Una chullpa o chullpar es una antigua torre funeraria, de base angular o redonda, construida originalmente para personas de alto status. La tradición chullparia del Collao data de los siglos XIII y XIV, posterior a la caída de Tiahuanaco y su uso como mausoleo de autoridades se hace tradicional rápidamente en zonas colindantes al altiplano hasta inicios del siglo XVI (colonial-temprano).
Descripciones en tiempos de cronistas
Es en las crónicas de Cieza de León, Cobo y Vásquez de Espinoza donde se encuentran las primeras descripciones -sin nombrar la palabra
chullpa de aquellas practicas de carácter mortuorio de los indígenas del altiplano que tenían una expresión artística en la construcción de grandes monumentos. Se atribuye a Matienzo, el que usa por primera vez la palabra chullpa, su asociación con los entierros de los caciques y grandes señores, con sus magnificas ofrendas (Aldunate et al 1981:1). La historia gráfica contada por Felipe Guamán Poma de Ayala (1980 [1613]) también sirvió para la comprensión y conceptualización tanto gráfica como estética del término chullpa. En sus láminas se describían aquellas interpretaciones y significados que daba el Inca al momento de ritualidad fúnebre y su relación con los ancestros.
Cabe destacar que las primeras descripciones no hacen relación a la chullpa como monumento funerario, sino que más bien de describía su función mortuoria. Es el cronista Bertonio (Bertonio (1956 [1612) en Aldunate y Castro 1981) , quien hace una distinción en las definiciones de que es un enterramiento. El habla de tipos de enterratorio aymara en el siglo XVI, los cuales describe y define como:
imavi a la “sepultura debaxo de la tierra cavada nomás”, amaya via a “sepultura como casa sobre la tierra, callca a la “sepultura como caxa de muchas piedras para enterrar a la gente principal debaxo de la tierra” y chullpa vel asanco a una “sepultura o serón como isanga donde ponían el difunto”
(Bertonio (1956 [1612) en Aldunate y Castro 1981).
Arquitectura
La mayoría de chullpas fueron hechas de barro, pero existen una gran cantidad de chullpas hechas de piedra.
Sobre las chullpas de piedra existen algunas hechas de piedra pulida y unida sin argamasa (al estilo incaico) de las cuales pueden ser de base cuadrada o redonda, así como también existen otras hechas con pequeñas piedras unidas con argamasa de barro y paja, formando torres o conos, en el caso de las chullpas asociadas a la sociedad Canas existe vestigio de por lo menos una chullpa rematada con una cúpula (chullpa de Maukallajta). Algunas de las chullpas de piedra, además contienen algunos tallados generalmente representando lagartos (como en el caso de Sillustani) o felinos (como el caso de Cutimbo).
En el caso de las chullpas de barro, la mayoría son de base cuadrada o rectangular con diversos diseños e incluso con motivos pictóricos en donde predominan el rojo, amarillo y blanco, en menor medida el verde y azul. Algunas presentan base de piedra y cuerpo trapezoidal, que en algunos casos fue invertido, las puertas de ingreso en las chullpas de barro es diverso, existiendo puertas cuadradas, triangulares u ojivales. Las chullpas polícromas eran realizadas con dos técnicas distintas, la primera consistía en hacer adobes de barro coloreado que luego fueron colocados dando forma a motivos geométricos; la otra técnica fue hacer la estructura con barro sin colorear y luego revestirla con pedazos geométricos de barro coloreado.
La mayoría de las chullpas de barro como las de piedra tuvieron sus ingresos orientados al este, aunque existen algunas chullpas con 2 aberturas, una opuesta a la otra; así como chullpas con puertas orientadas a otros puntos cardinales.
Sobre la ubicación en relación con la residencia del gobernante enterrado, ésto dependía del grupo social que las construía. Existen conjuntos chullparios en lo alto de cerros de difícil acceso, así como otras ubicadas en territorios llanos; en todos los casos adjuntos a territorios geográficos considerados sagrados por los constructores. Asimismo, se han encontrado algunas chullpas dentro de complejos arqueológicos domésticos, al costado de viviendas. Durante el periodo incaico, muchos grupos étnicos fueron trasladados a lugares aledaños al Capac Ñan, aún asi, los cementerios (lugares dotados de sacralidad) siguieron siendo utilizados. Existen datos sobre el esfuerzo que hicieron varios grupos étnicos en conjunto para construir dos chullpas para el mallku Tata Paria, jefe de los «karakara», una en la ciudad de Macha (capital incaica de los «karakara») y la otra en Carata; estas chullpas fueron construidas por 5 naciones que fueron Chui, Killaka, Sora, Carangas y Karakara); este hecho nos demuestra que en tiempos incaicos los enterramientos fueron cambiando de lugar, teniendo en cuenta que la capital tradicional «karakara» fue «Chayanta», el entierro se hizo en una ubicación que le otorgó el inca al mallku. En el caso Lupaca, en cambio, se documentan poblaciones y mallkus trasladados como mitkmas a otros lugares del Tahuantinsuyo, pero aun así continuaron utilizando sus lugares tradicionales de enterramiento, como lo demuestra el sitio arqueológico de Cutimbo situado a menos de 20 km de Chucuito (capital Lupaca).
