Somos diferentes: dinámica ocupacional del sitio Castillo de Huancaco, valle de Virú

El Castillo de Huancaco, con sus impresionantes estructuras ceremoniales, sus sectores de residencia, de producción artesanal y cementerios, es uno de los sitios más importantes del período Intermedio Temprano en el valle de Virú (Fig. 8.1). En 1998 iniciamos un programa de investigación de cinco años. Este proyecto representa la primera investigación detallada del sitio.

Los principales objetivos del proyecto son el estudio de la evolución cultural del sitio de Huancaco, la transición entre los períodos Gallinazo y Mochica, y la función del centro ceremonial durante el período Intermedio Temprano y su relación con el vecino valle de Moche. Para estudiar la época de integración entre los valles, teóricamente dominada por la presencia Mochica, se ha puesto el énfasis en las relaciones económicas, políticas y religiosas entre este sitio y la supuesta “capital” del estado Mochica, las Huacas del Sol y de la Luna en el valle de Moche.

También, uno de los objetivos a largo plazo es investigar la historia cultural de la ocupación Gallinazo y Mochica en el valle de Virú así como la posición de Huancaco como uno de los principales centros ceremoniales, habitacionales y administrativos de la región, especialmente durante el período Intermedio Temprano. Es muy importante tener un mejor entendimiento del valle de Virú, porque representa, con la presencia del sitio Grupo Gallinazo, el centro de la cultura o del “fenómeno” Gallinazo. Posteriormente, este mismo valle constituyó, teóricamente, el corazón del estado Mochica al sur del desierto de Paiján, conjuntamente con los valles de Moche y Chicama.

 

Moche: hacia el final del milenio. Actas del Segundo Coloquio sobre la Cultura Moche

(Trujillo, 1 al 7 de agosto de 1999), Santiago Uceda y Elías Mujica, editores, T. I, págs. 245-267.

Lima, Universidad Nacional de Trujillo y Pontificia Universidad Católica del Perú, 2003.

 

 

Fig. 8.1.Vista general del sector monumental de Huancaco.

 

Después de una presentación general y suscinta del programa de investigación y de los trabajos anteriores en la zona, describiremos los resultados principales logrados durante la temporada de 1999. Pondremos énfasis en la dinámica ocupacional de una parte del complejo ceremonial durante lo que podría ser el último período de ocupación del edificio. A pesar que esta temporada constituye la primera intervención arqueológica de amplitud en este sitio, los resultados presentados aquí son preliminares.

CASTILLO DE HUANCACO

El complejo arqueológico Castillo de Huancaco se ubica a unos 10 km de distancia al suroeste del pueblo de Virú y a 40 km al sur de las Huacas del Sol y de la Luna (Fig. 8.2). Las estructuras monumentales están situadas al pie del Cerro Castillo, en el extremo norte de una cadena de montañas conocidas como Cerro Compositán, en la margen sur del valle, cerca del límite de las zonas agrícolas. Una parte importante del sitio está cubierto por pampas arenosas.

La extensión del polígono de la zona intangible cubre un área de 35 hectáreas.

 

El conjunto arquitectónico monumental está compuesto de una pirámide escalonada en su esquina noroeste y una serie de plataformas aterrazadas conectadas por rampas, plazas, ambientes, escalinatas y corredores. Estas estructuras están edificadas principalmente con adobes paralelepípedos de tamaños bastante regulares y piedras (Fig. 8.3). El conjunto mide en su eje mayor 270 m que va de suroeste a noreste y 200 m en su eje menor. Debido a su ubicación directamente sobre la base del Cerro Castillo, la altura actual máxima del edificio es de 33 metros. Por su forma general y por su localización al pie de un cerro, el complejo monumental es muy similar estructuralmente a los pares Huaca la Luna – cerro Blanco en el valle de Moche y Huaca Mocollope – cerro Mocollope en el valle de Chicama.

ANTECEDENTES

Una de las primeras referencias científicas del complejo fue hecha por Wendell C. Bennett durante su visita al valle de Virú en 1936. Durante esta investigación estableció para el sitio, por él denominado Castillo de Huancaquito, una secuencia constructiva de seis etapas para la estructura piramidal, conocida como El Castillo. Reconoció también zonas habitacionales y cementerios, considerando que se trataba mayormente de una fortaleza culturalmente afiliada al período Chimú tardío:

“It is a large adobe structure with a commanding view of the valley and has the appearance of a fortress. (…) Around both sections is a defense wall and, at still a greater distance, is a second defense wall linked with some of the natural outcrop” (Bennett 1939: 77).

