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LOS CEREMONIALES EN HUACA DE LA LUNA
Los ceremoniales y rituales en las sociedades son la base de la estructura del poder, estudiar y entender estos mecanismos en cada caso concreto ayuda a tener un mejor entendimiento de la estructura del poder de la sociedad. Este breve ensayo intenta trazar esta búsqueda a partir de los contextos arqueológicos recuperados durante los últimos cinco años de investigaciones en la Huaca de la Luna: el centro ceremonial más importante de la cultura Moche
En toda sociedad, las mismas exigencias de comunicación obligan a establecer una serie de normas de conducta aceptadas socialmente, tanto a nivel simbólico religioso como civil. De las primeras se establecerán los calendarios religiosos y sus ceremonias particulares con sus propios rituales. De las segundas nacerán los calendarios cívicos o sociales y sus respectivas ceremonias.
Para el mundo andino siempre hemos intentado comprender de los rituales, estas sociedades tomando como base la información etnohistórica, y muy pocas veces buscando elementos que ayuden a entender esta problemática a partir de la información contextual arqueológica. Sin embargo, el hallazgo de una serie tumbas de élite al compararlas a escenas representadas en la iconografía Mochica ha llevado a algunos investigadores a proponer modelos interpretativos sobre ceremoniales y rituales para la época Moche (Donnan y Castillo, 1994).
Luego de varios años de investigaciones en el complejo de Huaca de la Luna, hemos logrado reconstruir la secuencias constructivas del complejo y parte del centro urbano (Uceda et al., 1994; Uceda y Paredes, 1994; Chapdelaine et al., 1997), así como establecer una serie de contextos rituales particulares dentro del mismo complejo (Bourget, 1997). Estos trabajos son ejecutados por la Universidad Nacional de Trujillo, con el auspicio de UCP y la Municipalidad Provincial de Trujillo.
En esta oportunidad quisiéramos reconstruir algunos de los ceremoniales que pudieron realizarse en este sitio, a partir de los contextos arqueológicos recuperados y, de este modo, corroborar si la forma y la función tienen íntima relación entre los diferentes espacios. La importancia de los ceremoniales y rituales es que sobre ellos se erigieron la ideología y el poder de la sociedad Moche. Conocer su estructura y mecánica debe, pues, ayudarnos a comprender la forma como los Moche articularon y construyeron su poder, como a partir del mundo supraestructural hicieron funcionar la estructura económica y social.
LOS ESPACIOS ARQUITECTÓNICOS DE LA HUACA DE LA LUNA
En otra oportunidad (Uceda y Canziani, 1993) hemos descrito con cierto detalle este complejo. Básicamente, se compone de tres plataformas y cuatro plazas que permiten articular las plataformas entre sí, a manera de áreas de circulación.
En términos globales podemos establecer los siguientes tipos de espacios arquitectónicos:
1. PLAZAS
Si bien es cierto el concepto primigenio de una plaza es la de un espacio central abierto en un centro poblado, al que se accede a partir de calles o callejuelas, nosotros hemos ampliado este concepto a espacios abiertos o amurallados anexos a edificios o en cuyo interior existe uno o varios recintos. De esta manera se han subdividido estos espacios en aquellos cuyo acceso es directo desde el exterior, y por lo tanto tienen un carácter más público, y aquellos espacios amurallados con galerías o no que funcionan como áreas de concentración o circulación e inclusive articulación entre edificaciones mayores (en este caso entre las tres plataformas). Se trata, pues, de espacios de grandes dimensiones.
a)Plaza amurallada con frontis
Es aquel espacio delimitado por dos o tres muros y el cuarto lado forma parte del frontis del edificio al que se adosa la plaza. Este frontis puede estar decorado. Siempre posee al menos un vano de acceso
b)Plaza con galería frontal
Es aquel espacio delimitado por tres o cuatro muros y donde en uno de ellos se adosó una banqueta corrida con techo. El muro techado pudo o no tener decoración.
c)Plaza con recinto central
Espacio amurallado por sus cuatro lados que circunda uno o varios recintos centrales. Presenta más de un vano de acceso.
d)Plaza simple
Espacio amurallado en tres o cuatro lados, presentando uno o más vanos de acceso, uno de los cuales da al exterior.
