El Perú de hoy, es resultado de un país hecho a pulso de hombres decididos a cambiar su entorno variable y no por ciegas fuerzas telúricas que determinaron su naturaleza.
Un país nacido de la mente, de la visión y del brazo pujante de quienes han trabajado tenazmente sus sistemas productivos, cultura y comunicaciones, que modifica las condiciones geográficas y aun climatológicas, a las que supo adaptarse; creciendo y progresando, aportando tecnología, cultura y productos alimenticios a la humanidad.
Los caminos recorridos por los primeros pobladores del Peru antiguo recrean la vida en diferente forma, formándose un país multilingüe y pluricultural, en un medio rico en biodiversidad.
El clima no le es adverso ni la geografía hostil, los andinos viven y se dejan criar en este medio con humildad y han conquistado, crecido y desarrollado con la inteligencia, transformando el aparente caótico y complejo mundo andino, en un sistema ambiental medianamente equilibrado.
El proceso de hominización de la especie humana no es adaptación, el hombre no se naturaliza, sino que humaniza al mundo.
La humanización no es solo un proceso biológico es además historia.
El hombre se humaniza expresando y describiendo su mundo. Así, la palabra primitiva es el esfuerzo gutural, que busca comunicarse y que evoluciona transformándose posteriormente un en canto armonioso y luego se codifica en el mito.
Los hombres no se hacen en el silencio, sino en la palabra, en el dialogo que se concretiza en el trabajo, en la acción-Reflexión.
Decir su palabra es un privilegio de todos, es dialogo que es la exigencia existencial y es arte creativo. Si no hay dialogo, no hay profundo amor al mundo y a los hombres.
Asi, en el desarrollo andino, el diálogo es tinkuy, un punto de encuentro, donde no hay ignorantes ni sabios absolutos, solo hombres en comunicación, buscando saber más… No hay diálogo sino hay fe en los hombres, sino simplemente es una manipulación paternalista.
Diálogo es relación horizontal, no existe el “doble diálogo” propio de seres amorales, que dicen una cosa y hacen otra. No hay diálogo sin esperanza (que es la raíz de la inconclusión de los hombres y que lo mueve a la permanente búsqueda en comunidad).
El ser humano conquista y concretiza al mundo con la inteligencia de sus manos que lo transforman.
La genialidad andina, se une a la acción creativa en el paisaje a través de las ciclópeas construcciones pétreas realizadas por los peruanos de todos los tiempos para crear un país firme y feliz por la unión, que en los actuales momentos está inmerso y acosado por las fuerzas disgregadoras de la globalización, a veces desnaturalizante y que pugnan por establecer un patrón de gobierno asimétrico unipolar injusto en contraposición a los estados soberanos modernos o pluripolares más equitativos.
Origen del hombre americano.
Inmigrantes del Paleolítico superior, según Alex Hrdlicka, fueron los primeros pobladores de América y habrían sido bandas paleo asiáticos provenientes del Asia nororiental y evidenciado en los siguientes rasgos comunes: mancha mongólica en los niños al nacer, pigmentación de la piel, ojos rasgados, pliegue mongólico, forma de cara y pómulos salientes, escasa pilosidad corporal y facial, cabellos lisótricos, dientes en forma de pala; asimismo, lengua polisintética y aglutinante, como también costumbres y expresiones artísticas semejantes como la música pentafónica, danzas colectivas y símbolos religiosos comunes, etc. que ingresaron a nuestro continente siguiendo la ruta del Estrecho de Berhing en sucesivas oleadas migratorias, durante la última Glaciación de Wurm o Wisconsin, donde la concentración de hielo en los continentes hizo descender el nivel de los océanos en unos 120 metros.
Este descenso hizo que se crearan conexiones terrestres, en Beringia, la región que comparten Asia y América, en la zona en que ambos continentes están en contacto. Debido a que el Estrecho de Bering, que separa Asia de América, tiene una profundidad de entre 30 y 50 metros, el descenso de las aguas dejó al descubierto un amplio territorio que alcanzó 1500 kilómetros de ancho uniendo las tierras de Siberia y Alaska, hace aproximadamente 40.000 años adP. manteniéndose unos 4.000 años.
Su segunda formación se produjo aproximadamente 25.000 años adP permaneciendo hasta aproximadamente 11.000-10.500 adP, cuando volvieron a subir las aguas al final de la glaciación, inundando gran parte del territorio y separando Asia de América por el Estrecho de Bering, desapareciendo el mencionado puente.
Apareció entonces la teoría del Ice-free corridor. Según esta teoría, en los instantes finales de la última glaciación, comenzaron a derretirse los bordes en contacto de las dos grandes placas de hielo que cubrían Canadá: la Placa de Hielo Laurentina y la Placa de Hielo de la Cordillera.
Esto hacía posible la entrada al continente más allá de Beringia, pues Canadá estaba cubierta completamente cubierta de hielo, abriéndose un corredor libre de hielo de unos 25 km de ancho, que seguía, primero el valle del río Yukón y luego el borde este de las Montañas Rocallosas por el corredor del río Mackenzie.
Los científicos que sostienen la teoría estiman que esto ocurrió en el 14.000 años adP, y se postula que las tribus asiáticas que habían penetrado en Beringia, permanecieron allí varios miles de años hasta que, poco antes de finalizar la última glaciación (10.000 adP) y de que el Puente de Beringia se inundara, se formara un estrecho corredor libre de hielo que les permitió dirigirse al sur, siguiendo la ruta trazada por los animales, arribando a la Península y valle de Yukón en Alaska, aproximadamente entre 20,000 a 15,000 a.C., durante el periodo geológico del Pleistoceno Tardío, para luego desplazarse por el resto del continente siguiendo la dirección norte – sur, siguiendo la ruta trazada por animales.
Es la teoría de Caleb Vance Haynes en un artículo publicado en la revista Science en 1964, conocida actualmente como teoría del poblamiento tardío o «consenso Clovis», fue aceptada en forma generalizada durante la mayor parte de la segunda mitad del siglo XX.
Ocuparon, primeramente América del Norte, después América Central y el Caribe, para luego arribar a territorio sudamericano. Esta tesis fue propuesta por el jesuita español, José de Acosta a fines del Siglo XVI.
El hombre se había establecido en Norteamérica hace 14,000 años, habiendo gran cantidad de sitios arqueológicos en Oregón, Idaho y Pennsylvania.
Primero como recolectores – cazadores indiferenciados; y luego como cazadores superiores, con instrumentos mejor elaborados, como las puntas de flechas de estilo Clovis, Sandia y Folsom.
Culturas más antiguas de Norteamérica
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Cultura | Ubicación | Que cazaban | Con qué cazaban | Evidencia arqueológica |
Clovis
10,600- 11,250 a. C. |
Clovis, New México. Desde la Costa Este hasta las Montañas Rocosas | Mamuts
(extinguido) |
Lanzas con punta de piedra larga, acanalada y aflautada. | |
Cultura Sandia (9,000-10,000 a.C.) de Albuquerque, New Mexico. Intermedia. | ||||
Folsom
9,000- 8,000 a. C. |
Colfax, New Mexico. A lo largo de todos los grandes llanos norteamericanos y Norteamérica Central | Bisontes de grandes cuernos (extinguido) | Lanzas con punta de piedra pequeña y acanalada, más elaborada. |
Sin embargo, se produce la crisis del Consenso Clovis, cuando se descubre el yacimiento de Monte Verde (Chile) por Tom Dillehay, al ser fechado oficialmente uno de los yacimientos investigados en 14.800 años adP (Monte Verde I).
Esta evidencia, refuerza la teoría de Paul Rivet, quien planteó en 1943, que el hombre americano es de origen multirracial, por lo que no negaba otra ruta de inmigración en que indica que ha a comienzos del Holoceno, los melanesios cruzaron el Océano Pacífico en canoas llamadas piraguas de balancín y ayudados por las corrientes marinas habrían llegado por Centroamérica, para luego dispersarse a otras regiones del continente americano.
Otra evidencia del origen no mongólico sino australiano, es que los paleo indios suramericanos y norteamericanos tienen diferencias de consideración en genes y fenotipos: aquellos con rasgos más australoides, estos con rasgos más mongoloides.
Estos elementos han causado una creciente adhesión de algunos investigadores a la hipótesis de un poblamiento autónomo de América del Sur, no proveniente de Norteamérica. Esta hipótesis se relaciona estrechamente con la teoría del ingreso por la Antártida desde Australia.
Según la antropología genética, de Douglas C, Wallace, que utiliza el mapa del ADN mitocondrial: ADN mitocondrial (ADNmt) para seguir el linaje femenino y el cromosoma Y (ADN-Y) para seguir el linaje masculino y determinó que el 96,9% de los indígenas de América estaban agrupados en cuatro haplogrupos mitocondriales (A, B, C, y D), lo que significa una notable homogeneidad genética, estableciendo un método para calcular la velocidad con que cambia el ADN mitocondrial.
Ese método permitió fechar el origen del Homo sapiens, la famosa Eva mitocondrial, entre 100.000 y 200.000 años adP y la salida de África entre 75.000 y 85.000 años atrás.
Aplicando este método, Neel y Wallace estimaron en 1994 que el primer grupo humano en ingresar a América lo hizo entre 22.414 y 29.545 años.
En 1997, los brasileños Sandro L. Bonatto y Francisco M. Salzano aplicaron el método sobre el haplogrupo A, casi completamente ausente de Siberia, y obtuvieron resultados que van de 33.000 a 43.000 años adP. Estos científicos sostienen que durante miles de años se estableció una gran población en el Puente de Beringia donde se diferenciaron genéticamente, y que es de esa población de la que provienen los primeros migrantes hacia América.
El genetista argentino Néstor Oscar Bianchi analizó la herencia paterna en comunidades indígenas sudamericanas y concluyó que hasta el 90% de los amerindios actuales derivan de un único linaje paterno fundador que denominó DYS199T y que colonizó América desde Asia a través de Beringia hace unos 22.000 años.
Más recientemente, el genetista estadounidense Andrew Merriwether, de la Binghamton University, quien perteneciera al equipo de Wallace, sostuvo que la evidencia genética sugiere que América fue poblada mediante una sola población proveniente de Mongolia, como sostenía Aleš Hrdlička.
La razón de esto es que en Siberia los haplogrupos A y B casi no se encuentran presentes, mientras que en Mongolia se encuentran los cuatro principales haplogrupos indoamericanos (A, B, C y D), salvo el X.
En 2014, el análisis del ADN mitocondrial del esqueleto de Naia, datado en 12.900 años, encontrado en México, un sistema de cuevas submarinas de Tulum demostró un vínculo genético entre los paleoamericanos y los modernos nativos americanos ya que encontró que Naia tenía el hablogrupo D1, exclusivo de los actuales amerindios, especialmente de América del Sur. Los investigadores consideran que su hallazgo es una prueba de que los primeros pobladores de América llegaron provenientes de Siberia.
También en 2014, un estudio del ADN de los restos humanos de un niño de la época Clovis denominados: Anzick-1 probó que estos restos están estrechamente relacionado con grupos de nativos americanos de América Central y del Sur, pero no con las migraciones posteriores de grupos de Canadá y el Ártico.
Este estudio apoya lo que los arqueólogos han sostenido durante mucho tiempo, que América fue colonizada en varias oleadas de poblaciones que cruzaron el estrecho de Bering desde Asia, siendo el más reciente el de Ártico y grupos canadienses.
Se demuestra, a su vez, que no hay conexión genética con los pobladores europeos del Paleolítico superior, de forma que este estudio se presta como un fuerte apoyo para el origen asiático de la colonización americana.
Muchas bandas siguieron la ruta norte-sur, por el lado occidental del continente, por las vertientes de las cordilleras y los valles intra montanos.
Así, se han encontrado huellas humanas de avances en:
-Topper (Carolina del Sur, Estados Unidos). Restos humanos fechados hacia el año 50.000 adP.
-Pedra Furada (Piauí, Brasil). Restos humanos fechados hacia el año 50.000 adP.
-La Toca (Brasil). Restos humanos fechados hacia el año 45.000 adP.
-American Falls (Estados Unidos). Restos fechados hacia el año 43.000 antes del presente.
-Cuenca del Valsequillo (México). Huellas humanas fechadas hacia el año 40.000 antes del presente.
-Lewisville (Texas, Estados Unidos), con fechas de 37.000 años antes del presente.
-Monte Verde II (Puerto Montt, Chile). Restos de 33.000 años.
-El Cedral (SLP, México). Restos humanos y artefactos líticos con una antigüedad de 31.000 años.
-Tequixquiac (Méx, México). Hueso sacro de Tequixquiac de hace 22.000 años.
Probablemente, el hombre llega al Perú durante el periodo geológico del cuaternario conocido como Pleistoceno tardío o Final. Según, opinión de Richard Mc Neish hace unos 22,000 años.
Así, los migrantes de diferentes comunidades arriban a nuestro territorio en la plenitud de sus facultades físicas y con una cultura propia del Paleolítico Superior, es decir, económicamente cazadores y recolectores avanzados y socialmente organizados en bandas colectivas.
Estos primeros rudimentos culturales evolucionarán con el transcurrir de los milenios, en virtud de una lucha constante y permanente entre el hombre y su hábitat natural, larga experiencia de riquísimas enseñanzas, que a la postre dará origen a una de las expresiones más elevadas de civilización que la historia de la humanidad registra, como esto es, la alta civilización andina.
1. El medio geográfico andino a fines del pleistoceno tardío
A fines del pleistoceno tardío nuestro planeta se encontraba en los momentos finales de la cuarta y última glaciación conocida como Wisconsin.
Gracias a las evidencias arqueológicas halladas, se sabe que el hombre llegó a territorio peruano entre 20,000 y 14,000 años a.C.
El medio geográfico, que encontró era producto de un proceso geotectónico que venía de unos 400 millones de años, en que no existían los Andes. Toda la superficie terrestre estaba cubierta por el mar y un relieve plano que correspondía a la placa Sudamericana, que avanzaba unos 2 cms/año hacia el Este, siguiendo la Teoría de la Deriva
Continental. El Perú era un arco de islas y en la Era Paleozoica, emerge del fondo del mar, el sinclinal de la Placa de Nazca, aislando una buena parte del mar y se produce un proceso de sedimentación, que llego a medir hasta 7 kms. de espesor.
Los sedimentos originan la roca sedimentaria, que en un proceso de meteorización produce la arena, el limo y la arcilla; mientras que las de origen volcánico originan el granito.
Posteriormente, ocurre una subducción de la Placa de Nazca sobre sí misma y presiona sobre los sedimentos doblándolos y presionando hacia arriba, formándose las cadenas montañosas con una continuidad desde Lambayeque hasta Moquegua y luego continua discontinua hacia el sur.
Paralelamente, se formó otra cadena montañosa sumergida, cuyas cimas son los afloramientos que corresponden a las islas de nuestro litoral peruano y que dan soporte a nuestro territorio.
Así, el escenario geográfico del territorio peruano a fines del pleistoceno tardío (20,000 a.C.) poseía características geográficas totalmente distintas al Perú de hoy.
El clima era húmedo y frío, periodo que se conoce en el ámbito geográfico sudamericano como Glaciación Vilcanota.
La humedad del medio geográfico, determinó que en la región conocida como costa se den las condiciones para la existencia de una profusa y variada flora de loma, que a su vez, condicionó la presencia de una variada y rica fauna.
En esta época se desarrolló una fauna de grandes dimensiones o mega fauna pleistocena, que nuestro país albergo y a la que el hombre se enfrentó en los amaneceres de nuestra civilización y que fueron: el mastodonte, conocido también como mamut americano; el megaterio o perezoso gigante, el smilodonte o tigre colmillo o diente de sable, especies de paleo caballo, y auquénidos de grandes dimensiones denominados paleo llamas, cuya extinción se estima que ocurrió hace 22.000 años.
La región andina también adquirió una configuración distinta a la actual. De relieve accidentado y el clima de los pisos alto andinos era aún muy frío.
Los nevados perpetuos de los andes, hoy concentrados en las cumbres más altas llegaban hasta pisos muy bajos, casi hasta las laderas montañosas, siendo los valles muy estrechos y encajonados.
A este medio geográfico hostil, agreste e inhóspito tuvo que enfrentarse el hombre que llegó a nuestro territorio.
Con una cultura rudimentaria propia del paleolítico tardío, el hombre recurrió a actividades económicas depredatorias básicas como la cacería y la recolección para satisfacer sus necesidades primarias, dado que aún desconocía la agricultura y la ganadería.
El medio inhóspito, obligo a la colectividad humana, a adoptar el trabajo colectivo para sobrevivir lo que permitió al hombre imponerse en la lucha contra su medio natural circundante; trabajo social manifestado en un desarrollo cultural andino integral de manejo e integración de pisos ecológicos, la elaboración y diseño de tecnología propia e instrumentos de producción, imprescindible en el dominio humano sobre el ambiente natural.
2. El efecto del clima, en el desarrollo cultural andino.
El clima ha influido en el establecimiento de horizontes culturales y según estudios del Dr. Jhon Eddy de Boulder, USA (1977), cuya teoría correlaciona la actividad solar y el cambio climático, ha sido corroborado por medidas obtenidas utilizando satélites.
De esta manera, se muestra la relación existente entre emisión solar, formación de manchas solares, la presencia o ausencia de aurora boreal y la cantidad de C 14 en cada círculo concéntrico de los árboles, el cual expresa la magnitud de este elemento en la atmosfera durante el año en que fue formado.
Las medidas de carbono 14 contenidas en cada círculo revelan variaciones climáticas con precisión de año a año. Este método permitió a Eddy identificar 12 periodos durante los pasados 7,400 años.
Cronología cultural ( * ) |
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Periodo Cronológico |
Año |
Cultura Hegemónica |
Número de
Oscilación climática |
Periodo inicial | 2000 – 1200 AC | -.- | 10, 11,12 |
Horizonte temprano | 1200 – 300 AC | Cultura Chavín | 7,8,9 |
Periodo temprano intermedio | 300 AC– 500 DC | -.- | 6 |
Horizonte medio | 500 – 1000 DC | Tiahuanaco – Huari | 5 |
Periodo último intermedio | 1000 – 1470 DC | -.- | 4 |
Horizonte ultimo | 1470 – 1533 DC | Imperio Inca | 3 |
Colonia | 1533 – 1821 DC | Época colonial | 2 |
Calor | Frio |
(*) Oscilaciones climáticas inferidas por Eddy, Jhon A. y Secuencia Cultural de periodos y Horizontes propuesta por Rowe, Jhon H.
La correlación llega a ser evidente cuando
comparamos horizontes culturales de cronologías andinas y periodos en las primeras 12 variaciones paleo climáticas identificadas por J. Eddy en 1977.
Los periodos de enfriamiento, inducen apogeos culturales; así, intervalos fríos coinciden con horizontes, sugiriendo que la reducción de la productividad agrícola impulso a poblaciones de altura a buscar refugio en zonas bajas.
De esta manera, intervalos calientes correlacionan en diferenciación regional, reflejando expansión de agricultura potencial especialmente en la sierra, hacia las alturas.
Intervalos frios, determinan apogeos culturales con poblamiento de zonas mas bajas en periodos que indican desarrollo cultural y tecnológico para afrontar el clima adverso.
Horizonte temprano (1,200 AC – 300 AC)
Corresponde a una oscilación muy fría, No 9 (1,300 AC), No 8 (800 – 580 AC) y No 7 (420 -300 AC). Datos de carbono 14, en lugares de la Cordillera de
VilcanotaQuelcaya, indican un avance glacial en 800 AC.
Centros notables que datan de este tiempo incluyen a Chavín de Huantar a 3,200 m., Pacopampa en la parte baja del sector quechua-norte y en Huacaloma en el valle de Cajamarca a 2,700 m. (Terada y Onuki, 1982). Establecimientos en bajas elevaciones alcanzan preeminencia en Kotoch, Caral, Cupinisque, Sechin y Garagay en la costa. Notamos que estas culturas desarrollaron templos del Fuego, en los que se hacían rituales relacionados al mantenimiento del fuego; tal vez para mitigar o mantener el calor vital ante el intenso enfriamiento que padecían.
Horizonte medio (500 – 1,000 DC)
Es caracterizado por la dominancia y expansión de grupos de zona alta y su clímax ocurre en la Cultura Tiahuanaco- Huari. Oscilación No 5. Culto al sol.
Horizonte último (1,470 – 1,533 DC)
Corresponde a la Oscilación No 3 de Eddy (1,420 – 1,570 DC), una deteriorizacion climática que correlaciona impecablemente con la dominación y expansión del imperio Inca. Ceremonia central en el Solsticio de invierno en el Intihuatana de cada ciudad en la ruta Qapac Ñan.
Según E, Grillo F., 1991: Sostiene que la autoridad andina tiene carácter descentralizado y opina que el periodo de desecamiento ocurrido hace (1160-1500, 2700-2000 y 4000 años), la exigencia climática condiciona periodos de Federación Pan Andina y una vez superado el periodo de tensión, se vuelve a afianzar la organización étnico-regional, separándose de la constituida para tal fin.
De esta manera se estaría afianzándose las características propias de la cultura andina (agro centrismo, reciprocidad, dialogo, incompletitud, solidaridad y equidad).
3. Cronología del Perú pre hispánico.
Para una comprensión más objetiva y comprensible del proceso de desarrollo cultural del Perú pre hispánico, se propone la siguiente cronología:
I. Periodo lítico o pre-agrícola o Pre-cerámico: [20,000 aC – 6,000 aC].
1.1 Cazadores y recolectores Nómades Se subdivide en:
1.1.1 Cazadores Indiferenciados (20,000 a.C. – 8,000 a.C.)
Se inicia en el Pleistoceno o edad glacial, con los primeros deshielos, del paso del Pleistoceno al Holoceno.
El paisaje era diferente del actual. La extensa llanura costeña era húmeda y cubierta de abundante vegetación.
En la sierra las regiones nevadas llegaban hasta cerca de los ríos. Vientos huracanados soplaban en las altas cumbres. Los valles interandinos apenas estaban cubiertas por pastos raquíticos.
El andino tuvo que habitar en todos los lugares protegidos por la naturaleza: cavernas, abrigos rocosos, ensenadas, etc.
El antiguo poblador andino, buscando mitigar el intenso frio, migro a los valles templados y bajo a la costa, donde estaba asegurado la provisión de alimentos por la pesca y recolección de crustáceos.
En aquellos lugares donde no existía esta protección natural, improvisaban campamentos cubiertos con pieles de animales o ramadas. Eran precarios recintos de barro o piedra.
No vivían todo el tiempo en el mismo lugar. Se trasladaban continuamente de un sitio a otro formando pequeños grupos u hordas de 15 a 20 personas.
El nomadismo era su estilo de vida, su supervivencia vinculada a la cacería indiscriminada, la recolección y la pesca.
La principal preocupación era la búsqueda de alimentos.
Cazaban mastodontes, megaterios, caballos americanos, tigres prehistóricos, venados, etc. Los mataban a pedradas, desbarrancándolos, o con una lanza de punta lítica amarrada fuertemente a un palo.
Otras veces se dedicaban a la recolección de raíces, insectos, lagartijas, entre otros.
Las investigaciones arqueológicas han evidenciado lo siguiente:
Cazadores Indiferenciados (20,000 – 9,000 a.C.)
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NOMBRE | UBICACIÓN | DESCUBRIDOR | ANTIGÜEDAD | IMPORTANCIA |
Puka Qaqa e
Ishkay Machay, |
Aija, Ancash | Alejo Mejía Antúnez, | 40,000 a.C._? | Pinturas rupestres de Santa Cruz de Rurec |
Paccaicasa | Ayacucho | Richard Mc Neish | 20,000 a.C.- 13,000 a.C. | Cazadores recolectores más antiguos del Perú |
Guitarrero I | Rio Santa,
Yungay, Ancash |
Thomas Lynch | 13,097 –
12,101 a.C. |
Asentamiento humano más antiguo del Perú. |
Pikimachay I-
Fase Ayacucho |
Ayacucho | Richard Mc Neich | 13,000 a.C
11,000 a.C. |
Hombre más antiguo de los Andes. |
Paijan | Valle Viru y
Pacasmayo, La Libertad |
Claude Chauchat | 12,000 a.C. 6,000 a.C. | Punta lítica
“Paijan” |
Cuenca
Pucuncho |
Pucuncho,
Cuncaicha, Arequipa |
Kurt Rademaker
et al |
12,800-11,500 | Máximo asentamiento humano en altura del mundo. |
Jaywamachay I | Huamanga, Ayacucho | Richard Mc Neish | 11,000-8,000 aC. | piedra pulida, habitación rudimentaria y Pintura rupestre |
Pachamachay | Junin | Ramiro Matos
Mendieta y John W. Rick |
10,000 – 1,700 a.C. | Grupo semi sedentarios |
Escomarca
(Tres ventanas) |
Huarochiri.
Lima |
Bernardino Ojeda | 9.940 a.C. | Restos líticos y prendas textiles |
IIAP-CIZA-
UNALM |
martilladas vegetales | |||
Chivateros | Rio Chillón,
Ancón, Oquendo, La Pampilla, Lima |
P. Lanning y T.
Patterson |
(9,500 -8,000 a.C) | Cantera y taller lítico de cuarcita |
Puka Qaqa e Ishkay Machay (38,000 a.C. – ¿?)
Pinturas rupestres, en dos cuevas del caserío de Santa Cruz de Rurec, en la provincia de Aija, Ancash conocidas como Puka Qaqa e Ishkay Machay, en honor a los cerros que albergan los hallazgos y por el tiempo en que se estima fueron realizadas pertenecen a la historia alternativa peruana e indicarían que el Perú es la cuna de la Civilización Americana.
Las pinturas, de color rojo ocre, tienen formas de cruces, estrellas, seres humanos y auquénidos autóctonos del Perú.
Son similares a las observadas en Huacrachuco y alturas de Kotoch, en Huánuco.
Paccaicasa (20,000 a.C.)
Ubicado en el distrito de Paccaicasa (en quechua “Nevado oculto”), provincia de Huamanga, Ayacucho, Perú.
Fue estudiado a fines de la década de 1960 por el arqueólogo estadounidense Richard MacNeish de la Universidad de Calgary.
Es el estrato más profundo, de las capas de la Cueva Pikimachay, que denominó Pacaicasa (20 000 a 13 000 a. C.), donde encontró artefactos líticos de presunta fabricación humana, junto con restos óseos de animales ya extinguidos, cuya antigüedad calculó en 20 000 a. C., considerándolas como las evidencias más antiguas de la presencia humana en el antiguo Perú,
Dicha cueva habría sido habitada temporalmente por primitivos y pequeños grupos de cazadores-recolectores, que serían los más antiguos hombres del territorio peruano.
En total, MacNeish distinguió cuatro niveles superpuestos en el interior de la cueva:
Pacaicasa (20.000 -13.000 a.C.) Cazadores recolectores (Lítico)
Ayacucho (13.000-11.000 a.C.) Cazadores recolectores
Huanta (11.000 – 8.000 a.C.) Cazadores recolectores
Puente y Jaywa (8.000 – 6.000 a.C.) Cazadores recolectores
Piki (6.000 – 4.000 a.C.) Arcaico
Chihua y Cachi (4.000 – 2.000 a.C.) Arcaico.
Los hombres de Pacaicasa vivían de la recolección de frutos, raíces silvestres, y también de la caza de animales salvajes.
Probablemente, Paccaicasa fue uno de los pocos sitios del antiguo mundo andino donde el hombre fue cazador de grandes animales, como el Megaterio, Mastodonte, Paleolama, Tigre dientes de sable y el Gliptodonte o armadillo gigante. Además abundaban animales menores, como el cérvido, el puma y el caballo americano. La cadena biológica silvestre se completaba con animales menores como la rata, el ratón, el conejo, el cuy, la vizcacha, el zorrino, el pato, etc.
Guitarrero I (13,097 – 12,101 a.C.)
Yacimiento arqueológico del pre cerámico lítico, en el Callejón de Huaylas con el asentamiento humano más antiguo del Perú, en el Pre cerámico Lítico.
Sus fogatas e instrumentos líticos (chancadores, martillos de piedra, una punta lanceolada, así como un pequeño cuchillo bifacial) fueron descubiertos y estudiados por el arqueólogo estadounidense Thomas Lynch. Asimismo, se descubrió, en el mismo estrato de ocupación, algunos restos humanos como una mandíbula, un premolar y una falange.
Joaquín Narváez, data entre el 13,097 y el 12,101 a.C., usando el método Fairbanks lo cual sería definitivamente Pleistocénico.
Pikimachay I – Fase Ayacucho (13,000 – 9,000 a. C.)
Piquimachay (cueva de las pulgas en quechua sureño) es una cueva ubicada a unos 19 km al norte del centro de la ciudad de Ayacucho, unos 450 km al sureste de Lima, capital del Perú. Se halla situada en la margen derecha del río Pongora, en el distrito de Pacaycasa de la provincia de Huamanga del departamento de Ayacucho. Tiene una longitud aproximada de 60 metros.
Cazadores, recolectores del periodo lítico, en la cueva se encontró restos líticos de punta de flecha, lo que indica la presencia del hombre más antiguo de los Andes.
En el nivel o complejo Ayacucho se encontraron diversas herramientas (chancadores, descarnadores y puntas unifaciales) elaboradas con distintos tipos de piedra (basalto, calcedonia, pedernal y cuarcita). También se encontraron puntas triangulares de hueso, descarnadores hechos de costillas de animales, etc.
Se encontró además un húmero de perezoso gigante (fechado en el 12 200 ± 180 a. C.), restos de caballos, venados, camélidos y posiblemente mastodontes y tigres dientes de sable. Se destaca además el hallazgo de la mandíbula de un niño con los dientes incluidos, un radio, falanges y costillas, que serían los más antiguos restos humanos del Perú.
La tercera ocupación cultural llamada Complejo Huanta presentaría los mismos problemas ya que casi todos los supuestos artefactos serían piedras naturales, exceptuando una punta lítica bifacial.
Actualmente, se considera como más probable que la presencia humana en esa zona de Ayacucho se remonta al 13 000 y 12 000 a. C., es decir, a fines del Pleistoceno.
Piquimachay también mostró que, en los Andes, el tránsito del empleo de la piedra tallada (paleolítico) a la piedra pulida (neolítico) no siguió los moldes euroasiáticos.
El pulido pétreo no marcó el surgimiento de aldeas ni el descubrimiento de la agricultura; tampoco hubo una edad de los metales que definiera la formación de un sistema de poder político.
Cuenca Pucuncho (12,800-11,500 a.C)
Ubicado en la Cuenca de Pucuncho, Arequipa, descubierto por un grupo internacional de arqueólogos de Estados Unidos, Canadá, Alemania y Perú.
Cuncaicha es un refugio de piedra a 4,500 msnm con un taller de herramientas bajo ella, data de 12,400 – 11,500 años.
La mayoría de las herramientas de piedra en Cuncaicha se hicieron a partir de obsidiana disponibles a nivel local, andesita y Jasper, y son indicativos de la caza y la matanza de subsistencia consistente con opciones limitadas en la gélida meseta.
Asimismo, el refugio Cuncaicha roca contiene una «secuencia robusta, bien conservada y bien fechadaocupación». Se encontró restos que representan animales enteros.
Los tipos de herramientas de piedra que hemos encontrado no sólo están a la caza, sino también herramientas de raspado herramientas utilizadas para el procesamiento de cueros para hacer cosas como ropa, bolsos o mantas.
Pucuncho, es un antiguo taller a 4,400 msnm de 12,800-11,500 años.
El sitio de Pucuncho produjo 260 herramientas de piedra, tales como puntas de proyectil, bifaciales y raspadores unifaciales. Además de restos de plantas, huesos en el sitio indican la caza de la vicuña, guanacos y tarucas.
Los resultados del equipo de Rademaker son un desafío para la comunidad científica, pues los glaciares en esta región nunca alcanzaron la Cuenca de Pucuncho y, por tanto, nunca retrocedieron para crear una apertura que permitiera a los humanos emigrar por ahí, lo que sugiere que el cambio climático no fue necesario para una colonización exitosa. Asimismo, los artefactos en la Cuenca de Pucuncho sugieren que los humanos colonizaron altas altitudes
Son los sitios arqueológicos con asentamientos humanos, a máxima altura del Pleistoceno identificados en el mundo.
Paijan (12,000 – 6,000 a.C.)
En la pampa de los fósiles, Paijan, entre el valle de Virú al sur y Pacasmayo al norte.
Son pescadores, cazadores y recolectores que vivieron en el Holoceno Temprano, hace unos 12 mil años, cuando en los Andes todavía no se practicaban actividades productivas como la agricultura y ganadería.
El artefacto lítico característico de estos yacimientos es una punta bifacial con pedúnculo, que se conoce como “punta paijanense”, una tradición lítica que se extiende a lo largo de la costa peruana, desde el valle de Zaña (Lambayeque) al norte, y Pozo Santo (Ica) al sur.
El artefacto lítico característico del Paijanense es una punta bifacial delgada, con un pedúnculo en la base y hombros marcados
La «Punta Paiján», es de tamaño variado, que va de 7 a 20 cm de largo y están trabajadas siguiendo una cadena operativa muy larga.
Su elaboración era complicada: se usaba una técnica que combinaba la percusión directa dura y blanda con la presión.
Jaywamachay I (11,000-8,000 aC)
Cueva con vestigios de piedra pulida y habitación rudimentaria. Pintura rupestre de escenas de caza camélidos con perros, de carácter ritual y junto a los restos óseos de caballos y fauna moderna, Mc Neish halló unas puntas de proyectil con características similares a las halladas en el yacimiento de El Inga en Ecuador, cerca de Quito.
Estas puntas, hechas de obsidiana, se caracterizan sobre todo porque tienen la forma de una hoja de limbo ancho y un pedúnculo en forma de cola de pescado.
Restos de este tipo de punta lítica existen en realidad desde el lago Madden en Panamá hasta la Cueva Fell en Patagonia, de modo que corresponde a un rasgo distintivo de los pobladores sudamericanos de esa época.
Pachamachay (10,000 – 1,700 a.C.)
Cueva ubicada en la puna a 4,300 msnm. en Junín, donde se hallaron evidencias de una continua ocupación humana y que muestra una gran densidad de restos superpuestos en diversos estratos.
