“Esta cultura estuvo altamente desarrollada no solo en los aspectos artísticos con su cerámica maravillosa y su orfebrería, sino también en los conceptos religiosos, el concepto del dualismo. Era una cultura altamente desarrollada en su estructura social-política que estaba gobernada por una dinastía de reyes”, señaló.
“No era un pueblo que podía ser gobernado accidentalmente por un jefe que accedía al poder por algunas causas. Era una civilización altamente organizada”.
Mencionó, además, que los mochicas cambiaron el paisaje de la Costa peruana al desarrollar una verdadera reingeniería hidráulica con la irrigación en el desierto y no solo por su producción de joyas.
“Era una sociedad altamente jerarquizada. Era una sociedad como lo fueron todas las sociedades antiguas en su tiempo, manejadas por una dinastía sagrada, y una sociedad basada en la irrigación artificial, una sociedad agraria”, anotó.
El investigador recordó también que el proyecto arqueológico Sipán fue el primero en su tipo manejado por peruanos, lo que ha permitido salvar uno de los tesoros culturales más importantes del país.
Destacó que ello generó una dinámica dentro de la investigación arqueológica que impulsó y condujo la construcción de un museo propio como es el Tumbas Reales de Sipán que recibe anualmente entre 140,000 a 160,000 visitantes.
Comentó que desde su inauguración el museo superó el millón de visitantes. “En diez años,es uno de los museos más visitados del Perú y creo que es una demostración de que ha sido un proyecto exitoso”, manifestó.
Alva dijo que este recinto contribuyó al conocimiento de la cultura Mochica, reactivó la investigación arqueológica en el norte peruano al punto de que hoy se habla de la “mochicología”, como se habla en el mundo de la “egiptología”.
El especialista indicó que desde que se descubrió el Señor de Sipán se desarrollaron, por lo menos, 15 congresos dedicados por especialistas a analizar, a nivel mundial, exclusivamente a la cultura Mochica.
Resaltó asimismo el impacto del descubrimiento en Lambayeque. “Se ha generado un sentimiento de identidad, es el ícono cultural de la identidad y significa también la revaloración de la autoestima de nuestra población. Ningún lambayecano dejará de sentirse orgulloso hoy de descender de los Sipán”, anotó.
Refirió que personas como el sociólogo Nelson Manrique habla del fenómeno Sipán. “Es un fenómeno que hoy identifica a Lambayeque como un ícono de su cultura, de su progreso, de su desarrollo y de su identidad”, enfatizó.