La mitad de los años cuarenta marca el reinicio del estudio del sitio con el primer proyecto multidisciplinario de investigaciones antropológicas en el Perú, conocido como “Virú Valley Project”. Dentro de este programa de investigación científica, Gordon R. Willey se encargó del estudio de los patrones de asentamientos humanos en el valle, logrando producir el primer plano del sitio a partir de cartas aerofotográficas, mostrando los elementos arquitectónicos principales del Castillo de Huancaco, considerando que el sitio funcionó como palacio y tuvo una función en parte defensiva:

“The big Huancaco site, V-88-89, is part Pyramid-Dwelling-Construction Complex, part palace, and part fortification. It is not encircled by a wall, although there is a system of walls in connection with it that may have been for defense. Aside from these, its size and position suggest a stronghold. The high platforms and large “palace” rooms on the platforms have no other parallel in Virú” (Willey 1953: 359).

A partir de una quebrada que corta el edificio monumental en dos, el conjunto arquitectónico principal ha sido denominado V-89 para la parte al norte de la perturbación y V-88 para la parte sur (Willey 1953: 205). Sobre la base de unas pequeñas excavaciones y una recolección de superficie realizada sobre el complejo monumental y en la planicie por James A. Ford, se estableció una secuencia de ocupación que se inicia en el período Gallinazo Medio y se extiende hasta el período Mochica (período Huancaco) (Ford y Willey 1949, Willey 1953: 210).

Fig. 8.3. Plano del sector monumental.

 

En los años noventa, los arqueólogos del Proyecto de Rescate Arqueológico Chavimochic realizaron levantamientos topográficos y planimétricos, así como algunas excavaciones con el objetivo de delimitar e intangibilizar el área arqueológica (Peña 1992, Pimentel 1993).

Desde ese entonces el Castillo de Huancaco no ha conocido investigaciones arqueológicas detalladas, salvo algunos trabajos realizados hace 50 años dedicados a la producción del plano general de la parte fundamental del sitio y unas calas estratigráficas. Con las últimas investigaciones efectuadas en los valles de Moche y Chicama, el estudio detallado y minucioso de la presencia Mochica en el valle de Virú nos parece obligatorio para comprender mejor el desarrollo de esta cultura y el sistema reticular regional del fenómeno cultural Mochica (Franco et al. 1995, 1996; Uceda et al. 1997, 1998).

TEMPORADAS 1998-1999

En 1998, la primera temporada permitió la producción de un mapa detallado y preciso del complejo arqueológico de Huancaco. Se elaboró, mediante el moderno sistema de mapeo digital, la primera base de datos para el sitio. Durante la primera fase de este programa de investigación, este ejercicio de topografia permitió definir por lo menos 41 ambientes, 12 corredores o conexiones y 9 estructuras en el complejo monumental (Fig. 8.3). Primero, se llevó a cabo un reconocimiento y una pequeña recolección superficial; esto nos ha permitido entender las características generales del complejo. Segundo, se hizo una limpieza superficial de las estructuras claves de manera que nos permita obtener un registro completo y preciso de todo el complejo, para lo cual se utilizó un teodolito electrónico computarizado, o estación total, y una computadora de campo. Con el uso de esta tecnología se ha podido crear mapas tridimensionales digitalizados de todo el complejo, permitiéndonos tener cortes transversales y longitudinales, así como vistas tridimensionales desde cualquier punto en el terreno.

Durante el reconocimiento llevado a cabo al noroeste y al sur del templo, fueron localizadas dos áreas artesanales y/o domésticas hasta entonces desconocidas. El sitio V-316, situado aproximadamente 150 m al oeste de V-88, podría tratarse de un taller de fundición de metales, habiéndose identificado más de 23 concentraciones de quemas (fogones) y una serie de pequeñas habitaciones que parecen ser estructuras para depósitos. La segunda área es el sitio V-317, localizado a 200 m al sur de V-316, que corresponde a un extenso sector cubierto por numerosas jarras domésticas; esta es una zona donde aún no hemos intervenido.