En los niveles más profundos se hallaron herramientas bifaciales y puntas unifaciales, de hacía 9.000 a.C.; en los siguientes se encontraron puntas con escotadura basal, puntas con hombros y puntas triangulares, con una antigüedad promedio de 8.000 a.C.
A partir del arcaico tardío (hacia 4.000 a 2.000 a.C.) abundan los restos de camélidos jóvenes, lo que probaría que el hombre de entonces ejerció control y selección de esos animales, en otras palabras, domesticación y cría.
Se trata de grupos semi-sedentarios. Ello debido a que su subsistencia no habría estado basada solo en la caza, sino en el aprovechamiento de rebaños más o menos cautivos de vicuñas propios de la puna.
En el 10000 a.C. el clima cambió bruscamente: el frío Pleistoceno dio paso al cálido Holoceno.
Este cambio climático alteró la vegetación y afectó la supervivencia de la megafauna.
Los mamíferos gigantes se extinguieron gradualmente, contribuyendo a esto la actividad predatoria de nuestros antepasados, los “cazadores indiferenciados”.
En esta etapa surgen importantes talleres donde se fabricaban armas y utensilios para diferentes actividades.
La propagación de los cérvidos (tarukas) y los camélidos andinos (llamas, vicuñas y guanacos) incentivó la cacería de estos veloces animales.
Para esto se requería instrumentos líticos de mejor calidad (puntas de lanza) que se fabricaban en talleres especiales; era la época de los “cazadores especializados”, donde destacan las tradiciones líticas de Paiján (en la costa norte) y Lauricocha (en la sierra central).
Tres ventanas o Escomarca (9,940 a.C)
Descubiertas por 1968 por Bernardino Ojeda Enríquez, arqueólogo de campo del equipo de Frédéric Engel, del
Instituto de Antropología y
Agricultura Precolombina (I.A.A.P.), hoy
Centro de Investigaciones de Zonas Áridas (C.I.Z.A.) de la Universidad Nacional Agraria La Molina.
Restos líticos y prendas textiles martilladas de vegetales, aún no se conoce el algodón.
Chivateros (9,500 -8,000 a.C)
Edward P. Lanning y Thomas C. Patterson exploraron la zona situada cerca de la desembocadura del río Chillón y los alrededores desérticos de Ancón, donde descubrió más de cincuenta asentamientos de antiguos cazadores-recolectores, entre campamentos, canteras y canteras-taller de cuarcita.
Entre ellos destacan Cerro Chivateros (Cucaracha), Cerro Oquendo y La Pampilla.
Determinaron, que era un centro de abastecimiento de cuarcita para confeccionar utensillos de caza. Pero, con los trabajos del arqueólogo francés Chauchat en el norte del país más que todo en Cupisnique y Chicama en la década del 70 que dio con el hallazgo de sitios similares a Chivateros y logro asociarlos con los talleres de puntas pedunculadas del Paijanense (con una datación que llega hasta el 10 000 a.C. y 6000 a.C y se extendió a lo largo de la costa peruana, desde Lambayeque hasta Ica), con esta investigación se determinó que Chivateros en realidad era una cantera y no un gran taller lítico habiendo además muchos sitios tipo Chivateros, por gran parte de la costa y yunga peruana.
El material más notorio de estas canteras son las preformas tipo
Chivateros (llamadas equivocadamente por Lanning como «Hachas de Mano» y «Puntas de Lanza»), que eran el primer esbozo de las puntas pedunculadas tipo paijanense. El resto de materiales líticos no son más que desechos de la actividad
de talla y canteo de la cantera abandonada.
Lo que si encontró Lanning fueron sus áreas de viviendas de los grupos Chivateros en la pampa de Piedras Gordas y alrededores en Ancón y en las Lomas de Carabayllo, cerca de sus viviendas se encontraban sus talleres donde se procesaba las preformas tipo Paijanes traídas de los cerros de Chivateros y alrededores. Lanning logró reunir 1,200 piezas de origen Paleolítico (algunos de estas piezas se encuentran en el Museo de Ancón y en Larco).
1.1.2 Cazadores Especializados (9,000 a.C. – 8,000 a.C.)
Esta etapa corresponde al periodo holocénico aluvial, del paso del Pleistoceno al Holoceno y el clima es cálido, la costa y la sierra adoptan su configuración actual.
En esta etapa, los hombres se especializan en un tipo de cacería selectiva del Chaco, especialmente en la caza de camélidos americanos y cérvidos, aunque también cazan vizcachas, perdices, cuyes, entre otras especies.
La megafauna pleistocénica se ha extinguido debido a los trastornos medioambientales producidos por el cambio climático.
Cazadores Especializados y agricultura incipiente (9,000 – 8,000 a.C.)
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NOMBRE | UBICACIÓN | DESCUBRIDOR | ANTIGÜEDAD | IMPORTANCIA |
Lauricocha (San Miguel de Cauri) | Lauricocha, Huánuco | Augusto Cardich Loarte. | 9,525 a.C. | Entierro andino más antiguo del Ande y pintura rupestre. |
Pikimachay
II |
Ayacucho y Huanta | Richard Mc Nish | 9,000-7,000 a.C. | Cría cuyes, horticultor y cultivo de quinua. |
Nanchoc | Valle Alto
Saña, San Miguel, Cajamarca |
Tom Dillehay, | 8,333 a. C. y
6,676 a.C., |
Primer horticultor del Perú y de América de calabazas y zapallos loche |
Toquepala | Toquepala, Tacna | Emilio Gonzáles
García y Miomir Bojovich |
7,000 a,C. | Pintura rupestre de chaco de guanacos |
Paracas
(Santo Domingo) |
Paracas, Ica | Frederic Engel | 6,800 a.C. | Primer horticultor de la costa. Primer músico del Perú. Primer pescador de red y Aldea más antigua. |
Pampa Canario | Ancón, Lima | Edward Lanning y F. Engel | 6,000 a.C. | Restos líticos:
morteros y batanes |
Lauricocha (9,525 a.C.)
Ubicado a la altura de 3900 metros sobre el nivel del mar, cerca del nacimiento del río Marañón. En estas cuevas se han localizado cantidad de restos dejados por el Hombre de Lauricocha y también muestra que fueron grupos de cazadores recolectores, con dataciones de 9525 a. C.
Augusto Cardich encontró restos de once cuerpos humanos de adultos y niños.
Uno de los cráneos, deformado artificialmente. También se encontraron una serie de instrumentos de piedra, además de huesos de cérvidos, camélidos y tarucas andinas.
Las paredes de las cuevas muestran pinturas rupestres, con escenas de caza.
Piquimachay II (Arcaico) 9,000-7,000 a.C.
Los capas atribuidas a los Complejos Ayacucho y Huanta fueron cubiertos por toneladas de roca que cayeron del techo de la cueva, suceso que MacNeish fecha entre 9,000 y 7,000 a. C.
Sobre el desplome se dieron nuevas ocupaciones, muy esporádicas, que MacNeish asigna a los complejos Jayhua y Chihua, que son ya del Holoceno.
Un nuevo desplome ocurrió posteriormente y luego se produjeron nuevas ocupaciones de culturas que ya tenían cerámica.
Estos niveles corresponden al Periodo Arcaico, de 6000 a 2000 a. C.
El hombre de entonces fue criador de cuyes, como lo evidencian los coprolitos (excrementos fósiles), huesos y restos de corralillos con fogones que se encontraron.
Fue también horticultor que cultivaba la quinua y la calabaza.
Nanchoc (8,333 a. C. y 6,676 a.C.)
Ubicado en el valle del Alto Saña, departamento de Cajamarca, donde se hallaron restos de calabaza moschata (o zapallo loche), maní, ciruela de fraile y tubérculos.
Considerado los primeros horticultores del Perú y América.
En cuanto a animales, se hallaron resto de cérvidos, zorros, jaguarundis (felino), cañanes (lagartijas), serpientes, perdices y roedores pequeños. La presencia de conchas marinas evidenciaría contactos con la costa. Paracas o Santo Domingo (6,000 a.C.) En la península de Paracas, Ica.
Se dedicaban a la pesca y la horticultura incipiente; se vestía con fibras vegetales entrelazadas y vivía en chozas semicirculares de caña y paja.
Es considerado el primer horticultor de la costa andino americana y el primero que erigió una aldea en el Perú. A su costado se encontró una flauta con decoración, que quizás es el más antiguo instrumento musical hallado en el Perú. También se hallaron redes para pescar, hechas de fibra de cactus.
Toquepala (7600 a. C)
Denominada Cueva del Diablo, está ubicada en las cercanías del asiento minero de Toquepala, en el flanco noroeste de la quebrada Cimarrona.
En sus paredes se han encontrado pinturas rupestres, con diversas escenas de cacería o chaco, en colores en las que se representa a cazadores acorralando y matando a un grupo de guanacos.
Pampa Canario (6,000 a.C.)
Estudiada por Edward Lanning y F. Engel. En Ancón, Lima. Restos líticos: morteros y batanes, Recolectores, pesca y caza.
Hacían pachamanca de lobos marinos, recolectaban totora para sus embarcaciones y edificar sus chozas. Anzuelo de concha.
II. PERIODO ARCAICO
2.1 ARCAICO TEMPRANO
Los horticultores semi nómades (8,000 a. C. – 3,000 a. C.)
Hay un cambio notable en toda la Tierra. Los bosques costeños desaparecen, adquiriendo esta región una fisonomía desértica.
Luego del retiro progresivo de los glaciares, los cazadores de camélidos y cérvidos colonizaron las punas y los valles altoandinos.
Los animales gigantescos se extinguen y, en su lugar, surge una nueva fauna de menor talla: guanacos, vicuñas, tarucas y vizcachas.
Progresivamente aparece la recolección y caza selectiva.
Las condiciones climáticas similares a las actuales aceleraron el proceso de domesticación de las plantas y animales.
Aparecen así los primeros horticultores seminómadas, pero sin dejar de lado la caza y la recolección. En la costa, la actividad predominante era la pesca y el marisqueo.
El progresivo descubrimiento de la agricultura permitió una economía cada vez más sedentaria.
Cosechaban sólo algunos frutos, ya maduros; más adelante consiguieron que algunas plantas brotaran en las márgenes de los ríos, apareciendo la agricultura incipiente, alrededor de 6,000 años a.C.
Probablemente, estas primeras agrupaciones eran lideradas por el matriarcado y persistió a la llegada de españoles (capullanas).
Domesticaron la calabaza, el zapallo, el ají y algunas legumbres como el pallar y el frijol.
Con los animales sucedió algo parecido. Cazaban sólo machos adultos. Más tarde capturaban a los más tiernos y los encerraban en improvisados corrales. Esta operación repetida durante mucho tiempo dio nacimiento a la ganadería de los auquénidos.
La recolección y la caza subsisten, pero como actividades complementarias. El ganado debería ser protegido de los pumas y zorros.
Fue entonces que los hombres decidieron establecerse en un territorio. Y entonces tuvieron que construir sus primeros habitáculos, aunque todavía muy rudimentarios, como las chozas de Chilca y Paracas.
Se da origen a la confección de tejidos, aproximadamente en el año 5,750 a.C.
En la costa la actividad predominante fue el marisqueo y la pesca, además de la agricultura como actividad de subsistencia básica.
Todo ello posibilitó al hombre primitivo evolucionar de nómade a semi nómade (transhumante) y sentar las bases para la posterior sedentarización definitiva, que se logrará totalmente durante el arcaico superior.
Realizan pinturas rupestres con ocre rojo en las cuevas o refugios (alturas de Kotoch, Huacrachuco, etc.).
La acumulación de mariscos determino la aparición de las primeras aldeas del litoral (chozas semi cónicas) como las del hombre de Paracas y de Chilca, establecen casas semi subterránea de forma cónica construida con manojo de cañas y cobertura de hierba.
Las primeras chozas, descubiertas en la costa (Chilca, Paracas), son de material con origen vegetal (Plantas oriundas), posteriormente serán de piedra y barro.
Aparecen también los primeros tejidos rudimentarios.
Se dan en este contexto los primeros casos de arquitectura ceremonial con carácter monumental, de artes figurativas y de intercambio de productos entre regiones e incluso de zonas más alejadas (conchas Spondylus).
La horda primitiva, integrada de 30 a 50 personas, en la que predominaban las mujeres y niños, es reemplazada por la gens de 100 o más personas.
Eso da lugar a la formación de las aldeas y estancias, lo que exige cierta organización, surgiendo el clan posteriormente.
Las principales evidencias de este periodo, son:
ARCAICO TEMPRANO (8,000 a. C. – 3,000 a. C.)
NOMBRE
|
UBICACIÓN | DESCUBRIDOR | ANTIGÜEDAD | IMPORTANCIA |
Telarmachay | San Pedro de
Cajas, Tarma, Junín |
Danielle Lavalle | 6,000 a.C. | Primer pastor y domesticador de camélidos (llamas y alpacas) de América |
Miravalles | San Miguel, Cajamarca | Víctor Colan | 5,500 a.C. | Pirámide circular |
Pachamachay
|
Junín | Ramiro Matos
Mendieta y John W. Rick |
5,000 a.C. – 2,000 a.C. | Pastor de auquénidos. |
Huaca Prieta | La Libertad | Junius Bird | 4,800 –
2,500 a.C. |
Mates pirograbados. Primer tejido de algodón. Redes Ponían semilla en cabeza de pescado |
Piquimachay
(Fase Jaywa-Chihua) |
Ayacucho | Richard Mc Neich | 4,500
2,500 a.C. |
Primer cunicultor del Perú y cultivo de frejol, quinua, calabaza. |
Cerro Paloma | Chilca, Lima | Frederic Engel | 4,000a.C. | Primera población sedentaria y primera arquitectura de América |
Chilca | Lima | Federico Engel | 3,750 –
2,500 a.C. |
Primeros muebles de hueso de ballena y domesticador de perro Pescador con anzuelos Cultivó de camote. |
Sechin | Valle de
Casma, Ancash |
Peter R. Fuchs, Renate Patzschke | 3,500 a.C. | Primer templo de América.
Primeros relieves en barro del Perú. |
Chuquitanta o El Paraiso | Rio Chillón, San Martin de Porras, Lima | Federico Engel | 3,500 –
1,800 a. C. |
Primera Arquitectura religiosa de la costa:
Templo del Fuego |
Cabeza Larga | Paracas, Ica | Julio C. Tello y Federico Engel | 3,060 a.C. (3.070
± 120 a.C.) |
Primer peine y aguja de hueso. Bolsa de coca. |
Vichama | Vegueta,
Huaura, Lima |
Ruth Shady | 3,000 a.C. – 1,800 a.C. | Ofrenda ritual femenina por crisis climática |
Caral | Supe (Lima) | Max Uhle
Paul Kosok Richard Schaedel Ruth Shady |
3,000 a.C. 1,800 a.C. | Primera ciudad de América- Uso de quipu y textiles Observación de Solsticios. |
Guitarrero II (Río Santa) | Yungay, Ancash | Thomas Lynch | 3,000 a.C. | Cultivo de pallar y frijol. |
Pachamachay (5,000 a.C.)
En Junín, cuevas evidencian actividad de pastoreo de camélidos.
Telarmachay (5,500 a.C.)
Ubicado en San Pedro de Cajas, Tarma, Junín; a pesar de su altitud de 4,420 msnm, su establecimiento al borde de una amplia depresión glaciar y su proximidad a una fuente de agua permanente, lo hacía particularmente apto para servir como refugio desde épocas muy tempranas, a grupos de cazadores y/o pastores prehistóricos, que obtenían lana de camélidos, serían los primeros ancestros de los maestros tejedores sampedranos
En la altiplanicie el tejido surge paralelamente con la domesticación de la llama que suministra cantidades de fibra de la lana dando origen al tejido probablemente en la cueva de Telarmachay, sus auténticos herederos los famosos tejedores de San Pedro de Cajas; aquellos hombres cavernarios tejían mediante una técnica primitiva y sencilla del entramado de las fibras de la lana entrecruzándolas, mediante un modestísimo instrumento de agujas de huesos de los propios camélidos sucumbidos por la acción de los cazadores.
El primer labrado de tejido consistía en paños de manta o sea simples y sencillas telas con las que se ingeniaron para confeccionar los primeros rudimentos de vestir con los que cubrieron sus cuerpos para protegerse del riguroso frio declarado en la meseta por haber descendido el ambiente climático a declararse la glaciación.
A algunos Kilómetros al Oeste de Telarmachay, en la cima del cerro calcáreo de Chipian, a 4,750 msnm, se aprecia una serie de escenas pintadas con ocre rojo oscuro, sobre las paredes rocosas verticales.
Esto lleva a examinar cuales eran las armas utilizadas en Telarmachay. Evidencias de las primeras pachamancas.
El trabajo de las pieles es evidente por las herramientas como las raederas, los alisadores, los punzones y agujas de hueso, las piezas prismáticas y las plaquetas lustradas de piedra blanda.
Se puede señalar entonces el uso de vestimentas de pieles, constituidas por un manto o cubierta en piel de auquénido, probablemente la vicuña, números cadáveres de esta época en otros Yacimientos, tanto en Chilca como en Paracas, estaban vestidos con piel de vicuña (Engel 1963 y 1966). El trabajo de las pieles es la única actividad técnica que se puede suponer, al menos en parte y para cierta época, exclusividad de las mujeres; porque el conjunto de herramientas, descubierta en una sepultura del nivel VI, estaba en efecto asociado al esqueleto de una mujer.
Los ocupantes de Telarmachay, son cazadores, primero confeccionaron abrigos de piel; luego domesticaron los camélidos y de la lana obtenida desarrollan el tejido de paños y mantas para defenderse del gélido frio.
El ayllu de los pobladores de Telarmachay, y luego Patamarca se constituyen los antepasados de la Comunidad Campesina de San Pedro de Cajas y por tanto, herederos de los 253,000 restos óseos de camélidos recolectados por la misión francesa que en 1974 trabajó en el abrigo de Telarmachay y que fueron enviados a EEUU, para que fueran estudiados por Jane Wheeler, y que es necesario recuperar para reconstruir nuestra historia textil andina.
Miravalles (5,500 a.C)
En distrito de Niepos, San Miguel, Cajamarca.
Uno de los grandes hallazgos representa el Trono del Señor de Miravalles.
El segundo es un centro ceremonial de piedra, y el tercero, es una
pirámide circular con tres plataformas de 30 metros de diámetros.
El descubridor es Víctor Colán, que informó que sus
hallazgos se complementan con los descubrimientos previos de dos pirámides circulares en Jaén, también en Cajamarca, descubiertas por el arqueólogo Quirino Olivera.
Pikimachay: Fase Jaiwa -Chigua (6,000 – 2,000 a.C.)
El hombre andino comenzó a experimentar con labores agrícolas sin dejar de vivir en cavernas y sin abandonar la caza y la recolección como principal forma de supervivencia. La piedra tallada se siguió empleando cuando ya se conocía la alfarería.
Sin llegar al pleno dominio de la piedra pulida ni al empleo del bronce –sin conocer la rueda ni el hacha filosa–, empezaron a formarse aldeas y se construyeron centros ceremoniales en los valles interandinos, en torno a una extendida producción agrícola basada en canalizaciones fluviales y en la domesticación de especies.
Estos niveles corresponden al Periodo Arcaico, de 6000 a 2000 a. C. El hombre de entonces fue criador de cuyes, como lo evidencian los coprolitos (excrementos fósiles), huesos y restos de corralillos con fogones que se encontraron. Fue también horticultor que cultivaba la quinua y la calabaza.
Por ejemplo, en Chihua, en el área de Huanta, hay restos de vida aldeana que datarían del 2.500 a. C. Sin un progreso demasiado notable en cuanto a sus herramientas, estos pobladores sedentarios cultivaban maíz, lúcuma y frijol, empleaban morteros de piedra para moler granos, se iniciaban en el tejido y la alfarería, y domesticaban cuyes y camélidos.
Primer cunicultor (cuy) del Perú y cultivo de frejol, quinua, calabaza.
Tablada de Lurín (5,600 a.C. – 2,700 a.C.)
Tablada de Lurín es un complejo de sitios prehispánicos en la Costa Central del Perú, en la quebrada de Atocongo, sobre la margen derecha del río Lurín, al Sur de Lima (12°11’ Latitud Sur, 76°55’ Longitud Oeste).
Descubierto en 1958 por la Dra. Josefina Ramos de Cox, el complejo es objeto de investigaciones que se desarrollan desde esta fecha hasta el presente y conciernen, entre otros, al único cementerio prehistórico en el Perú, intacto y excavado.
El cementerio, cuyo estudio resulta clave para esclarecer orígenes de la cultura Lima, se ha hecho conocido por artefactos de cobre vaciado y dorado; éstos cuentan entre hallazgos de mayor antiguedad de los que se tiene información en la Costa Central y Sur.
Cinco periodos de ocupación fueron definidos con criterios estratigráficos:
- Campamentos pre cerámicos (aprox. 7600 – 2700 a.C.).
La presencia temprana de poblaciones prehistóricas en la zona tiene que ver directamente con el aprovechamiento estacional de los recursos de loma.
La dieta basada en el consumo de ambas especies estuvo complementada con la recolección de moluscos en las playas arenosas, en particular de Mesodesma donacium, con la caza de fauna menor de loma, y con la pesca ocasional.
El procesamiento de alimentos y la talla de andesitas, hematitas, calcedonias y cuarzo de origen local son las únicas actividades bien documentadas.
Las características tecnológicas y las preferencias en la dieta indican que los habitantes de campamentos provenían del interior del valle.
- Evidencias de permanencias temporales breves del Periodo Inicial (900 a.C.).
- Cementerio de entierros en pozo (aprox. 200 a.C. – 100 d.C.).
- Cementerio de tumbas múltiples subterráneas (aprox. 100 – 400 d.C.).
- Evidencias de tránsito y permanencias breves desde el Horizonte Medio hasta al Periodo Colonial.
Este recinto está amenazado de ser invadido por la presión urbana de Lurín.
Cerro Paloma (6.350 a.C. a 3.000 a.C.)
En el valle de Chilca, en la costa central, sur de Lima, donde se hallaron restos de agrupación de viviendas o chozas, superpuestas las cuales «son de diferentes tamaños, de formas circulares, elípticas y trapezoidales con las esquinas redondeadas, algunas de ellas tan bien conservadas que se pueden reconstruir completamente. Tenían soporte de sauce o manojos de caña amarrados y colocados en zanjas en las paredes interiores y exteriores.
Los techos se consolidaron con grama y se cubrieron con esteras finas. Esteras hechas de gramíneas y fibras de cactus cubrían el piso. Muchas de estas viviendas contaban con un patio de perímetro
Son los primeros restos de un recinto cuadrangular de 9 m por lado, construido de piedra con argamasa de barro, que Engel consideró como la más antigua construcción arquitectónica de América, de hacía 3.000 a.C.
El recinto es el inicio de la organización tribal que fue destinada por grupo dirigente planificador de las tareas agrícolas o artesanales, que convocaba y organizaba a los aldeanos que las ejecutaban; siguiendo el proceso secuencial de la jerarquización social inducido por el incremento del excedente productivo, el crecimiento demográfico y la especialización artesanal, que estructuraría nuestras primeras sociedades costeñas.
Huaca Prieta (4.800 a 2.500 a.C.)
Se ubica a 5 kms al norte de la desembocadura del río Chicama, provincia de Ascope, departamento de La Libertad.
Es un sitio único en cuanto a su formación, un gran montículo artificial, y a su larga ocupación humana que abarca cerca de 10.000 años de historia” y que fue abandonado hace 4.000 años aproximadamente y los investigadores señalan el alto nivel que alcanzó el mar en aquella época, llegando a los pies del montículo, como una de las posibles causas del abandono.
Se trata de restos culturales de agricultores sedentarios, que construían habitaciones semi subterráneas de piedra y barro, practicaban un rudimentario arte textil y utilizaban mates pirograbados, con diseños zoomorfos y antropomorfos, pero desconocían la cerámica y el cultivo del maíz.
Entre los 9,000 y 7500 años a.C., dependía principalmente de peces, crustáceos, aves, algas marinas y lobos marinos”, señala el documento, agregando que el “frijol, la lima y el aguacate fueron elementos alimentarios menores”.
Más adelante fueron incorporados el chile pimiento y las calabazas y alrededor de 6800 a.C. hay evidencia de la producción de algodón.
El maíz y otros cultivos fueron incorporados desde 6500 a.C. en adelante. Siempre las especies marinas dominaron la dieta.
Los hallazgos más importantes corresponden a los restos de tejidos de algodón que contienen bellas representaciones iconográficas.
Es famosa la imagen del Cóndor de Huaca Prieta con una serpiente enroscada en el estómago.
También destaca la imagen de la serpiente bicéfala estilizada con formas geométricas.
Estos tejidos se realizaban con la técnica del entrelazado, aún se desconocían los telares.
El conjunto consta de pequeñas casas de piedra y barro semi-subterráneas, cuadradas u ovaladas, con estrechas entradas y escalones de acceso.
Se encontraron artefactos líticos, restos de pallares, frijoles, calabazas, zapallos, y de abundantes recursos marinos, como anzuelos de hueso, sedales de algodón, y redes de regular tamaño con pesas de piedra y flotadores de mate.
También se encontraron 33 esqueletos en posición flexionada cubiertos con esterillas.
Asimismo, es famoso el mate pirograbado decorado con incisiones que dan forma a un rostro felínico antropomorfizado.
Eran utilizados como vasijas o recipientes ante el desconocimiento de las técnicas alfareras propias del periodo Formativo.
Chilca (3,750 a.C,)
Ubicado en Chilca, Lima. Vivian en chozas de base circular, hechas a base de cañas y amarradas con sogas de junco; cultivaban camotes, pallares, zapallos y calabazas.
Eran pescadores, para lo cual usaban anzuelos de espina de cactus; recolectores de mariscos (choros, almejas y chanques) y cazadores de lobos marinos; para esto último usaban unas estacas afiladas a la manera de arpones.
Sechin (3,500 a.C.).
Ubicados en Casma, Ancash, eran centros administrativos – ceremoniales precursora de la iconografía y arquitectura chavín.
Es un complejo enorme, tal vez el más grande del Formativo, con un templo piramidal de plataformas superpuestas como monumento principal
Cerro Sechín, entre los ríos Sechín y Casma, cerca del anterior, célebre por sus monolitos de sus fachadas, con representaciones en relieve de sacerdotes-guerreros y cuerpos mutilados. Rasgo distintivo de este monumento es su fachada enchapada con monolitos de caras planas, sobre las que se hallan grabadas figuras en relieve, que en conjunto parecen escenificar sacrificios humanos,
Los personajes representados en los monolitos de las fachadas son de dos clases: los guerreros-sacerdotes (ataviados con un arma o cetro) y las víctimas descuartizadas o sus despojos (cabezas principalmente, extremidades, ojos ensartados, intestinos, vértebras y vísceras), creando una escena sombría.
Sechín está dividido en dos secciones: Sechín Alto y Sechín Bajo.
Según los descubrimientos hechos por el equipo que lidera el arqueólogo Peter Fuchs, una de las ruinas de Sechín Bajo, llamada «El Chankillo», que data del 300 a.C., sería un observatorio astronómico pues sus 13 torres habrían servido para indicar los equinoccios y los solsticios.
Entre los diferentes restos arqueológicos encontrados en el lugar, se encuentra una plaza cercada por grandes piedras donde han sido representados guerreros en combate y aparentes sacrificios humanos.
Lo sorprendente es que los guerreros representados en las piedras llevan una indumentaria atípica de la región andina, según indica Mercado O. (2012).
Sus gorros se parecen a los usados para representar a los guerreros en la iconografía egipcia y sumeria, y sus rasgos físicos no corresponden al biotipo andino sino más bien al de pueblos de origen indo-europeo como los hititas o los Casitas.
Chuquitanta o El Paraíso (3500-1800 a. C.)
Ubicado en el Rio Chillón, San Martin de Porras, a dos km del mar y forma parte del Complejo Arqueológico del Valle del Chillón, del Pre cerámico tardío al que también pertenecen la Pampa de Los Perros y la Pampa Culebras. Centro administrativo ceremonial, El Paraíso y Áspero, son significativos para apoyar la hipótesis Marítima, que demuestra que grandes y complejas civilizaciones pueden prosperar sin la dependencia de la agricultura
Es contemporáneo con el Templo de las Manos Cruzadas de Kotosh, en Huánuco, y con la fase final de Caral, en Supe.
El complejo estaba conformado en total por doce pirámides, esparcidas en 60 has. y una estructura arquitectónica a la que denominaron el Templo del Fuego, que presenta similitudes con estructuras halladas en Caral y Kotosh.
Cuenta con 13 montículos. Siete de estos montículos constituyen un grupo central que forman una plaza en forma de U.
Se ha sugerido que esta forma de U sería el prototipo utilizado más tarde por la arquitectura del período Inicial, que también la utiliza (Burger, 1992).
Se le considera como el más antiguo complejo arquitectónico de la costa limeña y como el sitio donde se dio el primer paso para llegar de la caza, recolección y la pesca a la agricultura.
Al igual que otras construcciones de la época, una característica fue el uso de grandes shicras, es decir, redes o bolsas de fibras vegetales llenas de piedra, usadas como material de relleno. Todas las paredes del conjunto fueron enlucidas con barro y posiblemente recibieron una aplicación de pintura, a juzgar por los restos de pigmentos ocre, blanco y rojo.
La alimentación era anchoveta y mejillones, cultivaba el algodón para proporcionarse redes de pesca y cultivaba amaranto, papa, cactus, calabaza, zapallo, caña brava, pasto, pacae, pallar, frejol, algarrobo, manglillo, sauce, lúcuma, ají, tomatillo y algodón.
Normalmente el frío Corriente de Humboldt fluye de sur a norte que trae el alimento rico en plancton y con ella la abundancia de la vida marina a lo largo de la costa peruana.
Desde hace unos años, cada siglo el evento de El Niño invierte el flujo de la corriente, resultando en capturas marinas extremadamente pobres.
Estudios realizados por Andrus y sus colegas encontraron restos de moluscos que indican al menos dos importantes eventos de El Niño tuvo lugar durante la ocupación de el Paraíso. En respuesta a estas épocas de extrema pobreza, una clase sacerdotal pudo haber surgido para dirigir y hacer un llamamiento a los dioses para aliviar la situación.
Cabeza Larga (3,060 a.C.)
Ubicado en Paracas, Ica; nombre dado por Tello, debido a la presencia de cráneos humanos deformados mediante el patrón tubular cilíndrico. Fechado entre (3.070 ± 120 a.C.).
Horticultor o agricultor incipiente. Aún no utilizaba el algodón. Complementaba su actividad con la recolección de caracoles de tierra, la extracción de mariscos en las rocas de la playa y la caza de lobos marinos a quienes propinaba garrotazos en el hocico rematándolos con puñales de hueso.
Vichama (3,000 a.C. – 1,800 a.C.)
Ubicado a la margen derecha del río Huaura en el distrito de Végueta, provincia de Huaura, departamento de Lima. Ubicado próximo a línea costera, a 75 msnm y con una extensión total de 136 ha, comprende varias estructuras monumentales. Su investigación y conservación se encuentra desde 2007 a cargo del Proyecto Especial Arqueológico Caral-Supe dirigido por la arqueóloga Ruth Shady Solís.
Se encontró un grupo de ofrendas que confirmarían el poderío e importancia de la mujer en la civilización Caral.
La primera de ellas está conformada por tres estatuillas antropomorfas de alto estatus, de no más de 21 centímetros. Estas fueron encontradas en el edificio de Las Hornacinas, uno
de los más de diez que levantaron los vichamas. Y representarían, de acuerdo con los estudios, a personalidades de alta jerarquía.
El primero de ellos corresponde a un hombre, desnudo, con pintura blanca en el rostro y cuerpo, cabello mostaza y que lleva un collar de dobles cuentas.
La segunda figura corresponde a una mujer, también desnuda. Esta se encuentra de cuclillas y lleva el cabello de color rojo.
Y la tercera, la más importante y con mayor proporción, está de pie. Lleva un collar de cuentas redondas rojas y negras.
Por la postura, los adornos y la polidactilia (representada en 28 dedos), se trataría de una sacerdotisa o chamana.
«Se trata del mismo personaje encontrado en el valle de Supe, en el sitio arqueológico de Miraya en la última parte del desarrollo de esta civilización (Caral).
Los otros dos personajes, por las orejeras y elementos encontrados, parecen ser las autoridades políticas», explico la directora de la Zona Arqueológica de Caral (ZAC), Ruth Shady.
La característica de elementos femeninos se encuentra también en la siguiente ofrenda encontrada en el edificio de Los Depósitos.
Allí los pobladores de este asentamiento colocaron dos cabezas femeninas modeladas en barro no cocido sobre el piso de un recinto cuadrangular ubicado en la cima. Estas fueron envueltas en un tejido con aplicaciones de plumas de colores.
El porqué de las ofrendas respondería a los diversos cambios que hizo frente esta población. Cada vez que uno de estos ocurría, los vichamas agradecían.
De acuerdo con las evidencias, este asentamiento sobrevivió al cambio climático que atravesó la Tierra entre los años 1.800 y 1.850 a.C. Pero ¿cómo lo logró? «Al ser una civilización agrícola y pesquera a la vez, supo aprovechar de una manera adecuada los recursos haciendo resurgir su economía», refiere el jefe de la Sede Vichama, Arq. Pedro Vargas.
La hambruna que pasaron la graficaron en unos murales en alto relieve de dos niveles.
En el primero, las figuras realizan un ritual, muy similar al encontrado en una pared de la cultura Moche. Y en el segundo se ve a hombres famélicos, casi muriendo.
En Vichama existe un edificio «que también muestra la tradición arquitectónica de Caral» y el efecto del cambio climático, que al parecer generó hambruna, y que se muestra «en unas espectaculares representaciones en relieve de seres humanos».
«Son 18 figuras antropomorfas en una secuencia, entre dos pescados, con personajes que están unos de cabeza, de frente y de perfil, como bailando en una danza ritual, y que muestran el cuerpo famélico, con el estómago casi hundido», detalló.
En el mismo edificio, aunque en un período de ocupación siguiente, se han encontrado recientemente figuras en arcilla no cocida de seres antropomorfos, entre los que destaca la de una mujer que también ha sido encontrada en la ciudad de Caral.
Según la arqueóloga, los trabajos que se hacen en Caral y en Vichama deben servir para prestarle atención al impacto de los cambios climáticos cíclicos que se presentan en el país y para reconocer el rol «muy destacado» que cumplió la mujer en el Perú antiguo.
