los hallazgos más destacados del año.

Nuevos vestigios de la cultura Chancay, que dominó el norte chico
Templo en forma de U que ocupó la cultura Chancay en un periodo de tiempo. (Foto: Andina)

En febrero de este 2023, se anunció uno de los primeros hallazgos arqueológicos que causó asombro en el Perú y el mundo. Se trata de una estructura arquitectónica de más de 3.500 años de antigüedad, encontrada en Huaral, una provincia de Lima ubicada al norte del país.

Los arqueólogos la han clasificado como un templo ceremonial en forma de “U”, que corresponde al periodo Formativo andino. Esta estructura, compuesta por una pirámide central y dos edificios alargados, sería una de las más grandes de la costa central peruana.

El templo se ubica en la margen izquierda del valle bajo del río Chancay, en el distrito de Aucallama, de Huaral, y estuvo bajo el dominio de la cultura Chancay (1000-1470 d. C.) durante un tiempo. Sin embargo, aún se desconoce qué cultura preinca lo construyó y con qué propósito.

El Señor del Mar: Un hallazgo arqueológico que revela la historia de la cultura Chancay

En febrero de 2023, un equipo de arqueólogos de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) realizó un importante descubrimiento en el valle de Chancay, al norte de Lima. Se trata de la tumba de un personaje de élite llamado el Señor del Mar, que vivió entre los años 1200 y 1400 de nuestra era y que habría tenido el control de varios valles costeros.

El Señor del Mar fue enterrado con gran pompa en el cerro Macatón, donde se ubica un extenso cementerio de la cultura Chancay, una civilización que se desarrolló entre los años 1100 y 1470 d.C. y que luego fue anexada al imperio incaico. Su tumba, de unos seis metros de profundidad y siete de largo y ancho, conserva los restos del personaje protegidos por un gran fardo funerario y acompañados de otras cinco personas, que probablemente eran sus familiares, hijos o sirvientes sacrificados2. También se hallaron los restos de cuatro llamas, que fueron ofrendadas en honor al difunto.

Además, se encontraron cerca de 25 vasijas de cerámica que contenían ofrendas, principalmente de comida. Estas vasijas muestran la característica decoración de la cultura Chancay, basada en motivos geométricos, zoomorfos y antropomorfos, realizados con colores blanco y negro3. Según el doctor Pieter Van Dalen Luna, líder del equipo de arqueólogos de la UNMSM, el Señor del Mar tendría una fuerte relación con el mar, debido a su ubicación geográfica y a su actividad económica, que podría estar relacionada con la pesca o la recolección de mariscos1.

El hallazgo del Señor del Mar es un aporte valioso para la historia del Perú preincaico, ya que revela aspectos de la organización social, política y religiosa de la cultura Chancay, una de las más importantes de la costa central peruana. Asimismo, evidencia la complejidad y diversidad de las sociedades andinas, que no solo se limitaron a los Andes, sino que también se extendieron por el litoral.

“Esta es la tumba de mayores características y de mayor envergadura descubierta hasta ahora. Fue encontrada en una tumba de siete metros por lado y siete metros de profundidad, lo que nos hace ver que se trataba de un personaje de alto estatus”, refirió Van Dalen.

La escultura de la cruz andina más antigua de Sudamérica: un tesoro arqueológico en el valle de Chancay

En marzo de 2023, un equipo de arqueólogos de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) realizó un sorprendente hallazgo en el valle de Chancay, al norte de Lima. Se trata de un templo ceremonial de unos 4,000 años de antigüedad, que alberga en uno de sus muros una escultura de una cruz andina o “chacana”, que sería la más antigua de Sudamérica.

La chacana es un símbolo ancestral de las culturas originarias de los Andes, que representa la cosmovisión andina y el equilibrio entre el cielo, la tierra y el inframundo3. Tiene una forma de cruz cuadrada y escalonada, con 12 puntas y un centro circular3. Hasta ahora, los arqueólogos solo han excavado la mitad de la escultura, pero sospechan que la cruz estará completa y medirá unos dos metros de alto por uno y medio de ancho.

El templo donde se encontró la escultura forma parte del sitio arqueológico de Miraflores, que abarca unas 70 hectáreas y cuenta con una estructura piramidal y dos montículos alargados que crean una gran plaza central12. Según el doctor Pieter Van Dalen Luna, líder del equipo de arqueólogos de la UNMSM, el templo pertenecería al periodo formativo andino y sería uno de los más grandes, sino el más grande, de la costa central del Perú.

El hallazgo de la escultura de la chacana es un aporte invaluable para la historia y la cultura del Perú preincaico, ya que evidencia la presencia y la influencia de la cruz andina en la costa, y no solo en el altiplano, como se creía hasta ahora12. Además, sugiere que sus autores habrían sido parte de los aimaras, una cultura que reinó hace 3,000 o 4,000 años en la costa central del Perú y que luego migró hacia el altiplano, donde se asentó y se expandió.