2. PATIOS
Espacios delimitados por muros y formando parte de una arquitectura mayor o edificación. Su amplitud y la presencia de varios vanos, permite la comunicación entre diferentes ambientes. Puede tratarse de espacios con galerías techadas o no, presentando decoración mural o no. Las diferencias formales y decorativas nos ha llevado a subdividir esta categoría en los siguientes tipos:
a)Patio con galerías. Es el espacio delimitado por cuatro muros, de los cuales, al menos dos o los cuatro muros perimétricos poseen techos formando galerías. En algunos casos presentan galerías altas a manera de podio o sobre banquetas. Normalmente, los muros de estos espacios están decorados con pinturas murales o relieves. En un sólo caso existe un recinto con techos a doble agua en su esquina sureste.
b)Patio simple.
Se trata de los espacios de comunicación o vestíbulos. No presentan techos, tampoco decoración. En algunos casos están pintados de color blanco, pero en su mayoría sólo presentan enlucido . En un caso hemos observado la presencia de banqueta y se trata de un espacio cuyos muros presentan pintura blanca.
3. TERRAZAS.
Espacios que presentan uno o dos lados abiertos y que dan frente a plazas o permiten la visión de gran campo. Existen dos casos, aunque distintos. El más importante da frente a la plaza principal y se encuentra en la esquina noroeste del nivel alto de la plataforma I. El segundo caso es más angosto, da frente a la Huaca del Sol y se encuentra en el nivel bajo de la plataforma I. Esta terraza es angosta y posee, además, parapeto.
4. AMBIENTES
Espacios cerrados y techados. Poseen vanos de acceso con umbral alto o no y vanos altos. El soporte de los techos se hizo mediante pilares o columnas de madera. Sus dimensiones son menores y en muchos casos son bastante reducidas. Hemos subdividido estos espacios en varios tipos:
a)Salas hipóstilas Son espacios amplios, con subdivisiones internas, uno de sus muros presenta hornacinas y los techos fueron sostenidos por pilares de adobes. La presencia de muros hastiales a doble caída y la presencia de pilares permite sostener que poseyeron techos a doble agua.
b)Recintos pequeños
Normalmente se encuentran adosados formando conjuntos de dos hasta cuatro ambientes. Presentan vanos con umbral alto o no y vanos altos pegados al techo. En todos los casos poseen muros con cumbreras por lo que fueron techados a doble agua. En todos los casos presentan pintura blanca en interiores y exteriores (Fig. 4 A, D).
LOS CONTEXTOS CULTURALES
Aún cuando no se han excavado todas las plazas, patios y ambientes, los contextos recuperados permiten tener una primera aproximación a la funcionalidad. En forma sintética esta información se registra en el cuadro 1. En este cuadro se incluye los tipos, las dimensiones, elementos decorativos y los contextos de las excavaciones.
LAS PLAZAS.
En cuanto las plazas, sólo una no ha sido excavada, las otras parcialmente, a excepción de la 3B. De las plazas con frontis una fue excavada y se hallaron más de 70 esqueletos con evidentes huellas de tortura y suplicio (Plaza 3A, Foto 1). En otra (plaza 1) el frontis está compuesto de 5 escalones, que estaban decorados con pintura mural y relieve de manera alternada, por lo menos en los dos últimos. Los motivos registrados corresponden a la imagen del «Degollador», una en relieve y la otra en pintura mural. Tratándose de la plaza de mayor espacio y con acceso directo a la zona urbana, su carácter público nos parece evidente. La plaza con galería frontal (plaza 2), tuvo inicialmente pintura mural (composición de peces estilizados); en las otras remodelaciones sólo presentó un muro pintado de blanco. La presencia de semillas de coca, restos de alimentos sobre la banqueta y la presencia de los murales inducen a pensar que allí se realizaron probablemente actividades propiciatorias. La plaza con recintos centrales presentó vasijas escultóricas que representan prisioneros flanqueando uno de los vanos del recinto (Foto 3). La presencia de esculturas de prisioneros podría permitirnos pensar que estos recintos centrales tendrían relación con los prisioneros y los sacerdotes que se ocupaban de prepararlos antes de su ejecución. La ubicación de esta plaza intermedia con aquella donde se encontraron sacrificios y el patio principal de la Plataforma I, tendría una lógica funcional. En la Plaza 3c, donde se registraron esqueletos con huellas de descarnamiento, es por ahora difícil de establecer si en este espacio se sacrificaban o realizaban ceremoniales de baile con los esqueletos o si fue un simple repositorio de osamentas.