En la pirámide de las cornisas, «aparece la representación de un sapo al que le cae un rayo en la cabeza», lo que simbolizaría «la conclusión de un ciclo de vida con dificultades naturales y escasa productividad para entrar en otro donde empieza a llegar el agua». «En la cosmología o visión andina, el sapo está relacionado con el agua, y más todavía si a este le cae un rayo en la cabeza», recordó Shady.
Es la más temprana representación del culto andino a los sapos como portadores de lluvias y fertilidad. Se trata del rostro de un batracio con manos humanas, hecho en altorrelieve con arcilla.
La incisión que se conocía previamente era el inicio de un rayo que termina en el cráneo del sapo.
Para la investigadora, la cultura Caral dejó «un mensaje muy simbólico» en Vichama que «también podría ser importante para generar reflexiones sobre el cambio climático que ahora se nos avecina a nosotros, y al que ya estamos entrando».
Estos relictos demuestran, que la mujer ejerció el poder en la civilización Caral; y los vichamas resistieron a una situación de hambruna causada por un cambio climático.
Guitarrero II o de Rio Santa (3,000 a.C.)
Cueva, ubicada en el Callejón de Huaylas, Ancash, en la orilla occidental del Rio Santa.
Fue ocupada durante período lítico (época de los cazadores nómades) y el arcaico (etapa de la agricultura incipiente), por lo que en sus diversos estratos se hallan restos fósiles de esa evolución.
Contiene vestigios con restos de cultivos de pallares y frijoles.
2.2 ARCAICO TARDÍO (3,000 – 1,800 a.C.)
En la segunda mitad del Arcaico, conocido como Arcaico Tardío y que se extiende de 3.000 a 1.800 a.C.
Los agricultores sedentarios
Los grupos humanos se establecen en lugares que brindan oportunidad para producir a través de la agricultura de manera continua y se hacen sedentarios. Sin embargo, estos lugares eran también deseados por otras comunidades, por lo que se requiere defenderlas de intrusos o invasores, nace la noción de propiedad del territorio
La creatividad y la innovación impulsan el desarrollo cultural humano
Se caracteriza principalmente por la aparición la arquitectura monumental con los primeros centros administrativos-ceremoniales o templos.
Aparecen organizaciones más complejas de tipo teocrático.
Los ciclos agrícolas, dominados por sacerdotes astrónomos, les conferían mucho poder.
Se domestica el algodón, hace 2,500 años lo que determina una mayor disponibilidad de insumo para textileria y confección de redes de pesca.
La agricultura se desarrolló, domesticándose nuevas especies y mejorando las ya existentes, como es el maíz de mayor adaptación y productividad.
Se inventa el telar y con ello se revoluciona la industria textil incrementándose la productividad.
La mayor disponibilidad de alimentos estimula el crecimiento poblacional y desarrollo cultural y organizativo de la sociedad.
Entre otros logros tecnológicos y culturales alcanzados por el hombre del arcaico superior podemos señalar:
- Surgimiento de la cerámica: En Tutishcainyo (Ucayali), Wairajirca (sierra) y Guañape (Ancón).
- Surgimiento de la arquitectura incipiente, pudiendo mencionarse los Centros Ceremoniales o Templos (Templo de las Manos Cruzadas, Huaca Prieta, El Paraíso, etc) y ciudades, como es el caso de la Ciudad Sagrada de Caral.
- La aparición y desarrollo del Ayllu compuesta de la asociación de clanes que conformarán comunidades campesinas y pastoriles.
En Huaca Prieta, en el valle de Chicama, costa norte en La Libertad, se halló el primer textil pre cerámico del Perú y de América, así como mates pirograbados.
Los primeros templos surgen en la costa central y nor-central; y en la sierra central.
Generalmente son pirámides escalonadas, con plazas circulares hundidas, unas veces adheridas al monumento y otras desligadas de él.
Hacia el final del periodo aparecerán las primeras construcciones con planta en forma de U.
Los templos o centros administrativos-ceremoniales relevantes de esta etapa son Kotosh, El Áspero, La Galgada, Bandurria, Punkurí, Sechín Bajo, Cerro Sechín, El Paraíso, y, Caral.
ARCAICO TARDÍO (3,000 – 1,800 a.C.) | ||||
NOMBRE | UBICACIÓN | DESCUBRIDOR | ANTIGÜEDAD | IMPORTANCIA |
Áspero | Lima | Gordon Willey | 3,000 –
1,800 a.C. |
Templo de Áspero escultura |
Huaricoto | Marcara, Ancash | Richard Burger | 2,796 a.C. | Tradición Mito |
Bandurria | Playa chica, Lima | Domingo Torero | 2,300 a.C. | Aldea de marisqueros y pescadores |
Kotosh | Huánuco | Julio C. Tello
1935 (El Lugar) Seichi Izumi 1960 (El Templo) |
2,200 a.C. | Proto Ayllu.
Primera arquitectura y escultura religiosa de América (Templo de las Manos Cruzadas) |
Las Aldas | Ancash | Rosa Fung Pineda F. Engel y P.
Lanning |
2,100 a.C. | Alfarería incipiente
Centro ceremonial de Plataformas superpuestas de 45 m. Deformación de cráneos. |
Tutishcainyo | Pucallpa | Donald W. Lathrap | 1,900 –
1,500 a.C. |
Inicios de cerámica |
La Galgada | Ancash | Alberto Bueno Terence Grieder | 1,400 a.C. | Textil y Centro ceremonial que abre puertas a cosmovisión |
Áspero (3,000 – 1,800 a.C.)
Ubicado a lo largo del río Supe, en la costa y cubre 13 hectáreas, cuenta con 17 montículos (6 de los cuales eran pirámides situadas formando una plaza central) de hasta 10 metros de altura. Fue el puerto pesquero de la civilización Caral.
Consta de 22 sectores de la ciudad. Siete corresponden a edificios piramidales, bajo la administración de la clase dirigente, dedicados al culto y a la administración de las actividades sociales. Destacan los edificios piramidales de Huaca Alta, Huaca de los Ídolos y Huaca de los Sacrificios.
Los dos montículos más grandes, Huaca de los Sacrificios y Huaca de los Ídolos estaban decorados con frisos de barro, tenían habitaciones de más de 10 metros cuadrados y paredes de piedra de un metro de espesor.
Tupu de material óseo decorado con la representación estilizada de un animal ornitomorfo.
Kotosh [2000-1800 aC]
En Huánuco, situado en la rivera izquierda del rio Higueras, tiene varios elementos arquitectónicos.
Este monumento representa la ideología religiosa de las sociedad andina, la idea de dualidad y complementariedad, Asimismo, representa un alto grado de planificación y una mano de obra organizada.
Estas características incluyen nichos en las paredes interiores y frisos de barro en relieve que decoran las paredes del templo.
Estas decoraciones incluyen serpientes enroscadas y esculturas de barro con dos pares de brazos cruzados.
Estas esculturas de barro son los primeros ejemplos de escultura en las Américas y dan a Kotosh la denominación de «El Templo de las Manos Cruzadas».
El conjunto ceremonial Kotosh comprende, dos templos naturales, el templo de Purificación por el agua, donde los sacerdotes hacían sus abluciones, y algunas ceremonias de iniciación, para luego pasar la noche en meditación en el templo natural de la Luna, Quillarumi, y con el amanecer recibir el baño de la aurora, después de lo cual pasaban al templo del Fuego Sagrado, para oficiar al Padre Inti (Sol).
Terminados los cultos sacerdotales se procedía a conducir los rituales y ceremoniales externos o populares, bautizos, ofrendas, adoraciones y celebraciones festivas, llenas de arte, colorido y alegría
Quillarumi, templo natural de la Luna se encuentra situado en la cima de una montaña al lado SO del templo de Kotosh, aproximadamente a 2,500 msnm., es una formación rocosa en forma de media luna, ornamentada con pinturas rupestres anteriores a la formación de Kotosh, al lado izquierdo se encuentran símbolos y escenas de su vida espiritual y al lado derecho escenas de su vida material. Observando, dichas pinturas, muchas contienen escenas cósmicas y una miniatura parece mostrar un ángel poniendo su pie sobre la tierra (Flores T., 1995).
Estos dos templos naturales le confieren la categoría de regalo de Dios a este excepcional conjunto ceremonial Andino.
Templo de las Manos Cruzadas
Templo o recinto sagrado llamado así por tener dos altorrelieves en barro en forma de sendos brazos cruzados, cuya antigüedad se remonta al 1.800 a.C. (fase Kotosh-Mito), descubierta por Siichi Izumi de la Universidad de Tokyo en 1960; se dijo en su momento que era el primer ejemplo de arquitectura religiosa, no solo del Perú, sino de toda América.
Manos cruzadas
El significado, según los investigadores japoneses seria amistad, acercamiento, bondad. Según, Carlos Milla, en su obra: Ayni o «paleosemiotica de los espacios sagrados», devela el «icono de las manos cruzadas» como expresión de reciprocidad, de la cultura inca, ello con la finalidad de que la cultura andina sea una latente opción de vida, es decir vuelva a dar frutos como modo de vida armónico.
Parece ser un mensaje de equilibrio inmanente, de la dualidad de la vida misma, la unidad en la totalidad y tal vez, un Pacto, entre dos culturas diferentes en el tiempo y en el espacio, de la civilización del Ande y la del Anáhuac es una sola. Desde los ancestrales y primigenios olmecas del Período Preclásico, pasando por los luminosos toltecas del periodo Clásico o del esplendor, hasta llegar a los imperialistas mexicas, en el periodo decadente conocido como Postclásico. Todos los pueblos del Anáhuac, fueran mayas, zapotecos, mixtecos, purépechas, totonacas o nahuas, entre otros, pertenecieron a una sola raíz filosófica cultural, que tal vez interactuó con la cultura Kotoch.
La cultura material recuperada por los arqueólogos se puede explicar por una ideología religiosa subyacente, que los arqueólogos han llamado «la tradición religiosa Kotosh».
Se cree que las características arquitectónicas de los sitios Kotosh y otras similares fueron construidas principalmente con fines religiosos, específicamente para la quema de diferentes ofrendas rituales.
Las estructuras fueron expresamente cubiertas una vez que se quemaron las ofrendas.
Esta práctica, que ahora se llama «templo de enterramiento», se muestra en todos los sitios que representan la tradición religiosa Kotosh.
Fases
Del prolijo trabajo de la Misión Japonesa se pudo identificar una completa secuencia para el sitio:
Fase Kotosh-Mito (2000 a.C. al 1500 a.C.), correspondiendo el Templo de las Manos Cruzada, el Templo de los Nichitos, el Templo Blanco y otras 8 construcciones más. Esta fase se subdivide a su vez en otras tres sub fases: La más antigua corresponde a la construcción del Templo de los Nichitos, la intermedia al Templo de la Manaos Cruzadas y la más tardía al Templo Blanco y otras construcciones anexas.
La «Tradición Mito» está representada por dos elementos, uno tangible: el templo, y otro intangible: el ceremonial del fuego sagrado.
Los templos de la Tradición Mito se caracterizan por ser pequeños cuartos de forma cuadrangular o circular (con sus 88 metros cuadrados, el de Kotosh es uno de los más grandes), un único acceso, el piso dividido de dos niveles, uno más bajo, al centro, rodeado por un nivel más alto a modo de banqueta que lo rodea, este nivel es tan alto como la altura de un escalón.
El nivel bajo contiene al centro del mismo un pequeño pozo que sirve de fogón, el que es alimentado de aire fresco por un pequeño conducto que corre por debajo del piso hasta el exterior del cuarto. Algunos templos mito no presentan muros, o al menos estos no han sido encontrados por los arqueólogos, otros tienen hornacinas adornando sus muros.
Fase Kotosh-Wairajirca (1500 a.C. a 1000 a.C.). Durante esta fase aparece la cerámica en el sitio, conocida como estilo Wairajirca, que se caracteriza por tener diseños incisos y pinturas en color rojo y blanco.
Fase Kotosh-Kotosh (1000 a.C. a 800 a.C.). Esta Fase se distingue por sus construcciones de plano rectangular hechas en adobe. La cerámica es variada y compleja, presentando los siguientes tipos: Kotosh Grabado, Kotosh Negro Inciso Pulido, Kotosh Monocromo Llano y Kotosh Borde Inciso. La dieta alimentaria se basó en el maíz, complementada por productos animales como llama, alpaca, vicuña y cuy.
Fase Kotosh-Chavín (1000 a.C. a 300 a.C.). La gente de este período destruyó los edificios de los períodos anteriores para construir otras nuevos y más grandes. Los muros fueron hechos con piedra unidas con barro, enlucidas con un reboque muy fino y posteriormente pintadas.
Fase Kotosh-Sajarapatac (300 a.C. – 100 a.C.). Las estructuras de esta fase son de planta rectangular. La cerámica es del tipo Sajarapatac, predominando las forma de taza en color marrón chocolate y acabado pulido.
Fase Kotosh-Higueras (100 a.C. – 10 a.C.). Es la última evidencia de ocupación en el sitio. El estilo cerámico característico es el Higueras-rojo y el Higueras-marrón.
Las Aldas o Haldas (2,100 a.C.)
Ubicado en Casma, Ancash, con de ceramica simil a El Aspero. Está compuesto por seis plataformas construidas a base de piedras de basalto toscamente labradas, de 390 m de largo y 70 m de ancho. Algunos han visto en su despliegue urbanístico la forma de un animal mítico.
Es un complejo similar a Sechín Alto, el cual está situado a solo 25 km de distancia.
Su estructura o pirámide principal, que se alza sobre una elevación, es de base rectangular, casi cuadrangular.
Esta estructura se encuentra acompañada por pirámides laterales o templos secundarios, que tienen el mismo diseño que la pirámide principal.
En la plataforma superior del templo principal hay una estructura con tres paredes, que forma una U abierta hacia el este y que contiene los elementos principales del culto.
En dirección noroeste, ya en el llano, se extienden tres inmensas plazas rectangulares.
Una de ellas contiene una estructura circular hundida de 22 m de diámetro, llamado pozo ceremonial, con escaleras y muros de piedra, donde se han hallado evidencias de cenizas, lo que indicaría la presencia de fuego.
No tiene fuente de agua duce a 16 kms a la redonda; por lo que se conjetura que su aridez es posiblemente debido a un mega tsunami que ingreso tierra adentro unos 20 km y los depósitos arrastrados crearon una barrera natural para desviar el río Casma a su actual geografía, dejando una inmensa zona árida sin fuentes de agua.
Bandurria (2,300 a. C.)
Ubicado al sur de Caral, en el valle de Huaura planteó que Caral no era la ciudad más antigua del Nuevo Mundo
Es un templo del período Pre cerámico Tardío con una arquitectura similar a Caral, tiene una pirámide escalonada e incluye una plaza circular hundida, escaleras y otras estructuras que se construyeron con un patrón simétrico
Tutishcainyo (1,900 – 1500 a.C.)
Ubicado cerca de Pucallpa, en la cuenca del río Ucayali. En 1970, Donald W. Lathrap, en el curso de sus investigaciones realizadas en torno a la laguna de Yarinacocha, encontró en Tutishcainyo muestras de cerámica asociada a cultivadores incipientes. La dividió en dos fases:
Tutishcainyo Temprano, de 1 900 a 1 700 a.C.
Tutishcainyo Tardío, de 1 500 a.C.
Tutishcainyo Temprano sería la más antigua prueba del inicio de la alfarería en el Perú, coincidiendo con el inicio del periodo formativo.
Lathrap sostuvo que Tutishcainyo Temprano dio origen a Wayra-jirca, la fase inicial de la secuencia del desarrollo cerámico de Kotosh, en la sierra de Huánuco (hacia 1 800 a.C.), así como habría influido en la cerámica hallada en la cueva de Las Lechuzas, cerca de Tingo María, de hace 1 600 a.C.
Influenciado sin duda por Julio C. Tello, Lathrap postuló a la llanura amazónica como foco irradiador de la cultura en América.
La Galgada (2,380 a 2.000 a.C.)
Ubicado en Pallasca, Ancash es un recinto administrativo-ceremonial, como Aspero, Bandurria y Ato Salaverry en la costa; y Huaricoto y Kotosh en la sierra, que pertenece a la llamada Tradición Mito o Tradición de los Altares del Fuego Sagrado, en la que se considera a Kotosh-Mito (Huánuco). Complejo ceremonial de pirámides escalonadas y patios de piso hundido. Tradición Mito.
Está formado por un edificio de base rectangular y esquinas redondeadas con perfil escalonado de 13 metros de altura.
Delante de éste, una plaza circular hundida, a los alrededores pequeñas construcciones.
En la cima varias habitaciones construidas según el modelo de los recintos sagrados de la Tradición Mito, también conocidos como Alteres del Fuego Sagrado.
Huaricoto (2,796 a.C.)
Ubicado en Marcará, Áncash.
Dentro de su proyecto Vicos, la universidad norteamericana de Cornell financió los estudios del arqueólogo Gary Vescelius en la cuenca del río Marcará, encontró en Huaricoto restos de cerámica inicial correspondiente al período pre Chavín.
También encontró en Huaricoto figuras de barro sin coser y en estratos superiores, las primeras muestras de la cerámica ancashina.
Posteriormente, Richard Burger, otro investigador norteamericano fue quien descubrió varias plazas y fogones hundidos en Huaricoto que presumiblemente hayan sido dedicados al culto del fuego en la época pre cerámico.
Estructura de forma cuadrangular o rectangular con un único acceso, cuyo piso consta de dos niveles: uno más bajo, al centro, rodeado por otro nivel más alto, a modo de banqueta.
El nivel bajo contiene al centro un pequeño pozo que servía de fogón, conectado a un pequeño conducto de ventilación que corre por debajo del piso hacia el exterior del cuarto.
En el fogón se incineraban probablemente las ofrendas.
En su etapa final, estas estructuras fueron reemplazadas por otras distintas, formadas por tres plataformas ordenadas en forma de “U”, nuevo modelo arquitectónico apropiado para el culto masivo y en el exterior, desarrollado sobre todo en la costa.
PERIODO FORMATIVO (1,800-200 aC)
FORMATIVO INFERIOR (1,800 – 1,500 a.C.)
Se inicia el Formativo con la aparición de la cerámica que viene de la selva a la costa:
- Tutishcainyo, en la selva amazónica (Ucayali), hacia 1,900 a 1700 a.C.
- Fase Wairajirca de Kotosh, en la sierra (Huánuco), hacia 1850 a.C.
- Las Haldas, en la costa (Áncash), hacia 1800 a.C., y
- Ancón, en la costa (Lima), en 1600 a.C.
Otros logros significativos de esta época son el cultivo del maíz, la construcción de grandes acueductos, el desarrollo de la textilería y de la orfebrería.
En el aspecto político surgen las jefaturas o señoríos que concentran el poder.
Sin embargo, la principal característica de este periodo es la aparición de la arquitectura monumental y de gran envergadura.
Los centros ceremoniales suelen abarcar áreas más extensas que las de sus antecesoras del periodo arcaico. Los planos de sus templos o santuarios suelen tener la forma de la letra “U” invertida: una construcción central y dos construcciones en los lados laterales, alrededor de plazas circulares o rectangulares.
FORMATIVO INFERIOR (1,800-1,500 aC)
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NOMBRE | UBICACIÓN | DESCUBRIDOR | ANTIGÜEDAD | IMPORTANCIA |
Moxeque | Casma, Huaraz | Julio C. Tello | 1,800 aC – 900 aC. | Ciudad planificada más antigua y más grande de los Andes |
La Florida | Distrito
Rímac, Lima |
Julio C. Tello | 1,700 a.C. | Templo en U |
Huacaloma | Cajamarca | Yuji Seki, Mision Arqueolog.Tokio | 1,500 -1,000 a.C. | Centro ceremonial |
Pinkuri
|
Rio
Nepeña , Ancash |
Julio C. Tello | 1,000 aC. | Templo e Ídolo Pinkuri |
Moxeque o Pampa de las Llamas (1,800aC – 900Ac).
El complejo arqueológico Pampa de Las Llamas – Moxeque es considerada una de las urbes planificadas más antiguas y más grandes de los Andes. Se inició su construcción en el año 1800 a.C. junto con la aparición de la cerámica y estuvo habitada hasta el año 900 a.C. Está ubicada en una quebrada árida, plana y de suave pendiente, lateral al fértil y extenso valle de Casma.
El complejo arqueológico Pampa de Las Llamas – Moxeque está formada por 2 pirámides: Moxeque y Huaca A, que se miran una frente a la otra, definiendo el eje principal del sitio, una Plaza Principal (entre las citadas pirámides) y a ambos lados de la plaza en estricta alineación sendos conjuntos de construcciones de menor tamaño identificadas por los arqueólogos como viviendas residenciales, además muchas otras construcciones pequeñas que fueron usadas como viviendas simples.
Todas las construcciones están orientadas sobre un eje de 41º al NE y ocupan un área aproximada de 2 kilómetros cuadrados.
La pirámide de Moxeque tiene 32 metros de altura y la pirámide Huaca A tiene 12 metros de altura, pero si tomamos en cuenta el desnivel de la quebrada sobre la que están construidos, notaremos que en realidad las cimas de las pirámides están a la misma altura.
Moxeque es una pirámide escalona (de al menos 6 plataformas) con una hendidura o corredor central que no llega a atravesarla de lado a lado y que divide la cima en dos, según Julio C. Tello, que la visita y describe en 1937, se asemeja a la forma de un gigantesco sillón y funcionó como el templo principal de esta ciudad.
La Huaca A es una pirámide de forma rectangular (136 por 119 metros) y baja altura (12 metros) pero de organización muy compleja. En la cima se levantan 77 pequeños recintos organizados siguiendo estrictos criterios de simetría y oposición.
Estudios sobre la presencia de polen en estos recintos fueron hechos con muestras obtenidas durante las excavaciones de Thomas y Shelia Pozorski en esta pirámide, resultando la presencia de fríjol, calabaza, maní y algodón. Por ello, para los citados arqueólogos Huaca A fue el almacén o depósito central de lo producido por los habitantes, y administrado desde este edificio por la más alta burocracia.
La Florida (1,700 a.C.)
En margen derecha del Rio Rimac, en la Urbanización La Florida del distrito del Rimac, Lima. Es un complejo arquitectónico donde su planta presenta la forma en U, es decir, tres construcciones ordenadas dando la forma de dicha letra, que encierran un inmenso patio:
Una estructura o templo principal, de forma piramidal, que se yergue 17 m desde el suelo.
Dos estructuras alargadas, a manera de brazos laterales del templo principal, que se extienden unos 500 m.
Este templo en U, fue el patrón arquitectónico en la costa central del Perú.
Huacaloma 1,500-1,000 aC.
Centro ceremonial en Cajamarca. Presenta recintos con fogones, similares a los de La Galgada y Kotosh, pero con diseño más simple.
Fue indudablemente un centro ceremonial donde se realizaban rituales en torno al fuego.
Destaca un recinto rectangular de 5.5 por 3.9 m, con un fogón central, sin piso a desnivel y sin chimenea subterránea, pero enlucido con una fina capa de arcilla. Se trata de recintos construidos evidentemente para fines ceremoniales y rituales, no habiéndose hallado edificios residenciales.
Punkuri
En la margen derecha del río Nepeña, provincia de Santa, departamento de Áncash.
Presenta un templo que durante siglos permaneció sepultado «en gran parte, por una masa de tierra y lodo que parece haberse extendido por todo el valle», fue descubierto por Julio C. Tello en 1933.
Afecta la estructura piramidal de las huacas costeñas. Según Tello, «el piso inferior contenía estructuras de piedra con paredes ornamentales en el estilo clásico Chavín.
Estas estructuras fueron derrumbadas, y utilizadas después como fundamento de los nuevos edificios del piso medio, y éste, a su vez, sirvió para los del piso superior.
Como en el caso de Cerro Blanco, en los dos pisos inferiores restos de lo que parece la cultura Chavín: un ídolo hecho de piedra y barro, representando un bulto la figura de un felino pintado con diferentes colores; una tumba conteniendo el cadáver de una mujer sacrificada, en asociación con una concha caracol (strombus galeatus), un patio recamado con laminillas de turquesas, y un mortero provisto de su respectivo pisón, ambos de diorita, y pulido y grabado con figuras del estilo clásico de Chavín.
En el piso medio tenían las paredes fabricadas con adobes cónicos y adornados con figuras incididas y pintadas sobre una superficie previamente en lucida, y restos de varias cámaras soterradas con pinturas murales» como en Lacramarca
FORMATIVO MEDIO (1,500-700 aC)
Surge la cultura Cupisnique, en la costa norte, que lleva a la cerámica andina a sus primeras cimas artísticas.
De la misma área de influencia es el complejo de Caballo Muerto, en el valle del Moche (La Libertad), siendo su principal monumento la Huaca de los Reyes.
También destacan Punkurí y Cerro Blanco, en el valle de Nepeña (Áncash).
Empieza a construirse el santuario de Chavín de Huántar, en la sierra de Áncash, colindando con la ceja de selva (hacia 1200-1000 a.C.).
Destacan también los sitios de la costa central, siendo el más importante Garagay (Lima).
En Cajamarca se construye el canal de Cumbemayo y surgen los centros ceremoniales de Pacopampa y Kuntur Wasi.
En la cuenca de Titicaca se desarrolla la Cultura Chiripa.
A partir del 900-800 a.C. se observa en el mundo andino integraciones religiosas y políticas sin precedentes.
Los templos locales fueron abandonados y se impuso Chavín de Huántar como centro de culto de prestigio suprarregional. Indudablemente el periodo de enfriamiento influye en el fortalecimiento del poder teocrático.
El llamado Templo o Castillo de Chavín se convirtió en centro de peregrinación de todas las culturas andinas (hacia el 800 a. C.).
Ha dado su nombre a todo un horizonte cultural (Cultura Chavín) que es bien conocido por sus representaciones artísticas de seres que mezclan atributos de jaguar, serpiente y ave en forma humanizada, comúnmente conocido como el “dios felino”.
Representaciones de dicho dios y sus variantes se hallan en diversas esculturas o monolitos chavines: el Lanzón monolítico, la Estela de Raimondi, el Obelisco Tello, la Estela de Yauya y las Cabezas clavas.
FORMATIVO MEDIO (1,500 – 700 aC )
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NOMBRE | UBICACIÓN | DESCUBRIDOR | ANTIGÜEDAD | IMPORTANCIA | |
Chavin | Huari, Ancash | C.de Leon,
A.Raimondi y Julio C.Tello |
1,500-300 a.C. | Primer Poder
Centralizado Teocrático |
|
Cupinisque | Rafael Larco
Hoyle |
1500 a. C. – 200 a. C. | Dios araña | ||
Garagay | San Martin de Porras, Lima | Carlos Williams, Roggers Rabines e W. Isbell | 1,400 a.C. – 600 a.C. | Templo en U | |
Pacopampa | Querocoto,
Chota, Cajamarca |
Rafael Larco
Hoyle |
1,200 a.C.-500 Ac. | Importancia de la mujer sacerdotisa | |
Kunturwasi | San Pablo,
Cajamarca |
Julio C.Tello | 1,200 a.C. 250 a.C. | – | Centro ceremonial chavinoide y corona de 14 caras. |
Chavin de Huantar (1,200 – 800 aC)
Ubicado en Chavin provincia de Huari, Ancash a 3.177 msnm, en la Sierra Oriental de Áncash al este de la Cordillera Blanca, en la confluencia de los ríos Mosna y Huahuesca,
La estructura más imponente es la conocida como “El Castillo”, llamado también “Templo Mayor” o “Templo Nuevo”.
La construcción presenta una compleja red de caminos y galerías interiores de piedra únicamente iluminados por haces de luz que penetran a través de ductos estratégicamente dispuestos.
En su interior aún puede apreciarse el Lanzón monolítico, piedra tallada de 4,54 m. de altura en la que se observa representada una divinidad antropomorfa, posiblemente la más importante del panteón chavín.
En los muros del templo principal se podía ver una serie de cabezas clavas, bultos escultóricos que oficiaban al parecer de guardianes mitológicos del templo; actualmente solo una de ellas permanece en su sitio original.
El llamado Templo o Castillo de Chavín se convirtió en centro de peregrinación de todas las culturas andinas y dio nombre a todo un horizonte cultural (Cultura Chavín) que es bien conocido por sus representaciones artísticas de seres que mezclan atributos de jaguar, serpiente y ave en forma humanizada, comúnmente conocido como el “dios felino”.
Representaciones de dicho dios y sus variantes se hallan en diversas esculturas o monolitos chavines:
El Lanzón monolítico, la Estela de Raimondi, el Obelisco Tello, la Estela de Yauya y las Cabezas clavas.
Es de mención, que unos visionarios, describen que en este templo acudían los postulantes a sacerdotes.
Eran presentados por sus clanes en el centro de la plaza cuadrada, que tenía una muesca grabada en cruz y de efecto magnético; luego soltaban unas serpientes y si subían los peldaños, se continuaba el rito; con alegría de los participantes.
Una vez en las galerías interiores, se le drogaba con el cactus San Pedro (Trichocereus Pachanoi) que contiene mescalina (Feniletilamina = C8H11N) y las semillas de la planta wilka (Adenanthera columbina) y luego debía responder a las preguntas, de los sacerdotes, si fallaba era sacrificado en el ídolo o lanzón; si salía airoso, era reconocido como nuevo sacerdote y su clan festejaba. Indudablemente, existe efecto acústico en las galerías subterráneas por el paso del agua por los acueductos que inducían estados paranormales, que posiblemente tenían que ver con la iniciación y los oráculos sacerdotales. Sin embargo, descubrimientos recientes apuntan a la existencia de una red de unos 20 canales, y en época de lluvias es correntoso y capaz de ser canalizado para operar molinos y posibilitar la actividad minera ancestral, en la interpretación alternativa de la historia peruana. El arqueólogo John Ricks, señalando uno de los canales subterráneos de Chavín
El monolito chavín reúne los tres elementos de la trilogía cosmogónica de Chavín: águila, serpiente y felino, (aire, agua y tierra) es decir, deidades represivas que sirven como centinelas y ahuyentan el mal. Asimismo; aire, agua y tierra confirman una armonía permanente con el Cosmos, de las tres pachas que está presente en Macchu Picchu y Corona del Inca de Ayapiteg y que se trasluce en todo el legado iniciático de Chavín.
El monolito de Chavín es básicamente un ser híbrido: mitad hombre con boca atigrada y mitad ave de rapiña, al cual ha denominado piscoruna-pumapasim (quechua: hombre-ave con boca atigrada). Esta deidad estaría relacionada con el culto al agua y la fertilidad, de tanta importancia en las civilizaciones agrícolas del Perú antiguo.
La columna circular del templo, tiene esculpida la figura de un ídolo, y entre sus piernas tiene dos colmillos cruzados e indicaría, el posible dominio femenino, del matriarcado con sacerdotisas.
Chavín fue posteriormente invadido por los mochicas.
Pacopampa (1,200 – 500 aC.)
Centro ceremonial del periodo formativo, ubicado en Cajamarca, construida con piedra tallada y pulida; se ha determinado tres fases en el desarrollo de este centro ceremonial:
Pacopampa I (c. 1200-900 a.C., calib.), corresponde a la fase de su construcción.
- Pacopampa II (c. 900-500 a.C., calib.), fase en la que fue totalmente remodelado y a la que corresponden casi todas las estructuras visibles en la superficie.
- Pacopampa III, (c. 500-1 a.C., calib.), anterior a su abandono total, que se prolonga hasta la cultura Cajamarca, es decir, ya en el Intermedio Temprano.
Está compuesto básicamente de tres plataformas superpuestas, construidas sobre una colina, con sus accesos o portadas situados al Este. Tiene la forma de una pirámide trunca.
Tiene una extensión aproximada de 600 por 200 m y una altura de 35 m sobre el piso de la primera plataforma.
Cuenta con escalinatas de acceso hechas de grandes piedras talladas y pulidas, así como galerías interiores, corredores, ductos de ventilación y canales para drenaje. Son de destacar también restos de columnas, una cornisa con serpientes talladas en altorrelieve y diversos monolitos, evidentemente asociados a la arquitectura.
Dama de Pacopampa
Tumba de una mujer, presumiblemente un personaje de gran poder en la zona, de hacia el 900 a.C., aproximadamente.
La tumba, con forma de bota, es muy profunda y había quedado en todo ese tiempo libre de los saqueadores o huaqueros, medía 155 cm de altura y al morir debió tener entre 30 y 40 años de edad. Tenía el cráneo deformado artificialmente.
Fue enterrada con un rico ajuar funerario conformado por orejeras y aretes de oro, vasijas de cerámica y collar de conchas marinas; esto último evidenciaría un contacto con la costa, que se halla muy alejada del sitio.
Se hallaron también restos de cinabrio untados en su cráneo. Hay indicios de que fue enterrada antes de la construcción del templo ceremonial y era una sacerdotisa con un fuerte manejo de la ideología y dominio del mundo sobrenatural».
Estela de piedra descubierta por Rafael Larco Hoyle en 1939 en el sitio de Pacopampa (provincia de Chota) se muestra imponente en las galerías del Museo Larco.
Se trata de la escultura de una mujer con rasgos sobrenaturales.
Su rostro presenta una boca con gesto agresivo, de la cual sale un flujo.
Lleva orejeras circulares en los lóbulos de sus orejas. Junto a sus piernas hay dos prolongaciones en forma de plumas o alas.
Su cuerpo ha sido representado por dos caras felínicas de perfil entrelazadas, que vistas de frente también forman un rostro estilizado de felino.
La boca felínica con colmillos forma a su vez la vagina dentada de esta mujer, lo que relaciona con Chavín; así como el Dios felino.
Este rasgo de la vagina dentada aparece en mitos de muchas culturas alrededor del mundo, generalmente referidos a una gran y terrible madre creadora.
Entre el rostro humano y el rostro animal, está la representación de un Strombus, molusco de mares cálidos que está vinculado simbólicamente al ciclo del agua
“Tumba de los Sacerdotes de la Serpiente Jaguar.
Los entierros se hacían en tumba profunda de forma de bota, acompañada de ajuar y cerámica.
Cupinisque (chavín costeño) 1500 a. C. y 200 a. C.