En 1999, la segunda fase consistió en definir a través de excavaciones las funciones y las conexiones precisas entre varios ambientes en la parte sur del edificio monumental conocido como V-88. Las dos primeras temporadas han sido bastante productivas y nos han revelado la calidad de sitio con el que contamos. Tal como Willey mencionara, la estructura monumental está bien conservada y hemos encontrado evidencias de murales polícromos, techos pintados y numerosos ambientes para distintas funciones. Por encontrarse en una parte alta respecto al fondo del valle, la preservación arqueológica de todo tipo de cultura material es muy buena en el complejo. Se encontró lana de camélido, algodón, restos de comida, textiles y plantas, entre otros.

DINÁMICA OCUPACIONAL

Durante la temporada de 1999, que tuvo una duración de 2 meses, nos hemos concentrado en un programa de excavaciones en la parte sur del edificio (V-88). El primer objetivo era determinar la naturaleza y la función de una serie de ambientes. También hemos podido definir de manera bastante precisa y detallada el complejo sistema de accesos entre estos ambientes. Esto nos ha permitido tener un mejor entendimiento de la relación entre los ambientes que podrían ser de naturaleza públicos, localizados hacia la parte frontal del edificio (lado oeste), versus los ambientes posiblemente más privados en la parte posterior, hacia el cerro Castillo (lado este).

La dinámica ocupacional se refiere al uso sincrónico de los diversos ambientes y al sistema de comunicación entre ellos. El buen estado de preservación que presenta el complejo va a permitir, al término del programa de investigación, el estudio integral de la dinámica ocupacional del área monumental y/o ceremonial. Este año hemos definido un total de 16 ambientes, una estructura y 10 corredores o conexiones (Fig. 8.4).

SISTEMA RETICULAR

El primer aspecto que hemos podido definir de manera bastante detallada es la producción y el uso de alimentos, a partir de su transformación hasta su posible consumo. Estas actividades estaban concentradas en la parte delantera del conjunto sur (V-88). En la parte más baja del edificio se ha encontrado una amplia zona de cocción en el ambiente A-1. En base a las excavaciones efectuadas a lo largo de la parte este, sabemos que este ambiente de 15 m por 15 m corresponde a una gran cocina, con zonas de quema intensas y numerosas evidencias de alimentos cocidos, de fogones, de molienda, etc. Las cocinas están ubicadas sobre una simple cámara de adobes construida directamente sobre la roca madre o en arena. Los dos otros ambientes de este nivel (97,1 m)[1], A-2 y A-3, presentan también evidencias de cocina o quemas, pero a menor escala. A causa del mal estado de conservación de los muros, no se ha podido definir con seguridad las conexiones entre estos ambientes.

Directamente asociados a este sector, a partir de la esquina sureste del ambiente A-3, empieza el corredor C-2 que da acesso a la parte interior del edificio. Este corredor mide entre 1,2 y 2,8 m de ancho por 36 m de largo y corre a lo largo de la base sur del edificio, directamente abajo del ambiente A-4. Aunque la función (o las funciones) exacta de este corredor debe ser todavía esclarecida, este lugar sirvió por algún tiempo como un vasto basural, que por partes tiene hasta un metro de espesor de desechos de comida. Se encuentra mayormente huesos de camélidos y a menor escala desechos de vegetales y material orgánico.

Durante la excavación del basural se encontró una fosa funeraria elaborada directamente dentro el piso del corredor en la base del muro del edificio (Fig. 8.5). Este entierro simple, sin ofrendas, fue depositado probablemente al final del uso del piso de este corredor y posiblemente durante la deposición de residuos de preparación de comida en esta zona. Según John Verano, de la Universidad de Tulane, se trata de un individuo de sexo femenino y una edad que varía entre 30 y 40 años. Por el momento no es posible determinar si el corredor continuó funcionando como acceso durante su uso como basural. En base a los datos que tenemos, parece que esta entrada fue mantenida hasta el final de la ocupación del edificio y contituyó uno de los accesos principales.

