Un conjunto de piezas de cerámica descubierta en el complejo arqueológico Wari, en Ayacucho, desentraña el origen de esta civilización andina, el primer Estado imperial del Perú, base del desarrollo del imperio de los incas.
José Ochatoma Paravecino, arqueólogo de la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga y responsable de las investigaciones en el complejo Wari, sostuvo en diálogo con la Agencia Andina, que las imágenes esculpidas y pintadas en las 45 piezas de cerámica que han sido reconstruidas hasta ahora revelan que los orígenes de Wari están vinculados a las culturas Nasca y Huarpa.
Los investigadores han determinado que en el complejo Wari se asentó la capital de esta bien organizada civilización prehispánica, surgida entre los años 600 y 1,200 d.C.
Las figuras en los ceramios de diversas etapas del desarrollo Wari representan a animales de la costa y productos marinos (algas, peces, pulpos), similares a los encontrados en la iconografía de la cultura Nasca. Esto indica que la civilización que se desarrolló en el ahora territorio del departamento de Ica influenció en el origen de Wari.
«Las investigaciones nos revelan que no es cierto, como se creía anteriormente, que Wari había surgido de la influencia simultánea de las culturas Nasca y Tiahuanaco. Hay una primera influencia, muy decisiva, de la cultura Nasca.Posteriormente vino la influencia Tiahuanaco, en la época de mayor desarrollo Wari, lo cual se evidencia en la figura del dios estilizado que sostiene con sus manos los báculos cuya punta tiene forma de cóndor, como la que se observa en la Puerta del Sol», anotó.
El complejo arqueológico está ubicado a 25 kilómetros al noreste de la ciudad de Ayacucho. Forma parte del proceso de conservación y puesta en valor del patrimonio cultural Wari. El arqueólogo sostuvo que la labor de reconstrucción de la cerámica descubierta en el lugar demanda mucho tiempo y dedicación debido a que las piezas se encuentran en pedazos de diverso tamaño.
«Los estudios realizados dan cuenta que había una costumbre en la civilización Wari de destruir ritualmente la cerámica. En algunos casos se encontraron las piedras utilizadas para romper las vasijas y otras piezas de cerámica. Por eso es muy difícil reconstruir por completo algunos ceramios», puntualizó.
Refirió que la secuencia y superposición de las edificaciones encontradas en las excavaciones han permitido observar las diversas fases de desarrollo cultural del complejo arqueológico.
Respecto a la cultura Huarpa, antecesora de Wari, el arqueólogo Ochatoma afirmó que se conoce muy poco. «Lo que vamos encontrando en las investigaciones es que debajo de la ocupación urbana Wari existe una ocupación Huarpa bastante densa», aseveró.
Agregó que los hallazgos indican que la sede de la civilización Huarpa,contemporánea de Nasca, Moche y Recuay, es la misma que tiempo después tuvo la civilización Wari.
Las investigaciones también dan cuenta que Wari, aún después de su colapso, influenció en la civilización Chanka, que reinó en la sierra centro sur del Perú, y rivalizó con los incas, que empezaban a expandirse desde el Cusco.
«Hemos encontrado que los Chankas sepultaban a sus muertos en la ciudad capital Wari de Ayacucho. Tenemos evidencia de que la mayoría de entierros encontrados pertenecen a la civilización Chanka. Lamentablemente, las tumbas Wari han sido saqueadas. En los cuatro años que hemos excavado no hemos encontrado ninguna tumba Wari intacta», comentó.
Sin embargo, Ochatoma consideró que es probable que existan tumbas Wari intactas porque lo excavado hasta ahora solo representa una mínima parte de la ciudad capital.
“Se estima que en el área donde se construyó la ciudad capital existen palacios, mausoleos, centros de producción artesanal, conjuntos habitacionales, entre otros espacios que componen toda gran urbe”, acotó.
Dificultades en la investigación
El responsable del proyecto de investigación en el complejo arqueológico Wari sostuvo que la labor desplegada con mucho esfuerzo desde hace siete años tuvo, lamentablemente, un involuntario receso durante el año 2018 debido al desinterés del entonces gobierno regional que recibió una importante partida del Ejecutivo.
«Lamentablemente, durante el 2018 no se pudo avanzar nada pese a que había presupuesto. El Ejecutivo transfirió 4 millones 700,000 soles al gobierno regional, que estaba en su último año de gestión, y no destinó financiamiento alguno para el proyecto arqueológico», manifestó Ochatoma.