Se ubica entre entre Virú y Lambayeque, tuvo una característica arquitectura a base de adobe pero compartió estilos artísticos y símbolos religiosos con la cultura Chavín
Pieza de cerámica de la cultura de Cupisnique. Colección del Museo Larco. Lima, Perú.
En 2008 se descubrió un templo de adobe perteneciente a esta cultura en el valle de Lambayeque, al que se llamó Collud.
El templo incluye imaginería de un dios araña, asociado a la lluvia, la caza y la guerra.
La imagen del dios combina el cuello y la cabeza de araña con la boca de un gran felino y el pico de un pájaro.
Pulido monocromo, forma de garrafa y asa tubular de estribo
-Huaca de los Reyes (Caballo muerto), construcción en U y plataformas rectangulares con patios circulares hundidos.
Un sitio crucial para entender la problemática Cupisnique es Puémape, en San Pedro de Lloc, cubre de más de 20 hectáreas de poblados, cementerios y templos y cuyas costumbres funerarias se aprecian en la vista.
Garagay 1,400 a.C. – 600 a.C.
Ubicado en el distrito de San Martin de Porras, Lima y está compuesto de tres montículos principales dispuestos alrededor de una gran explanada.
Garagay está formado por tres pirámides, una al fondo (Pirámide Principal) flanqueada a derecha e izquierda por sendas estructuras piramidales (brazos).
Se calcula que su construcción empezó en el año 1400 a.C., sufriendo a lo largo de 800 años de historia, hasta el 600 a.C., tres grandes remodelaciones.
Por ello los arqueólogos han nombrado a estos tres momentos o fases como: Templo Temprano (a la primera construcción), Templo Medio (a la primera gran remodelación) y Templo Tardío al aspecto que mostró luego de la segunda y última gran remodelación.
Tiene forma de U abierta hacia el noreste, característica arquitectónica de la costa central del Perú durante el período formativo
Para su construcción se usaron piedras semi-canteadas (cortadas, pero no pulidas, por lo general de forma irregular) unidas con barro formando celdas que eran rellenadas con bolsas llenas de piedra y tierra hechas con redes de fibras vegetales llamadas «shicras».
Los muros externos están enlucidos con un revoque de arcilla de 2 centímetros de grosor como base, dos capas más de 15 milímetros cada una y una final muy pulida de 1 centímetro.
Hundido en el cuerpo del edificio central, que es el mayor, se halla una habitación la cual estuvo decorada con altorrelieves elaborados en barro y pintados con muchos colores de calidad pre Chavín. Los dibujos ahí representados corresponden a cabezas antropomorfas y un ser zoomorfo.
Una ofrenda depositada durante la última remodelación es una laja de piedra recubierta de yeso sobre la que se pintó la imagen de un dios que Ravines e Isbell encuentran similar al representado en el Lanzón Monolítico de Chavín, ubicado en una galería interna del Templo Viejo de Chavín de Huántar: Por tanto el Templo Viejo de Chavín (el más antiguo) seria de la misma época que el Templo Tardío de Garagay (el más moderno).
El brazo derecho, es una pirámide pequeña que se encuentra a la derecha de la Pirámide principal haciendo ángulo de 90 grados. Lleva un friso en el atrio del brazo derecho de Garagay, representado un guerrero de perfil en posición de marcha sosteniendo un escudo circular.
La dieta alimenticia identificada en los restos indican una dieta marina muy variada, entre estos: el «Choro» (Choromitylus chorus), cuya valva también era usada como depósito de pigmentos rojos. En cuanto a la dieta vegetal, los arqueólogos han encontrado restos de maíz (Zea mays), pacay (Inga feuillei), maní (Arachis hypogaea), frejol (phaseolus vulgaris), lúcuma (Lucuma Obovata), calabaza (Cucúrbita pepo) y Zapallo (Cucúrbita máxima).
La costa central del Perú, región que fue uno de los principales focos de irradiación de cultura en los Andes (a su vez, los Andes peruanos, son uno de los 6 focos originarios de cultura en el mundo, junto a Mesoamérica, Mesopotamia, China, India y Egipto)
En mal estado por irrupción de una cantera de ladrillos, su parte central es base de torre de alta tensión e invasión urbana.
Kunturwasi (1,200 a 250 a.C.)
Ubicado, en San Pablo, Cajamarca, es un centro ceremonial que fue construido, renovado y modificado sucesivamente por varias sociedades.
Bajo el piso del templo levantado hacia 800 a.C. se han descubierto varias tumbas con numerosas ofrendas de oro, cerámicas, adornos de piedra y hueso, caracoles, etc.
Onuki, pudo describe 5 periodos culturales para este complejo arquitectónico que permite vincular parentescos no solo con Chavín, sino también con Cupisnique en la costa norte y también con Layzon (Cajamarca).
En las tumbas excavadas en Kuntur Wasi el ajuar funerario incluye collares, coronas, orejeras, cuentas y pectorales de oro repujados y calados con diseños de cabezas-trofeo y de personajes de las iconografías chavinoide, Cupisnique y de una peculiar modalidad local asociada a Kuntur Wasi y a la región del Jequetepeque.
Las conexiones de Kuntur Wasi con Chavín pudieron estar asociadas al oro, pero existen también evidencias de un mismo tipo de vasijas, que en Chavín se conocen con el nombre de Mosna y cuya distribución llegó hasta las regiones de Huánuco y Ancash.
La Corona de las Catorce Caras
El 14 de setiembre de 1989 el profesor Onuki observo en el área de excavaciones, en el fondo del hoyo de la misma, sobre una de las paredes laterales, que se había realizado una abertura, en donde junto a huesos humanos cubiertos por una sustancia rojiza, había ofrendas funerarias como cerámicas, caracoles, pendientes de piedra, etc. Y un poco más al fondo, pude ver, sobre el cráneo, algo que brillaba nítidamente. Era oro.
Era la corona que llevaba el cuerpo del difunto, constituida por una lámina fina de oro, en la que habían practicado pequeños recortes hexagonales en dos bandas (siete en cada una), de los que pendían figuras de caras humanas y que es denominada, como “la corona de las catorce caras”.
En cerámicas y platos de piedra pertenecientes a esta cultura es posible observar dibujos de caras humanas, similares a las de los relieves de Cerro Sechín, ubicadas dentro de un marco cuadrado o hexagonal. En un plato de piedra, por ejemplo, un personaje-monstruo con cara de jaguar y cuerpo semejante a la araña aparece cargando sobre su espalda una bolsa con unas cabezas adentro. En una de sus manos, sostiene por la cabellera la cabeza de la víctima. Este dibujo representaría la escena de la decapitación y el monstruo arácnido encargado de transportar las cabezas de los sacrificados.
Tres nuevos monolitos antropomorfos (monumentos de piedra de una sola pieza) fueron descubiertos durante los trabajos de restauración y conservación.
Yoshio Onuki, responsable de la delegación japonesa y director del Museo Kuntur Wasi, explicó que, curiosamente, dos de los monolitos descubiertos carecen de cabezas.
Además, el investigador japonés detalló que un monolito (que representa a una persona sentada con las rodillas levantadas) se encontró partido en dos.
La segunda pieza, de un metro de altura, también muestra una figura humana con las manos en el pecho y un cinturón con figuras de rostros humanos.
La tercera pieza es una piedra cuadrangular (50 x 50 centímetros) que representa un rostro humano con la boca en forma de embudo, pero sin perforación. Asimismo, explicó que las tres piedras descubiertas pertenecen a la fase Copa (de 450 a 250 años a.C.).
En otro lugar de Kuntur Wasi se han hallado también monolitos de seres míticos que sostienen cabezas humanas en sus manos.
Las cabezas de los sacrificados son cortadas por un especialista y luego son transportadas hasta los dioses. Entregar cabezas a los dioses, es decir, sacrificios, significa entregar la vida, lo más importante que posee el ser humano. A cambio, los dioses aseguran buen tiempo, cosechas abundantes, salud y fertilidad.
En esta relación, las cabezas de los sacrificados funcionan como mediadores entre los hombres y los dioses. Habría, que agregar a esta iconografía, el misterioso significado que desempeñaría la mujer y su relación con la araña (vagina dentada) en la culturas de influencia chavinoide.
FORMATIVO SUPERIOR (700-200 aC)
Se desarrollan diversas expresiones culturales regionales, con fuerte influencia de Chavín.
En la costa sur surge el pueblo agricultor y pescador de Paracas, cuyos bordados multicolores son algunos de los objetos de arte más preciados del antiguo Perú.
En el altiplano del Titicaca, la Cultura Pucará implementa exitosamente un sistema de cultivo de campos elevados rodeados de agua (camellones o waru waru) que permitía la agricultura en las frías planicies alto andinas.
En el final de este período, hacia el 400 y 200 a.C., la presión de las poblaciones vecinas, que se filtraron desde la periferia, provocó el abandono de los templos y de varios centros regionales menores.
FORMATIVO SUPERIOR (700-200 aC) | ||||
NOMBRE | UBICACIÓN | DESCUBRIDOR | ANTIGÜEDAD | IMPORTANCIA |
Paracas | Paracas, Ica | Julio C. Tello | 500 a.C. | Textil, trepanación craneal |
Pucara | Lampa, Puno | Pedro Cieza de León | 500 aC | Pirámide
Kalassaya uso Waru waru |
Vicus | Chulucanas, Piura | Otto Klein | 500aC-500dC | Tumba tubular de restos cremados. |
Cumbemayo
|
Cajamarca | Julio C. Tello | 500 aC | Canal de Piedra |
Salinar | Valle
Chicama, La Libertad |
Rafael Larco Hoyle. | 500 -300 aC | Administración central de Estado. |
Gallinazo | Costa norte
Viru, Nepeña Huarmey |
Rafael Larco Doig. | 200aC-
350 dC |
Castillo de
Tomabal |
Cultura Paracas (500 a.C.)
Originada a finales del periodo formativo superior, en la península de Paracas, entre los ríos Ica y Pisco y lograron dominar desde el rio Cañete, al Norte hasta Yauca, al Sur, teniendo como centro a la ciudad de Ica.
Julio C. Tello descubre en 1925 en los cementerios de Cerro Colorado y Cavernas 429 fardos funerarios, muchos de los cuales contenían hasta 16 mantos además de esclavinas, turbantes, paños y demás adornos de uso personal y con base en el patrón de enterramiento, divide a la cultura Paracas en dos épocas:
Paracas caverna (8 fases).
Los tejidos se caracterizan por ser de tipo geométrico y rígido, predominando la técnica de doble tela. En ellos existen aves, felinos, peces, frutos, flores, etc.
A esta época corresponden los mantos ceremoniales que se caracterizan por presentar una tela llana base sobre la cual se bordan los motivos decorativos en lana de camélido teñido en la más diversa armonía de colores, mantos policromos de figuras hieráticas y fardos funerarios.
Practicaban, trepanación o tecnica de cirugia para curar fracturas y traumatismo craneano, producto de constantes batallas. Asimismo, deformaban el craneo con tablillas.
Cerámica ovoide, esférica o globular, con doble pico y unido por asa puente, con influencia chavinoide y dibujos geometrizados con cabellos serpentiformes.
Se representa personajes sosteniendo báculos o cabezas trofeo con fajas que atan a su cintura y se transforman en serpientes bicéfalas, con tocados rematados en un cuchillo ceremonial, nariguera, bigotera, etc.
Paracas necrópolis (2 fases). (100 A. C. – 200 D. C.) Influenca Topara (Cañete, Chincha y Pisco).
Los tejidos Necrópolis, presentan mayor maestría y delicadeza en los diseños debido a que eran bordados, lo cual permitía mayor versatibilidad del diseño y obtener hermosos motivos, con creaciones de color vistoso, y muy complejas, haciendo de estos tejidos los más bellos del arte textil precolombino.
Se representa entre otros a personajes sosteniendo cabezas trofeo, báculos, con fajas que se atan a la cintura con forma de serpientes bicéfalas.
A esto se añaden significados religiosos tales como cuchillos ceremoniales, narigueras, bigoteras.
Destacan los diseños naturales con animales: serpientes, felinos, aves, peces y representaciones de frutos, flores y otros.
Paracas, fue influida por la cultura Chavín y desarrollo la cultura Nazca.
Pucara (500 a.C.)
En Puno, de 6 km2 y tuvo como principales antecedentes a las culturas Qaluyo al norte y Chiripa al sur del Titicaca.
Su expresión arquitectónica es la Pirámide Kalassaya, de 300 m de largo, por 150 m de ancho y 30 m de altura.
Pucará está localizado en el centro de zonas alternativas de producción.
El altiplano del Titicaca es imprevisible debido a las alternancias climáticas diarias así como a las irregularidades de los regímenes pluviales anuales.
Las zonas ubicada a orillas del lago y hacia el lado oriental del altiplano son más estables y productivas; mientras que las orientadas hacia el norte y occidente son más inestables y de menor rendimiento.
La ubicación de Pucará en el centro de estos dos ejes permitía el acceso inmediato a cualquiera de las alternativas, subsanando cualquier deficiencia productiva y minimizando los riesgos.
Vicus 500 aC – 500 dC
Vicus (Sechura) que viene del formativo Ñañañique, forma Cultura Piura y finaliza en Tallanes.
Tumbas consistentes en pozos verticales tubulares de profundidad de hasta 15 metros y diámetro variable.
Al final del pozo hay un ensanchamiento que da al conjunto la forma de bota y el cadáver era polvo de cremación.
La cerámica Vicús, denota influencias de la Chavin/Cupisnique (Etapa Chavín) y de la Moche temprana (Etapa de influencia Mochica), pero existe entre ambas una cerámica puramente estilo Vicús (Etapa de Desarrollo Regional), con características muy propias de esta cultura, a la que, para diferenciarla, se la llama cerámica Vicús-Vicús.
Es agradable y se caracteriza por los siguientes rasgos:
-Aspecto macizo
-Forma de recipiente de doble cuerpo y cantaron con asa de gollete-estribo.
-Utilizaban varios colores: marrón, amarillo, naranja y rojo.
Destacaron en la metalurgia y utilizaron el oro, plata, cobre, aleaciones y piedras preciosas para crear máscaras, cuentas discos, collares, pectorales, brazaletes, narigueras, orejeras, etc.
Son destacables los pectorales de cobre dorado, con discos de oro que brillaban al sol y producían un ruido especial al moverse. Igualmente, confeccionaban muchas armas con cobre, tales como porras estrelladas, jabalinas, hachas, pecheras, etc.
Porque eran muy aguerridos y también confeccionaban instrumentos de trabajo como pinzas de depilar en forma de media luna, cinceles, agujas, etc.
Cumbemayo (500 a.C.)
Fue el arqueólogo Julio C. Tello quién la descubrió, encontrando a su vez más de 90 sitios arqueológicos; siendo actualmente, los complejos arqueológicos de Cumbemayo y Layzón los más frecuentados por sus atractivos turísticos.
Es un complejo arqueológico muy importante, tiene varias construcciones, dentro de las que consideramos al «Canal de Cumbemayo».
Este canal es una obra de la ingeniería prodigiosa de nuestros antecesores, en donde a 3,760 msnm se ubica un sistema hidráulico compuesto por un canal de 7,600 mts de largo, de los que 4,500 están labrados en piedra, llegando a lograr, el trasvase de aguas de la cuenca del Pacífico a la cuenca del Atlántico.
Este canal lo que hace es recoger la condensación de las aguas de los pastizales de la cordillera alta, funcionando como una inmensa esponja y captador de agua de la niebla.
Esta zona es conocida como jalca; además cuenta con diversas estructuras rituales. Existe una roca con inscripciones grabadas.
Es posible; con alguna dificultad, distinguir figuras pétreas en la entrada del relicto que parece ser un sapo a punto de saltar sobre las espaldas de una dama que protege a su bebe y en un cerro se aprecia a una dama sentada en un trono abrazando a su hijo y sobre su cabeza un techo a dos aguas.
Salinar (500 aC – 300 dC)
En valle Chicama, La Libertad.
Al decaer la cultura chavín, pequeños señoríos que estaban en contacto se unieron y conformaron la cultura salinar.
La cultura salinar es la que marcó la transición entre la cultura chavín, Cupenisque y el advenimiento de la cultura mochica.
Gobernado por sacerdote guerrero (Ciequich),
Adoraron al Dios decapitador Aia paeg y culto a la araña.
En cerámica, se hallan botellas con asa estribo junto las innovadoras botellas con figura y asa puente.
Aparecen entre las vasijas modeladas las primeras representaciones eróticas.
El mayor de los centros conocidos de Salinar es Cerro Arena que se encuentra en el valle de Moche.
Se aprecia la estructura funeraria en cerro Huancha.
Esta ciudad está situada en una colina cubierta en un espacio de 2,5 kilómetros cuadrados, había viviendas, arquitectura administrativa y religiosa.
Gallinazo (Viru) (200 a.C – 350 d.C)
Se desarrolló en los valles de Jequetepeque, La Leche, Virú, Santa, Nepeña, Casma y Huarmey, en la costa norte peruana,
Consiste en un núcleo de edificios religiosos y administrativos rodeados de un gran número de viviendas que cubren en total un área aproximadamente 5km².
Durante ese tiempo se construyeron también una serie de edificios religiosos construidos en las partes altas de la colina o en promontorios rocosos, razón por la que fueron calificados como “castillos” o fortificaciones. La cultura Virú hizo grandes edificaciones de barro.
Las más notables y gigantescas son: San Juan, Napo, Sarraque y Tomabal. Establecieron una sociedad clasista.
Se ha encontrado el enterramiento de un niño de 3 años sepultado hace 2,500 años.
Según W- Alva, hasta ahora sólo se han encontrado dos enterramientos humanos asociados a esta cultura en la ciudad de Trujillo (Perú)- y algunas cerámicas de estilo gallinazo caracterizado por sus formas toscas decoradas con caras humanas y animales.
En cerámica, desarrollo formas que incluyen vasijas con asa estribo, botellas con una figura modelada y pico unidos con asa puente, ollas con cuello y varias formas de jarras, así como grandes urnas.
Los Virú fueron los iniciadores de los huacos – retratos, que años más tarde perfeccionarían los mochicas.
Se dedicaban a la pesca y cultivos de: maíz, frijoles, lagenarias, yuca, algodón, ají, lúcumo y otros frutales. Fueron sometidos por los mochicas.
INTERMEDIO TEMPRANO (200-600 dC) Desarrollo Regional
Hacia el 200 a.C. la civilización andina había evolucionado a formas políticas más complejas.
La agricultura se hizo extensiva, construyéndose grandes irrigaciones sobre los desiertos de la costa norte y central e ingeniosos acueductos subterráneos en la costa sur.
Las sociedades Moche, Nazca, Recuay, Cajamarca, Vicus, Lima y Tiahuanaco (esta con capital en un gran centro ceremonial del mismo nombre en el norte de Bolivia) son las más conocidas y exitosas de este período.
La mayoría de ellas parece haber estado regida por sofisticadas élites guerreras que alentaban la producción de objetos de arte de gran calidad, que son considerados algunas de las obras más importantes del arte americano precolombino (especialmente la alfarería moche, nazca y recuay; el tejido nazca, la joyería moche, el arte lítico tiahuanacota).
Desarrollo Regional (200-600 dC)
NOMBRE | UBICACIÓN
|
DESCUBRIDOR | ANTIGÜEDAD | IMPORTANCIA |
Recuay | Recuay, Ancash | Julio C. Tello | 200-600 dC. | Monolito
Recuay y Cerámica Paccha |
Cajamarca | Cajamarca | Julio C. Tello y Rafael Larco
Hoyle |
200-800dC | Necrópolis de Otuzco |
Lima | Ríos Chillón, Rímac y Lurín. | Thomas C.
Patterson, Jhon Rowe y Max Uhle |
100-650 dC | Complejos monumentales, obras de irrigación, templo Pachacamac, huaca Pucllana y Maranga. |
Nazca | Nazca, Ica | Federico Max
Uhle, |
400aC-
400dC |
Cahuachi,
Líneas de Nazca, canales de irrigación |
Recuay (Denominada también Huaylas o Santa (200-600 dC)
Fue una prolongación de la cultura Chavín y se desarrolló en la zona de Copa, distrito de Marca, provincia de Recuay, departamento de Ancash parece haber sido el centro o principal núcleo de cohesión de esta cultura.
Otros asentamientos importantes fueron los de Huilcahuaín (cerca de la actual ciudad de Ancash), Cátac, Araucay, Tambo, Jancu, Upayacu y Pashash (cerca de la actual ciudad de Cabana).
Gobernado por guerreros-sacerdotes que competían con los mochicas por las fuentes de agua para sus cultivos.
Desarrollan litoesculturas, como monolitos Recuay, bloques de piedra de forma casi cilíndrica, esculpidos aparentemente para representar a guerreros de rango elevado.
Estos tienen la expresión rígida, en posición sentada con las piernas cruzadas y portando una maza, un escudo o una cabeza-trofeo.
Otra muestra, son las cabezas-clavas que representan a hombres y felinos y que nos recuerdan a los de la cultura Chavín, aunque con el sello propio de los recuay.
En su cerámica utilizaban la arcilla llamada caolín, con las siguientes características:
Usaron el asa-puente y el asa-estribo.
La técnica del «negativo» en la decoración, usando los colores rojo, blanco y negro.
Esta técnica consiste en cubrir con arcilla las partes a decorar y pintar luego alrededor; más tarde se quitan los trozos de arcilla quedando una zona sin pintar.
La variedad de diseños pintados sobre la base de motivos geométricos y figurativos.
La presencia de numerosos recipientes llamados pacchas, cántaros ceremoniales que tienen la particularidad de ostentar un caño por donde era vertido el líquido del recipiente.
Utilizaron como motivo pictórico y escultórico el “felino emplumado”.
Desarrollaron edificaciones, civiles, militares, religiosas y funerarias, entre estas ultimas, las estructuras funerarias de los recuay, imponentes mausoleos de piedra, como los encontrados en Molleurco, Catayoc y Pashash.
Otras tumbas, como las de Huilcahuaín, se construyeron como galerías subterráneas, cuyo largo varía entre 7 y 20 m, con una altura aproximada de un metro.
Fueron sometidos por los Huari.
Cultura Nazca
Descubierta por Max Uhle, que la denomino proto Nazca y anterior a Tiahuanaco-Huari.
John Rowe determino dos fases, Nazca Monumental y Nazca Prolífero, respectivamente, por su cerámica decorada con figuras realistas o esquemáticas, y la segunda por incluir dibujos muy estilizados, que ocupaban todo el espacio disponible en la superficie.
Su centro ceremonial fue Cahuachi “Lugar donde se ve” en la margen izquierda del Rio Grande, fue la ciudad más grande de barro del mundo con 24 km2 y 34 construcciones, entre estas:
La Gran pirámide, que tiene 150 metros de largo y 28 de altura, y de la que se han descubierto siete niveles escalonados.
El Templo escalonado, del que se ha descubierto un muro con inscripciones y frisos, de 5 metros de alto y 25 de largo.
Montículos: 40 montículos con construcciones de adobe.
Su cerámica era policromada, con figuras de hombres, animales, plantas, etc.
Destacan en la construcción de antaras de cerámica que superan a todos los instrumentos musicales de América precolombina.
Las antaras de Nazca poseen 8, 9, 10, 11 notas diferentes. Se trata de escalas cromáticas.
En muchas de estas cerámicas, se representan a hombres mutilados.
En su fase final, la cerámica nazca se irradió hasta la sierra, en Ayacucho, donde poco después recibió la influencia del estilo Tiahuanaco, venido del altiplano.
De esa conjunción nació el estilo cultural huari, que posteriormente se extendería hasta el área misma de la cultura nazca.
El arte textil floreció tanto como en la época de los Paracas.
Desarrollaron acueductos, canales y pozos que permitieron abastecer permanentemente de agua los terrenos de cultivo, logrando así desarrollar una agricultura sólida.
Los acueductos más importantes son: Ocaña, Matara, Uchulla, Tejeje, Bisambro, Cantillo, Aja, Curve, Llícuas, Soisonguito, Copara y la Achirana.
La cultura nazca estuvo fuertemente influenciada por la anterior cultura topará (ParacasNecrópolis), que se desarrolló también en ese territorio; ambas tenían las mismas tradiciones y usaron las mismas técnicas de agricultura.
Eran también culturas militares.
Los topará son conocidos por sus textiles extremadamente complejos y bellos; los nazca, en cambio produjeron una serie de hermosas cerámicas y geoglifos (las Líneas de Nazca).
También construyeron un impresionante sistema subterráneos de acueductos, conocido como puquios, que siguen funcionando hoy en día.
Se gobernaba a través de señoríos locales, que eran muy aficionados a la guerra.
Andaban siempre en busca de cabezas-trofeos y pintaban sus rostros imitando las manchas del halcón.
Gran parte de sus construcciones y elaboraciones, se hacían para los dioses, con el fin de que no hubiera sequías, y que los canales no se secaran. Igualmente,
construyeron las Líneas de Nazca en los desiertos de Nazca y Palpa, utilizando pantógrafos gigantes trazados con cordeles y estacas; un gigantesco
calendario astronómico y su finalidad era de carácter ritual en las apariciones de la Corriente del Niño en diciembre en donde se observaban espejismos virtuales, de la llegada del agua al valle y que debidamente canalizadas en las líneas o canales de las figuras de la arena, impediría el cataclismo; sin embargo, finalmente el fenómeno climático destruiría a Cahuachi, a pesar de sus sacrificios practicados para aplacar a los Dioses.
En su decadencia, que se inicia en 700 – 300dC. fue afectado por un mega ENSO, que destruyo Cahuachi y luego fue dominado por los Huari-Tiahuanaco. Cabeza trofeo
Cajamarca 200 – 800 dC
La cultura Cajamarca se desarrolló en el valle de su nombre, abarcando las actuales provincias de Chota, Hualgayoc, Santa Cruz, Cajamarca, Celendín, Contumazá, San Marcos y Cajabamba. Su influencia llegó hasta Lambayeque, Amazonas, la sierra y costa de La Libertad y el norte de Ancash.
Toda la zona de Cajamarca estuvo dominada por estilos similares a Chavín durante el primer milenio a.C.; de esto quedan como vestigios los sitios arqueológicos de Kuntur Wasi y Pacopampa, pero es a partir del siglo III d.C. y hasta el IX d.C. (Intermedio Temprano) en que la cultura Cajamarca alcanza el mayor nivel artesanal formando un estilo propio.
Julio C. Tello, en la década de los 30 estudió esta cultura, a la que denominó Marañón; otros arqueólogos la denominaron Huamachuco.
Pero fue Rafael Larco Hoyle quien identificó y definió la cultura Cajamarca en base al estilo de su cerámica, en un informe publicado en 1948.
La cerámica Cajamarca está hecha en base a la arcilla blanca llamada «caolín», que sirve de fondo para las decoraciones.
A partir de la decoración se ha podido determinar dos momentos en la evolución de la cerámica, el primero se presenta con líneas simples y escasas, posteriormente la ornamentación se recarga.
Las formas cerámicas más comunes son: cuencos con base pedestal, cuencos con base trípode, botellas con base anular, tazas, vasos y cucharas con asas modelado.
Es típica la cerámica tipo «tripode» de influencia Huari.
Los cajamarcas solían enterrar a sus difuntos en nichos excavados en la roca, conocidos generalmente como “ventanillas”, como las de Otuzco.
Lima
Desarrollo en los valles de los ríos Chillón, Rímac y Lurín, situados en la costa central del Perú e incluye el valle seco de Ancón.
Asentamientos principales:
En el valle de Chancay: Cerro Trinidad.
En el valle seco de Ancón: Playa Grande.
En el valle de Chillón: Cerro Culebra, La Uva, Copacabana.
En el valle del Rímac: Maranga, que es un inmenso complejo arquitectónico, el más importante de las últimas fases de la Cultura Lima, actualmente en los distritos del Cercado, San Miguel y Pueblo Libre, en donde destaca la huaca de San Marcos; el complejo de Cajamarquilla y la pirámide de Nieveria, ambos en el distrito de LuriganchoChosica; Mangomarca, en el distrito de San Juan de Lurigancho; la Huaca Pucllana, Pugliana o Juliana, en la zona costera del distrito de Miraflores; la huaca Trujillo (Huachipa); Vista Alegre (cerca de Puruchuco).
En el valle del Lurín: el viejo templo de adobitos de Pachacámac, es decir la más antigua construcción de este santuario. Destacan los trabajos del Programa Arqueológico Escuela de Campo, Valle de Pachacamac, de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la PUCP desde 2013.
Desarrollo de complejos de Maranga y Cajamarquilla-Nievería,
En el valle bajo del Rímac (actual provincia de Lima): Armatambo, al pie del morro Solar (Chorrillos); y Mangomarca (San Juan de Lurigancho), ambos actualmente afectados por la expansión urbana. Otros testimonios arquitectónicos relativamente coetáneos son la huaca Pucllana (Miraflores) y la huaca Granados (La Molina).
En el valle del Chillón destacan las estructuras de Carabayllo y la huaca de Cerro Culebras.
En el valle seco de Ancón: el asentamiento de Playa Grande.
En el valle de Chancay: el templo-palacio de Cerro Trinidad, en donde se halló un mural policromado, con diseño de peces entrelazados.
La arquitectura monumental Lima tiene dos técnicas recurrentes:
El uso del tapial, es decir, muros hechos a base de grandes adobes o adobones de barro apisonado.
El uso de pequeños ladrillos de adobes con forma de paralelepípedo, que reemplazó al adobe plano-convexo (paniforme) hecho a mano.
Muy a menudo estos adobitos están dispuestos en el interior del muro de manera vertical, a la manera de libros en un estante.
Esta técnica no sobrevivió tras el fin de la Cultura Lima.
Esta se aprecia en:
Complejo arquitectónico de Maranga y La Huaca Pucllana, en el distrito de Miraflores.
Cerámica desarrolla dos etapas:
– El estilo interlocking o Playa Grande, que se caracteriza por tener como motivo principal de decoración una serie de figuras en forma de pez o serpientes entrelazadas entre sí, a manera de figuras geométricas de líneas y puntos.
De allí, el nombre de interlocking que traducido del inglés significa “entrabado” o “entrelazado”. Combina los colores negro, blanco y rojo (tricolor) sobre un fondo de engobe rojo. La cerámica es fina y de formas agradables, aunque naturalmente se han hallado también tiestos grandes, de pasta gruesa y de aspecto burdo.
Las vasijas finas halladas son ollitas esféricas, vasos cilíndricos, vasos en cáliz, vasos acampanulados, platos y cuencos de suave cobertura, vasijas mamiformes o en forma de tortuga
-El estilo Maranga, que exhibe un uso más frecuente del modelado. Su última fase es conocida tradicionalmente como estilo Nievería, ya bajo la influencia Moche y Huari.
Resalta el uso de arcillas muy finas así como excelentes condiciones de cocción y acabado de superficie.
En su decoración se caracteriza por presentar grecas, peces entrelazados, líneas entrecruzadas, triángulos, círculos y puntos blancos.
Utiliza los colores rojo, blanco, negro y gris (tetracolor) sobre un fondo de
engobe anaranjado, fino, lustroso y brillante.
Las formas de los ceramios son muy variadas: hay vasijas lenticulares que, con estrangulamiento en su parte central, parecen dos platos hondos unidos por sus bases.
Tienen asa-puente, unas veces uniendo dos golletes largos y cónicos o un gollete con el modelado de una figura o estatuilla antropomorfa o zoomorfa (cerámica escultórica), o simplemente entre el gollete pico y el cuerpo de la vasija, que en estos casos es de forma esférica.
Se han hallado también platos, ollas y cántaros de barro de acabado fino, en su gran mayoría.
Obras hidráulicas, realizados en el valle del Rímac, por los “Limas” son dos obras monumentales de ingeniería hidráulica que hasta la actualidad están en uso:
-El río Surco, que es un canal de riego que lleva las aguas del río Rímac de Ate a Chorrillos, pasando por Santiago de Surco, Miraflores y Barranco.
-El canal de Huatica, que transporta las aguas desde La Victoria hasta Maranga.
Estas obras se realizaron en el último período, el llamado Maranga, entre 500 y 700 d. C.
Es posible que las sequías del siglo VI y el aumento de las precipitaciones causadas por un fenómeno del Niño durante el siglo VII hayan sido los estímulos decisivos para tales obras.
HORIZONTE MEDIO (600- 900 a.C.)
Diversos trastornos climáticos (sequías del siglo VI y fenómenos del Niño fuertes en el siglo VII) afectaron negativamente a las culturas costeñas.
Parece ser que las culturas serranas se adaptaron mejor a la nueva situación porque las de la costa iniciaron cierta decadencia.
El Estado Tiahuanaco alcanza una enorme influencia por todo el sur peruano, el norte chileno y buena parte de Bolivia. En la sierra sur peruana, la cultura huarpa de Ayacucho se vio fuertemente influenciada tanto por el esplendor de las creencias y rituales de Tiahuanaco como por el intercambio comercial con los nazca de la costa, hasta generar un proceso cultural original, desarrollando un tipo de urbanismo desconocido hasta entonces en los Andes.
Pronto los ayacuchanos hicieron de la ciudad de Huari su centro, dotándola de grandes templos, calles ortogonales y sistemas de canales de agua dentro de la ciudad.
Los huari, aprovechando las laderas de los cerros, iniciaron un tipo de agricultura de bancales o andenes en las montañas a una escala nunca antes vista. Así generaron los excedentes económicos suficientes para emprender la expansión de sus dominios y cultura.
HORIZONTE MEDIO (600- 900 a.C.)
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NOMBRE | UBICACIÓN | DESCUBRIDOR | ANTIGÜEDAD | IMPORTANCIA |
Huarpa | Rio Huarpa. Ayacucho | Luis
Lumbreras |
200 a. C. al 500 d. C. | Precede a
cultura Huari |
Toro Muerto | Uraca, Castilla, Arequipa | Eloy Linares Malaga | Petroglifos y Cabezas trofeo | |
Huari | Ayacucho | Julio C. Tello y
D. Menzel |
550 d. C. al 900 d. C. | Alfarería y
textil ería |
Mochica | Zaña, Chiclayo | Max Uhle | 700 dC | Sr. de Sipan |
Huarmey | Huarmey, Lima | Julio C. Tello, Ernesto Tabío y D. Bonavia | 800-1000 dC | Castillo Huarmey |
Cultura Huarpa (200 a.C. – 500 d.C.) Ubicada en el Rio Huarpa, Ayacucho.