Los entierros masivos en Amazonas: un testimonio de la diversidad cultural prehispánica

En mayo de 2023, la región Amazonas fue escenario de un importante hallazgo arqueológico. Un equipo de arqueólogos peruanos, financiado por el gobierno regional, encontró numerosos restos humanos en el sitio arqueológico Las Juntas, ubicado al oeste de la provincia de Bagua. Se trata de un entierro colectivo que pertenecería a la cultura Bagua, una de las civilizaciones más antiguas de la Amazonía peruana.

“Nos encontrábamos ya cerrando el proyecto de investigación arqueológica hasta que dimos con una abertura sellada. Excavando un poco descubrimos que se trataba de una tumba colectiva”, explicó el arqueólogo Daniel Castillo Benítez, encargado de los trabajos de excavación1. Según el especialista, el entierro data de entre los años 1300 y 200 a.C., y contiene los restos de alrededor de 50 personas, entre adultos y niños, que fueron depositados de forma aleatoria y sin ajuar funerario.

En el recinto, que abarca unas 15 hectáreas, se descubrió también varias piezas de cerámica, que presentan motivos geométricos y zoomorfos, realizados con colores blanco y negro3. Estas piezas evidencian la influencia de otras culturas de la costa y de los Andes, como la Chavín, la Cupisnique y la Vicús, lo que demuestra la diversidad y el intercambio cultural que existió en la Amazonía prehispánica.

El hallazgo de los entierros masivos en Amazonas es un aporte valioso para la historia y la identidad de la región, ya que revela aspectos de la organización social, política y religiosa de la cultura Bagua, una de las más importantes de la Amazonía occidental. Asimismo, muestra la complejidad y riqueza de las sociedades amazónicas, que no solo se adaptaron al medio ambiente, sino que también se relacionaron con otras civilizaciones del Perú antiguo.

Rupac, el Machu Picchu de Lima: un testimonio de la cultura de los Atavillos

Rupac es un impresionante sitio arqueológico que se encuentra en la zona altoandina de la provincia de Huaral, al norte de Lima. Es considerado el Machu Picchu limeño, por su ubicación en la cima de una montaña escarpada y por su belleza arquitectónica. Sus edificios de piedra, de hasta diez metros de altura, se conservan intactos desde hace más de dos mil años12.

Este complejo data del año 1200 d.c. y pertenece a la cultura de los Atavillos, una cultura preincaica que se desarrolló en el valle Limeño3. Los Atavillos fueron una de las culturas más importantes de la provincia de Lima, que se originaron en la expansión wari – tiahuanaco y que luego se convirtieron en uno de los reinos o señoríos del periodo Intermedio Tardío, que precede a la época incaica4. Su objetivo era construir un sistema de defensa desde las alturas, aprovechando la visión estratégica del valle y la costa de Huaral2.

El hallazgo de Rupac ha cambiado la historia de la región, ya que ha revelado aspectos de la organización social, política y religiosa de la cultura de los Atavillos, así como su influencia e intercambio con otras culturas de la costa y de los Andes23. Rupac es un aporte invaluable para la historia y la identidad del Perú preincaico, que muestra la complejidad y riqueza de las sociedades andinas.

El fósil del animal más pesado de la Tierra se encontró en Perú

En agosto, en el desierto de Ocucaje, situado en la región de Ica, se descubrió el fósil del animal más pesado que haya existido en la Tierra: una gigantesca ballena llamada Perucetus colossus.

Este enorme cetáceo vivió hace unos 39 millones de años en lo que hoy es el territorio peruano y asombró al mundo con sus características. Según la prestigiosa revista científica Nature, medía 20 metros de largo y pesaba entre 85 y 340 toneladas, superando a cualquier dinosaurio. Cabe señalar que, actualmente, el animal más pesado que habita el planeta es la ballena azul, con 190 toneladas.

Los Caral demostraron su conocimiento de planificación urbana

Un hallazgo arqueológico realizado en setiembre evidenció el alto nivel de conocimiento arquitectónico de los Caral, la civilización más antigua y organizada de América, que se desarrolló en el valle de Supe, provincia de Barranca, región Lima.

En el asentamiento de El Molino, situado en el centro poblado homónimo, se encontraron varias maquetas a escala en buen estado de conservación.

“En la parte superior del edificio piramidal de El Molino, se halló, detrás del salón ceremonial, una maqueta que representa un centro urbano que pudo haber sido replicado tanto en este lugar como en otro, es decir, esta escala pudo haber sido ampliada a dimensiones mayores”, indicó el arqueólogo David Palomino Olivos a la Agencia Andina.

