Dijo que posiblemente los ingleses de la Universidad de Bristol, que dieron cuenta del geoglifo en los medios de prensa a fines de diciembre pasado, desconocían la investigación llevada a cabo por Aveni.
Refirió, además, que quizás las publicaciones del estadounidense sobre la figura no salieron a la luz oportunamente en la década del 80 del siglo pasado o tuvieron una circulación limitada o no fueron muy publicitadas.
Olaechea sostuvo que el geoglifo en mención, en forma de espiral y que se asemeja a un tupo (elemento utilizado por los incas para unir prendas), se encuentra en la parte noroeste de lo que son las pampas de Jumana.
Según medios informativos nacionales e internacionales, miembros del Departamento de Antropología y Arqueología de la Universidad de Bristol, de Inglaterra, hallaron el geoglifo de un laberinto circular en Nasca.
Los reportes salieron en diciembre e indicaban que la “nueva figura” tenía más de cuatro kilómetros de extensión y habría sido creada hace 1,500 o 2,000 años.
Fuente: Andina