Los huarpas hicieron notables trabajos de hidráulica, primeros intentos de riego y la habilitación de tierras de cultivo con la construcción de andenes.
La mayoría de sitios huarpa son pequeñas aldeas dispersas en toda la región. El sitio huarpa más grande es Ñahuimpuquio, ubicado en el distrito ayacuchano del mismo nombre.
La cultura huarpa ha sido estudiada principalmente por su relación con la posterior cultura Huari, dada la ubicación geográfica compartida y el que algunos elementos decorativos hayan sido adaptados a la iconografía huari.
Los huarpas habrían ensanchado la frontera agrícola de la región mediante la construcción de andenes (Lagunillas), reservorios (Quicapata) y canales (Racaypampa).
Se estima que hablaban la lengua aru.
La fase de mayor desarrollo de los huarpas coincidió con una notoria presencia en la región de la costeña cultura nazca.
Con excepción de un estilo cerámico muy temprano y elemental, no ha sido posible establecer todavía una cerámica característica ni una iconografía propia de los huarpas, que sean extremadamente ajenas a la influencia nazca.
Es indudable que fueron los nazcas quienes introdujeron en la región la cerámica multicolor –incluida la adopción de la vasija globular con pico cónico doble, con asa puente y divergente–, la metalurgia y el arte textil.
Ya se trate de una influencia nazca basada en el intercambio o de una efectiva acción expansionista, resulta evidente el estrecho vínculo cultural entre iqueños y ayacuchanos, en esta etapa.
Kauffmann Doig (2002), basándose en Mario Benavides Calle (1971) y Patricia Knobloch (1976), ubica a los huarpas como una expresión cultural lugareña plenamente asimilada a lo que sería «una modalidad tardía del estilo Nazca llegado a Ayacucho».
Sobre el destino final de los huarpas también hay mucho por investigar. Según Luis Guillermo Lumbreras (2000), «entre los siglos V y VI, Warpa se convirtió progresivamente en Wari».
Federico Kauffmann Doig (2002), en cambio, asigna una importancia decisiva a la presencia en la región ayacuchana, hacia el año 600 de nuestra era, de la cultura Tiahuanaco, del altiplano, cuya impronta estilística habría sido fundamental para el surgimiento de lo que conocemos como Huari o, de acuerdo con Kauffmann Doig, como Tiahuanaco-Huari.
Decae en 500 Dc, debido a cambios climáticos intensos llevan a deshabitar para siempre sus asentamientos y producir la total descomposición de la sociedad.
Toro Muerto (Uraca)
Ubicada en Valle de Majes, distrito de Uraca, provincia de Castilla, Arequipa.
El Complejo Arqueológico Toro Muerto (Quilcapampa), comprende un área de 5,078.09 hectáreas, en las que están expuestas un gran número de petroglifos, los mismos que están sujetos a la amenaza de invasión urbana.
Se encontraron, cabezas trofeo de doce víctimas que fueron decapitadas, sus cabezas desolladas y perforadas para ensartarlas en cuerdas y exhibirlas en rituales públicos, corresponden al periodo de expansión del imperio Huari,
Los arqueólogos también han descubierto el cráneo de un gato de las pampas que recibió el mismo tratamiento. La parte posterior del cráneo se rompió y sus ojos fueron extraídos y sustituidos por retazos de color rojo vivo.
Este hallazgo prueba que «los felinos fueron utilizados en los rituales mortuorios y que no eran meras representaciones simbólicas en las obras de arte».
Imperio Huari (Wari) 550 d. C. y el 1,200 d. C.
Desarrolla en Rio Viñaque, Ayacucho, cultura gobernada por sacerdote guerreros que se expanden llegando a Lambayeque por el norte, Arequipa por el sur y hasta la selva del departamento del Cusco por el este.
D. Menzel divide la cultura wari en seis etapas: 1A, 1B, 2A, 2B, 3 y 4
La etapa 1A
En la etapa 1A surge la ciudad capital denominada Wari, y que dio el nombre a esta cultura.
En este periodo se nota una elevada influencia de la mitología tiahuanacota deducida de las vasijas halladas en Qonchopata (Ayacucho), en donde se representa repetitivamente el tema plasmado en la Portada del Sol de Tiwanaku.1
Existen dos estilos alfareros waris representativos de este periodo, denominados «qonchopata» y «chakipampa A».
La influencia tiahuanacota se evidencia también en el templete semisubterráneo encontrado en la ciudad de Wari.
También durante este periodo destacan enclaves en la costa de Ica y Moquegua.
La etapa 1B
En esta etapa la característica principal son los grandes cambios en la estructura sociopolítica wari.
La ciudad de Wari crece debido a la migración procedente de las zonas rurales.
En el campo político, el Estado wari se fortalece y se expande; se desarrollan los centros provinciales de Honqo pampa y Willcawaín, en el callejón de Huaylas; Wiracochapampa y Marcahuamachuco en La Libertad y Pikillaqta en el Cuzco.
Evidencias arqueológicas afirman el posicionamiento wari en la costa central y sur; y algunas evidencias arqueológicas en el valle del Santa.1
Asimismo se fundan sitios como Wariwilca, Jincamoco y Waywaka, todos estos sitios estuvieron interconectados por redes viales.
Los sitios al norte de Wari evidencian la adaptación de los estilos arquitectónicos de los waris a los estilos locales, alterando algunos conceptos y asimilando otros.
En la alfarería destacan los estilos denominados «Robles moqo», «Chakipampa B» y «Pacheco», este último asociado a un sitio arqueológico de importancia en la zona de Nazca.
Las etapas 2A y 2B
Durante la etapa 2A existen evidencias de una reestructuración política y una última expansión; destacando por centralizar aún más el poder en la ciudad de Wari.
Esto origina que la ciudad alcance su máxima extensión y su mayor índice demográfico, naciendo nuevas urbes periféricas como Jargampata y Azángaro en San Miguel y Huanta respectivamente.
Los estilos alfareros predominantes durante el periodo 2A fueron «viñaque», «atarque» y «pachacamac». Surgen además los sitios costeños de Socos (en el valle del río Chillón) y Conoche (en Topará).
En la época 2B, la cultura wari se expande hasta la ciudad de Cajamarca, se consolida en la serranía de La Libertad y Moquegua, y avanza hasta Sicuani.1
En cuanto a religión, sitio de Pachacamac gana prestigio durante el periodo 2A, y para el periodo 2B propaga su influencia estilística hacia la zona de Ica y Huancayo.
Etapas 3 y 4
Estas son las etapas de la decadencia de la cultura wari.
En la etapa 3 se inicia la decadencia de la ciudad de Wari; sin embargo el sitio de Pachacámac mantiene su prestigio religioso, además de surgir en Huarmey un sitio influenciado en la arquitectura por los waris.
“Dama de la Mascara”, momia Wari de Huaca Pucllana.
En la etapa 4 se inicia un periodo de desecamiento de la sierra, un cambio climático que perduraría por un largo espacio de tiempo y que posiblemente sea la causa del colapso del Estado panandino wari
Recibe influencia de Tiahuanaco, Huarpa y Nazca; y las ciudades wari más conocidas son Pikillaqta (en el Cusco) y Wiracochapampa (en Huamachuco, La Libertad).
El Complejo Arqueológico Wari, desarrollo en Viñaque, capital del imperio, a 25 km al noroeste de Ayacucho, cerca de las pampas de la Quinua, a 3.000 msnm.
Su área urbana pudo haber sido de 2000 hectáreas. Los restos que hoy se pueden visitar, cubren aproximadamente 300 hectáreas.
Tuvo acueductos, plazas, calles y terrazas, edificios de hasta tres pisos y altas murallas que dividían barrios y los subdividían en grupos de habitáculos.
Wari tuvo trece barrios, cada uno de ellos especializado en un oficio, y pudo albergar hasta 50.000 habitantes.
El Gran Templo Huari tiene 10 hectáreas. Sus paredes de piedra tuvieron un revestimiento de color rojo y blanco Tiene galerías subterráneas donde fueron hallados cadáveres decapitados
El patrón arquitectónico establecido en la portentosa ciudad de Wari fue reproducido en las ciudades huaris de Piquillacta (Cusco), Huilcahuaín y Oncopampa (Ancash), Huarihuillca (Junín), Cajamarquilla (Lima) y Pachacámac (Lima).
Las tradiciones recogidas por los cronistas de la conquista no han permitido establecer si los huaris erigieron efectivamente un sistema imperial o si se trataba de una confederación de soberanos regionales
Telar Wari 600-800 dC.
En febrero del 2011 en Espíritu Pampa, distrito de Vilcabamba, provincia de La Convención, departamento del Cuzco, se encontró un complejo funerario en cuya tumba principal, perteneciente a un dignatario del Imperio wari, denominado Señor de Wari, se hallaron un pectoral, una máscara de plata, 223 cuentas del mismo metal, 17 piezas de oro y más de 100 piezas de cerámica.
Huamanga toma Tiahuanaco, Cajamarca y Lambayeque (Moche)
Ante el debilitamiento del Imperio Wari, surgieron varias sociedades locales que fueron adquiriendo poder, entre ellas principalmente los Pocras, Chancas, Willcas, Uramarcas, Atunsullas, Andamarca, Angaraes, Quinuallas y otros grupos indígenas regionales que se fueron agrupando en lo que se conoció como la cultura Chanka que rivalizó con los Incas, llegando a ocupar Cusco, siendo vencidos por estos durante el gobierno de Pachacútec en el siglo XV.
Cultura Moche, Mochica o Proto Chimu (0 -700 dC)
En el período de Desarrollos Regionales destaca la Cultura Mochica que se desarrolla en los siglos I y VII, en el Intermedio Temprano, entre los años 100 y 800 d.C. desarrollándose en el norte del Perú.
Los elementos de las culturas Cupisnique (“Chavín Costeño”), Salinar, Vicús y Virú se fundieron para formar la gran cultura Moche.
Ubicación
La cultura Mochica se estableció en la costa norte, entre los valles de Lambayeque y Huarmey. Tenía como centro cultural el valle de Moche y Virú cerca de Trujillo.
Se desarrolló entre los territorios de valle de Nepeña al Sur y de Piura al Norte. Ocuparon los valles de la Leche, Lambayeque, Jequetepeque, Chicama, Moche, Virú, Chao, Santa y Nepeña.
Históricamente fue conocida como Protochimú o Chimú Temprano, pero recibió el nombre de Moche tras los descubrimientos en el valle de Moche. También se la denomina Mochica en razón del nombre de la lengua, el muchik, que hablaban sus pobladores, hasta el año 1644.
Inicialmente se pensó en Moche como en una unidad cultural, pero la división natural de la Costa Norte por el desierto de Paiján dividió también las manifestaciones culturales de los mochicas: Mochica del Norte y Mochica del Sur.
Los Mochicas Norteños tuvieron mayor abundancia de metales en sus tumbas (el Señor de Sipán es un ejemplo), mientras que los Mochicas del Sur fabricaron la mayoría de los huacos retratos que casi no existen entre los norteños.
En las construcciones norteñas se construyen pirámides con rampa, mientras que en las sureñas, no se encuentran rampas.
Pero fue Max Uhle (1899) excavó alrededor de 50 tumbas entre las Huacas del Sol y de La Luna, que le permitieron identificar hasta cuatro distintas culturas que habitaron sucesivamente en el valle: Protochimú (Mochica), Tiahuanacoide, Chimú e Inca.
Hacia el final del periodo Mochica, Moche Sur llegó a opacar el poder de Moche Norte, conquistando territorios hasta Piura y Jequetepeque. Pero esta hegemonía fue breve, pues hacia el 550 d.C., esta sociedad sufrió transformaciones producto de severas sequías.
Una de ellas, de 32 años, probablemente fruto de una manifestación del Fenómeno del Niño, trajo como consecuencia el desalojo de las partes bajas de los valles y el desplazamiento hacia el interior del valle.
Esto provocó un nuevo resurgimiento de la clase Moche Norteña y un debilitamiento de la Moche Sureña. Moche Norte, al final de su periodo, terminó conviviendo con la cultura Virú.
Los centros principales en Moche Norte fueron el valle del rio Jequetepeque (donde se halla San José de Moro y Huaca Dos Cabezas) y el valle del rio Lambayeque (donde se halla Sipán y Pampa Grande).
Los centros principales de Moche Sur fue el valle del rio Moche (donde se halla la Huaca del Sol y de la Luna) y el valle del rio Chicama (donde se halla el Complejo El Brujo).
Cerámica
Don Rafael Larco Hoyle (1948) la clasificó en cinco fases estilísticas, tomando para esto ciertos criterios de forma y dimensiones de los picos, asas estribo y cuerpo, así como las decoraciones.
Las dos primeras con una arraigada herencia de los estilos Cupisnique, Salinar y Virú; la tercera y cuarta etapa denominada clásica y la quinta fase la considera como la época de decadencia con fuertes influencias foráneas.
Sociedad
Iconografía Moche en donde se ve al sacerdote o sacerdotiza con el Señor más importante, durante la ofrenda de la sangre del enemigo.
La sociedad Mochica se establecía en jerarquías muy marcadas estaba encabezada por los Señores, con poderes terrenales y religiosos.
Los sacerdotes conformaban un segundo estrato que podía estar integrado por mujeres sacerdotisas, al igual que los Chimús.
El tercer estrato era el del pueblo, que realizaba los trabajos de campo y los oficios.
Esta división de la sociedad en castas, gobernadas por caciques o sacerdotes guerreros, como lo muestran las escenas de lucha, en las decoraciones de las vasijas y las representaciones escultóricas individuales.
Para los mochica, amantes de la vida, la muerte no constituía el final.
Los hombres seguían viviendo en otra esfera del mundo con sus mismas obligaciones o privilegios, razón que llevó a sepultarlos con provisiones y bienes.
Agricultura
Los Mochicas vencieron al desierto mediante la irrigación artificial desviando el agua con canales provenientes de los ríos que bajan de los Andes.
Su ingeniería hidráulica les permitió contar con excedentes agrícolas y una sólida economía que, complementada con los productos del mar, constituyó la base de su portentoso desarrollo.
Arquitectura
En cuanto a la arquitectura, la construcción de las grandes pirámides de la época Moche sólo pudo ser posible gracias a un trabajo en común muy bien dirigido, utilizando prisioneros de guerra y la masa de los súbditos de los príncipes sacerdotes.
La Huaca El Brujo
Las características generales de los templos o huacas son que sus adobes rectangulares se encuentran unidos con mortero de barro, dispuestos en forma de paneles modulares que dan la apariencia de grandes columnas, apoyados unos con otros desde su base, logrando así resistencia y perennidad antisísmica; también los adobes están dispuestos de canto, de cabeza y de soga.
La arquitectura Mochica recibió influencias de la cultura Virú, especialmente en el manejo del espacio con la forma de la «pirámide» escalonada.
Características generales de los templos
Templos con murales de carácter ritual con una amplia gama de figuras y temas, entre ellos los guerreros y sus prisioneros, sacerdotes y seres sobrenaturales.
La arquitectura básica de la cultura Moche, fue monumental, doméstica y defensiva.
Lo monumental está representado por impresionantes edificios «piramidales».
La doméstica era pequeña, de varios cuartos comunicados con entradas rectangulares, con arcos en la parte superior e inclinada a dos aguas.
Las de defensa eran erigidas en grandes fortificaciones.
Huaca del sol
La pirámide escalonada, llamada «Huaca del Sol» es una de las edificaciones más impresionantes de todo el Perú precolombino. Se supone que esta construcción erigida sobre una gran terraza escalonada, tuvo un área de más de 55 mil metros cuadrados y unos 40 metros de altura y que, en su construcción, se usaron aproximadamente 140 millones de ladrillos rectangulares, no sometidos a cocción.
La forma de la Huaca de la Luna, erigida sobre un espolón rocoso del Cerro Blanco y frente a la Huaca del Sol, ocupa un área casi cuadrada de 290 por 210 metros y está conformada por varias plataformas y patios ceremoniales.
En 1995, el arqueólogo canadiense Steve Bourget, desenterró los cuerpos de 42 jóvenes sacrificados brutalmente, hallazgo que se ha interpretado como un sacrificio masivo vinculado al Fenómeno del Niño.
La plataforma que sirvió de base estuvo compuesta de cinco terrazas, el acceso se daba a través de un terraplén de 90 metros de largo por 6 metros de ancho, que al parecer servía de entrada al edificio.
En seguida, hay una gran «pirámide» que corona toda la región meridional constituida por cinco plataformas escalonadas.
Es muy probable que estuviera decorada con pinturas murales como en la Huaca de La Luna.
En 1995, el arqueólogo canadiense Steve Bourget, desenterró los cuerpos de 42 jóvenes sacrificados brutalmente, hallazgo que se ha interpretado como un sacrificio masivo vinculado al Fenómeno del Niño.
La plataforma que sirvió de base estuvo compuesta de cinco terrazas, el acceso se daba a través de un terraplén de 90 metros de largo por 6 metros de ancho, que al parecer servía de entrada al edificio.
En seguida, hay una gran «pirámide» que corona toda la región meridional constituida por cinco plataformas escalonadas. Es muy probable que estuviera decorada con pinturas murales como en la Huaca de La Luna.
Tanto la Huaca del Sol como la Huaca de la Luna, conformaron un complejo administrativo y religioso, ubicado en las faldas de Cerro Blanco, el más venerado de los Moches.
Huaca de la Luna
La Huaca de La Luna, ubicada al pie del cerro Blanco considerada como «impresionante centro ceremonial», está conformada por un complejo de estructuras que ocupa una área aproximada de 350 x 300 mts. orientada de Sur a Norte.
Presenta tres plataformas piramidales escalonadas, la más grande tiene una forma cuadrada y mide 100 m. de lado; el flanco suroeste del complejo viene conectado con una plaza al norte y otra al este; a su vez, la segunda plaza se conecta con otras dos, una al norte y otra al sudoeste. Ambas plazas están asociadas en la parte este a una plataforma.
Construida con adobes rectangulares unidos con mortero de barro, dispuestos en forma de paneles modulares que dan la apariencia de grandes columnas, apoyados unos con otros desde su base, logrando así resistencia y perennidad antisísmica; también los adobes están dispuestos de canto, de cabeza y de soga.
La forma de la Huaca de la Luna, erigida sobre un espolón rocoso del Cerro Blanco y frente a la Huaca del Sol, ocupa un área casi cuadrada de 290 por 210 metros y está conformada por varias plataformas y patios ceremoniales.
La Huaca de La Luna, ubicada al pie del cerro Blanco considerada como «impresionante centro ceremonial», está conformada por un complejo de estructuras que ocupa una área aproximada de 350 x 300 mts. orientada de Sur a Norte.
Presenta tres plataformas piramidales escalonadas, la más grande tiene una forma cuadrada y mide 100 m. de lado; el flanco suroeste del complejo viene conectado con una plaza al norte y otra al este; a su vez, la segunda plaza se conecta con otras dos, una al norte y otra al sudoeste. Ambas plazas están asociadas en la parte este a una plataforma.
Tanto la Huaca del Sol como la Huaca de la Luna, conformaron un complejo administrativo y religioso, ubicado en las faldas de Cerro Blanco, el más venerado de los Moches.
Metalurgia
Los Mochica innovaron la tecnología y producción metalúrgica con el uso intensivo del cobre, para la fabricación de ornamentos, armas y herramientas.
Su más importante proeza fue dorar este metal con una sofisticada técnica que obtiene los mismos resultados que el sistema electrolítico inventado en Europa recién a fines del siglo XVIII.
Los orfebres habían aprendido a fundir el oro sobre los moldes y a dorar objetos de cobre.
Dominaron totalmente la aleación cobre-oro y llegaron a realizar joyas de oro y plata soldados.
Existían además utensilios de cobre, mientras que el bronce no se descubrió hasta más tarde.
Los Mochicas fueron expertos fundidores de metales.
Conocieron sus propiedades físicoquímicas; desarrrollaron técnicas de manufactura y sobre todo aprendieron sobre la extracción de los minerales y los tratamientos metalúrgicos.
Dominaban el oro, la plata, el cobre, el plomo, el mercurio y procesos de aleaciones como el bronce el cobre dorado, oro y plata dorada, que son el resultado de la aleación del cobre, oro y plata en especiales proporciones, llamado tumbaga, y en combinación con elementos reactivos, con el objetivo de una depositación electroquímica, usando para ello minerales corrosivos como: sal común, nitrato de potasio, alumbre de potasa, sulfatos dobles de aluminio y potasa, sulfato férrico y cloruro de sodio, antioxidantes, carbón vegetal y greda.
Innovaron, así mismo, tecnologías de fundición, refinación, soldaduras al fuego y al frío, repujado, vaciado a través de moldes, laminados y filigrana, etc.
Cerámica
La manifestación artística más impresionante por su la creatividad y el sentido estético.
Representaron: seres humanos, animales y plantas. Siendo, el “Huaco Retrato“, su mayor expresión.
De sólo dos colores, bícroma (rojo sobre crema). Estos colores poseen una amplia gama de tonalidades con características que reflejan escenas religiosas, mitológicas y de la vida cotidiana; iconografía pictórica en macetas que muestran combates, encuentros eróticos, funerales, sacrificios humanos, etc.
Los ceramios o “huacos” Moches (vasijas cerradas, de cuerpo globular o escultórico, base plana y con un gollete tubular en forma de asa estribo), han sido uno de los elemento primordiales para conocer no solo el espíritu de esta cultura preincaica, sino la sociedad, el entorno natural en el que se desarrollaron y las diferentes etapas de su evolución cultural.
Los Moche concibieron su cerámica escultórica y pictórica como un medio de refuerzo ideológico, mediante el cual las elites representaban su cosmovisión y la difundían a las masas como también sucedió con los murales moche con representaciones divinas o de sacrificios en la Huaca del Sol y de la Luna, y en El Brujo.
Tipos de cerámica moche
Cabe distinguir básicamente tres tipos de Cerámica:
- La Común: Las formas más usuales son las vasijas cerradas de cuerpo globular, asa estribo y gollete; los cántaros con gollete invertido; los vasos acampanulados, llamados también floreros; las figurinas, silbatos, etc. De colores crema y rojo indio, siendo la forma más preferida y típica la botella esférica de base plana y asa estribo.
- La Pictográfica:
Debemos destacar que dentro de la morfología de la cerámica, existe una gran variedad de formas: botellas, cántaros, ollas, «cancheros» con mangos y sin ellos, vasos, cuencos, platos, copas y el Huaco Retrato.
- La Escultórica: Reproduce personajes, diseños arquitectónicos, animales, peces, insectos, aves, instrumentos musicales, etc. La característica general es el uso del asa estribo, destacan por su realismo y proporciones; muchos presentan incrustaciones de nácar, hueso o aun láminas de oro.
Representan estados psicológicos (gestos de alegría, amor, odio, tristeza, dolor, soberbia y placer, etc.), afectaciones por enfermedades, como: labios leporinos, jorobados, siameses, afecciones a la columna, crecimiento exagerado de la cara, manos y pies, presencia de la uta y escenas erótico sexuales, que no sólo está referida a la especie humana. También abarca el mundo animal y con diversidad de representaciones de sapos, ranas, perros, ardillas.
Sociedad
Iconografía Moche en donde se ve al sacerdote o sacerdotisa con el Señor más importante, durante la ofrenda de la sangre del enemigo.
La sociedad Mochica se establecía en jerarquías muy marcadas lo que, a falta de haber desarrollado algún tipo de escritura, quedó reflejado en su muy abundante producción de cerámicas o «huacos».
La pirámide de esta sociedad teocrática estaba encabezada por los Señores, con poderes terrenales y religiosos.
Los sacerdotes conformaban un segundo estrato que podía estar integrado por mujeres sacerdotisas, al igual que los Chimús.
El tercer estrato era el del pueblo, que realizaba los trabajos de campo y los oficios.
Esta división de la sociedad en castas, gobernadas por caciques o sacerdotes de los diferentes valles, se unió bajo un mando único sólo en épocas tardías.
Los Moche eran guerreros amantes de la vida, la muerte no constituía el final. Los hombres seguían viviendo en otra esfera del mundo con sus mismas obligaciones o privilegios, razón que llevó a sepultarlos con provisiones y bienes.
Los entierros reflejaban así la función y lugar de cada hombre dentro de su sociedad.
Pesca
Fueron grandes navegantes, realizaban la pesca en “Caballitos de Totora (técnica que subsiste en la actualidad en Huanchaco y Pimentel) y utilizaban redes de pesca.
Agricultura
Con sistemas de regadío en gran escala, transformaron terrenos desérticos en fértiles, desviaron el agua con canales provenientes de los ríos que bajan de los Andes en una longitud de 113 km de canales de irrigación.
Organización Social y Política
La nación era de organización teocrática, en su decadencia fue absorbida por el pueblo Chimú.
Administrativamente, el territorio de la cultura Mochica fue dividido en al menos dos grandes regiones las cuales interactuaban una con la otra
Al igual que en otras culturas, la administración política, el culto y la religión estaban vinculados fuertemente, al grado de cada gobernador era también de un sacerdote o una autoridad religiosa.
De hecho, el famoso Señor de Sipán debió tener este doble poder.
Los monumentos de la época tenían una triple función: centro administrativo, religioso y gubernamental.
El estudio de las diferentes clases de fosas, la calidad y cantidad de las ofrendas demuestra que esta cultura tenía bien definida su estructura social dado que se encontraron 3 tipos de tumbas:
Para la elite gobernante: tumbas decoradas con objetos de cerámica y metal, principalmente de oro y cobre como la del Señor de Sipán.
Las tumbas comunes: Con una cantidad limitada de objetos de metal y cerámica, estos corresponden a los administradores y artesanos de la elite gobernante.
Entierro simple: Con una decoración muy limitada, de agricultores y pescadores.
Religión
Su principal Dios fue Ai apaec, El hacedor un ser sobrenatural que fue representado por una figura humana con la boca de un tigre con colmillos. Hacían sacrificios humanos de los prisioneros de guerra que eran ofrecidos por una sacerdotisa del dios Búho.
Tumba del Señor de Sipan
Se encuentra en la Huaca Rajada cerca de Chiclayo.
Entre los alrededor de 600 objetos recuperados en la tumba del Señor de Sipán sobresalen la vestimenta, que medía aproximadamente 1.67 m, los tres pares de orejeras de oro y turquesa o el collar formado por veinte frutos de maní, de los cuales diez están elaborados en plata y otros diez en oro, aludiendo a la dualidad presente en la cosmovisión mochica. Junto a los del Señor de Sipán se encontraron restos de otros ocho individuos, tres mujeres, cuatro hombres y un niño.
Se cree que las mujeres podrían haber sido concubinas, mientras que los hombres han sido interpretados como un jefe militar, un vigía y un soldado, éste último con los pies amputados. Además, se hallaron restos de dos llamas y un perro.
Los centros principales de Moche Sur fueron el valle del rio Moche (donde se halla la Huaca del Sol y de la Luna) y el valle del rio Chicama (donde se halla el Complejo El Brujo).
Caracteriza su textileria, el algodón policromado e irrigación sofisticada. Fueron invadidos por los Huari.
Dama de Cao
Sacerdotisa, guerrera y reina, de 25 años tatuada
Muro de tema complejo.
Al decaer la cultura Mochica, emerge la Cultura Sican o Lambayeque que va hasta Chimú.
Huarmey
Desarrolla en Huarmey, Ancash
Su mejor sitio arqueológico lo constituye el Castillo de Huarmey, imponente construcción de la cultura huari, donde recientemente se puso al descubierto 63 tumbas intactas, con osamentas asociadas con 1.200 objetos, entre joyas de oro y plata, fina cerámica y utensilios de madera.
A finales del siglo XIV el rey chimú Minchancaman desarrolló una agresiva campaña militar para incrementar sus territorios, por lo que Huarmey se convirtió en parte del reino Chimú.
Mediante las investigaciones realizadas se sabe que se sacrificaron 200 pescadores que fueron ofrecidos al dios Ni (Dios del Mar).
Este sacrificio fue hacia 1320 y no pasarían muchos años hasta la irrupción de los incas en el territorio de los chimú, que fueron sometidos hacia 1470 por Túpac Yupanqui, por lo que Huarmey pasó a ser parte del Imperio Incaico.
Pacopampa (Querocoto, Chota) 700-800 aC.
Se ubica en Querocoto, Chota, Cajamarca, desarrolla un Centro ceremonial del periodo formativo.
Estela de piedra descubierta por Rafael Larco Hoyle en 1939 y se trata de la escultura de una mujer con rasgos sobrenaturales.
Su rostro presenta una boca con gesto agresivo, de la cual sale un flujo.
Lleva orejeras circulares en los lóbulos de sus orejas. Junto a sus piernas hay dos prolongaciones en forma de plumas o alas.
Su cuerpo ha sido representado por dos caras felínicas de perfil entrelazadas, que vistas de frente también forman un rostro estilizado de felino.
La boca felínica con colmillos forma a su vez la vagina dentata de esta mujer.
Este rasgo de la vagina dentada aparece en mitos de muchas culturas alrededor del mundo, generalmente referidos a una gran y terrible madre creadora.
Relacionada a cultura Chavín.
Entre el rostro humano y el rostro animal, está la representación de un Strombus, molusco de mares cálidos que está vinculado simbólicamente al ciclo del agua
“Tumba de los Sacerdotes de la Serpiente Jaguar”
INTERMEDIO TARDÍO
Estados Regionales (900 – 1438 dC)
Se caracteriza principalmente por la aparición la arquitectura monumental con los primeros centros administrativos-ceremoniales o templos. Aparecen organizaciones más complejas de tipo presuntamente teocrático.
Los ciclos agrícolas, dominados por sacerdotes astrónomos con mucho poder.
Tras la caída de Huari, el espacio político en el antiguo Perú se recompuso y surgieron una serie de estados y señoríos independientes.
En la costa norte, florecieron las culturas Lambayeque y Chimú, que se disputaron la hegemonía de la región.
Los chimús se impusieron, creando un poderoso reino que se expandió hasta Tumbes por el norte y Huarmey por el sur.
En la costa central, florecieron los señoríos chancay e ichma. Este último fue protector del célebre santuario de Pachacámac, en el valle del Rímac.
En la costa sur, el señorío chincha se constituyó en un poderoso estado que se expandió por los valles del departamento de Ica, llegando incluso más al sur; asimismo, contó con una numerosa flota de balsas con la que comerció a lo largo de la costa del Pacífico.
El altiplano del Titicaca, luego de la caída de Tiahuanaco (hacia 1100 d.C.), vio el surgimiento de los reinos aymaras, como los collas y los lupaca, cuyas economías estaban dominadas por la ganadería de camélidos sudamericanos.
En la sierra nororiental, florecieron los chachapoyas. En la sierra central y sur, el vacío creado por la desaparición de Huari fue llenado por una serie de federaciones de ayllus o clanes macro familiares cuya economía, completamente agraria, tenía fuertes tintes militares y estaba marcadas relaciones rituales. Entre estos pueblos estaban los huancas, los pocras, los chancas y los quechuas del Cuzco. Estos últimos fundaron el Curacazgo Inca.
Estados Regionales (900 – 1438 dC)
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NOMBRE | UBICACIÓN | DESCUBRIDOR | ANTIGÜEDAD | IMPORTANCIA |
Lambayeque | Lambayeque | Izumi Shimada | 900-
1,375 dC |
Batan grande y Tucume. |
Chancay | Valles Chancay Chillón, Rímac y Lurín, Lima. | Andrés Mármol
Castellanos |
1,000 –
1,470 d.C. |
Muñecas
funerarias |
Chimú | Valle Moche, La Libertad | Jacob von Tschudi, | 900-
1,450 dC. |
Chab Xhab,
Paramonga |
Ichma | Lima | Max Uhle | 900 –
1,470 Dc. |
Oráculo
Pachacamac |
Colla | Meseta del
Collao |
-.- | 1200 Dc | Chullpas |
Lupaca | Altiplano Andino | Jhon Murra | 1200-1438
Dc |
Archipiélago vertical |
Chachapoyas | Bagua | Gene Savoy | 800 – 1570
Dc |
Kuelap, Gran
Pajaten |
Huanca | Valle del
Mantaro, Junín |
J. Rowe | 1,000-
1,460 d. C |
Valle del
Mantaro |
Pocra | Huamanga, Ayacucho | Conquistados por Pachacutec | 1,100 d..C. | Cerámica y
platería |
Chanca | Apurímac,
Huancavelica y Ayacucho. |
Conquistados por Pachacutec | 1,200-1,440 d.C. | Manejo de
pisos ecológicos |
Tiahuanaco | Meseta del
Collao |
C. de León, C.
Ponce, M. Uhle, A. Posnansky y W. Bennet |
1,580 a.C.- 1,187 d.C. | Diseño
Kalassaya, Akapana y Puma Punku |
Lambayeque (sican) 900 y 1350 dC.
La cultura Lambayeque o sicán tuvo su núcleo de desarrollo entre los valles de Motupe por el norte y Jequetepeque por el sur, su influencia se extendió en toda el área comprendida desde Sullana al norte, (departamento de Piura), hasta cerca de Trujillo al sur (departamento de La Libertad).
Lambayeque nació de la cultura moche, cuando esta decayó, posiblemente, por un devastador fenómeno de «El Niño».
Fue por ello heredera privilegiada de esa gran cultura costeña y la expansión Wari con la amalgama del Tiahuanaco. Igualmente, por su ubicación geográfica, también recibió influencia cultural de la cultura Cajamarca. Una cuarta influencia provino de los Chimú, del sur.
Su origen, el cronista español Miguel Cabello Valboa, relata que un gran rey de nombre Naylamp, Naymlap o Ñañlap, llegó por mar desde el sur, en medio de una gran flota de balsas y acompañado de una lujosa corte de funcionarios, versados en diferentes artes y oficios.
Desembarcó en la boca del río Faquisllanga (río Lambayeque) y se adentró unos 2 km tierra adentro, instalándose en un lugar donde edificó una huaca a la que llamó Chot (huaca Chotuna).
El rey trajo un ídolo de piedra verde (esmeralda o jade) llamado «Yampallec» (del que deriva el nombre de Lambayeque), que era una representación de su propia imagen, la misma que guardó en la huaca de Chot.
Naylamp inauguró un largo período de paz y prosperidad en la región. Tuvo hijos en su esposa y 40 concubinas y murió en avanzada edad. La nobleza le enterró en su palacio, pero deseosos de hacer creer en su inmortalidad, anunciaron que, hastiado de la vida terrena, había empleado su poder para hacerse crecer alas y se había remontado en vuelo al cielo. Así fue convertido en divinidad.