LOS PATIOS.
En la plataforma I existen 6 patios. Tres son del tipo A y tres del B. Los patios del tipo A, tienen dimensiones muy variadas y probablemente sistemas de cubiertas distintas. El patio 1, presenta las evidencias de una sola hilera de hoyos donde se enclavaron los postes, mientras que para los patios 2 y 3, por encontrarse totalmente destruido o excavados parcialmente, no tenemos la certeza si existió una o dos hilera de postes; por este hecho se proponen dos alternativas de sistemas de cubiertas. Por otro lado, solo los patios 1 y 2 presentan pinturas murales o relieves en sus muros. Para el patio 3 no existe evidencias de decoración. Los iconos representados son similares, aunque más variados en el patio 2. En el patio 1 los relieves (Foto 5)representan la cabeza de personajes con una serie de atributos que lo identifican como el Degollador (Uceda y Paredes, 1994); a este personaje se agregan peces estilizados o no, cabezas de aves y volutas (Foto 6). En el caso del patio 2, existen tres murales superpuestos, el más antiguo es el dios de los báculos, los que rematan en cabezas de zorros; en el segundo mural el Degollador con apéndices de cabezas de aves y, el último mural, es la representación del dios de los báculos visto de perfil y los báculos rematan en sus extremos en cabezas de aves y en la parte central la cabeza de un zorro. En este ambiente sólo se excavó una larga trinchera en el muro este (Mackey y Hasting, 1982). Los patios sencillos sirven de medios de comunicación o vestíbulos de patios o recintos de mayor jerarquía, el patio 4 sirve de vestíbulo del patio 2; el patio 6 a la salas hipóstilas 1 y 2. El caso especial es el patio 5, que sirve de vestíbulo del patio del ambiente 1. La presencia de una banqueta adosada al muro norte del ambiente 1 lo hace singular y bien pudo tener una función ceremonial particular. Seis ambientes han sido registrados, aunque hay que hacer la distinción que el ambiente 1 y 4 presenten subdivisiones internas. Estos ambientes como hemos visto han sido agrupados en dos tipos, el denominado salas hipóstilas y los recintos pequeños. Todos los ambientes poseen techos a dos aguas, la presencia de muros cumbreras así lo indica. La diferencia entre las salas y recintos es la presencia en la primera de pilares de adobe y hornacinas en uno de los muros. Los pilares sirvieron para sostener techos a dos aguas. Una de ellas fue excavada parcialmente, no habiéndose registrado restos de alimentos ni otros materiales sobre el piso del ambiente ni de las hornacinas.
Los denominados recintos, existen de diferente tipos, uno de ellos (ambiente 4) se ubica en la esquina de un patio y sus muros exteriores fueron decorados con relieves a manera de escaques formando diseños compuestos que agrupan la cabeza de un pez, la cabeza de un ave y volutas. Al interior no se registró resto alguno y sus muros internos están pintados de blanco. Los recintos que se encuentran al centro de la plaza 3B, tienen algunas semejanzas, pero sólo el ambiente 6 está pintado de color rojo la parte exterior y de blanco la interna. La presencia de pozos de huaquería ha destruido casi enteramente el ambiente 5 y en un alto porcentaje el ambiente 6. La poca superficie que subsiste y fue excavada del piso de este ambiente, no reportó evidencias materiales. El único contexto es la presencia de las dos vasijas escultóricas de prisioneros franqueando el vano de acceso del ambiente 6. El ambiente 1 presenta una cierta similitud formal por la presencia de vanos altos y vanos de acceso con umbral alto en el ambiente 4. Aquí sólo se excavó parcialmente uno de los ambientes menores, los muros tanto exteriores como interiores fueron pintados de blanco, e inclusive el cielo raso.
COMENTARIOS FINALES
Esta larga descripción quisiéramos culminarla proponiendo una reconstrucción de los ceremoniales y rituales que pudieron efectuarse en Huaca de la Luna. Obviamente se trata de una hipótesis interpretativa a partir de las evidencias contextuales que hemos expuesto precedentemente. Intentaremos, en un primer momento, reconstruir algunas de las funciones para los grandes grupos de ambientes, a partir de los contextos arqueológicos. Los contextos arqueológicos mayores se circunscriben a los siguientes aspectos:
- . Espacios cerrados presentando iconos relacionados con un personaje que nosotros hemos caracterizado como el «Degollador», representado en distintas formas: pintado y en relieve de frente y cuerpo entero (frontis de la plaza 1), cabezas en relieve a manera de mascarones (patio 1), pintados con báculos (patio 2).
