Especialistas de la Dirección Regional de Cultura de Cusco descubrieron cuatro restos humanos en dos sectores del conjunto arqueológico de Sala Punku, ubicado en el parque arqueológico de Machu Picchu, al pie del nevado La Verónica o Huacay Huillca.
Tres de estos pertenecen a la época inca (entre 1300 a 1500 d.C.) y uno a la cultura Killke (700 a.C.).
Francisco Huarcaya Quispe, arqueólogo responsable del proyecto de investigación, mostró los tres primeros restos hallados en el sector conocido como Challaq’ata ubicado sobre los 2,700 metros de alturas.
En el lugar se evidencian dos cuevas. En la primera se halla un contexto funerario múltiple. Allí se encuentran los restos óseos de un humano completo incluso con piel o tejidos blandos, y un segundo cuerpo incompleto del que solo se observa el cráneo, una mandíbula y huesos menores.
Junto a estos restos se encontraron numerosos huesos, entretibias, fémures y radios, algunos calcinados y blancos por el paso de los años, así como cabellos, uñas, tejidos marrones, soguillas de elementos vegetales, un pequeño jarro de arcilla, herramientas de tejido, mazorcas de maíz y semillas de alimentos por identificar.
Mientras que la segunda cueva, que dista de la primera en unos cinco metros, solo muestra los restos de un adulto también con piel blanda y, aparentemente, completo.
El especialista indicó a la Agencia Andina que bajo estos contextos funerarios habría más restos y recordó que en la época inca se acostumbraba a dejar los cadáveres bajo las rocas.
Este mismo tipo de hallazgo se ha evidenciado antes en zonas arqueológicas como Sala Punku, PataLlaqta y el mismo Machu Picchu. Solo en la última década se habrían encontrado alrededor de 30 restos, todos con cerámicos de la época.
A un kilómetro de Challaq’ata, en la zona conocida como Isla Chico (2,998 msnm) los trabajos de excavación se evidenciaron la permanencia de los restos de un humano de la cultura Killke.
Este tenía el cráneo completo y huesos largos y pequeños. Se sospecha que sería un adulto.
A escasos metros se evidencia también huesos de camélidos, osamentas de roedores, así como fragmentos de cerámica con cabezas de monos, obsidiana o vidrio volcánico, que fue traído probablemente de Arequipa o las alturas de Cusco, y elementos líticos que se utilizaba para pulir los cerámicos.
Huarcaya Quispe dijo que todos estos elementos estaban en cuatro capas de una andenería rústica y pertenecerían al periodo formativo con ocupaciones de las culturas Chanapata, Marcavalle, Killke e inca.
“Fue una ocupación muy importante, la gente que ocupabavivía de la agricultura y podía administrar todo el valle”, destacó.
En esta zona también se evidenciam canales pre hispánicos y cuevas de donde huaqueros se habrían llevado restos humanos y cerámicos.
Huarcaya mencionó que los contextos funerarios hallados tenían la orientación de la cabeza al norte, lo que significa “la vida continúa”.
Todos estos restos serán recogidos en el lapso de una semana por los gabinetes de Antropología Física para ser sometidos a una serie de análisis, como carbono catorce para determinar la edad, el sexo y qué alimentos comieron.
El conjunto arqueológico de Sala Punku, está en la jurisdicción del distrito de Machu Picchu, a un kilómetro del poblado de Piscacucho, en el distrito de Ollantaytambo.
Trabajan en este proyecto de investigación nueve arqueólogos, un historiador, un biólogo y 30 técnicos de excavación.
La antropóloga Elva Torres, integrante del gabinete de Antropología Física de la Dirección Regional de Cultura, estará a cargo de someter los hallazgos a los estudios que determinarán la edad, el sexo y los alimentos que comieron los restos humanos encontrados.
Fuente: Andina