La dinastía fundada por Naylamp gobernó los ricos valles de Lambayeque. Dichos reyes fueron: Cium, Escuñain, Mascuy, Cuntipallec, Allascunti, Nofan nech, Mulumuslan, Llamecoll, Lanipat cum, Acunta y Fempallec. Doce en total, incluyendo a Naylamp.
El último de dichos reyes, Fempallec, quiso cambiar de sitio el ídolo Yampallec, lo que acarreó la ira divina. Estando en ese trance, un demonio en forma de mujer se le apareció y lo tentó a tener relaciones carnales.
Como castigo divino, hubo un gran diluvio que duró 30 días, al que sucedió un periodo de sequías y hambruna como nunca se había visto (posiblemente se trata de la descripción de los efectos de un severo fenómeno del Niño), quedando el valle de Lambayeque sumido en el caos.
Los sacerdotes culparon de los desastres a Fempallec, y en venganza, lo ataron de las manos y los pies, y lo echaron al mar. Así finalizó la dinastía de Naylamp.
El castigo se completó cuando posteriormente llegó de los reinos del sur un tirano poderoso, el Chimo Cápac o Chimú Cápac, que se adueñó de las ricas tierras de Lambayeque y fue cuando el reino Chimú conquistó la región en el siglo XIV. Una interpretación de historia alternativa, menciona
El factor lingüístico es determinante para establecer el origen de Naylamp y de su ejército. Nombres como Yampallec, Occhocalo, Xam Muchec, Ollop-copoc o Llapchiluli, todos acompañantes de Naylamp, tienen evidentes connotaciones mayas, los que tuvieron influencia cultural de los olmecas.
La lengua de los olmecas se denomina protomayahuasteca y fue la que, posteriormente, se dividió en los dialectos maya y huasteca. Entonces, la comitiva de Naylamp pudo haber estado formada por olmecas, según la historia alternativa.
Otro elemento importante a considerar es el famoso ídolo verde que trajo Naylamp y que lo representaba, este estuvo hecho de malaquita. Una piedra verde proveniente del Congo africano que tiene extraordinarias propiedades curativas no sólo a nivel físico sino también psíquico.
Etapas de la cultura Lambayeque Sicán temprano (750-900)
Es una etapa poco conocida, porque los objetos arqueológicos (cerámica, textiles, arquitectura) son escasos. Está asociada a la fase final de la cultura moche y a la gran influencia de Wari. Estas evidencias indican que Lambayeque estaba todavía en plena formación y muy susceptible a las influencias externas.
Sicán medio (900-1100)
En esta etapa Lambayeque se unificó y fue adquiriendo una identidad cultural propia.
Se estableció una capital en el complejo Batán Grande, liderada por reyes-sacerdotes (teocracia) que difundieron el culto al dios Sicán (Luna).
La leyenda de Naylamp explicaría esta etapa. Es un período de apogeo, de donde provienen los suntuosos enterramientos de gente rica que has sido develados por los arqueólogos, como la tumba del Señor de Sicán (hallado en la huaca del Oro), cuando se desarrolla el comercio y construye el sistema de irrigación que conectó los valles lambayecanos.
Sicán tardío (1100-1375)
Es la etapa de decadencia y final. Batán Grande sufrió un gran incendio que coincidió con un periodo de sequías; los pobladores, hartos de tributar a los reyes-sacerdotes, se trasladarían a la ciudad de Túcume, renegando del culto al dios Naylamp.
Finalmente serían conquistados por el rey chimú (Chimú Cápac), quien los convirtió en provincia de su reino (1375).
La economía estuvo basada en la agricultura intensiva y por irrigación, sus excedentes hicieron crecer el comercio interregional pues eran grandes navegantes.
Agricultura
Heredaron parte de los sistemas de irrigación construidos por los moche; y lo superaron con una red de canales, bocatomas y reservorios, que articuló los valles de Reque, Lambayeque, La Leche y Saña. Destacan los canales denominados Taymi Antiguo, Collique y Raca Rumi.
El resultado fue una agricultura próspera, con cultivos de pallares, frijoles, camote, calabaza, zapallo loche, maíz y algodón. Ello convirtió a la costa norte peruana en la zona más rica y productiva del Antiguo Perú.
Arquitectura
Complejos de pirámides hechas de ladrillos de adobe, todas truncas (sin vértice ni punta, igual que la de los moches).
Las principales pirámides o huacas se hallan en Batán Grande, Túcume y Apurlec.
Cerca de Batán Grande se halla otro conjunto importante, acaso más antiguo, conocido con el nombre de Pampa Grande.
Otro, es la Huaca Chotuna, a 6 km de Lambayeque, que tiene como monumento principal una pirámide de 15 m de altura, con decoraciones semejantes a la Huaca del Dragón cercana a Chanchán (de los chimúes).
Cercana a Chotuna se halla la Huaca Chornancap, que destaca por sus murales policromados con iconografía lambayeque.
Arte
Destaca la orfebreria con el Tumi de oro o cuchillo de Íllimo y la máscara funeraria de oro de Batán Grande
Batán Grande
Se la considera la capital de Lambayeque, de carácter ceremonial-administrativo durante la etapa de Sicán Medio.
Está integrado por 20 pirámides, superiores a los 30 m. de altura, entre las cuales destacan: la Huaca del Oro (o del Loro), Huaca Las Ventanas, Huaca La Merced, Huaca Botija, Huaca Corte, Huaca Ingeniero, Huaca Rodillona, etc.
En la huaca del Oro, el arqueólogo Izumi Shimada desenterró la tumba de un personaje lleno de ornamentos de oro al que denominó como el Señor de Sicán, que vivió entre los siglos XI y XII.
Huacas de Túcume
Capital de Lambayeque durante la etapa Sicán Tardío. Se encuentra a 10 km al sudoeste de Batán Grande, en un lugar estratégico, por estar ubicado en la confluencia de dos ríos, Lambayeque y La Leche, decisivos para la economía agrícola del reino.
-Apurlec
Este complejo es considerado uno de los más grandes del antiguo Perú y el que más puede aproximarse a la categoría de ciudad.
Es notable por sus pirámides, depósitos y extensas calles, así como por sus canales y campos de cultivo en áreas anexas, lo cual indica que fue un importante centro de producción y distribución agrícola.
Cultura Chancay (1200 -1470 d. C.)
Se desarrolla en los valles de Fortaleza, Pativilca, Supe, Huaura, Chancay, Chillón, Rímac y Lurín, en la costa. Surge al disolverse la Cultura Wari.
Basó su economía en la agricultura, la pesca y el comercio.
Para desarrollar la agricultura, sus ingenieros construyeron reservorios de agua y canales de regadío.
Situándose geográficamente frente al mar, explotaron la pesca artesanal tanto desde la orilla como alejándose un poco de ésta con los caballitos de totora. Igualmente fueron notorios comerciantes con otras regiones ya sea por tierra hacia la sierra y selva peruana y por el mar hacia el norte y el sur de sus límites territoriales.
Tenían dos tipos de enterramientos:
- El de la clase alta o para los Grandes Señores, que consistía en cámaras rectangulares o cuadrangulares de adobe con techo y paredes de caña que se hacían a 2 o 3 metros de profundidad descendiéndose por una escalera.
El fardo funerario estaba rodeado de ofrendas de ceramios, tejidos y objetos de oro y plata.
- El del poblador común, que se hacían casi en la superficie.
El fardo funerario era cubierto con esteras, venía acompañado de simples telas llanas y pocas ofrendas (entre las ofrendas estaban los “chinos” y los “cuchimilcos”). Atada a estas momias se colocaba “muñecas” de valor mágico-religioso,
Los asentamientos de Lauri, Lumbra, Tambo Blanco, Pasamayo, Pisquillo Chico y Tronconal principalmente concentraron a los artesanos que producían a gran escala los ceramios y textiles.
La cultura chancay es la primera de aquellas peruanas que masifica su producción en cerámica, textiles así como en metales como el oro y la plata de los cuales hicieron bienes rituales y domésticos, representaban mayoritariamente peces, felinos, pájaros, monos y perros, especialmente aquella raza oriunda, el perro sin pelo del Perú.
Cerámica
La cerámica de estilo Chancay proviene de extensos cementerios ubicados en Ancón y el propio valle de Chancay.
El estilo clásico de Chancay es el de cerámica de contextura áspera y decorada en color negro o marrón sobre un fondo claro (blanco o crema), y por ello se le conoce como el Estilo Negro sobre Blanco
La producción de cerámica fue de carácter masivo, a gran escala, ya que se usaron moldes profusamente para realizar producciones en serie.
Cultura Chimú (Chimor) 900-1,200 Dc
Desarrollo desde Tumbes a Huarmey, con centro en el valle Moche, fueron continuación de los mochicas.
Chan Chan, en la costa norte de Perú, capital del antiguo reino chimú fundada c. 850 dC, el naturalista y lingüista suizo Jacob von Tschudi, las estudiara en 1841.
Veneraban a las momias.
Fundado por Dios Naylamp o Tacaynamo Herencia partida, solo cargo público.
Hidráulica, palacios y plataformas.
Orfebres y metalurgistas
La textil ería chimú destaca por la variedad de técnicas empleadas, por su iconografía y por su belleza estética.
El hilado consiste en la práctica manual y elemental de unir un conjunto de hilos pequeños para conseguir un hilo largo y continuo.
Los chimús fueron también expertos en el arte de la plumería, tejidos realizados con plumas de aves costeñas o selvícolas que podrían muy bien competir con los elaborados por los mejores tejedores aztecas.
Huaca el Dragón o Arco Iris
Está ubicada en el norte, en las afueras de la ciudad de Trujillo, en el distrito de La Esperanza y cerca de Chan Chan, en el Perú.
Se trata de una pirámide formada por una doble plataforma protegida por una elevada muralla con un solo ingreso al conjunto arquitectónico.
Las típicas rampas de la época dan acceso a la Huaca desde la parte superior.
Esta construcción tiene 14 depósitos, lo que indica que no solo era un adoratorio, sino un centro de acopio de bienes para el abastecimiento de quienes vivían allí y sus alrededores.
Los muros de las plataformas están decorados con bellos altorrelieves. Una figura adopta la forma de un arco iris en forma muy estilizada en pos de engullir a un personaje, con cada cabeza. Al centro figuras antropomórficas en forma de Dragón con las fauces abiertas comparten el bocado. Una figura bicéfala posada sobre una pequeña plataforma o altar comparte entre sus fauces un tumi.
El Reino Chimú, fue conquistado por el Inca Túpac Yupanqui.
Ichma (Uchmay) 900 y 1470 Dc.
En Pachacamac, Lima. Su principal centro ceremonial fue Pachacámac, donde se elevaba un templo en honor a la deidad del mismo nombre.
El Señorío ichma abarcó los valles medio y bajo de los ríos Lurín y Rímac, en la costa central de la actual provincia de Lima, en parte del territorio donde antaño floreció la cultura Lima.
Hacia el 900 d.C. el Imperio Huari entró en franca decadencia. En su lugar surgieron expresiones culturales regionales, que inauguraron una nueva etapa en la historia andina.
En los valles de Lurín y el Rímac, en el actual departamento de Lima, surge el llamado Señorío ichma o Ichimay.
Los grandes poblados de la época anterior, situados en zonas alejadas de la costa (como Cajamarquilla), fueron abandonados para dar preeminencia a nuevos asentamientos más vinculados al litoral, como Pachacámac y Armatambo.
También Maranga, la otrora capital de la cultura Lima, volvió a tener importancia, elevándose un complejo de pirámides al sur del antiguo asentamiento.
Al norte del señorío ichma se extendía el señorío de Collique, que dominaba el valle del Chillón y la zona de Carabayllo y llegaba hasta Quivi (Quives actual).
Es posible que se haya forjado una alianza entre ambos señoríos para contener las constantes invasiones de etnias de la sierra, como la de los yauyos y chacllas.
Todo este conjunto político tenía como centro a Pachacámac, ya para entonces un antiguo centro administrativo-ceremonial, el cual fue ampliado grandemente con la construcción de las llamadas pirámides de adobe con rampa.
Este santuario era sede de una divinidad muy venerada por su oráculo, cuyo prestigio desbordaba los límites del señorío ichma.
Principales centros
En el valle de Lurín: Pachacámac, principal centro ceremonial. Otros poblados: Maracuyá, Pampa de Flores, Jacinto Grande, Mal Paso, Molle, Manchay Alto, Huaycán, Chontay y Avillay.
En el valle del Rímac: Armatambo; Maranga (en el sector llamado la ciudadela de tapia, donde destacan las huacas de Tres Palos, Cruz Blanca, San Miguel, La Cruz, La Palma); Mateo Salado; Mangomarca; Fortaleza de Campoy; Huaca Huantille; Huaca San Borja, entre otros.
Organización política
El Señorío de Ichma confederaba a diversos curacazgos ubicados en los valles de Lurín y Rímac. Dichos curacazgos eran los de Sulco (Surco), Guatca, Lima, Maranca (Maranga) y Callao.
Organización social
Al igual que otros señoríos de la costa central peruana, la masa de la población estaría dividida de acuerdo a su especialización: pescadores, agricultores, comerciantes, artesanos.
En la cúspide de la pirámide social estaban, los señores o nobles que conformaban la clase dirigente.
Organización económica
Las principales actividades económicas eran la agricultura, la pesquería y el comercio de los productos excedentes. Aprovecharon y mejoraron la excelente red de canales o acequias heredada de la cultura Lima, con la que ganaron extensas áreas para el cultivo.
El valle de Lima era muy fértil y daba las subsistencias a una crecida población. Los grandes recintos ceremoniales, además de su función religiosa, servían como grandes almacenes de productos alimenticios y como centros de fabricación de productos suntuarios.
Arquitectura
Importantes expresiones arquitectónicas de los ichmas son sus pirámides truncas construidas con adobes, aunque algunas están sostenidas por una base de piedra. En todas ellas se distingue un común patrón religioso.
Estos monumentos tienen básicamente dos características:
El uso masivo del tapial, es decir de grandes adobes o adobones de barro apisonado, dejándose de lado la anterior técnica de los pequeños adobes o adobitos típicos de la cultura lima.
La presencia de grandes rampas de acceso.
En el sitio de Pachacámac se han identificado 15 templos con rampas.
En Maranga, situado en el valle de Lima, destacan las pirámides o huacas de La Palma y Tres Palos.
La pirámide con rampa de Huaquerones parece también seguir el mismo patrón.
Dichas construcciones no solo cumplían funciones ceremoniales o religiosas, sino que también servían como almacén de productos alimenticios (maíz, ají, etc.) y como alojamiento de los artesanos que producían piezas de cerámica y tallas de madera, actividades realizadas en los sectores adyacentes a las pirámides.
En 1470 d.C. se produjo la irrupción de los incas, bajo al mando del príncipe Túpac Yupanqui (el Sapa Inca era entonces Pachacútec), quien anexó toda esa región a la órbita del Tahuantinsuyo. Sin embargo, las autoridades locales se mantuvieron, previo juramento de obediencia al Inca del Cuzco, y el santuario de Pachacámac mantuvo su prestigio e importancia, siendo ampliado por los mismos incas, aunque estos impusieron su propio estilo arquitectónico, elevando un templo del Sol y un Acllahuasi.
Lupaca
Los lupaca o lupaqa fueron uno de los pueblos aimaras ancestrales que permanecieron en el tiempo. Su centro administrativo estuvo a las orillas del Lago Titicaca, y tuvieron importantes colonias en los valles de la vertiente del Pacífico. Fueron dominados por los Incas pero mantuvieron su identidad inclusive con la dominación española.
Son destacables los trabajos de John Murra a cerca de estas características que él denomina «control vertical de un máximo de pisos ecológicos en la economía andina» a través del «archipiélago vertical».
Así, un núcleo central con cultivos de tubérculos andino y ganadería camélida, «colonias» multiétnicas en la costa con aprovechamiento de maíz, guano o huano, algodón y productos costeros, y otras «colonias» multiétnicas en los valles y montañas orientales, con cultivos de coca, madera y productos de la selva.
Se dividían en 7 grupos denominados «lupazas» a su vez cada grupo estaba compuesto de varios «hatha», (otros autores simplemente los denominan «lupaca» a cada grupo) que eran grupos que estaban unidos a un antepasado común que podía ser mítico o real.
Cada «hatha» eran una dualidad que se dividía en mitades denomiadas «alaasa» y «massaa».
Cada «hatha» tenía dos autoridades, una para la parte «alaasa» y otra para la parte «massaa» y, dependiendo del grupo, una de las autoridades primaba sobre la otra, la autoridad principal recibía el nombre de «mallku».
En las crónicas europeas a las «hatha» se las denominó linajes; en algunos diccionarios aimara-castellanos aclaraban que la palabra «hatha» equivalía en quechua a «ayllu».
Sobre las «lupazas», los cronistas europeos las describieron como provincias a la manera europea, describiendo que cada provincia tenía divisiones denominadas «saya» y que eran un total de 15, dentro de estas estaban los innumerables linajes o ayllus (denominados «hatha» por los lupaqas).
Cada «saya» tenía sus pueblos, sus «papakancha» (tierras de cultivo) y sus rebaños, que llegaban desde Chucuito hasta el río Desaguadero (frontera natural con el reino Pacaje), había dos pueblos que eran la excepción a la regla; estos pueblos fueron Sunicaya y Cupi.
En el caso de Sunicaya, fue un pueblo dedicado enteramente a la minería y la metalurgia; y que hoy es conocido con el nombre de Platería; y Cupi, que fue un pueblo que estaba integrado por artesanos ceramistas especialmente «olleros», la particularidad de Cupi fue que ahí residieron los ceramistas de todo el reino Lupaqa, tanto de la mitad «alaasa» como de la mitad «massaa».
Las colonias en tierras bajas
John Murra denomina a estas colonias como «islas ecológicas verticales», debido a que el reino Lupaqa que residía en el Collao (a más de 3800 msnm) necesitaba de los alimentos que producían las tierras más bajas para complementar su nutrición.
De esa manera surge en los Lupaqa (y en todos los pueblos andinos) la necesidad de dominar territorios tanto en las costas del Pacífico así como la zona húmeda oriental de los andes.
En el caso concreto de los reinos aimaras, habitaron las costas del pacífico dominando porciones discontinuas de varios valles, es decir que en cada valle podían existir territorios de cualquier otro reino aimara (Pacajes, Carangas, Collas, etcétera) e inclusive de los pueblos Uros, además de la población nativa de algunos valles que en aquellos tiempos denominaron indistintamente como «yungas».
Estas «islas ecológicas», que otros autores denominan colonias, eran trabajadas por las «hatha» del altiplano en un sistema de rotación; en las tierras en donde el viaje demoraban varios días se colocaron colonos permanentes dedicados al cultivo del maíz, ají o la recolección del wanu (huano).
John Murra, escribe que: las gentes de Chucuito solían viajar hacia Moquegua, Azapa y Camarones; los de Ilave rebasaban hacia Ilabaya, Ilo e Islay; los de Ácora hacia Tacna, Lluta y Codpa y finalmente los de Pomata viajaban hacia Putina, Sama y Tarata.
Los Lupaqas también dominaron territorios en la zonas de los valles interandinos en la vertiente del Amazonas, es así que se encuentran documentos que acreditan la posesión de tierras en lugares tan distantes de Chucuito como Larecaxa (hoy Larecaja), Chicanuma y Capinota, ambas situadas en zonas boscosas de producción cocalera.
Chachapoyas
Se desarrolló en Amazonas a finales del Horizonte Medio y durante todo el periodo Intermedio Tardío.
Ha dejado un número importante de grandes monumentos de piedra, como la llacta de Kuélap, el Gran Pajatén, edificaciones funerarias, sarcófagos y mausoleos como los de la Laguna de los Cóndores y otros lugares de difícil acceso.
Los chachapoyas, también conocidos como sachapcollas o collas selvícolas, moraban al sureste de los bracamoros, sobre la margen derecha del río Marañón.
Su desarrollo tuvo como centro el valle del río de Utcubamba, topónimo que puede ser traducido por «territorio de los agujeros o cuevas» (utcu).
Se extendieron por el sur hasta el río Abiseo, afluente del Huallaga, donde se levanta la ciudadela de Gran Pajatén.
Los chachapoyas habrían sido conquistados por los incas en tiempos del gobernante Túpac Inca Yupanqui.
La cultura chachapoyas propiamente dicha posiblemente tuvo sus inicios en el siglo VIII.
La construcción monumental de Kuélap se ubica al suroeste del poto Tingo, a 3.000 msnm longitud
Este coloso de la arquitectura ancestral peruana, que se extiende por 600 metros en su eje longitudinal, está conformado por una plataforma construida sobre la cima de una elevada montaña.
Los muros que la sostienen, levantados con piedras uniformes y careadas, se elevan hasta por 19 metros. Kuélap es sin duda el testimonio más grandioso de los Andes amazónicos norteños.
La mayoría de los 400 recintos emplazados sobre esta enorme plataforma debieron ser depósitos de alimentos.
La arquitectura chachapoyas se caracteriza, también, por exhibir dos formas de patrones funerarios: el mausoleo y el sarcófago.
Este último es un sepulcro unipersonal que reproduce el contorno de la figura Humana.
Los más importantes restos sepulcrales están localizados en el departamento de San Martín. Sin embargo, un sitio imponente, colmado de mausoleos, es el de La Petaca, en el distrito de Leymebamba divulgado por Gene Savoy (1978).
Los chachapoyas fueron también eximios tejedores, como lo demuestran los hallazgos realizados en el margen derecho del Pisuncho, en Karajía, en la Laguna de las Momias y en otros lugares.
También decoraban mates con figuras pirograbadas, tallaban la piedra y la madera; además, dejaron muestras excepcionales de pintura mural, como la de San Antonio (Luya).
En cuanto a la cerámica, la de los chachapoyas es tosca, tanto en lo que se refiere a su factura como a su decoración.
Los Chachapoyas mantenían un gran respeto por sus difuntos.
Tenían dos modalidades de entierros: los sarcófagos, que eran tumbas unipersonales con forma humana, y los mausoleos que eran tumbas colectivas.
Ambos se caracterizaban por estar construidos en cavernas naturales o excavadas en laderas verticales inaccesibles.
Claros ejemplos son: Sarcófagos de Carajía, Mausoleos de
Revash, Laguna de los Cóndores, Los Pinchudos, Mausoleos de Tingobamba, Mausoleos de Ochin, Peña de Tuete, etc.
Huanca 1000 – 1460 d. C
Desarrollo en provincias de Jauja, Concepción y Huancayo, en el valle del Mantaro.
Fue un pueblo guerrero, cuya economía estuvo basada en la agricultura dedicándose a la siembra y cosecha de maíz, papas y otros productos agrícolas, y en la ganadería se dedicaron al cuidado de llamas en las tierras de la puna.
Origen
Estudios arqueológicos plantearon que el origen de los primeros grupos para el poblamiento de la región de los Wankas, tuvo raíces en región selvática, desplazándose de algún lugar del nor-oriente hacia el sur de la sierra central del Perú.
Tuvieron presión de los Yarowilcas, Chavin, Tiahuanaco y Huari. En 1460 fueron conquistados por los incas.
El reino Huanca estuvo dividido en cuatro grandes llactas: Sausa, en la región actual de Jauja; Lurinhuanca, en San Jerónimo; Ananhuanca, en la zona de Sicaya y Chuncos en la actual Chongos bajo.
La capital del reino fue una gran urbe llamada Siquillapucara, conocida en la actualidad con el nombre de Tunanmarca, cercana a la ciudad de Jauja.
Fue una ciudad fortificada de más de 2 kilómetros de ancho y más de medio de largo. Sus casas de piedra y barro eran de tipo circular de un solo piso con techo de paja, aunque existen algunas con techo abovedado con lajas de piedra. Cada habitación era una vivienda para una familia.
Religión
Los huancas reconocieron como lugar de origen o pacarina a la fuente de Huarivilca, a seis kilómetros de Huancayo, y como supremo creador a Apu Con Ticsi Viracocha Pachayachachi, a quien ofrecían sacrificios de ganado, cuyes y presentaban ofrendas de oro y plata.
Viracocha fue un dios universal del mundo andino, pero los huancas tuvieron a dos dioses nacionales propios que fueron Huallallo Carhuancho y Pariacaca, al cual también ofrecían sacrificios.
Los huancas creían en la inmortalidad del alma, por cuyo motivo momificaron a los muertos. Los envolvían en pellejos de llama, los cosían y le deban figuras humanas y los enterraban en sus casas.
Economía
Además de la agricultura y la ganadería, los huancas practicaron el comercio con los reinos vecinos y avanzaron hasta la costa. El principal intercambio fue con los tarumas y los Chincha de donde se aprovisionaban de sal. Los productos utilizados para el trueque eran maíz, charqui, lana, coca. Llevaban también sus productos hasta la selva para proveerse de ají, algodón y condimentos.
Pocra (Pacora o Pocera) 1,100 dC.
Son antiguos pobladores Huari de Huamanga antes de la conquista incaica, son los herederos directos de los huaris.
Los pocras ocuparon los actuales territorios de las provincias de Huamanga y Vilcashuamán; en esta última eran conocidos como guaynacóndores.
Según el Inca Garcilaso de la Vega, la capital de los pocras era Huamanga.
Limitaba al Noroeste con los Warivilcas, al sureste con los Rucanas y los Soras y al este con los Mayonmarka cerca de Andahuaylas en la actual provincia ayacuchana de La Mar (Chungui).
Esta cultura se desarrolló en el Periodo del Horizonte Medio y el Tardío Intermedio Tardío como los arqueólogos lo llaman Wari y posteriormente Reinos y Confederaciones, Segunda diversificación regional y, también, el de constructores de ciudades.
Culturalmente los Pocras tienen manifestaciones resaltantes en su cerámica especialmente las de Conchopata y los epígonos Wari que se encuentran en Akuchimay y en el fundo Los Caballitos a las riberas del Piñawa, Tenería o Alameda contemporánea.
De origen proto-aymara y en su época de florecimiento se extendieron hasta la costa norte peruana asentándose en los valles de Jayanca y Pacora (actual Lambayeque); con posterioridad a la pérdida bélica ante los quechuas del Cusco, algunos grupos de la elite Pocora huyen hacia la selva nororiental del Perú donde construyeron varios asientos sobre todo en Lamas y Tarapoto.
El imperio Incaico, con la campaña militar de Pachacútec, una vez que venció a el ejército Pocra-Chanca, en territorio aledaño al Cusco, empezó a someter en primer lugar a los curacazgos vecinos y trató de anexar las regiones comarcanas con los Chancas como a los Soras, los Rucanas y los Pocras.
Pachacutec dejó la ciudad del Cusco a su hermano Lloque Yupanqui, mientras realizaba la campaña contra los Soras.
Luego salieron de la región de los Soras tres ejércitos, de los cuales uno, comandado por Apo Conde Mayta, cercaba a los Pocras en Vilcas, llegando hasta Parcos, situada al noroeste de la actual Huamanga. Ya estando en Parcos, somete a los Vilcas, Morochucos, Pocras e Iquichanos.
La conquista de la región Pocra fue cruenta, sin embargo conservaron los incas a una pequeña entidad «pacora» con su curaca Auka Simi que perduró hasta la época colonial hispana.
El Inca Pachacútec después de someter a los Rucanas – actualmente Lucanas -, se dirigió a Pocora, lugar de refugio de los pocras y los soras.
Como la resistencia era larga, trató de atraerlos con premios y privilegios, pero estos se burlaban de los emisarios incas arrojándoles piedras con sus huaracas.
Entonces Pachacutec pensó controlarlos con el desabastecimiento de agua y alimentos, así después de tiempo los pocras y los soras tuvieron que rendirse, prometiendo tributar y reconocer vasallaje al señor de Cusco.
Esta promesa no iba a ser cumplida por las diversas rebeliones de los pocras.
Desde entonces se conformaron las provincias incaicas de Parkos cuyo centro administrativo fue Paukaray (antiguo asiento de los Hanan Chancas), Guamanka (Pacora Quimpo) cuyo centro fuera Guaman Qocha (actual Quinua o Quimpo), Ankaras, Chukrupus y Rukanas cuyo centro administrativo fuera Vilcashuamán que este extenso territorio ya en la colonia fue dividido en Lucanas que no tuvo capital (lo fue muy tarde San Juan de Lucanas) y Vilcashuamán con la misma capital que existe hasta el día de hoy.
Los pocras eran diestros ceramistas, tallaban vasos de madera y ejercían el arte de la platería. Se aliaron con los chancas y los angaras durante la guerra contra los incas del Cusco.
Chanca 1,200 d.c – 1,438 d.c
Originarios de Huancavelica, sus fundadores fueron Uscovilca (fundador de Uran chanka) y Ancovilca (fundador de Hananmarca o Hanan Chanka), luego de asentarse y desarrollarse como cultura regional en el área de Andahuaylas, iniciaron su expansión hacia el siglo XIII, llegando a dominar los actuales departamentos de Ayacucho, Huancavelica y Apurímac, como aseguran E. González Carré (1982) y Lorenzo Huertas (1983).
Difundieron en Ayacucho el idioma puquina y desarrollaron una sociedad fuertemente militarizada.
Los chancas son célebres en la historia prehispánica, no sólo por haberse resistido a la dominación inca, sino por haberla desafiado hasta llegar a sitiar el Cusco en 1438, conducidos por el mítico cacique Anccu Huálloc.
Tras una prolongada guerra contra los incas en tiempos del Inca Pachacútec, el señorío chanca quedó desorganizado. Para no verse reducidos a la condición de vasallos del Inca, abandonaron sus fortalezas y poblados y migraron en gran número hacia el curso superior del río Urubamba.
En la época precolombina existerion dos parcialidades chancas con características pronunciadas:
-Los «Hanan» (alto) chancas o «reino de Parkos», sanguinarios guerreros, decían tener su origen (pacarina) en las lagunas de Choclococha hermanados por los «Choclopus» o «chocorvos» coloniales y Urcococha, ambas en el departamento de Huancavelica.
Su territorio inicial estuvo ubicado entre los ríos «Ancoyaco» (actual río Mantaro, también esta el actual distrito de Anco en Huancavelica a orillas del Río Mantaro), río Pampas(departamento de Ayacucho y Apurimac) y río Pachachaca (departamento de Apurimac), tributarios del río Apurímac.
Al expandirse, hicieron del área del «Ancoyaco ayllucuna» (familias del Ancoyaco) o familias del río Mantaro con su sede principal en «Paucará» (distrito de la actual provincia de Acobamba, Huancavelica).
Su capital fue Huaman Karpa («casa del halcón»), a orillas de la laguna Anori, a 35 km de Andahuaylas, en las riberas del río Pampas. Fueron vencidos por el Sapa Inca Pachacútec.
-Los «Urin» (bajo) chancas que se entregaron voluntariamente a los quechuas cuzqueños por lo que no fueron destruidos ni sometidos a los traslados territoriales forzosos (mitmacuna). Fueron conquistados por el inca Pachacutec.
El iniciador de la expansión de los chancas se llamó Uscovilca, y su momia se conservó con veneración en Huaman Karpa hasta los tiempos de los incas.
En 1438, el caudillo Hanan chanka «Anccu Hualloc» reunió 40.000 hombres de guerra y emprendió la conquista del Cusco. Avanzó victoriosamente hasta rodear la ciudad.
El inca Viracocha y muchos personajes de la nobleza huyeron en dirección al Collasuyo y cundió la desesperación hasta que el príncipe Cusi Yupanqui (autoproclamado Pachacutec) encabezó valerosamente la resistencia. Mientras lograba reunir aliados, ofreció la paz a los sitiadores, pero éstos rechazaron la oferta.
Una cruenta batalla fue librada en Yawarpampa («campo de sangre»), ganada providencialmente por los cusqueños mediante la llegada oportuna de fuerzas amigas.
Según los vencedores, murieron en Yawarpampa 22.000 chankas y 8.000 cusqueños. Anccu Hualloc fue herido y apresado. Los Hanan chankas fueron perseguidos hasta Antahualla (Apurímac). El líder de la defensa del Cusco asumió el poder como máximo soberano y fundó una nueva dinastía Inca.
Los restos arqueológicos más importantes son la fortaleza de Sondor, el Centro Metalúrgico de Curamba, el Inti Huatana en Uranmarca y los retos de “Inca Raqay”.
Cultura Tiahuanaco (Tiwanaco) 1,580 aC -1,187 dC
Se desarrolló a orillas del lago Titicaca, a 3,842 msnm., de origen Uru Puquina. Comprendía casi todo el altiplano denominado meseta del Collao hasta la costa del océano Pacífico por el oeste y el chapare por el este.
Su capital y principal centro religioso fue la ciudad de Tiahuanaco, se sitúa sobre la confluencia de los ríos Tiahuanaco y Katari. Su arquitectura monumental engloba características megalíticas y gobierno teocrático con manejo de manadas de auquénidos y avanzada ingeniería hidráulica. Fue el arqueólogo austríaco Arthur Posnanki (18731946) quien dio cuenta de la existencia de una red de canales subterráneos que cruzaban la ciudad de Tiahuanaco. Según el arqueólogo Oswaldo Rivera Shunt, encargado del Museo de Sitio Lítico Monumental de Tiahuanaco y Jefe del Centro de Investigaciones Arqueológicas del Lago Titicaca, no existe duda alguna sobre la existencia de canales subterráneos en Tiahuanaco. Estos recorren kilómetros y están clasificados en dos grupos.
El primer grupo de canales se encuentra a varios metros de profundidad y ha sido denominado “cloacas máximas” pues, según la arqueología tradicional, servían para drenar las aguas de la lluvia.
El segundo grupo de canales subterráneos fue construido en piedra y es el más numeroso ya que ya que su recorrido total se cuenta en miles de metros.
Los orígenes de la civilización Tiahuanaco se remontan a las tradiciones Chiripa/Qaluyo y Pukará.
Sus puntas de obsidiana relacionan con cultura Wankarani en Epoca I –II o periodo aldeano de 1548 aC. 34 dC; se convierte en gran urbe ceremonial en Epoca III-IV del 45-700 dC., con dos centros ceremoniales Akapana y Puma Punko: finalmente, Epoca V del 700 – 1,187 dC., expansiva gracias al dominio del bronce llega a Atacama, cerro Baul, Moquegua y Tacna con relación económica e ideologica Wari; Aguada, Argentina y Cochabamba. Al declinar junto con Huari, surgen estados aimaras colla y lupaca.