El corredor C-13, ubicado en el lado norte del edificio, es una rampa recta que sube de oeste hacia el este. En la parte alta, antes de dar acceso a la parte superior, la rampa describe una forma escalonada vista de planta u horizontalmente. Este sistema, con muros todavía preservados de hasta 4 metros y medio de altura, permitía en un momento dado el acceso a dos ambientes: A-4 y A-8 (Fig. 8.6). Es interesante observar que al final de la ocupación del edificio, los corredores C-2, C-13 y las entradas a los ambientes A-4 y A-8 fueron sellados exprofesamente con cascote y adobes tramados. Como veremos más adelante, estos sellos no son los únicos actos realizados que marcan el fin de la ocupación del sitio.

 

Fig. 8.5. Tumba de una mujer en el corredor C-2

El ambiente A-4 es una sala de 8 m de ancho por 32 m de largo. Está situada en el segundo nivel (105,3 m) y ubicada directamente encima de los ambientes anteriores (Fig. 8.7). A lo largo de los muros oeste y norte hemos encontrado en esta sala numerosos restos de comida, especialmente varios kilos de caracoles terrestres, maní, maíz, cangrejos, huesos de pescado, de camélidos y de cuy. También se ha detectado directamente sobre el piso numerosas tinajas, recipientes finos decorados, botellas escultóricas, dos cancheros y varios mates. Otro aspecto muy singular es la presencia de más de 1200 objetos de arcilla en forma de cigarros (Fig. 8.8). Por el momento no sabemos cuál era la función de estos elementos de arcilla cruda. Algunos de estos objetos, hechos de manera muy regular, fueron igualmente encontrados en otros ambientes. Huellas de poste regularmente situados a lo largo del muro sur indican que un techo cubría una parte de la sala. El acceso a este lugar se hace por una sola entrada que da hacia el corredor C-13. Esta entrada, de 80 cm de ancho, fue parcialmente sellada con adobes tramados hasta una altura de 90 cm (Fig. 8.6, a la derecha).

En la esquina noreste de este ambiente se encuentra una estructura de tipo escalonado equipada con dos escaleras y originalmente cubierta con un techo decorado con porras de cerámica pintadas de color rojo. En el lado de A-4, E-7 presenta una escalera que cuenta con 11 escalones y 2 descansos (Fig. 8.9). Esta estructura mide en su base 6,7 m de este a oeste y 4,7 m de sur a norte, por 6 m de altura. En la parte anterior de este edificio, hay una otra escalera muy alta con solamente 3 escalones. Parece que al final del uso de esta estructura el piso original de la parte superior –situado a 111,2 m de altura– fue cuidadosamente cubierto con una capa de cascote y de fragmentos de muros pintados de blanco. Luego, esta capa de 20 cm de espesor fue acabada con una gruesa capa de arcilla.

Fig. 8.6. Vista hacia el sur del corredor C-13.

 

Fig. 8.7. Vista hacia el este del ambiente A-4.

 

Fig. 8.8. Elementos de arcilla cruda.

 

Como ya hemos mencionado, C-13 da acceso al ambiente A-8 por una entrada monumental con muros que conservan todavía 4 metros y medio de alto y un ancho de apenas 100 cm (Fig. 8.10). Esta entrada angosta pero de altura monumental fue primero sellada con una capa de fragmentos de adobes y cascote que tiene un poco más de un metro de espesor, sobre la cual se puso un relleno de 3,5 metros compuesto por adobes tramados. En la figura 8.10 se puede apreciar un corte hecho en el sello para poder definir la esquina sureste de la entrada. Aún queda trabajo por hacer para entender mejor los otros accesos; parece que este ambiente permitía el acceso a A-7 y al corredor C-3 situado directamente detrás de E-7. Es interesante notar que la rampa y las entradas que permitían el acesso a estos dos sectores fueron igualemente selladas (Fig. 8.11). Aparte de estas entradas o salidas selladas, en el estado actual de la arquitectura no hemos podido detectar ningún otro acceso a este ambiente hundido.

A partir de este corredor es posible tener acceso a A-5 (Fig. 8.4). El ambiente A-5 es una sala muy angosta de 5 m de ancho por 32 m de largo. Este lugar podría haber funcionado como una antecámara que permitía un acceso abierto a la gran sala A-6. Pegado al piso de A-5 y directamente al costado de la entrada se ha encontrado cinco cancheros y platos finos fragmentados. Igualmente, a lo largo del muro sur se ha detectado una docena de elementos de arcilla idénticos a los encontrados en el ambiente A-4. Al igual que en los corredores y los ambientes anteriormente descritos (C-2, C-13, A-4, A-8), la entrada a este ambiente fue completamente sellada con adobes tramados.