Hallan en Miraflores a ancestro peruano enterrado hace más de mil años

Los restos arqueológicos se hallaron en la Huaca Pucllana, un complejo de la cultura Lima construido con barro a mediados del año 500 d.C. en el actual distrito de Miraflores. El sitio consta de pirámides, plazas, patios y rampas.

En setiembre, se descubrió en este lugar la momia de un adulto de la cultura Ychsma, que ocupó la Huaca Pucllana y parte de la costa central del Perú entre los años 1000 y 1450 d.C.

El individuo estaba enterrado en una fosa circular simple, en posición sentada y flexionada. Junto a él había un ajuar funerario y vasijas de cerámica con decoración abstracta (negro, blanco y rojo).

Perú tiene la ciudad de adobe más antigua del mundo

Un análisis de fechado radiocarbónico a restos botánicos, de fauna y humanos hallados en el complejo monumental ‘Los Morteros’, en el valle de Chao de la región La Libertad, confirmó en octubre que Perú posee la ciudad de adobe más antigua del mundo, con al menos 6 mil años de antigüedad.

El recinto arquitectónico, hecho principalmente de barro y paja, alberga objetos de uso ceremonial que se han ido descubriendo con las excavaciones que se realizan en el lugar.

Sorprendente hallazgo en pampas de Nazca

A finales del 2022 se iniciaron unas excavaciones que permitieron descubrir en diciembre unos restos preincaicos en el sitio arqueológico de El Trigal III, en la zona de La Puntilla, ubicada en la provincia de Nazca, en la región Ica, al sur de Lima.

Se trata de “un gran complejo arquitectónico, compuesto por un edificio de dos pisos y un patio con depósitos de la época del Estado Wari”, según los arqueólogos de la Universitat Autònoma de Barcelona, que lideraron la investigación.

“Las paredes estaban revestidas de blanco y amarillo, según los restos que se encontraron adheridos a las piedras que formaban la estructura. En el piso inferior, el que se ha preservado, se hallaron indicios de actividades de preparación de alimentos y almacenamiento”, explicaron.

Lo que más llamó la atención de los arqueólogos fue que la cultura Wari se desarrolló en la sierra peruana, concretamente en la región de Ayacucho, a miles de kilómetros de Nazca, situada en la costa del país.

La única cantera inca en la costa peruana

La costa peruana alberga la primera y única cantera de piedra de la época incaica, descubierta en diciembre del año pasado. Según el Ministerio de Cultura, en este lugar los incas extraían, tallaban y pulían enormes bloques de roca para construir los impresionantes muros de sus ciudades, como El Huarco, en Cerro Azul, y Vilcahuasi, en San Luis, Cañete. La cantera, ubicada en los cerros de Quilmaná y Quinta Freno, está conectada por una red de caminos y senderos que facilitaban el transporte de este material a lo largo de la costa.

Mujer momificada hace 500 años en Puente Piedra

En el distrito de Puente Piedra, en Lima Norte, se realizó un sorprendente descubrimiento arqueológico: tres momias de la época incaica, enterradas hace más de 500 años en el complejo Huaca Tambo Inga. Este lugar fue un centro administrativo del señorío Collique, que luego fue conquistado por los Incas, quienes lo usaron para dominar toda la zona norte de Lima. Entre las momias, se encontró el cuerpo de una joven mujer, de entre 18 y 23 años, que pertenecía a una familia de alto estatus, ya que fue sepultada con vasijas, telas y collares dentro del complejo y no en los cementerios cercanos12. La arqueóloga Roxana Gómez Torres, directora del proyecto de investigación Tambo Inga, explicó a Infobae Perú los detalles de este importante hallazgo que revela más sobre la cultura y la historia de los antiguos peruanos.

Nuevos geoglifos en Nazca

Los misteriosos geoglifos de Nazca, declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994, siguen sorprendiendo al mundo con nuevos hallazgos. Recientemente, un equipo de la Universidad Nacional San Luis Gonzaga de Ica, liderado por el arqueólogo Johny Isla, descubrió 29 nuevos diseños en los distritos de El Ingenio y Changuillo, en la región Ica, al sur de Lima. Estos geoglifos, que datan de entre los siglos III y VII d.C., fueron trazados por las culturas Paracas y Nasca, que dominaron esta zona desértica antes de la llegada de los Incas. Los nuevos geoglifos representan figuras de felinos, aves, monos, serpientes y seres humanos, algunos de ellos con tocados y adornos. El trabajo de investigación, que contó con el apoyo del Ministerio de Cultura, duró cuatro meses y se realizó mediante el uso de drones, fotografías aéreas y visitas de campo. Los investigadores creen que estos geoglifos tenían una función ritual y social, relacionada con la fertilidad, el agua y la astronomía

 

 

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