- Espacios con restos de alimentos o plantas sagradas (coca).
- Espacios con restos de esqueletos sacrificados o torturados.
- Espacios con techos a doble agua a manera de aposentos o recintos ceremoniales, sin huellas de uso doméstico.
Dos ritos mayores se desprenden de estos contextos: el primero que podríamos denominarlo rito propiciatorio donde la ingestión de plantas alucinógenas era el primer paso; el segundo es el ritual de sacrificio de individuos y en este caso la forma pudo ser de distinta índole y ser parte de ceremoniales distintos.
Los actos propiciatorios. Por ahora el único contexto relacionado con este ritual son los restos de semillas de coca en la banqueta con muro decorado de la plaza 2. Siendo un espacio abierto que da casi frente a la gran plaza, es de suponer que estos actos de ingestión estén ligados a actos propiciatorios y promontorios relacionados con la fertilidad y agua abundante. Otros actos propiciatorios son los conocidos como la instrucción de los sacrificados y que en las representaciones iconográficas muestran mujeres en pequeños recintos junto a las personas que serán sacrificadas. Algunos iconólogos como Bourget (1994) han propuesto que estas mujeres hacían ingerir sustancias alucinógenas como la datura o el San Pedro a los elegidos para el sacrificio. Estos recintos pueden ubicarse en dos espacios bien distintos, en los recintos dentro de la plaza 3B o en los recintos esquineros del patio 2. Coincidentemente, como se indicó al describir el contexto de la plaza 3B, junto al vano de acceso de unos de los recintos se encontró dos esculturas en cerámica representado prisioneros.
Los sacrificios. Con este término incluiré dos tipos de rituales que algunos estudiosos han separado: los sacrificios como ofrendas de lo mejor de la sociedad a sus dioses y los castigos (Hocquenghem, 1987). Si bien los contextos en la plaza 3A corresponderían a lo que Anne-Marie Hocquenghem denomina castigos: esqueletos con huellas de tortura, desmembramiento de brazos o piernas, degollamientos, apedreamientos, etc. En el caso de la plaza 3C, por el contrario, los esqueletos están completos pero con huellas de haber sido degollados y luego descarnados. En otra ocasión (Uceda y Paredes, 1994) hemos argumentado la posibilidad que en gran patio del nivel bajo de la plataforma se pudo haber realizado el degollamiento de víctimas reservadas a uno de los ceremoniales más importantes representados en la iconografía Moche, la ofrenda de sangre de sacrificados ante los dioses (Donnan, 1978)
Es necesario en un primer momento, proponer un orden secuencial de uno de los ceremoniales mejor documentados en los contextos arqueológicos: el culto a la fertilidad. Ya en otra oportunidad Uceda (1997), al tratar sobre el poder Moche, indicaba que gran parte de la estructura e ideología del poder moche se basaba sobre el culto a la fertilidad en sus dos modalidades, la fertilidad agraria, como forma de garantizar el desarrollo económico de la sociedad, y el otro, la fertilidad social, para la reproducción de los jefes, su germinación en un claro acto nmenotémico de la germinación de la semilla.
Es pues coherente la tesis de muchos iconólogos de suponer que la iconografía moche es una serie de relatos de ceremoniales y rituales (Hocquenghem 1987, Bourget, 1994). En este sentido podemos intentar, a partir de las escenas iconográficas superponer los contextos arqueológicos y darles un orden de sucesión, basados en una lógica temporal de los eventos. Debemos aclarar que en esta ocasión no justificaremos la no selección de las muchas escenas. Es posible que algunas forman parte de este ceremonial, pero lo más probable que la mayoría no.
La primera acción sería la batalla (ritual o expansionista) con el fin de obtener las vencidas o prisioneros. La segunda acción será el desfile ante la Huaca de los prisioneros desnudos, presentados ante los dioses y sacerdotes. La tercera acción sería el de la preparación o adoctrinamiento. La cuarta el sacrificio (extracción de la sangre), y finalmente, la presentación de la sangre en una copa y el acto de la fertilización.