Fig. 8.9. Vista de la estructura E-7 a partir del ambiente A-4.

 

La circulación entre las salas A-5 y A-6 se hace por el extremo oeste de la pared medianera (Fig. 8.4). A partir de esta entrada, de 80 cm de ancho, parece que había que seguir un muro que cortaba la vista hacia el ambiente A-6 hasta una entrada situada en el centro de la sala. Esta entrada muy restringida, de solamente 60 cm de ancho, permitía probablemente el ingreso de una sola persona a la vez. La sala A-6 constituye el ambiente más grande del sitio, con 17 m de ancho por 35 m de largo. Durante su excavación hemos ubicado a lo largo de los muros sur y norte una serie de tinajas puestas a intervalos más o menos regulares. La presencia de tales recipientes en A-6 y la ausencia de éstos en A-5 podría indicar funciones distintas en cada una de estas salas.

Una entrada a partir del interior del conjunto está situada al otro extremo de la sala. Al igual que en la sala anterior A-5, esta entrada se encuentra ubicada en posición diagonal a la otra (Fig. 8.12). Esta entrada con escalera estaba escondida por un largo corredor que da acceso a A-6 a través de una entrada situada en la esquina sureste. En este corredor se ha detectado, a 120 cm de la salida a la sala, otra tinaja con un canchero a su lado.

A partir de una escalera de 4 escalones en la esquina noreste de A-6, la parte anterior del edificio es accessible por medio del corredor C-11. Visto en planta o desde arriba, la forma de este corredor repite la forma escalonada como la del C-13. Al final de este corredor, de aproximadamente 20 m, que corre a lo largo del ambiente A-7, hay una escalera doble que sube y baja dentro del ambiente A-34 (Fig. 8.4). Debido a la cantidad de escombros, no hemos podido excavar más que una pequeña parte de este ambiente, pero por su lado oeste hemos

Fig. 8.10. Vista de la entrada sellada en la esquina sur-este del Ambiente A-4.

encontrado una tinaja ubicada dentro el piso (Fig. 8.13). Esta tinaja tiene 85 cm de diámetro por 40 cm de profundidad. Este ambiente tiene una cámara elevada, A-43, ubicada en la esquina noroeste accesible por una pequeña escalera formada por 3 escalones. Este lugar representa una cámara o recinto casi escondido, de 180 cm de ancho por 340 cm de largo. El centro está ocupado por una gran tinaja de 90 cm de diámetro por 43 cm de profundidad, ubicada dentro del piso y rodeada por una hilera de tres adobes orientada de este a oeste (Fig. 8.13). Al costado de este recipiente se localizó igualmente un canchero.

Los ambientes A-34 y A-43 no tienen otra salida que la escalera que permite acceder desde el corredor C-11 hacia A-6. Aunque actividades de huaquería han destruido todo el muro oeste del ambiente A-34, se ha podido definir un par de escaleras que permiten acceder a partir de la salida escalonada de C-11 hacia un ambiente más alto, el A-28 (113,4 m) (Fig. 8.4). Entonces, es posible que sobre este muro ahora destruido hubo un corredor que conectaba C-11 con el ambiente A-28. Aunque todavía no hemos excavado en esta zona, es muy probable que este ambiente de forma rectangular diera acesso hacia la parte anterior del sitio.

En el nivel siguiente, después de A-28, hemos excavado dos ambientes: A-10 y A-42 (117,5 m) (Fig. 8.4). El ambiente A-10 tiene 10 m de largo por 3,1 m de ancho y contiene alrededor de 15 jarras de diversos tamaños, una gruesa capa de lana de camélido en su parte este y otra capa importante de algodón en su parte oeste (Fig. 8.14). Numerosas semillas de fríjol han sido también encontradas. El ambiente A-42 está situado immediatemente al oeste de A-10 y mide 4,6 de largo por 2,8 m de ancho. En el ambiente A-42, dentro del piso y formadas con la misma arcilla fina, se moldearon tres fosas. Sobre algunas partes de este mismo piso se ha encontrado pedazos de colores blanco y amarillo. De manera tentativa y exploratoria pensamos que el ambiente A-10 podría haber sido un almacén de algodón, de lana y de fríjoles, mientras que el ambiente A-42 podría haber correspondido a un lugar para la preparación de pintura (Fig. 8.15).