Asimismo, se sabe que en algunos casos las chullpas también sirvieron como hitos territoriales, teniendo en cuenta que cada señorío tenía subdivisiones y éstos contaban con líderes que iban ganando prestigio al incrementar su economía o su poderío bélico.
Distribución geográfica de hallazgos de chullpas
Las chullpas se hayan asociadas al altiplano, pero también se han denominado chullpas a varias torres funerarias en la zona andina centro y norte del Perú (Chachapoyas, Chota, Cutervo y Canta).
Las chullpas del altiplano, en cambio, están asociadas a los reinos o señoríos aymaras que habitaron desde Canas y Canchis en Perú, hasta el departamento de Potosí en Bolivia; aun así no todos las sociedades aymaras construyeron chullpas, como lo demuestran los casos de las sociedades «karakara» del norte («karakara» del sur si presenta chullpas) y «yampará»; y no todas las chullpas parecen ser aymaras, puesto que existen chullpas con orientación oeste y norte en zonas puquinas al este del lago Titicaca.
Generalmente las chullpas se han asociado a las punas, pero se han descubierto muchas chullpas en la vertiente oriental de los andes en territorios de espesura forestal y otras en los valles interandinos de Bolivia, Chile y Perú. La mayoría de las chullpas de la zona amazónica son de piedra pero según crónicas europeas existieron en el Beni chullpas de barro, de las cuales en la actualidad no hay vestigios descubiertos.
Entierros
Sin lugar a dudas, las chullpas sirvieron para enterrar a los «mallkus» o «líderes étnicos»; su objetivo práctico era proteger el cuerpo para poder recibir veneración, pero además servía como un recuerdo del poder que el «mallku» ejercía en vida y que seguía ejerciendo.2 La veneración del «mallku» en la cultura andina (tanto aymara, quechua, uro y puquina) servía para fortalecer los lazos familiares.
Es importante acotar que la mayoría de las chullpas no eran exclusivas para el «mallku», si no que también albergaban los cuerpos de sus esposas y familiares, además hay vestigios de entierros de sirvientes que fueron sacrificados durante los entierros. En algunos casos se han encontrado hornacinas dentro y fuera de las chullpas que pudieron contener ídolos u objetos valiosos para el mallku, en algunas chullpas se ha documentado que en aquellas hornacinas colocaban un k’ero conteniendo chicha.2
La chullpa no era lo único necesario para el entierro, puesto que los cuerpos iban dentro de textiles o cueros de auquénido, en otros casos eran puestos sobre cestos hechos de ichu o totora entretejida. Algunas chullpas tuvieron cámaras subterráneas en donde colocaban los cuerpos.
La tradición chullparia del altiplano
La tradición de las chullpas en el altiplano aparece después del ocaso Tiahuanaco (1000 – 1100), y prevalece hasta la conquista española (aprox. 1450). Según estudios de radiocarbono hechas a 32 torres en el área del Collao, los más antiguos corresponden a la parte norte del Lago Poopo (mediados del siglo XIII). Existen un grupo de chullpas en Toconce, al norte de San Pedro de Atacama que tienen más antiguedad, pero éstas no son consideradas chullpas en el sentido estricto de la palabra, por carecer de enterramientos. Por otro lado las chullpas del norte peruano, que son más antiguas (datan del «intermedio temprano») no pueden ser puestas en el mismo fenómeno que explica la aparición de la tradición chullparia en el altiplano.
Las chullpas del altiplano tienen rápida difusión, se hacen más comunes entre los siglos XIV en varios señoríos aymaras y luego, la tradición se extiende a otros grupos puquinas. Con la conquista incaica, la tradición de los chullpares se mantiene y se perfeccionan los acabados. Las chullpas de Ollantaytambo y Churajón (Arequipa), datadas en los siglos XIV y XV, parecen responder a esta misma corriente tradicional de enterramientos.
Las chullpas cuadradas son las más antiguas, mientras que las redondas aparecen de manera más temprana entre la zona Lupaca y Pacaje. Las chullpas con piedra de mampostería, aparecen en los Collas, Lupacas y Pacajes antes de la conquista incaica (esto tomando en cuenta la cerámica encontrada en los enterramientos).
En el caso de las chullpas de barro con decorados geométricos, aparecen en Pacaje y Carangas luego de la anexión al Tahuantinsuyu. De igual manera, la mampostería de mayor perfección en los territorios Collas, Lupacas y Pacajes aparecen luego de la anexión al incario.
