En pleno apogeo de una antigua civilización, hace 1.100 años y a dos kilómetros y medio de la desembocadura del río Zaña en el Océano Pacífico, se desarrolló una majestuosa ceremonia. Esta vez el ritual fúnebre no era para sepultar a un dignatario con sus ofrendas y concubinas, sino para enterrar un pequeño palacio sagrado, en el que los mejores artesanos del reino plasmaron varios rostros míticos, personajes semidivinos y escenas iconográficas en muros polícromos que abarcarían más de 40 metros cuadrados.
Los gobernantes de la época decidieron ocultar definitivamente un recinto que por varias décadas sirvió para rendir culto a Naylamp, personaje que, según la leyenda, habría poblado esta zona del Perú. Cubrir los recintos para que no sean utilizados por otros gobernantes era una tradición en la cultura Lambayeque.
Este era una especie de semidiós, cuyas expresiones, vestimentas, súbditos y ceremonias quedaron grabados con genialidad en muros multicolores de un recinto que hoy es develado en su integridad para conocer un poco más el real significado de la cultura Lambayeque.
Por tratarse de una estructura sagrada, los antiguos lambayeques creyeron que esta no debía ser reutilizada por otra gente, por lo que decidieron sepultarla y dejarla como un montículo de apariencia natural. Así permaneció varios siglos hasta que en 1983, en esta zona denominada Úcupe y ubicada en el distrito de Lagunas Mocupe, los arqueólogos y esposos Walter Alva y Susana Meneses descubrieron uno de los murales, pero fue guardado ante la falta de recursos económicos para desenterrarlo y conservarlo.
Casi 30 años después, Bruno Alva Meneses –quien tenía 1 año cuando sus padres descubrieron los primeros murales– y un equipo de investigadores del museo Tumbas Reales de Sipán hallaron nuevas pinturas murales y el resto de la estructura del palacio.
Con este trabajo que ha tomado tres meses, este complejo se convierte en el nuevo atractivo turístico de la región por la gran variedad de colores que posee y las míticas escenas que adornan la parte baja del valle de Zaña, en el paraje conocido como San Miguel, que perteneció a la antigua Cooperativa Agraria de Úcupe.
MÁS INVESTIGACIONES
El hallazgo que debió ser ocultado en 1983 fue impactante: se encontraron nueve personajes, de los cuales seis son principales y tres secundarios. Todos ellos representan retratos de importantes gobernantes ricamente ataviados con vistosos tocados, coloridos atuendos, brazaletes y distintivos reales.
Sin embargo, el trabajo reciente no solo permite conocer nuevos personajes, sino una rampa lateral decorada con escenas de súbditos llevando ofrendas, una especie de portada en la que un personaje de alta jerarquía con dos estandartes parece ofrecer una bienvenida, un muro lateral con escenas inéditas, además de otras pinturas en la parte inferior del muro donde hace 28 años se encontraron los primeros personajes.
Walter Alva, director del museo Tumbas Reales de Sipán, maneja varias hipótesis como la narrada al inicio del texto. Otra de ellas es que en los murales se representó a los gobernantes de la época, que ordenaron plasmar sus imágenes para demostrar su poder y hacer sentir su divinidad. Para esto se vestían con trajes llenos de diseños, dentro de una gran escena que evocaba momentos religiosos.
NUEVOS SIGNIFICADOS
Un hecho que llenó de expectativa a los investigadores es que, en los últimos días, desentrañaron otro paño mural en el que se aprecia a diversos personajes en una escena aparentemente festiva. En ella hay un acróbata parado sobre los hombros de otra persona que lleva en sus manos banderas, mientras una mujer toca maracas y otros cargan ofrendas. Según Alva, lo que quedó grabado en Úcupe es similar a las más finas cortes de Europa.
Alva considera que es sorprendente el movimiento y actividad en las escenas, lo cual no resulta muy usual en el arte de Lambayeque.
También se descubrieron imágenes como las del segundo nivel del muro principal. En él hay una secuencia de súbditos que desfilan llevando ofrendas, entre ellas un guacamayo con espectacular plumaje, un spondylus, plumas multicolores y objetos sagrados como vasos y tumis que luego fueron entregados al gobernante.
LA CIFRA
15%
AVANCES EN LA CONSERVACIÓN
El conservador de estructuras prehispánicas arquitectónicas José Delgado Castro dijo que se ha avanzado ese porcentaje del total del palacio. Ya se ha instalado un cobertor y se ha aislado la estructura para evitar malas condiciones del clima.
El Comercio