Fig. 8.11. Vista de la rampa y de las salidas selladas en la esquina nor-este del ambiente A-8.

 

INTERPRETACIÓN

A título de interpretación preliminar, podemos sugerir que un complejo sistema de ambientes interrelacionados con corredores, rampas, entradas, escalinatas, etc., permitía conectar la producción de comida en la parte más baja (ambientes A-1, A-2 y A-3), con la preparación de comida con recipientes finos (Lám. 8.1a) en la parte media (ambiente A-4), y finalmente con el consumo de estos productos en el tercer nivel (ambiente A-6). Aunque la siguente proposición queda como una sugerencia, es posible que estos platos hayan sido presentados a una persona sentada sobre la estructura piramidal, E-7, cubierta con techo y con porras de cerámica (Fig. 8.9). Una escalera permite el paso con platos y objetos desde el ambiente A-4 y el descanso situado en el centro de esta escalera sugiere que una persona se habría podido parar allí para presentar los platos a la persona sentada arriba. Una escena iconográfica que muestra a un individuo presentando comida a otra persona sentada en una estructura similar a la descrita ha sido publicada por Larco Hoyle (1939: fig. XXXI).

Fig. 8.12. Escalinata comunicando el ambiente A-6 y el corredor C-11.

El ingreso de gente foránea a este templo-palacio era estrictamente controlado por un sistema de entradas de tipo casi laberíntico. Las entradas están hechas de manera tal que es imposible ver directamente dentro de un ambiente a partir de la puerta. Al respecto, es interesante notar que la estructura E-7 está situada directamente encima de la entrada monumental de C-13 y del ambiente A-8. Entonces, los visitantes tenían que pasar al pie de esta pequeña estructura escalonada para poder acceder al interior del edificio en el ambiente A-8. A causa del ancho muy restringido de las entradas, parece que debían entrar uno por uno, dentro un sistema de comunicación no solamente complejo, pero muy bien controlado. Por ejemplo, una persona que entraba hasta el ambiente A-6, a partir del corredor C-2 tendría que haber cambiado de direcciones 10 veces para finalmente poder presentarse a través de una angosta entrada de solamente 60 cm de ancho.

 

Fig. 8.13. Vista hacia el sur de los ambientes A-34 y A-43.

La presencia de numerosas tinajas o jarras a menudo asociadas a cancheros, nos permite sugerir el posible consumo de chicha y el uso de estos cancheros y mates durante estas libaciones (Lám. 8.2a). Es interesante constatar que el ambiente A-5 contenía solamente cancheros y platos finos, mientras que en A-6 había jarras a lo largo de los muros. Esto sugiere que la gente tenía que premunirse de un canchero para luego pasar con este recipiente vacío en la posible sala de banquetes y libaciones. Por su lado, la persona que llegaba desde el interior del templo a partir del corredor C-11 tenía una jarra y un canchero estratégicamente ubicados en el corredor de acceso, justo antes de llegar a la puerta de entrada del ambiente A-6. Entonces, parece que esta persona podría haberse presentando en la sala con un canchero lleno, mientras que las personas que llegaban de afuera se presentaban con cancheros vacíos. Esta proposición sugiere un complejo sistema de relaciones sociales altamente codificado involucrando libaciones.

Además, el ambiente A-34 con una tinaja en el piso, dotado de otro ambiente aún más pequeño, A-43, con un mismo recipiente y un canchero, sugiere la existencia de un espacio mucho más privado para la continuación de libaciones pero entre muy poca gente. Ante la presencia de estos tres ambientes conectados por el corredor C-11, podemos sugerir que algunas personas seleccionadas a partir de la gran sala A-6 (de 595 m²) tenían la posibilidad de proceder hasta el ambiente más pequeño A-34 (de 19,4 m²), y que sólo algunos de ellos podían ser invitados hasta el recinto más pequeño A-43, con una superficie de solamente 6,12 m² (Fig. 8.4). Además, el tamaño de esta cámara, el canchero ubicado al costado del recipiente y la presencia de las dos hileras de tres adobes en cada lado de la tinaja sugiere que dos personas podían sentarse y continuar libando en esta cámara privada. De la misma manera, discursos

a

b

Lám. 8.1. a) Vasija fina encontrada en el ambiente A-4 b) Mural pintado en el ambiente A-10.

a

b

Lám. 8.2. a) Canchero encontrado en el ambiente A-4 b) Cerámica negra pulida con asa estribo.