Las diferencias entre las estructuras chullparias parecieran reflejar una identidad étnica, salvo algunos casos en los cuales existe una gran cantidad de formas y acabados en un mismo lugar. Cutimbo presenta chullpas de piedra mamposteada de base cuadrada y circular, Sillustani presenta chullpas redondas con acabado de mampostería y otras de barro blanco, Caquiaviri presenta chullpas de base cuadrada y circular, tanto llanas como cónicas; en éstos tres lugares, un mismo grupo étnico utilizó varios modelos arquitectónicos en un mismo lugar
La tradición chullparia del altiplano continúa durante los primeros años de la conquista española, existen evidencias de chullpas en Sillustani que quedaron a medio construir. En tanto la chullpa grande de Markiviri dio un fechado radiocarbónico entre 1658-1666, esto es varios años después de la incursión española en el Collao. Al parecer, la lejanía de algunos lugares con respecto a las ciudades fundadas por los españoles contribuyó a que la tradición chullparia se conservara en algunas zonas.
Por otra parte, algunos arqueólogos planteaban que las chullpas habían surgido de la tradición funeraria tiahuanacota, pero los estudios demuestran que las chullpas aparecieron en el área del río Tiwanaku entre el 1300 y 1400, por lo menos 200 años después del ocaso de Tiahuanaco y posterior a las chullpas del norte del lago Poopó.
Sillustani
En una península de la laguna Umayo, Perú se encuentra el sitio arqueológico de Sillustani, un cementerio donde se pueden ver una serie de impresionantes tumbas pertenecientes a la cultura Kolla (1200 – 1450) que se desarrolló en la parte norte de la laguna, en la localidad conocida como Hatuncolla. Las tumbas, llamados chullpas, que tienen la forma de troncos de cono invertidos, son construcciones que en menor número se encuentran también en varios otros locales del altiplano, como Acora o Ilave.
Las Chullpas de Sillustani son los restos de un santuario levantado por los Collas para guardar la memoria de sus antepasados. Están ubicadas en la planicie que rodea la laguna Umayo, a unos 35km. de Puno y 20km. del lago Titicaca. Las chullpas son criptas abovedadas donde se guardaban las momias de los jerarcas collas en tiempo de los incas y desde
unos siglos atrás; cubiertas por una mampostería de piedras finamente labradas de estilo tradicional incaico. Las torres medían en algunos casos más de 12m. de alto y eran tanto de planta cuadrada como circular con una pequeña puerta de acceso para el servicio de los muertos y espacios destinados a contener las ofrendas
El nombre Sillustani proviene de las palabras sillus (uña) y llustani (resbaladero). La traducción literal de Sillustani sería entonces resbaladero de uñas, quizás haciendo referencia a que la unión de los bloques externos de las chullpas no permite ni el pasaje de una uña.
Descripción de las tumbas en Sillustani
Antes de ser colocados en la chullpa, el cadáver era momificado en posición fetal. Conjuntamente con la momia se colocaban sus pertenencias, en algunos casos objetos de oro y plata, utensilios de cerámica y alimentos, puesto que las creencias decían que después de la muerte resucitarían en otra parte donde habrán de comer y beber a voluntad, como antes de morir.
Se observan diferentes tipos de entierros, desde los más rústicos, Pre-Incas, hasta los mausoleos más sofisticados, con piedras de muchos ángulos perfectamente encajados en la parte externa.
Entre las principales características de estas construcciones funerarias se destacan:
- Una entrada, siempre dirigida hacia el Este, que servía para la comunicación del espíritu del difunto con el dios sol. La entrada es siempre demasiado pequeña para que a través de ella se haya podido introducir el fardo funerario. Se considera que el fardo era introducido en la bóveda, antes de ser cerrada.
- La cámara mortuaria abovedada formada con piedras de pequeñas dimensiones. Estas piedras no son labradas.
- Revestimiento exterior con bloques de piedras labradas de grandes dimensiones, perfectamente encajadas unas en otras sellando el exterior sin necesidad de argamasa. Internamente, como se puede observar en las fotos, los bloques de piedra son apuntalados y apoyados por medio de piedras más pequeñas. Lateralmente, los bloques de piedra del recubrimiento exterior presentan hendiduras y protuberancias para permitir una cierta flexibilidad de la estructura, como un todo, frente a los sismos.
- La parte superior de las chullpas, de la época incaica, presentan una hilera sobresaliente, formando la cornisa que adorna la chullpa. Algunas piedras presentan bajorrelieves representando principalmente lagartos y culebras. Otras piedras exteriores presentan, a semejanza de las que también se observan en Ollantaytambo, protuberancias, quizás utilizadas para ayudar el manipuleo de las mismas
Acceso al Complejo Arqueológico
Terrestre, Carretera hacia el norte en dirección a Juliaca, se pasa por Paucarcolla en el Km. 12, continuando por la carretera en el Km 20 hay un desvío que va hacia la izquierda que luego de pasar los campos de cultivo se llega a Hatunkolla otro pueblo, se continúa el viaje hasta llegar a la península de Sillustani.
Distancia en Kms: Se encuentra aproximadamente a 34 km. desde la ciudad de Puno, capital la Región Puno.
Tiempo: 30 minutos desde Puno.