Religión
El denominado «Dios de las Varas» o Wiracocha de los tardíos incas.
Se tiene evidencia que los ritos tiahuanacotas fueron de mucha complejidad y asociados al consumo de
sustancias alucinógenas, como hojas de coca, semillas de anadenanthera o el parica y que eran consumidas en tabletas; asimismo, realizaban sacrificios humanos.
Ésta ciudad se caracteriza por las plataformas, patios hundidos y pirámides escalonadas.
En la ciudad destacan la pirámide de Akapana, el Puma punku, Kalasasaya, templete semisubterraneo, Kori Kala y Putuni, aunque también tiene construcciones menores como Chunchukala, Laka Kollu y la Karana.
Algunas obras maestras de la escultura tiahuanacota lo componen la Puerta del Sol, los monolitos de Ponce, el fraile y Benett, las cabezas clavas y algunas estelas.
Maria Scholten, defiende la teoría de la llamada ruta de Wiracocha que sostiene que el culto al dios de los báculos, pasó de Tiahuanaco a la cultura Chavín y continuó en algunas culturas de la costa peruana, lo cual refuerza la hipótesis de la historia alternativa peruana.
La historia tradicional no llega aún a explicar como pudieron cortarse tan perfectamente los bloques de piedra de Puma Punku (que presentan diseños geométricos nunca antes vistos en la región), no sabemos con exactitud donde estuvieron situadas las extrañas estatuas de esta cultura. Tampoco sabemos, a ciencia cierta, la antigüedad y el significado de la llamada “Puerta del Sol” y es un enigma el funcionamiento del enorme complejo arquitectónico de Kalasasaya.
Sin embargo, el Dr. Zecharia Sitchin sostiene en su audaz y revolucionaria hipótesis de historia alternativa, que hay relación entre la cultura sumeria de los hititas, que pasaron de Tiahuanaco a Chavín, para luego terminar su recorrido en la pampa de Nazca.
Una evidencia seria lo emisarios alados que acompañan al dios Teshub que aparecen en la portada del sol acompañando al dios Wiracocha, que seria el mismo Teshub.
“La mitologia… básicamente refleja un recuerdo de eventos pasados”, declaro el Dr. Zecharia Sitchin.
IMPERIO INCA (1,438-1,533 dC)
Cultura Inca
La civilización inca es la cima de la civilización andina, floreció entre los siglos XV y XVI.
El término «inca», que originalmente significaba «jefe» o «señor» y que era el título dado al monarca (Sapa Inca) y a los nobles de sangre imperial, acabó por designar globalmente al pueblo o etnia que forjó esta gran civilización.
Los incas extendieron su área de dominio en la región andina abarcando grandes porciones territoriales de las actuales repúblicas de Perú, Bolivia y Ecuador, así como partes de Argentina, Chile y Colombia.
Tomaron de los diversos pueblos o naciones anexados (unos 200) muchas expresiones culturales y la adaptaron a su realidad estatal, difundiéndolos en todo el territorio de su imperio y dándoles un sentido de unidad cultural.
Todo ello pudieron lograrlo gracias a una acertada organización política y administrativa.
La historia de la formación del Imperio Inca ha sido reconstruida con dificultad, ya que los pueblos andinos carecían de una escritura propiamente dicha.
Los cronistas españoles recogieron noticias histórico-legendarias, de boca de algunos nobles incas.
Cultura Inca (1,438-1,533 dC)
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NOMBRE | UBICACIÓN | CONQUISTADOR | ANTIGÜEDAD | IMPORTANCIA |
Cultura Inca | Cusco | Francisco Pizarro | 1,438-1,533 dC | Expansión de 4 suyos |
Imperio Inca (1,438-1,533 dC) Origen
Existen dos leyendas que explicarían el origen de esta civilización y fueron recogidas de fuentes orales de primera mano, los orejones y otros miembros de la familia imperial por el español Juan Diez de Betanzos (marido de la ñusta Angelina, hermana del Inca Atahualpa); así como, el Inca Garcilaso de la Vega (hijo de un conquistador español y de la ñusta Isabel Chimpu Ocllo, nieta del Inca Túpac Yupanqui).
Tanto Betanzos como Garcilaso vivieron en el Cusco en los primeros años de la conquista española, además de que ambos estaban emparentados con los últimos incas; lo que hace de sus leyendas, tradiciones muy significativas para el estudio de este linaje.
a) La leyenda de Manco Cápac y Mama Ocllo
Evoca evoca una migración de etnia puquina a finales del siglo XII, escapando de la destrucción de Taipicala (Tiahuanaco) por tribus de Coquimbo y Tucumán, por efecto del periodo frío; es un peregrinaje lento que en 20 años apenas cubrió 50 kms. En la que Manco Cápac y Mama Ocllo, salidos dela Isla del Sol, se establecen en Cusco donde se hunde su cetro de oro.
b) Leyenda de los Hermanos Ayar
Los 4 hermanos Ayar: Ayar Uchu, Ayar Cachi, Ayar Manco y Ayar Auca, acompañados por sus cuatro hermanas, Mama Ocllo, Mama Huaco, Mama Ipacura o Cura y Mama Raua salen de una cueva llamada Pacaritambo, en el cerro Tambotoco, buscando un lugar apropiado para establecerse.
Los hermanos se deshacen de Ayar Cachi, por temor de sus poderes mágicos, y con engaños lo encierran en una cueva, continuando su búsqueda y llegan a Quirirmanta, en el que decidieron que Ayar Uchu debía permanecer en dicho lugar transformado en una huaca llamada Huanacauri y finalmente en Guaynapata, Manco Capac hunde satisfactoriamente una vara de oro determinando el asentamiento definitivo.
Ayar Manco ordenó a Ayar Auca que volaba en los aires, ir a poblar el paraje indicado por la vara, pero al pisar el suelo se convirtió en huaca de piedra, y ordeno a Ayar Manco llamarse, Manco Cápac y al lugar en que se establece como Cusco.
Ubicación geográfica
Límites del imperio incaico: por el norte llegaba hasta Pasto (Colombia) y por el sur hasta Talca (Chile), en el río Maule.
Fue la región andina, debido a la presencia de la cordillera de los Andes, se caracteriza por la diversidad de su ecología: costas desérticas, parajes tropicales, altiplanos secos y fríos que a simple vista parecen uno de los ambientes menos propicios para la vida del hombre.
Sin embargo, los hombres que la habitaron han demostrado a lo largo de muchos siglos, ser capaces no sólo de sobrevivir en tales circunstancias, sino también de dominar el medio geográfico y de crear una serie de civilizaciones florecientes.
La más famosa de ellas fue el imperio incaico, que ocupó un vasto territorio de América del Sur, que comprende los actuales o partes de los territorios de las Repúblicas de Perú, Ecuador, occidente de Bolivia, norte de Argentina, norte de Chile y el sur de Colombia.
También dominaron el mar; posiblemente llegando hasta la Oceanía, Polinesia.
Los cuatro suyos fueron los siguientes:
Chinchaysuyo, Contisuyo, Antisuyo y Collasuyo, cada uno de esos territorios se encontraba gobernado por el Apo Suyo que lo hacía en nombre del Emperador (Sapa Inca).
Los suyos se dividían en huamanis dirigidos por Tocricots (Apunchicks).
Organización política inca
El gobierno imperial era de tipo monárquico teocrático y la máxima autoridad era el Sapa Inca, aconsejado por el consejo imperial.
El gobierno de cada suyo (región administrativa) estaba a cargo de un Suyuyuc Apu, que actuaba como virrey.
Inca.
Es el nombre que se daba a los soberanos precolombinos de Cuzco.
Los Incas eran grandes conquistadores, su imperio estaba ubicado en América del sur.
Para poder administrar mejor un territorio tan extenso, los Incas lo dividieron en cuatro regiones que partían desde la capital, Cuzco significaba «ombligo». Chinchasuyu, Antisuyu, Contisuyu y Collasuyu. Estas zonas se dividían en provincias y ciudades, compuestas por «ayllus».
La «Capac cuna» era la lista oficial de gobernantes de la civilización incaica. En total, fueron doce los soberanos incaicos.
Imperio legendario; periodo sin expansión:
1200 – 1230: Manco Cápac
1230 – 1260: Sinchi Roca
1260 – 1290: Lloque Yupanqui
1290 – 1320: Mayta Cápac
1320 – 1350: CápacYupanqui
1350 – 1380: Inca Roca
1380 – 1400: Yáhuar Huácac
1400 – 1438: ViracochaInca
Imperio histórico; periodo de crecimiento del imperio:
1438 – 1471: Pachacútec
1471 – 1493: TúpacYupanqui
1493 – 1525: Huayna Cápac
1525 – 1532: Huáscar
1532 – 1533: Atahualpa
Consejo imperial
El máximo organismo dedicado a la asesoría del soberano incaico. Integrado por ocho personas:
- Los gobernadores de los suyus (suyuyuq).
- El príncipe heredero (auqui). La tradición del auqui fue instaurada por Pachacútec Inca Yupanqui y Túpac Yupanqui fue el primer auqui.
- El sumo sacerdote (Willaq Umo).
- Un amauta (hamawt’a).
- El general del ejército imperial (Apuskipay).
Organización social.
La sociedad en el incanato estuvo organizada a base de clases, pero no con el propósito de establecer rigurosas diferenciaciones ni con la finalidad de conceder privilegios a sólo algunos de sus componentes sino con el propósito del bienestar social, sólo así se explica la unidad lograda por el imperio.
La sociedad inca, fue jerárquica y rígida. Existieron grandes diferencias entre las clases sociales, siendo estas diferencias respetadas por todos los habitantes del Imperio. Las clases jerarquizadas formaban una pirámide donde el inca, con todo el poder, se encontraba en la cúspide, mientras que el pueblo, que era la gran mayoría, constituía su base social.
1. El ayllu.
La palabra «ayllu» de origen quechua y aimara significa entre otras cosas: comunidad, linaje, genealogía, casta, género, parentesco.
Puede definirse como el conjunto de descendientes de un antepasado común, real o supuesto que trabajan la tierra en forma colectiva y con un espíritu solidario.
El «ayllu» fue la base y el núcleo de la organización social del imperio.
Los ayllus creían que descendían de un antepasado común, por lo cual los unían lazos de parentesco.
Este antepasado podía ser mítico o real; y en todos los casos, los ayllus, conservaban un «mallqui» (momia) al cual rendían culto y por medio del cual daban sentido a sus relaciones.
Un ayllu poseía ganado, tierras y agua al que todos sus miembros tenían derecho siempre y cuando cumplieran obligaciones establecidas entre los miembros.
Cada ayllu manejaba el tamaño de sus «tupus» (unidad de medida de la tierra), cada «tupu» entregado debía ser trabajado para no perder el derecho sobre la tierra.
En la actividad agrícola los miembros del ayllu se ayudaban mutuamente; el hecho de pertenecer al ayllu les daba derecho a recibir ayuda en el caso que su propia familia nuclear no fuera suficiente; esta ayuda generalmente se daba en tiempo de cosecha, siembra o en la construcción de las viviendas de los recién casados; en estos casos entraba en juego el «principio de reciprocidad» que obligaba a devolver la ayuda prestada.
En el caso del curaca (jefe del «ayllu»), podía pedir ayuda para pastar su ganado o trabajar la tierra. Éste estaba obligado a brindar comida y chicha a los que lo ayudasen pero no estaba obligado a devolver la ayuda, por lo cual existía una reciprocidad asimétrica con éste.
1. Clases sociales en el imperio incaico:
La sociedad Inca, fue jerárquica y rígida. Existieron grandes diferencias entre las clases sociales, siendo estas diferencias respetadas por todos los habitantes del imperio.
Las clases jerarquizadas formaban una pirámide donde el Inca, con todo el poder, se encontraba en la cúspide (plana), mientras que el pueblo, que era la gran mayoría, constituía su base social.
En el imperio existían dos linajes principales, Hanan Cuzco y Hurin Cuzco, de los cuales provenía el Sapa Inca o monarca.
Cada vez que un inca moría había inestabilidad política entre estos dos linajes y la descendencia del último monarca por el poder.
Cuando se instituía al nuevo inca, éste conformaba un nuevo linaje propio o panaca.
Hubo al menos una docena de panacas en el imperio, cuyos miembros tenían varios privilegios.
Realeza
- Inca
- La Coya: Esposa del Inca
- El Auqui: Hijo del Inca y heredero.
Nobleza
- Nobleza de Sangre: Eran los restantes miembros de las Panacas (parientes del anterior inca).
La nobleza de sangre en el imperio incaico se estima al momento de su caída en más de 10.000 individuos repartidos en diferentes partes del territorio, que cumplían funciones administrativas y militares.
Parte de las estrategias utilizadas por los incas para someter a otros pueblos, luego de enfrentamientos militares, era establecer alianzas matrimoniales entre los caciques locales y las hijas o concubinas del inca a modo de crear lazos que permitieran la pacífica ocupación.
También era habitual que el cacique entregara a sus hijas al Inca, las que se enviaban directamente al Cuzco para formar parte de su harén.
- Nobleza de Privilegio: Personas que destacaron por sus servicios; Sacerdotes, Acllas y Altos jefes.
Ayllu
- Hatun Runa: Tributarios (campesino).
- Mitmaqkuna o mitimae: Grupos trasladados para colonizar nuevas regiones enseñando a los pueblos nuevas costumbres.
- Yanas: Servidores del Inca y del imperio.
- Pinas: Prisioneros de guerra dependientes del Inca que no eran escogidos como Yanaconas.
3. Las panacas
Las panacas eran linajes o elites de descendientes directos de un inca reinante, excluyendo el sucesor y conservaban la momia del inca fallecido, al igual que sus memorias, quipus, cantares y pinturas en recuerdo del finado de generación en generación.
Tuvieron un rol en la política del incanato y sus alianzas y enemistades fueron cruciales para la historia de la capital inca.
Una nota curiosa acerca de las panacas, es que si se le añaden las panacas tradicionales, se obtiene un total de 8 panacas por cada dinastía, el cual es un número frecuente en la organización andina de los ayllus por ser un múltiplo de la dualidad y de la cuadruplicación
4. Hatun runa
Eran el grueso de la población que iniciaba su servicio al estado con la mayoría de edad, de ahí su significado «hombre mayor».
Eran la población común del imperio incaico que estaban dedicados a las actividades de Servicios (guerra, servicio al estado) o producción (ganadería, agricultura, pesca y artesanía); eran la fuerza de trabajo.
5. Los Mitmaqkuna o mitimaes
Fueron pobladores que eran trasladados a otras regiones junto con sus familias y bajo el mando de su jefe étnico, estas poblaciones permanecían en territorios alejados por un tiempo determinado cumpliendo tareas asignadas por el estado o por sus mismos jefes. Los mitimaes mantenían lazos de reciprocidad y parentesco.
Según las crónicas, los «mitmaqkuna» mantenían sus vestidos y tocados utilizados en sus pueblos de origen, además se trasladaban llevando consigo sus bienes.
Se trataba de poblaciones trasplantadas con el objetivo de producir bienes que luego serían redistribuidos.
En algunos casos la población era trasladada como muestra de confianza y en otros como castigo; la diferencia radicaba en las condiciones de vida de unos y otros (castigados y premiados).
Cieza de León afirma que existieron miembros de la élite cuzqueña que fueron trasladados con sus familias para enseñar el idioma y tradiciones incaicas, estos eran elegidos como muestra de confianza y se les daba «chacras», casas, dádivas, objetos de lujo, honores e incluso mujeres en señal de recompensa por tener que viajar lejos del Cuzco.
6. Yanakunas
Los «yanakuna» eran poblaciones extraídas de su grupo étnico para labores específicas
Escogida por sus habilidades para prestar un servicio especial, se documentan grupos yanakuna llevados desde Chan Chan al Cuzco para sus servicios metalúrgicos, así como grupos Cañaris trasladados al valle de Yucaypara el cultivo del maíz para la alimentación directa de las panacas cuzqueñas.
Había, «yanas» al cuidado de las momias de los soberanos incaicos; asimismo el sol y las huacas tenían «yanas» a su servicio; como los yanas al cuidado de las huacas de «Huanacaure» y «Huarochirí»).
ORGANIZACIÓN ECONÓMICA.
El quipu permitió administrar los recursos buscando la repartición equitativa de estos productos entre la población.
El trabajo para la producción redistributiva era rotativo (mita) y era entregada periódicamente por los ayllus del imperio incaico.
La base de la economía fue la agricultura; las tierras eran comunales. Cada familia tenía sus tierras para cultivarlas y alimentarse. Las familias más numerosas, recibían mayor cantidad de tierras.
8. La tenencia de la tierra
La tenencia de la tierra era un derecho que los pobladores tenían por pertenecer a un determinado grupo étnico.
Los curacas repartían la tierra de acuerdo a las necesidades de los individuos y sus familias.
La unidad de medida era el «tupu», pero las dimensiones del «tupu» podían variar de acuerdo al rendimiento de la tierra.
De acuerdo a esto una unidad doméstica recibía 1 1/2 tupu, al nacer un hijo varón se les asignaba un tupu adicional y si nacía una mujer se les asignaba 1/2 tupu adicional; si los hijos se casaban, los tupus adicionales se les retiraba a la familia.
Existió una marcada diferenciación entre las tierras del estado y las destinadas al culto, éstas eran administradas independientemente y sus cosechas eran almacenadas por separado.
Inti, Mamaquilla, Chuquiilla, Pachamama tenían tierras asignadas a su culto, así como también los santuarios de los antepasados míticos como Huanacaure; además el estado, en muchos casos, asignó tierras a las deidades de las etnias conquistadas.
La mano de obra para el trabajo de las tierras estatales y de culto se obtuvo de la mita.
9. Los mercaderes
Mercaderes que hacían «trueque» (intercambio). Existieron dos grupos de tratantes de importancia los llamados «tratantes chinchanos» y los «tratantes norteños».
Los chinchanos tenían dos rutas, una ruta marítima en la que iban hacia al norte en balsas llevando cobre y trayendo mullu, esta ruta llegaba hasta Manta y Portoviejo, existió otra ruta terrestre que se dirigía desde Chincha hacia el Cuzco.
10. Agricultura
Al ser los Andes una sociedad predominantemente agrícola, los incas supieron aprovechar al máximo el suelo, venciendo las adversidades que les ofrecía el accidentado terreno andino y las inclemencias del clima.
La adaptación de técnicas agrícolas, como es el manejo de los pisos ecológicos que ya se empleaban con anterioridad en distintas partes, permitió a los incas organizar la producción de diversos productos, tanto de la costa, sierra y selva, para poder redistribuirlos a pueblos que no tenían acceso a otras regiones.
Los logros tecnológicos, alcanzados a nivel agrícola, no hubieran sido posibles sin la fuerza de trabajo que se encontraba a disposición del Inca, así como la red vial puentes y chasquis, que permitía almacenar adecuadamente los recursos ya cosechados y repartirlos por todo su territorio.
En el laboratorio andino de Moray, en Maras. Urubamba, nuestros antepasados en un sistema concéntrico de andenerías que reproduce los climas de pisos ecológicos distribuidos naturalmente sobre unos 1,000 metros verticales, encasillaron dentro de solo 27 metros verticales de andenes ; ahí se investigaba, se simulaban y reproducían los climas equivalentes a encima de unos 3,000 msnm.
Se producía y planificaba, para una redistribución del excedente disponible y/o mano de obra en caso de fluctuaciones extremas del clima en la sociedad o en el medio ambiente.
De esta manera se lograba la autosuficiencia para la vida en cada territorio produciendo cada piso lo necesario para existir y el excedente para
intercambio o trueque con los otros pisos ecológicos de manera complementaria y autosostenida. Igualmente, en Tipón, Cusco se tenía un laboratorio hidráulico para el manejo eficiente del agua.
11. Herramientas agrícolas
Taklla o chaquitaclla, que es un palo puntiagudo, con una punta un tanto encorvada, que a veces era de piedra o de metal. Antes de su terminal tenía esta herramienta otro palo transversal, el agricultor apoyaba su pie para hundirlo en la tierra y luego hacer el surco. Adecuado para suelo arcilloso y ubicado en laderas.
12. Fertilizantes
Un primer abono consistía en enterrar junto con los granos, pequeños peces como sardinas o anchovetas.
Guano de Las Islas y de cuy (Cavia porcellus), utilización del del mantillo de hojas caídas de los huarangos utilizadas para mejorar los suelos. Empleaban calizas para mejorar el PH de los suelos de los andenes.
13. Los andenes
Los incas tuvieron una especial preocupación por encontrar formas para mejorar las condiciones del suelo y retener el agua de lluvia para la agricultura.
La variedad del clima y del territorio difícil, los llevaron a buscar soluciones diversas, y fueron muchas las formas que encontraron para hacer frente al problema.
Entre las medidas más conocidas se encuentran la construcción de andenes, que durante el gobierno incaico se le dio una gran importancia.
Aunque demandaban movilizar grandes cantidades de mano de obra, que el estado incaico podía realizar con relativa facilidad.
Los andenes son terrazas agrícolas artificiales que sirven para obtener tierra útil para la siembra en las escarpadas laderas andinas.
Permitían aprovechar mejor el agua, tanto en lluvia como en regadío, haciéndola circular a través de los canales que comunicaban sus diversos niveles, con esta medida evitaban al mismo tiempo la erosión hidráulica del suelo. Utilizaban lajas de color negro que acumulan calor y en la noche liberan calor para controlar el frio mediante el riego
Regulaban el pH con roca caliza que libera residualmente la cal y utilizaban el abono orgánico de Guano de Islas, estiércol de cuy y otros.
En periodos fríos, debían bajar a valles calientes e intermedios, a falta de tierras hacia andenes.
Los andenes no sólo servían para el cultivo del maíz, sino para el cultivo de diferentes productos agrícolas, y aún para diferentes usos: para sembríos, para evitar la erosión, para el lavado de la sal mineral, etc.
14. Los camellones o Waru waru
Eran terrenos artificiales construidos en las riberas del lago Titicaca, que permitían almacenar y aprovechar mejor el agua en lugares de frecuentes inundaciones a causa de las lluvias. Usaron una serie de técnicas agrícolas en los camellones, entre ellas, el trazado de surcos artificiales para dar protección a las plantas, facilitar el drenaje durante las lluvias, inundaciones, riego, como fuentes de abono y, especialmente, para disminuir el crudo frío nocturno en las alturas, evitando de este modo las heladas.
15. Sistemas de riego
Los conocimientos hidráulicos -canales y bocatomas-, permitieron la irrigación y el cultivo, especialmente del maíz.
El litoral peruano se caracteriza por sus dilatados desiertos cortados por ríos que bajan por las serranías y cuyos caudales permiten el surgimiento de la agricultura.
Los costeños fueron los mayores ingenieros hidráulicos pues se perfeccionaron y lograron métodos bastante sofisticados de irrigación, sobre todo los mochicas y más tarde los chimú.
En el Cuzco se canalizaron los dos riachuelos que atraviesan la ciudad, empedrando sus cauces y estableciendo puentes peatonales. En Tipón se tenía un centro de manejo del agua para irrigación.
La importancia de las obras hidráulicas se manifiesta en los numerosos mitos que cuentan los orígenes de dichas obras.
16. Productos agrícolas
Junto con la ganadería, la agricultura representó la base de la economía incaica.
Las poblaciones que habitaron el área andina lograron domesticar y aclimatar una gran variedad de productos a diversas condiciones, sacando provecho de terrenos considerados difíciles para la producción agrícola.
El principal producto que cultivaron era la papa, con la cual preparaban diferentes tipos de chuño; también otros tubérculos como la mashua, el olluco y la oca.
El maíz era considerado un recurso de tipo suntuario que otorgaba prestigio y era cultivado con fines burocráticos, militares y ceremoniales.
En la costa cultivaron el camote, frijol, etc.
17. Ganadería
En los Andes prehispánicos, los camélidos desempeñaron un rol verdaderamente importante en la economía.
Particularmente fueron la llama y la alpaca (los únicos camélidos domesticados por el hombre andino) las que, criadas en hatos de gran escala, fueron utilizadas para diferentes propósitos dentro del sistema de producción de los incas. Igualmente, fueron utilizadas otras dos especies de camélidos sin domesticar: la vicuña y el guanaco.
La primera de estas era cazada mediante los chacos (cacerías colectivas) para ser esquiladas (con herramientas de ganadería como piedras, cuchillos, hachas de piedra y hachas de metal como cobre) y luego puestas en libertad; así se aseguraban que su cantidad se mantuviese.
Los guanacos en cambio, eran cazados por su carne, que era muy apreciada.
Los cronistas señalan que se comía la carne de todos los camélidos, pero debido a las restricciones que existían para su matanza su consumo debió haber sido todo un lujo.
Probablemente la población tenía acceso a carne fresca sólo en el ejército o en ocasiones ceremoniales, cuando se hacía una amplia distribución de los animales sacrificados.
18. TRABAJO
La economía del Imperio Inca se basó principalmente en la agricultura, motivo por el cual pusieron el mayor énfasis en esta actividad Economía los incas utilizaron diferentes zonas productivas.
Como estas áreas estaban determinadas por la altura a la que se encontraban, se llamó a este sistema control vertical ecológico de la producción. Esto les permitió contar con una gran variedad de productos que aseguraban su subsistencia.
El trabajo era colectivo, pues siempre lo hacían con la intervención de todos los miembros de la comunidad o ayllu, los mismos que se ayudaban mutuamente unos a otros. Modalidades de trabajo comunitario eran la mita, el ayni y la minca.
Las cuatro zonas productivas eran: La sierra, la Puna, la costa y la ceja de selva.
El trabajo representó la principal actividad del imperio incaico y presentó las siguientes formas: mita, minca y ayni.
Mita:
Era un sistema de trabajo a favor del Estado, donde se movilizaban multitudes de indígenas a trabajar por turno de tres meses en labores de construcción de caminos, puentes, fortalezas, centros administrativos, templos, acueductos, explotación de minas, etc.
Existía una mita para servicios especiales como las labores de cargueros del Sapa Inca, músicos, chasquis y danzantes, los obligados a cumplir esta labor eran los adultos hombres casados, pero no las mujeres, comprendían entre los 18 y 50 años.
Minca, minka, o minga,
Es el trabajo que se realizaba en obras a favor del aylluy del Sol (Inti), una especie de trabajo comunal en forma gratuita y por turno, era una forma de beneficio para el Estado, donde concurrían muchas familias portando sus propias herramientas, comidas y bebidas.
Las familias participaban en la construcción de locales, canales de riego, así como la ayuda en la chacra de las personas incapacitadas huérfanos y ancianos.
Cuando el ayllu convocaba al trabajo de la minca, nadie se negaba, pero las personas que no asistían al trabajo eran expulsados del ayllu y perdían su derecho a la tierra.
Ayni
Era un sistema de trabajo de reciprocidad familiar entre los miembros del ayllu, destinado a trabajos agrícolas y a las construcciones de casas.
El ayni consistía en la ayuda de trabajos que hacía un grupo de personas a miembros de una familia, con la condición que esta correspondiera de igual forma cuando ellos la necesitaran, como dicen: «hoy por ti, mañana por mi» y en retribución se servían comidas y bebidas durante los días que se realicen el trabajo.
Esta tradición continúa en muchas comunidades campesinas del Perú, ayudándose en las labores de cocina, pastoreo y construcción de viviendas.
19. MANIFESTACIONES CULTURALES DE LOS INCAS
A. Religión.
La religión estuvo constantemente presente en todos los ámbitos de las labores incaicas. En las leyendas de formación del imperio incaico, se percibe una marcada diferencia sexual entre hombre y mujer. Eran politeístas, destacando el culto al «Dios Sol». B. Cosmovisión.
Según la mitología incaica, existían tres mundos diferentes, los cuales habían sido creados por el dios incaico Viracocha (también conocido como Wiracocha o Huiracocha).
La división se hacía de la siguiente manera:
- Hanan Pacha (mundo de arriba, celestial o supraterrenal): Masculino, era mundo celestial y sólo las personas justas podían entrar en ella, cruzando un puente hecho de pelo. En la tradición andina se definió al Hanan Pacha como el mundo superior donde habitaban los dioses como Viracocha, Inti, Mama Quilla, Pachacamac, Mama Cocha, etc.
- Kay Pacha (mundo del presente y de aquí): en la cosmovisión andina, Kay Pacha es el nombre del mundo terrenal, donde se unen el Hanan y Uku pacha, donde habitan los seres humanos y pasan sus vidas.
- Uku o Urin Pacha (mundo de abajo o mundo de los muertos): Femenino, en la mitología andina, Uku Pacha era el mundo de abajo o mundo de los muertos, de los niños no nacidos y todo lo que estaba debajo de la superficie de la tierra o del mar.
Las fuentes, cuevas u otras de las aberturas de la superficie terrestre eran consideradas líneas de comunicación entre el Ulu Pacha y el Hay Pacha.
Un rectángulo de 4 partes, cuyas esquinas van determinadas por los solsticios; es decir por los extremos norte y sur, de los horizontales poniente y oriente, por donde entra y sale el sol. Solsticios asociados a siembra y cosecha.
Ushno
Los asentamientos incas «se organizaban en torno a una gran plaza – en algunos casos podía ser más de una – a partir de la cual se distribuían los edificios y se construía la infraestructura de representación estatal como las kallankas (edificios públicos), las canchas (recintos en torno a un patio), los templos del Sol y los ushnus».
Este modelo se repetía en las distintas provincias y, aunque las formas arquitectónicas podían presentar una gran variabilidad, lo importante era que el significado y las funciones debían replicarse en cada uno de estos lugares.
El Ushno, era la plataforma de observación y su función consistió esencialmente en «un sistema de drenaje». Este se construía ya sea con «un pozo en el suelo, un canal o un caño, que permitía conectar el mundo de aquí (kay o al medio), con el mundo de abajo, de los ancestros (Uku pacha)».
A este lugar, los Incas llevaban sus ofrendas, las cuales podían consistir en agua y
«chicha». «Pero también podían ofrendarse piedras rodadas, conchas y otros objetos especiales, generalmente relacionados con las lluvias, los ríos, los rayos y el ciclo hidrológico en general», señaló en su descripción.
«Asociado al pozo, podía haber una piedra redonda, grande y que podía estar cubierta de metal (oro)».
Según, los cronistas señalan que esta piedra sagrada servía para “amarrar el Sol”, en alusión a que a través de ella se establecían conexiones con las divinidades más importantes, El Sol, La Luna e Illapa (el rayo), pertenecientes al mundo de arriba (Hanan)».
Gracias a estos elementos se producía un eje de conexión con los tres mundos concebidos por la cosmología andina, constituyéndose el ushnu en el lugar más sagrado del asentamiento y del paisaje incaico.
Cada 18 de agosto, día en que el sol y la luna se ponen en oposición, el uno en cenit y el otro en nadir, en esa fecha el sol pasaba directamente por encima del Ushno, mientras que a la medianoche pasaba la luna.
Para sus ceremonias y actividades políticas relacionadas al Ushnu, los Incas usaban un conjunto de utensilios de cerámica.
Cosmovisión
Es lo más simple que hay: es sólo adaptación a la realidad de la peculiar naturaleza andina, requisito indispensable para seguir viviendo. Es superar la aparente contradicción de opuestos mediante la complementación y recreación.
El sí y el no se supera con el quizás si quizás no del equilibrio. Asi el pasado condiciona el futuro.
Es simple, capaz de autoregularse y proyectarse al infnito, en un proceso cíclico de cambios dia—Noche—Noche—Dia, C. Dioses incaicos.
Inti:
Era el dios sol y dios supremo, el cual ejercía la soberanía de la actualidad en el plano divino (Hanan Pacha). Igualmente era hijo del dios sol del mundo antiguo (Ñaupapacha) y reinaba sobre el ser humano en el mundo actual (Kaypacha).
Inti era la divinidad popular más importante del imperio incaico siendo adorado en varios santuarios.
Se le entregaban ofrendas de oro, plata y ganado, así como las llamadas Vírgenes del Sol.
También se le hacían ofrendas humanas en el mes de los Capac hucha, la cual muchas veces consistía en reos de muerte, como dios más importante.
Mama Quilla
Era la madre luna y esposa de Inti. Madre del firmamento, de ella se tenía una estatua en el Templo del Sol, en el que una Orden de Sacerdotisas le rendía culto.
Los antiguos moche a diferencia de los incas, consideraban a la Luna la deidad principal.
Pacha Mama
Llamada también Madre Tierra ya que era la encargada de propiciar la fertilidad en los campos. Se le tributaban ofrendas o pagos.
Pachacámac
Era una reedición de Viracocha, el cual era venerado en la Costa Central del imperio incaico. Era conocido como el dios de los temblores.
Mama Sara
Era la Madre Maíz o del alimento, la más importante de las conopas (representaciones religiosas) de los alimentos junto con la coca y papa.
Mama Cocha
Madre del Mar, a quien se le rendía culto para calmar las aguas bravas y para la buena pesca.
Era la madre que representaba todo lo que era femenino.
D. Arquitectura.
La arquitectura incaica se caracteriza por la sencillez de sus formas, su solidez, su simetría y por buscar que sus construcciones armonicen el paisaje.
Dominio de maqueta a escala y reproductiva de perfiles de animales en sus ciudades y planificación siguiendo la diagonal de la Chacana.
El principal material utilizado fue la piedra.
Los constructores incaicos desarrollaron técnicas para levantar muros enormes, verdaderos mosaicos
Formados por bloques de piedra tallada que encajaban perfectamente, sin que entre ellos pudiera pasar ni un alfiler.
Se sabe que los mejores talladores de piedra eran collas, provenientes del Altiplano y que muchos de ellos fueron llevados al Cuzco para servir al estado.
Inka Punkö
Simboliza el Aprender y Practicar los nuevos conocimientos, es decir saber y dominarlos.
Para cruzar esta puerta antes debe haber existido una decisión firme de vencer los obstáculos y estar animado de un profundo amor a nuestros semejantes (solidaridad con el mas necesitado).