Fig. 8.14. Vista hacia el este del ambiente A-10.

más oficiales y generales pronunciados en el ambiente A-6 podrían haber llegado a discusiones de naturaleza mucho más privada e íntima en los ambientes A-34 y A-43.

Entonces, consideramos que esta parte del conjunto sur V-88 representaba, con los ambientes A-6, A-34 y A-43, el área más pública de este sector del complejo monumental. Al nivel teórico y todavía exploratorio, consideramos que los niveles más altos donde se encuentran los ambientes A-28, A-10 y A-42 cumplían funciones más privadas, probablemente relacionadas de cerca a los habitantes propios del edificio. Los depósitos de lana y de algodón en la sala A10 indican posiblemente la presencia de un taller de textilería situado cerca de este ambiente. Es una posibilidad que queda por investigar en el futuro.

SISTEMA VERTICAL

Para la parte sur del sitio monumental hemos definido 9 niveles distintos distribuidos en 33 metros de altura a partir del piso del ambiente A-3 (97,1 m) hasta la parte superior de E-1 (130 m) (Fig. 8.3). Como hemos mencionado, en base a los datos que tenemos hasta el momento,

Fig. 8.15. Vista hacia el este del ambiente A-42.

 

consideramos toda el área con frente al conjunto sur como un sector más público, con salas grandes y con testimonios de producción y de consumo de alimentos durante posibles banquetes acompañados de libaciones. Esta parte estaría dispuesta sobre tres niveles en una distancia de 85 metros. La estructura E-7 con un techo cubierto con porras de guerra está estratégicamente ubicada, directamente encima de la entrada monumental C-13 y de los ambientes A-4, A-8 y A-5. La iconografía nos sugiere la existencia de tales edificios, donde una persona podría haber estado sentada para la recepción ceremonial de comida ya bien preparada y presentada en recipientes de servicio muy finos (Lám. 8.1a).

Quisiéramos proponer a título de hipótesis de investigación, que la parte posterior a partir de A-28 y que culmina al pie del Cerro Compositán con la estructura escalonada E-1 y la roca, representa el área más privada de este conjunto (Fig. 8.3). Es un sector también decorado, con por lo menos otros dos techos cubiertos de porras. Un elemento que apoya igualmente esta posibilidad es que todos los muros de los ambientes en la parte anterior están pintados de un solo color, blanco o amarillo, mientras que durante la limpieza de pozos de huaqueros hemos detectados en los ambientes A-26, A-10, A-42 y A-13 la presencia de murales polícromos. Ellos representan mayormente diseños geométricos como el life, el símbolo escalonado o el espiral (Lám. 8.1b). En un caso hemos encontrado un tema figurativo de dos pies humanos. Entonces, es posible que la parte más privada del edificio tuviera decoraciones murales mucho más elaboradas, relacionadas a conceptos simbólicos y religiosos como el life o el espiral.

Fig. 8.16. Cerámica decorada con incisiones y pintura fugitiva post-cocción.

 

CULTURA MATERIAL

De manera muy preliminar, parece que en el sitio durante el último período de ocupación están presentes distintas tradiciones de cerámica. La primera está caracterizada por diseños geométricos rojos aplicados sobre la superficie blanca (Lám. 8.1a). Esta cerámica fina, que comprende jarras y platos anchos, se ha encontrado en diferentes partes del complejo. En el ambiente A-4 este tipo de cerámica fue encontrada con restos de comida, como maíz, maní, huesos de camélido, cuy y pescado, entre otros. Este tipo de vajilla pudo haber sido utilizada en la preparación y presentación de comidas para ocasiones especiales, privadas, públicas o tal vez rituales. Igualmente, la mayoría de los cancheros presentan diseños geométricos elaborados con la misma técnica.