Indicó que el entonces gobierno regional designó un supervisor y un residente para el proyecto arqueológico, pero ambos funcionarios regionales no hicieron un trabajo adecuado. «Nos compraban implementos sobrevalorados que eran entregados a destiempo; nos quitaban los obreros, entre otros problemas», denunció.
Ochatoma destacó las gestiones de congresistas por Ayacucho para la creación de una unidad ejecutora para el sitio arqueológico Wari. «Con una unidad ejecutora el manejo financiero sería más fluido y eso permitiría un mejor trabajo de conservación, restauración y puesta en valor. Si bien se ha creado la Unidad Ejecutora, esta carece de presupuesto. El actual gobernador regional tiene voluntad de apoyar, pero nos ha dicho que no tiene presupuesto porque este fue elaborado el año pasado por la anterior administración», anotó.
Dijo que esta falta de recursos económicos los obligó a desarrollar una labor de conservación preventiva, cubriendo con calaminas las zonas excavadas, y que representan apenas el 2% de lo que representa el área total de este complejo urbano.
Para que las labores de excavación, restauración, conservación y puesta en valor se desarrollen de manera sostenida, la unidad ejecutora requeriría un presupuesto de al menos 5 millones de soles anuales, estimó Ochatoma Paravecino.
Reinicio de trabajos en el complejo
Pese a las dificultades, Ochatoma Paravecino anunció que gracias al apoyo de la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga, que destinó significativos recursos propios procedentes del canon gasífero de Camisea, han previsto reiniciar esta semana los trabajos en el complejo arqueológico Wari.
Precisó que no se excavarán zonas nuevas, sino que se continuarán trabajando en aquellos lugares donde se tuvo que suspender las excavaciones por falta de presupuesto.
«Hemos identificado tres zonas donde falta completar las investigaciones: Vegachayoq Moqo, donde se encuentra un patio ceremonial en cuyo interior se detectó unas escalinatas. Otro sector es Capillapata, donde existe un centro ceremonial en forma de letra ‘D’ mayúscula que cuenta con espacios construidos con piedras labradas. Y el tercero es un sector nuevo llamado Sullu Cruz, que está cerca de Capillapata, donde también hay un centro ceremonial. Para estas intervenciones contamos con la autorización del Ministerio de Cultura», detalló.
Adelantó que han proyectado, para fin de año, publicar los resultados de las investigaciones. Las piezas de cerámica y los demás objetos restaurados los entregarán al Ministerio de Cultura para su adecuada conservación y exposición al público.
Atractivo turístico
Ochatoma adelantó que otro objetivo de las investigaciones arqueológicas es lograr que el complejo arqueológico Wari se convierta en un atractivo turístico importante en Ayacucho.
«Vamos a tratar que se haga un circuito turístico en las áreas ceremoniales en forma de letra «D» mayúscula para descentralizar la visita. Si bien el turismo se ha incrementado en Ayacucho, es necesario ofrecer más alternativas. Nuestra idea es que la ciudad Wari se convierta en un atractivo turístico de primer orden, dado que se trata de la capital del primer Estado imperial en los Andes del Perú», enfatizó.
Subrayó que la civilización Wari construyó la red de caminos que dieron lugar al Qhapaq Ñan o gran Camino Inca, teniendo en cuenta que sus dominios se extendieron hasta Cajamarca por el norte y hasta Moquegua por el sur.Entre los enclaves administrativos destaca Pikillaqta en Cusco. Asimismo, crearon los «quipus» o sistema contable que fue muy utilizado por los incas.
Y en arquitectura, los Wari innovaron con el diseño trapezoidal presente en puertas y ventanas de las edificaciones incas. «La base del desarrollo y organización política, económica y social, e incluso militar de los incas se inspira en la cultura Wari. Por eso queremos contribuir al conocimiento de la vida cotidiana mediante la investigación, reconstrucción, conservación y puesta en valor de este complejo arqueológico que es un hito importante en la identidad e historia ayacuchana y peruana», remarcó.
José Ochatoma lidera un equipo integrado por tres arqueólogos titulados; a quienes se suman 30 universitarios (20 bachilleres y 10 estudiantes de arqueología) y 30 obreros.