El pórtico conductor de la Vida Eterna (Wiñay Pacha Kawsayman Pusaq Punku) En un proceso causal, que lleva de un tronco supremo posterior a un tronco supremo anteriory se determina que:
“La vida proviene de la practica de la verdad, honradez y el trabajo”
“La muerte proviene de la mentira, robo y ocio”
“La evolución proviene de la practica de la instrucción, el cambio y la liberacion”
“La involución proviene de la impotencia, pasividad y sumision”
Por eso de nosotros depende la vida o la muerte, así como la evolución o la involución de nuestras “federaciones”.
Estas sentencias en la época de los gobernantes incas eran pronunciadas a manera de evocaciones o invocaciones al inicio y al finalizar toda labor manual y/o intelectual.
Como se puede apreciar, en las comunidades campesinas siguen vigentes y actuantes los pensamientos, sentimientos y las acciones ancestrales; a pesar de la alteración y alienación de esas nacionalidades.
E. Cerámica
La cerámica incaica se caracteriza por su producción en masa, utilización de moldes que permitieron difundir una producción sumamente estandarizada.
Sus colores se caracterizan por el uso intensivo de diferentes tonos de marrón y sepia, además del rojo, negro, blanco, anaranjado y morado, que producían una gama relativamente variada de combinaciones.
Se aprecia en la alfarería incaica la predilección por los diseños geométricos, predominando los rombos, barras, círculos, bandas y triángulos.
Las formas típicas son el aríbalo y los queros, aunque estos últimos existieron desde el Horizonte Medio y fueron confeccionados también en madera y metal.
Se movilizaron vasijas de estilo local y se las hizo circular por todo el territorio, fusionándose de esta manera las diferentes técnicas existentes.
F. Escultura
Los trabajos pétreos con representaciones zoomorfas de auquénidos, y Fito morfas, mazorcas de maíz, que son conocidas como conopas y a numerosos cuencos y recipientes llamados popularmente morteros.
El arte incaico se caracterizó por la sobriedad, la geometría y la síntesis, tendiendo más a lo práctico y funcional que a lo formal.
G. Pintura
La pintura como expresión estética se manifestó en murales y mantos.
Los murales pintados se aplicaban sobre paredes enlucidas con arcilla empleando pintura al templo, técnica diferente a utilizada para las pinturas rupestres.
En la época moche se usó pinturas murales y de alto relieve de barro como los
Otro renglón dentro del arte pictórico fue la realización de una suerte de mapas pintados que representaban un lugar o una región.
H. Orfebrería y metalurgia
El área andina de Perú, Bolivia y Ecuador fue la cuna de la metalurgia a nivel sudamericano y surgió sin ninguna influencia proveniente del Viejo Mundo.
Existieron dos centros metalúrgicos uno en la zona del altiplano peruano – boliviano y otro en la costa norte en la región Mochica-Lambayeque.
La economía inca se basó en la agricultura que desarrollaron mediante técnicas avanzadas, como las terrazas de cultivo llamados andenes para aprovechar las laderas de los cerros, así como sistemas de riego heredados de las culturas pre incas.
Los incas cultivaron maíz, maní, yuca, papa,frejoles, algodón, tabaco y coca, entre otras. Las tierras eran propiedad comunal y se trabajaban en forma colectiva.
Desarrollaron también una ganadería de camélidos sudamericanos (llamas y alpacas).
Por los excelentes caminos incas (Cápac Ñan) transitaban todo tipo de mercancías: desde pescado y conchas del Pacífico hasta sal y artesanías del interior.
Entre las expresiones artísticas más impresionantes de la civilización inca se hallan los templos (Sacsayhuamán y Coricancha), los palacios y los complejos estratégicamente emplazados (Machu Picchu, Ollantaytambo y Písac).
El Imperio incaico estableció un sistema autocrático absoluto centralizado basado en la reciprocidad y complementariedad económica.
20. La jerarquía imperial
El Sapa Inca o, simplemente, el Inca era el máximo gobernante, uniéndose en su persona el poder político y el poder religioso, por lo que sus súbditos acataban con sumisión sus órdenes.
Símbolo de su poder era la mascapaicha, una especie de borla de lana roja que ceñía en la cabeza.
Ejercía las funciones de su gobierno desde el palacio particular que cada uno se hacía construir en el Cuzco. Allí concedía audiencia todo el día y administraba justicia. Pero también viajaba con frecuencia por todo el territorio de su imperio, llevado en andas sobre hombros de cargadores, para atender personalmente las necesidades de su pueblo.
Al Inca le seguían en jerarquía:
El Auqui o príncipe heredero. En vida de su padre, ejercía el cogobierno, para ejercitarse en las funciones imperiales.
El Tahuantinsuyo Camachic o Consejo Imperial, integrado por cuatro personajes o apus, que tenía a su cargo el gobierno de cada uno de los suyos o regiones. Algunos autores lo denominan Suyuyuc Apu.
Los gobernadores o Apunchic, con atribuciones político-militares. Su labor consistía en mantener en orden las provincias.
El Tucuirícuc o tocricoc, “el que todo lo ve”, una especie de supervisor imperial, que controlaba a los funcionarios de provincias, y en caso necesario, ejercía las funciones de gobierno. Como símbolo del poder que le otorgaba el Inca, llevaba siempre un hilo de la mascapaicha, que era inconfundible para la gente.
El curaca, era el jefe del ayllu o comunidad. Equivalente a cacique. Solía ser el más anciano y sabio de su pueblo, aunque a veces los incas imponían sus propios curacas en las poblaciones recalcitrantes a su dominio. Vigilaba por el orden y aplicaba justicia; también se encargaba de recolectar el tributo para el Inca.
La base decimal de la administración
Para la mejor administración del imperio, era necesario asegurar que todos trabajaran y cumplieran lo que se les imponía y se creó una organización decimal que consistía en una escuela de funcionarios, cada uno de los cuales controlaba el trabajo de diez que estaban bajo su inmediata autoridad:
El Purec o jefe de familia (la base de la sociedad).
El Chunca-camayoc, encargado de una Chunca, es decir, el conjunto de diez familias. Mandaba a diez purecs y estaba encargado del censo de las personas correspondientes a su jurisdicción, distribuirles tierras y dirigirles en el trabajo.
El Pachaca-camayoc, funcionario al parecer equivalente al curaca, que controlaba una Pachaca o conjunto de cien familias. Estaba encargado de vigilar a los chuncacamayocs en el cumplimiento de sus obligaciones y revisar las decisiones que hubiesen tomado en asuntos de su jurisdicción.
El Huaranga-camayoc, a cargo de una Huaranga o conjunto de mil familias. Supervigilaba a los pachaca-camayocs; especialmente debía cuidar la exactitud de los registros censales y la equidad de la distribución de tierras, para evitar que aquellos aprovechasen su autoridad en perjuicio del bienestar del pueblo.
El Hunocamayoc, al mando de un Huno o conjunto de diez mil familias, amplitud que hace pensar en una confederación tribal estabilizada por la autoridad del Inca. Supervigilaba a los huaranga-camayocs. Conservaba los registros censales y de acuerdo con ellos dirigía la política agraria y los trabajos artesanales. Se hallaba subordinado al Tucuirícuc y al Suyuyuc Apu.
21. El sistema vial y el transporte
Los Incas se preocuparon por tener buenas vías de comunicación y por ello se dedicaron a construir a lo largo y ancho de sus dominios una vasta y compleja red de caminos. Estos tenían la función de integrar y unificar el Imperio.
Qhapaq Ñan o camino real
Es el más imponente ejemplo de la ingeniería civil incaica. Tiene una longitud de 5.200 km y servía de enlace a una red articulada de caminos e infraestructuras de más de 20.000 km, construidas a lo largo de dos milenios de culturas andinas precedentes a los incas.
El Qhapaq Ñan se dividía en dos ramales longitudinales: el camino de la costa y el camino de la sierra. Interconectaba localidades tan distantes como Quito, al norte, y Tucumán, al sur y se complementaba con el chasqui, los tambos y el quipu.
22. El Ayllu
La base de la organización social del Tahuantinsuyo estuvo en el Ayllu, palabra de origen quechua y aymara que significa, entre otras cosas: comunidad, linaje, genealogía, casta, género, parentesco.
Puede definirse al ayllu como el conjunto de descendientes de un antepasado común, real o supuesto que trabajan la tierra en forma colectiva y con un espíritu solidario.
El jefe del ayllu o curaca era el anciano más recto y sabio, asesorado por un grupo de ancianos. Sin embargo, cuando el peligro amenazaba, el mando militar lo ejercía un sinchi, guerrero aguerrido y prudente elegido entre los más fuertes del ayllu.
23. Clases sociales
-Nobleza:
La realeza o la corte imperial, conformada por el Inca (el monarca o rey), la Coya (esposa principal del Inca) y los príncipes legítimos o auquis.
Nobleza de Sangre, conformada por los descendientes de cada Inca, quienes integraban los ayllus reales o panacas. Ejercían las más altas funciones, como funcionarios imperiales, gobernadores, generales, sumos sacerdotes, etc.
Nobleza de Privilegio, cuyos miembros no pertenecían a la familia real, sino que eran nacidos del pueblo, pero que por sus grandes servicios prestados al Estado (en las guerras, en el culto religioso, en las obras públicas, etc.) habían alcanzado tal jerarquía. Tal era el caso de los jefes militares, los sacerdotes y las acllas o escogidas.
-Pueblo:
Hatunrunas, conformada por la gran masa del pueblo.
Dedicábanse a las labores agrícolas, aunque también prestaban su trabajo en las obras públicas. Vivían agrupados formando parte de los ayllus. Eran los verdaderos forjadores del imperio.
Mitimaes o Mitmaqkunas, eran aquellos pobladores que, habiendo demostrado fidelidad al Inca y asimilado la cultura quechua, eran enviados a colonizar los nuevos territorios conquistados. Había otro tipo de mitimaes, que, como castigo a su rebeldía, eran enviados a zonas distantes de su lugar de origen. Tal fue el caso de los aymaras del altiplano, que fueron trasladados a diversas regiones del Imperio, como a la actual provincia de Aymaraes, en Apurímac.
Yanacunas o yanaconas, eran personas que no pertenecían a ayllu alguno y oficiaban de criados perpetuos al servicio del inca y de los grandes señores.
24. Economia
La economía inca estaba centralizada y planificada, basada en la previsión y planificación de todas las etapas del proceso productivo.
División de las tierras
Las tierras del Imperio se dividían en tres sectores:
-Tierras del Sol, destinadas a la obtención del alimento necesario para la ofrenda de los dioses y para el sustento de la clase sacerdotal encargada del culto.
-Tierras del Inca o del Estado, destinadas a proporcionar alimento al Inca, su familia, la nobleza y los funcionarios. De estas tierras se sacaba también alimento para la gente que trabajaba al servicio del Inca, para los ejércitos en campaña y para ayudar a los pueblos que por alguna catástrofe perdían sus cosechas. Estos alimentos se guardaban en los graneros. Tanto las tierras del Sol como las del Inca eran trabajadas en comunidad por el pueblo.
-Tierras del Pueblo, eran de mayor extensión destinadas a los ayllus para que obtuvieran su sustento. Cada año se hacía el reparto de estas tierras entre los hombres y mujeres aptos para realizar las labores agrícolas. Cada hombre casado recibía un tupu (o topo), otro por cada hijo varón y medio tupu por cada hija mujer.
De acuerdo a las informaciones del Inca Garcilaso, un tupu era igual a una fanegada y media (2.880 m2) y representaba una extensión de tierra donde se podía sembrar un quintal de maíz (46 kg).
En realidad, según la opinión de Baudin, un tupu era el lote de terreno necesario para cultivar lo suficiente para una familia sin niños. Su extensión debía variar según la clase de tierra.
25. Agricultura
Los incas fueron un pueblo esencialmente agrícola; sin embargo, tuvo su asiento en un territorio falto de tierras cultivables. Para superar tal deficiencia aplicaron técnicas agrícolas, las principales de las cuales fueron las siguientes:
Andenes o terrazas, para evitar la erosión y aprovechar las laderas de los cerros.
Waru waru, técnica heredada de las poblaciones del altiplano, en la que se araban surcos alrededor de los cultivos y se les llenaba de agua para crear un microclima más estable que el ambiente.
Pozas secas que se llenaban en época de lluvias. Era muy empleado en la costa. Se les llamaba simplemente lagunas o cochas.
También tuvieron sistemas de riego mediante acueductos o canales y utilizaron abonos (excrementos de camélidos, de cuyes, y el guano de islas).
Se debe resaltar además su técnica de mejoramiento de especies, como al parecer lo atestigua el sitio de Moray, conformado por una serie de andenes circulares, que simula un anfiteatro, sitio que posiblemente fue un centro de investigación agrícola, donde se llevaron a cabo experimentos de cultivos a diferentes alturas.
La disposición de sus andenes produce un gradiente de microclimas teniendo el centro de los andenes circulares concéntricos una temperatura más alta y reduciéndose gradualmente hacia el exterior a temperaturas más bajas, pudiendo de esta forma simular hasta 20 diferentes tipos de microclimas.
Se estima que los incas cultivaron cerca de setenta especies vegetales, entre ellas, papas (cerca de 200 variedades), camotes, maíz, ajíes, algodón, tomate, maní, coca y quinua.
Ganadería
La ganadería, a diferencia de la agricultura, fue menos favorecida. Esto se debió a la escasa fauna andina. Aun así, constituyó la única ganadería existente en la América precolombina, constituida por los dos camélidos sudamericanos, que domesticaron: la llama y la alpaca, de los que aprovechaban tanto su carne para alimento, como su fibra o lana para sus vestimentas.
La llama también fue utilizada como medio de transporte de carga. Si bien no domesticaron la vicuña y el guanaco, aprovecharon también la carne y la lana de estos camélidos, para lo cual organizaban cacerías llamadas chacos o chakus.
Criaron también el cuy, roedor andino
La ganadería se relacionaba estrechamente con la agricultura. Los incas no concebían una sin la existencia de otra. Al igual que la agricultura, la ganadería estaba distribuida entre el Sol, el Inca, la nobleza y el pueblo.
Pesca
Los habitantes de las costas del Pacífico y de las riberas del lago Titicaca se dedicaban a la pesca. De ella obtenían alimento, material para fabricar objetos como peines y agujas y abono para la tierra. Para pescar usaban anzuelos, redes, canastas y arpones.
En la costa usaban desde remotos tiempos el famoso caballito de totora, que era un haz de juncos dispuestos en forma de cigarro, sobre el cual montaba el pescador, que para impulsarse usaba un pequeño remo.
Para la pesca más prolongada usaban balsas de madera impulsadas por una vela de fibra de algodón, con las que se atrevían a incursionar más adentro del mar.
Comercio
Entre los incas, y en general en todas las culturas andinas se empleó el comercio de trueque, que consiste en el cambio que hace un individuo de los productos que le sobran por otros que, a su vez, necesita. Así, por ejemplo, los habitantes de la costa intercambiaban sus productos (pescado seco, conchas, etc.) con el de los habitantes de la sierra (alimentos, lana, etc.).
Arquitectura
Los ejemplos más típicos de la arquitectura inca se encuentran en la ciudad que fue su capital, Cusco, donde destaca Sacsayhuamán, mal llamada “fortaleza”, pues en realidad es un templo, rodeado de tres murallas en zig zag, formadas por bloques ciclópeos, que se conserva todavía en muy buen estado.
Otros complejos importantes fueron las de Písac, Ollantaytambo y Machu Picchu, que son, junto con Cuzco, los principales centros arqueológicos de la cultura inca.
La ciudadela de Machu Picchu fue descubierta científicamente en 1911 por el estadounidense Hiram Bingham. Se trata de un conjunto de palacios, torreones militares (sunturhuasis) y miradores, que se elevan entre los picachos Machu Pichu (cumbre vieja) y Huayna Pichu (cumbre joven). Es sin duda una de las realizaciones más impresionantes de la ingeniería a nivel mundial.
Pocas obras como esta muestran tanta armonía con el entorno natural. Fue construido, según todas las probabilidades, en el reinado de Pachacútec, en el siglo XV.
Entre los templos más importantes que se conservan de esta civilización, cabe citar la de la Casa del Sol en la isla del lago Titicaca; el templo del Sol o Coricancha en el Cusco; y el templo de las Tres Ventanas en Machu Picchu.
En cuanto a los palacios, se destaca el de las Ñustas, también localizado en Machu Picchu; el Amaru cancha y el Colcampata, en el Cuzco.
También es representativa de la arquitectura inca el complejo de Tambo Colorado en Pisco y el sector Inca de la Huaca «La Centinela» centro administrativo de los chinchas en Chincha, ambas en departamento de Ica.
El plano de sus ciudades estaba basado en un sistema de avenidas que convergían en una plaza abierta rodeada de edificios municipales y templos, también se usaban ladrillos de adobe y paja, la construcción de grandes complejos tales como la hoy denominada fortaleza de Sacsayhuamán cerca de Cuzco, que en realidad fue un extenso complejo inca de naturaleza religiosa y científica, y de gestión del territorio, de acuíferos para abastecer al valle de Huatanay.
Enormes edificios con mampostería de piedra encajada cuidadosamente sin argamasa (simulando una mazorca de maíz), como el Templo del Sol en el Cusco, fueron edificados con una eficaz técnica constructiva.
Escultura
En escultura, los incas hicieron muchos trabajos bien elaborados. En su mayoría fueron hechos en piedra, pero también lo hicieron en metales como el oro y plata, así como en madera. Representaron figuras antropomorfas (humanas), zoomorfas (animales) y fitomorfas (vegetales), de diversos tamaños, desde miniaturas hasta representaciones en tamaño real.
Algunas representaciones escultóricas están talladas sobre la roca madre (como en Machu Picchu) o sobre grandes piedras (Saywite); es decir se hallan asociadas a las grandes construcciones arquitectónicas. En algunos casos se ven representaciones de cerros, escalas y acueductos, de posible simbolismo ritual.
Otras piezas escultóricas simulan formas de tableros o maquetas, cuyo uso no ha sido precisado aún.
Cerámica
Se pueden distinguir dos tipos de cerámicas, la utilitaria y la ceremonial.
La cerámica utilitaria era la de uso doméstico, por lo general hecho de manera simple y tosca.
La cerámica ceremonial, mucho más elaborada y decorada, era enterrada con los difuntos, llenos de alimentos o bebidas que servirían a los muertos en su camino hacia el otro mundo. Son estos ejemplares los que se conservan en los museos y por eso lucen en perfecto estado.
La cerámica inca se caracteriza por sus superficies pulidas, su fina decoración pictórica de tendencia geométrica y el uso de los colores amarillo, negro, blanco, rojo y anaranjado.
Solían pintar rombos, líneas, círculos, animales y frutos estilizados, así como plantas y flores.
Ejemplares típicos de la cerámicas inca son el aríbalo (cántaro) y el quero (vaso).
El prestigio alcanzado por la cerámica inca hizo que en muchos lugares conquistados se copiara sus formas y decoraciones. Generalmente se producía una mezcla de los estilos locales con el estilo inca, y se encuentran piezas Chimú – Inca, Chancay, etc.
Cuando llegaron los españoles, la alfarería inca perdió su función mágica y ceremonial y se volvió utilitaria.
Pintura
La pintura como expresión estética se manifestó en murales y mantos.
Otro renglón dentro del arte pictórico fue la realización de una suerte de mapas pintados que representaban un lugar o una región.
El cronista Betanzos cuenta que después de la derrota de los chancas infligida por el príncipe Cusi Yupanqui, los dignatarios cusqueños se presentaron ante él para ofrecerle la borla y lo encontraron pintando los cambios que pensaba introducir en el Cuzco.
Esta noticia no sería suficiente para confirmar tal práctica si no fuese apoyada por otra referencia la afirmación en el juicio sostenido por las etnias de Canta y de Chaclla en 1558 – 1570.
Uno de los litigantes presentó allí ante la Real Audiencia de los Reyes los dibujos de su valle indicando sus reclamos territoriales, mientras los segundos exhibieron una maqueta de barro de todo el valle. Sarmiento de Gamboa decía que al conquistar un valle se hacía una maqueta y se le presentaba al Inca, quién delante de los encargados de ejecutar los cambios se informaba de sus deseos de todo tipo.
Textilería
La textilería estuvo muy desarrollada, aunque sin llegar a la belleza desplegada por algunas culturas pre incas costeñas, como la nazca y la paracas.
Los incas conocieron los telares verticales y horizontales con los que crearon variados tejidos de lana y algodón. Los tejidos finos que se han conservado son motivo de admiración por su colorido y finura en la confección. Este tejido, llamado cumbi o cumpi, estaba hecho de lana de vicuña, y cuando se le quería dar calidad especial o aspecto vistoso, se le mezclaba con hilos de oro, pelos de lana y murciélago, o se le recubría con plumas multicolores, o se adornaban con cuentas. Estaba decorado con hermosos dibujos geométricos y naturales (tocapus). Los elementos decorativos y el color realzaban la fineza y suavidad del tejido.
También crearon tejidos decorados con plumas de colores vivos, de los que se conservan bastantes muestras en el ajuar de sus momias.
Música y danza
Los incas conocieron solo los instrumentos musicales de viento. Usaron flautas en diversas variedades, como las quenas, antaras y otras, así como los pututos (trompetas hechas de conchas marinas). También instrumentos de percusión como las tinyas o tambores. La música incaica era de cinco notas fundamentales, es decir, era pentatónica, similar a la cultura China.
Las labores agrícolas se hacían generalmente al son de la música y canto para darles ritmo y compás. La danza era ejecutada por grandes masas humanas y tenía preferentemente un carácter religioso.
Había danzas totémicas destinadas a dar culto a los tótems u antepasados epónimos; danzas solemnes como las realizadas en las grandes fiestas religiosas como el Inti Raymi; danzas dedicadas a los muertos; danzas en conmemoración de hechos históricos; danzas guerreras y danzas de alegría (Kashua).
Literatura
Los cronistas de la conquista y de la colonia han dado fe de la existencia de una literatura quechua o incaica, que se transmitió de manera oral, siendo su principal vehículo de transmisión el idioma quechua o runa simi, que los incas impusieron como lengua oficial en todo el imperio. Se suele dividir en literatura cortesana y literatura popular.
Literatura cortesana
Llamada así por haberse realizado en la corte de los Incas, era la literatura oficial y su ejecución estaba encargada a los amautas o profesores y a los quipucamayos o bibliotecarios, que usaban el sistema mnemotécnico de los quipus o cordones anudados.
Tres fueron los géneros principales que cultivaron: el épico, el didáctico y el dramático.
El género épico está representada por los poemas que expresaban la cosmología del mundo andino (mitos de la creación, el diluvio, etc.), así como las que relataban el origen de los incas (leyendas de los hermanos Ayar, de Manco Cápac y Mama Ocllo, etc.).
El género didáctico abarcaba fábulas, apólogos, proverbios y cuentos, ejemplares de los cuales han sido recogidos modernamente por diversos estudiosos.
El género dramático, que a decir del Inca Garcilaso, abarcaba comedias y tragedias (obviamente, buscando sus equivalentes en la cultura occidental). En realidad eran representaciones teatrales en donde se mezclaban danza, canto y liturgia. Se afirma que el famoso drama Ollantay, cuya versión escrita data de la época colonial, tendría un núcleo fundamental de origen incaico y una serie de interpolaciones posteriores enderezadas a amoldarla al teatro hispano.
Literatura popular
Es la que surgió espontáneamente en el pueblo y en el campo. Abarca masivamente el género lírico, es decir, composiciones poéticas que estaban unidas a la música y la danza, y que por lo general eran entonadas en grandes masas corales, alternándose hombres y mujeres. Estas manifestaciones formaban parte del quehacer cotidiano. Funerales, fiestas, nupcias, peleas, guerras, etc. estaban enmarcados en una ritualización expresada a través del arte. Son dos sus manifestaciones principales:
El harawi, canción de diversos tipos (de amor, de arrepentimiento, de alegría, etc.). Tenía un carácter intimista y estaba a cargo de un aedo, denominado harawec o haravicu. En la época colonial derivó en el huayno y en el yaraví.
El haylli, himno de alegría, se entonaba en las fiestas religiosas o en celebraciones de triunfos.
Muchas de estas creaciones han llegado a nuestros días de forma diferida, plasmadas en los trabajos de los primeros cronistas (el Inca Garcilaso de la Vega recupera poesía quechua, mientras que Felipe Guaman Poma de Ayala relata el mito de las cinco edades del mundo).
Ciencias
Los Incas desarrollaron tanto las ciencias que en el momento de la Conquista española superaban en conocimientos a la España de su tiempo en la mayoría de las ramas del saber, con algunas excepciones como era la tecnología militar. Mientras en el Tawantinsuyo se realizaban trepanaciones craneanas. Mientras los avances incaicos en Matemáticas e Ingeniería permitían hacer edificaciones espectaculares y convertían en habitables terrenos naturalmente inhóspitos.
El ordenamiento territorial y urbano obedecían a una planificación y a un razonamiento lógico que relacionaba el kay pacha con el hanan pacha.
El ordenamiento urbano llamado «moderno» no llegaría a Europa sino varios siglos después. Los incas desarrollaron un complejo sistema de intercambio económico, no capitalista, no individualista, donde las metas de grupo o de la comunidad se aplicaban y no existía propiedad.
Desarrollaron una organización social compleja que permitió que el hombre y la naturaleza pudiesen vivir en equilibrio, erradicando el hambre (única cultura del planeta que lo logró).
Medicina
La medicina que se practicó en el incanato, estaba íntimamente ligada a la religión.
Los médicos incaicos llegaron a realizar intervenciones quirúrgicas, como trepanaciones, con el propósito de eliminar fragmentos de huesos o armas, que quedaban incrustadas en el cráneo, luego de accidentes o enfrentamientos bélicos. Uno de los instrumentos utilizados en la cirugía incaica, fue el tumi o cuchillo de metal en forma de «T».
Matemáticas
Conocieron el sistema decimal, que lo aplicaron a la estadística de los quipus y a la organización. También tuvieron grandes conocimientos de agrimensura, es decir, la medición de tierras. En el arte de construir debieron también aplicarse conocimientos científicos, si se tiene en cuenta los imponentes y bien ensamblados que son algunos edificios, como Sacsayhuamán y Machupicchu, que indudablemente requirieron de una cuidadosa programación y cálculos físicos y matemáticos.
Astronomía
La astronomía mereció especial atención porque se relacionaba con las labores agrícolas y su división se marcaba con una fiesta especial.
Observaron pacientemente al Sol y determinaron los solsticios y los equinoccios. Para tal efecto utilizaron columnas de piedra levantadas en las partes altas del Cuzco.
Al observatorio solar llamaron Intihuatana (“donde se amarra al Sol”), que consistía en una columna de piedra levantada sobre un círculo de este material, que se hallaba en algunos lugares destacados, tales como los patios de los templos o edificios religiosos, y siempre expuestos a la proyección de la luz solar.
El año estaba dividido en 12 lunas de 30 días cada una, más una serie de días complementarios. A cada luna o mes le correspondían festividades religiosas acompañadas de ceremonias específicas.
Según Guamán Poma de Ayala, el calendario de ceremonias y festividades se dividía de la siguiente manera:
Enero: Cápac Raima
Febrero: Paucar Varay
Marzo: Pachapucuy
Abril: Inca Raymi Quilla
Mayo: Amoray Quilla
Junio: Inti Raymi
Julio: Chacraconacuy
Agosto: Chacrayapuy Quilla
Septiembre: Coya Raymi
Octubre: Uma Raymi Quilla
Noviembre: Aya Marcay Quilla Diciembre: Cápac Inti Raymi
Geografía
Tuvieron amplios conocimientos de geografía y a base de ellos dividieron el Imperio en cuatro suyos.
Sabían perfectamente cuál era la naturaleza física del territorio que dominaban y lo plasmaron en mapas en relieve, elaborados de arcilla, marcando todos los accidentes geográficos.
Diferenciaron las diversas regiones naturales y la clasificaron según la altitud.
A la costa la llamaron Yunga.
A la sierra la dividieron en cuatro altitudes: Quechua, Suni, Puna y Jalca.
A la selva Rupa rupa y Omagua. Todos estos conceptos los aprovechó el geógrafo Javier Pulgar Vidal para hacer su célebre clasificación de las regiones naturales del Perú.
Los quipus y otras formas de comunicación
Los incas contaron con un ingenioso registro numérico a base de cuerdas y nudos llamado quipus.
Los nudos indicaban los números, del uno al diez, y el color del cordón u otros detalles indicarían el tipo de bienes registrados, aunque hay que destacar que esto último no era una regla común sino que tendía a variar. El encargado de elaborar e interpretar el quipu era el quipucamayoc.
El quipu es una herencia cultural milenaria, pues en Caral se descubrieron quipus de 5.000 años de antigüedad.
Religión
Los incas adoraban al dios sol al que llamaban Inti, así como a la luna y a los fenómenos naturales.
La cosmovisión andina fue de carácter politeísta, animista y totémico. En los andes vivieron gran cantidad de creencias, cada cual con un componente étnico.
Se creía en la existencia de tres mundos: superior (Hanan Pacha), medio (Kay Pacha) e inferior (Uku Pacha); los cuales tenían representación en sus pacarinas y creían en un dios creador Viracocha.
El culto quechua, era presidido por el Inca, considerado hijo del sol y asistido por los siguientes personajes:
El Sumo sacerdote inca, llamado Willaq-Uma o Huíllac-Uma (en quechua: “cabeza de los presagiadores o adivinos”), tenía entre sus funciones: presidir las ceremonias religiosas, velar por la ortodoxia del culto, aconsejar al Inca, etc.
Las acllas: fueron mujeres separadas de sus familias y dadas como tributo por las diversas regiones del Tahuantisuyo. Por lo general realizaban labores al servicio del Estado y la religión.
Vivían en los Acllahuasis, edificios ubicados en diferentes regiones del Perú. Destacan los acllahuasis del Cuzco y de Pachacámac.
Divinidades
Wiracocha (Viracocha): fue una divinidad panandina, de origen preinca. Era un dios adorado por la nobleza cusqueña.
El Sol (Inti): fue el dios oficial en el Tawantinsuyo, difundido por el inca Pachacútec.
La Luna (Mama Killa): la luna. Diosa del cielo y las estrellas, protectora de las mujeres (collas y acllas) y esposa del dios Inti.
Pachacámac: fue el dios más importante de la costa central.
Illapa: dios del rayo.
Pachamama: madre tierra.
Mama Cocha: madre de los lagos.
Coyllur: diosa de las estrellas.
Apus: dioses de las montañas, los montes tutelares.
Como señala Jhon Earls, la producción agrícola en los Andes era parte de un sistema holista, producción perfeccionada a lo largo de cuatro mil años, en la que se preveía el resultado minimizando el riesgo de error hasta un alto grado de eficacia. Sin embargo, respecto de las demás manifestaciones culturales, no cabe reducir la cosmovisión andina a un núcleo agroecológico a partir del cual todo lo demás se constituiría en un simple reflejo.
Como en todo sistema vivo, la conciencia ecológica de la colectividad andina, conciencia que precautelaba el equilibrio con el medio satisfaciendo las demandas crecientes, estaba en estrecha relación con la disposición de recursos económicos, las formas de organización social para procurarlos en beneficio colectivo y con las expresiones culturales más diversas.
Considera, Earls que la estructura agro-ecológica inca fue un sistema de interconexión con otros sistemas según las mismas categorías de concreción, entonces es posible establecer que las dimensiones económica y ecológica, agrícola y pecuaria, productiva y de consumo, muestran una evidente integración en un sistema holista y cibernético en el que cada parte estaba conexa, mediante una red de relaciones recíprocas y complejas, con las demás partes, todas constitutivas del quehacer cultural en general.
El sustento de las expresiones culturales se dio con categorías que operaban con igual eficacia en campos como la religión, la política, el arte, el lenguaje o la mitología. Tal, la racionalidad cultural del mundo andino inferida a partir de las acciones económicas y las actitudes ecológicas del hombre de los Andes.
La política inca no destruía lo conquistado, sino que se lo apropiaba, asimilaba y se acreditaban como legítimos sucesores de los dioses estelares; así, mantenía cautivos como rehenes a las momias y wacas de pueblos conquistados y manipulaban los hechos a su favor ideológico, era la victoria plena del sincretismo.
El Inca proclamado hijo del Sol, estaba en la cadena masculina en un nivel jerárquico vinculándose con la Venus matinal.
Según Silverblatt, los jefes y líderes locales de los señoríos aymaras sometidos, se reconocían hijos de Venus. Así, al integrarse en la cadena del orden cósmico masculino a la Venus matinal y en la cadena femenina a la Venus vespertina, el Inca y la Coya, respectivamente, asumían simbólicamente ser cada uno, no sólo hijo del Sol e hija de la Luna; sino, aparecían como descendientes de las principales divinidades de los pueblos conquistados.
Por este mecanismo, al sometimiento político se le dotaba de una justificación ideológica: los grupos étnicos conquistados y las comunidades locales se identificaban a sí mismos en una línea de parentesco divino que incluía no sólo a sus líderes locales, sino al Inca y a la Coya.
El modelo cósmico no sólo daba legitimidad teocrática, sino promovía la adscripción de las unidades menores a una organización subordinante mayor y compleja.
Destaca, la apreciación de Silverblatt: “expresando la política en términos de genealogías sagradas, se encubrieron las iniquidades del poder y de la explotación económica”.
Este magnifico imperio, fue conquistado y destruido por los españoles, siguiendo la colonia y la posterior independencia republicana; luego un modernismo que buscaba desarrollar pasando la hacienda, luego la Cooperativa agropecuaria y finalmente la SAIS (sociedad agrícola de interés social), ensayos fallidos de un desarrollo integral andino.
Evidencia de estos fracasos de desarrollo, son las instalaciones abandonadas que se conocen ahora como “arqueología del desarrollo”.
Se debe buscar un proceso, de humanización en contraposición al proceso negador de deshumanización impuesto por las fuerzas nihilistas conquistadoras y explotadoras a la población andina y que aún persisten atávicamente.
Se aprende viviendo; así, se conoce el periodo colonial, la república, y el poblador andino no se siente vencido, todo malestar para él es pasajero y toda colonización es reversible.
La motivación de la vida es contribuir a la armonía que convienen para que la vida florezca aún más.
Perú, es un país maravilloso por su diversidad climática y fisiográfica, que determinan una rica biodiversidad de fauna y flora; con más de 100.000 sitios identificados de interés arqueológico y sólo 2.800 de los cuales han sido señalados oficialmente como lugares de interés turístico y en el que el visitante extranjero es acogido con hospitalidad de buen amigo.
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