Otro tipo de cerámica muy particular es una vajilla muy fina, decorada con incisiones rellenas con pintura fugitiva de diferentes colores: negro, blanco, rojo, amarillo, azul y verde (Fig. 8.16). Esta cerámica se encuentra especialmente en el nivel 5, dentro los ambientes A-10 y A-42. En el mismo nivel y sobre el piso del ambiente A-4 se encontró una botella de asa estribo fabricada por cocción reducida y decorada con incisiones (Lám. 8.2b). Los motivos representan rayas geometrizadas.

FECHAS RADIOCARBÓNICAS

En 1998 se obtuvieron tres fechas de radiocarbón. La primera se obtuvo de un nivel de cañas del ambiente A-37 del sector norte (V-89); la segunda muestra se tomó de un techo quemado del ambiente A-10 en el sector sur (V-88). Ambas muestras tienen fechas que calibradas a dos sigmas arrojan 635-865 d.C. y 530-680 d.C., respectivamente. Estas fechas representan el término de la ocupación del templo. La tercera muestra se obtuvo en el posible taller de metales (V-316), de la concentración de carbón del fogón 1. Este fechado, calibrado a 2 sigmas, dio como resultado 370-640 d.C., que es más antiguo que las fechas obtenidas en el edificio principal; sin embargo, al nivel estadístico, es posible que las actividades del taller fueran contemporáneas con el uso del complejo ceremonial durante el último periodo de ocupación.

¿CASTILLO O PALACIO?

Por el momento, los datos encontrados en 1998 y 1999 sugieren que estamos en presencia de un sitio que cumplió varias funciones, como zonas de cocina, de preparación de comida, de banquetes, de libaciones, de depósitos de materia prima, etc. Con los otros elementos detectados, como los murales, los techos decorados con porras de cerámica y la cerámica fina, quisiéramos proponer que este sitio representa un complejo arquitectónico de tipo palacio, como lo suponía ya Gordon Willey (1953: 359). La naturaleza de los ambientes y las conexiones entre ellos indican la existencia de una dinámica interna muy compleja.

Con las próximas investigaciones en este sitio excepcional, será posible por primera vez, entender en detalle el funcionamiento de una estructura monumental de este tipo. La presencia de pequeños objetos de oro puro en el basural de C-2 y en los escombros de huaquería son indicaciones adicionales del alto estatus de los individos que ocuparon este sitio. Las numerosas remodelaciones visibles a lo largo del sitio y la importante cantidad de basural en el sector sur (V-88), indican una larga historia de ocupación que queda todavía por investigar y esclarecer.

La cerámica indica una tradición cerámica local muy bien desarrollada, a veces con el uso de arcilla de tipo caolín. No hemos detectado, hasta la fecha, ninguna influencia perceptible directa del valle de Moche o de las Huacas de Moche en este sitio al nivel de la cerámica. Tampoco hemos encontrado en los ambientes o dentro de los encombros la cerámica ritual diagnóstica del estilo Moche IV. Por ejemplo, la forma general de los cancheros es distinta, el asa estribo de la botella de cocción reducida parece más temprana al nivel de su forma.

En base a las informaciones actualmente disponibles, quisiéramos proponer que los elementos arquitectónicos y la cultura material del Castillo de Huancaco indican un largo desarrollo in situ, quizá empezando por un período Gallinazo hasta un cambio que tendremos que calificar como Moche. Este periodo no estaría basado en una vinculación directa con las Huacas de Moche, pero más bien en rasgos generales indicativos de esta influencia, como por la presencia de murales pintadas con espirales o lifes geométricos, techos decorados con porras de cerámica y diseños geométricos rojos sobre blanco en la cerámica. Entonces, si el Castillo de Huancaco participaba dentro de la red de relaciones regionales con las Huacas de Moche, la gente de Huancaco pudo conservar y quizás fortalecer su propia identidad cultural y probablemente mantener una parte importante de su libertad política.

BIBLIOGRAFÍA

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268  S. Bourget

  1. La altura fue establecida en 1998 a partir de un nivel arbitrario de 100 metros. Eventualmente el nivel exacto a partir del nivel del mar será ajustado.

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