La captura de prisioneros es el primer paso del ceremonial, muchas escenas de este tipo han sido registradas en la i conografía mochica. El problema es el saber si esta captura se hizo a través de una batalla militar expansionista o de conquista o se hizo a partir de una batalla ritual en el mismo seno de la sociedad. Tratándose de una ofrenda, es más plausible pensar que la captura pudo efectuarse en una batalla ritual entre bandos de la misma sociedad, ejemplos etnográficos de dichas batallas existen aún el la sierra sur del Perú. Esta batalla, si nos atenemos a las imágenes de la iconografía se hizo fuera de las Huacas, lo más probable en la pampas desérticas. Los vencidos eran despojados de sus vestimentas, amarrados con cuerdas y llevados por los vencedores, algunos de estos últimos portaban las vestimentas y armas de los vencidos.
El desfile de los vencidos y vencedores es la culminación del primer acto. Muchos ceramios pictóricos representan esta escena, sin embargo, la representación de esta escena en el frontis principal de Huaca Cao Viejo en el valle Chicama (Franco, et al, 1994), es muy interesante, pues nos sugiere que la plaza frente a la Huaca era el escenario final de este desfile. Pero, además, al ser llevados a la Huaca a los prisioneros tiene la necesaria connotación que lo que sigue del ceremonial deberá desarrollarse en este edificio.
Los prisioneros serían llevados a recintos específicos, y bien podrían ser uno de ellos aquellos registrados al interior de la plaza 3B. La preparación o adoctrinamiento de los sacrificados debió efectuarse en ambientes especiales, probablemente cerca a la ara de sacrificio. Nuestra propuesta es que sería el recinto esquinero del patio con relieves de la plataforma principal en Huaca de la Luna. Esta preparación estuvo a cargo de una sacerdotisa mediante el empleo de alucinógenos u otros elementos psicotrópicos que predisponía a los individuos a su inmolación. Por ahora probables esqueletos de sacrificados relacionados al culto a la fertilidad serían aquellos registrados en la plaza 3C, habrá que esperar un estudio más exhaustivo de este sector antes de dar conclusiones definitivas. Los restos óseos de la plaza 3A, corresponden a un ceremonial distinto y ellos explicaría que muchos de estos los individuos pasaron en «cautiverio» varios días antes de ser inmolados. Algunos de ellos muestran fracturas en proceso de cicatrización que indican que entre la captura y su muerte pudo pasar hasta dos semanas (Verano, comunicación personal). Este hecho tiene varias implicancias sumamente interesantes. En primer lugar, puede ayudar a diferenciar estos rituales de aquellos de degollamiento; en segundo lugar, podrían tratarse de capturados de etnías distintas a los moche. Deberemos esperar estudios más detallados antes de zanjar esta cuestión.
El degollamiento es parte final, y probablemente menos pública, si aceptamos que este acto se realizó en el patio con relieves. La dimensión de este ambiente, aunque grande es muchísimo menor que la plaza 1. El fin de este ritual era la extracción de la sangre de la víctima, la que se recogía en una copa. Las escenas iconográficas son sumamente sugerentes para este acto, la presencia de sacerdotes o animales antropomorfizados siempre se le esta asociado.
Finalmente, la sangre de la víctima llevada en una copa por la sacerdotisa es «presentada» ante un personaje de más alto rango, Alva y Donnan (1993) lo identifican como uno de la misma jerarquía del Señor de Sipán. La sangre era bebida por este señor o quizás como en las mochas inkas vertidas en el mar o la tierra a manera de ofrenda. El ciclo del ceremonial estaría de este modo culminado. Este ritual, tiene un carácter más mágico y debió ser mostrados a todo el pueblo. Bajo este supuesto propusimos (Uceda y Paredes, 1994) que pudo efectuarse en la terraza del nivel superior de Huaca de la Luna que da frente a la plaza 1.
El ritual adivinatorio que hemos propuesto se realizaría en la plaza 2, puede estar al inicio o final de la secuencia antes propuesta. Es lógico suponer que el ceremonial se inició por un acto adivinatorio que indique el tipo de rituales a seguir. Pero también es probable que la final del ceremonial, cumplido el rito final se proceda al acto adivinatorio para averiguar a los dioses si el ceremonial y ritual fue de su agrado y la fertilidad agraria y social estará garantizada.
Por: Santiago Uceda Castillo
Director Proyecto Arqueológico Huaca de La Luna
En: Revista Sian Nº 04 -1997 pp.13