Parque Nacional Rio Abiseo – Patrimonio de la Humanidad

Inscripción

El Parque Nacional Río Abiseo (Perú) (C-N 548) fue inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial de la Convención de la UNESCO de 1972 como bien natural bajo los criterios (vii) (ix) (x), en la 14ª Sesión del Comité del Patrimonio Mundial, realizada en Banff, Canadá, el 12 de diciembre de 1990.

Mas adelante, el Parque se inscribió como bien cultural bajo el criterio (iii), en la 16ª Sesión del Comité del Patrimonio Mundial, realizada en Santa Fé, Estados Unidos de Norteamérica, el 14 de diciembre de 1992.

Significado Cultural y Natural

El Parque Nacional Río Abiseo se extiende sobre la ladera oriental de los Andes tropicales del centro-norte del Perú, constituyendo uno de los pocos sitios del país inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial bajo valores naturales y culturales.

A lo largo de sus 274520 hectáreas, el parque abarca no solo distintos tipos de bosque tropical y pastizales altoandinos, sino también sitios arqueológicos extraordinarios que reflejan, por lo menos, ocho milenios de historia humana. Los científicos consideran que el territorio que ocupa el parque fue un refugio del Pleistoceno, lo cual significa que la flora y fauna sobrevivió y evolucionó aquí aislada durante la última glaciación.

Esta es una explicación posible para el alto grado de endemismo y asombrosa diversidad de las especies propias a áreas boscosas y pastizales. Los numerosos sitios arqueológicos del bien se integran armoniosamente con bosques, cañones y serranías, teniendo como maravilloso fondo un paisaje remoto y virgen de la cordillera andina.

El parque abarca las cuencas de tres ríos tributarios del Huallaga, un gran afluente peruano del río Amazonas. Estos ríos, denominados Abiseo, Montecristo y Tumac, discurren por estrechos valles flanqueados por picos y elevaciones de marcada pendiente. Tanto los pastizales altoandinos como los bosques bajos montanos y de neblina que se concentran en este paisaje accidentado albergan una impresionante variedad de plantas y animales silvestres. A pesar de que se ha desarrollado poca investigación, se han identificado más de 5000 especies de plantas, 1000 de las cuales pertenecen solamente al ecosistema de pastizales. En general, los bosques secos se distinguen de los cuatro tipos de bosques húmedos y los pastizales de gran altitud; entre ellos, los bosques nubosos prístinos que alcanzan hasta 3600 m.s.n.m., destacan como un tipo de bosque excepcional.

El inventario de fauna es similarmente incompleto, incrementándose rutinariamente estudios taxonómicos de especies antes desconocidas para la ciencia, entre ellas, vertebrados, anfibios e inclusive mamíferos pequeños. Algunas de las especies identificadas tienen una distribución restringida al ámbito inmediato del parque. Entre las más representativas está el críticamente amenazado mono choro de cola amarilla, uno de los primates más grandes de Sudamérica, que se pensó extinto hasta su redescubrimiento en 1974. El parque ofrece también refugio a animales en peligro de extinción o ya desaparecidos en otras partes de Sudamérica, tales como el oso de anteojos, el armadillo gigante, la taruca, el jaguar y muchas otras especies de felinos. También protege tipos de árboles raros, considerados en vías de extinción, como el cedro de altura y el romerillo. Los registros de polen de la propiedad merecen ser mencionados pues contienen información valiosa sobre la dinámica del clima de esta parte de la cuenca del Amazonas.

Además de sus evidentes bondades naturales, el Parque Nacional Río Abiseo destaca también por concentrar sitios arqueológicos de gran valor. Estos sitios son testimonio de 8 mil años de ocupación humana continua en este agreste territorio.

La variedad de yacimientos es impresionante, desde abrigos rocosos ocupados por antiguos grupos de cazadores y recolectores trashumantes, estructuras domésticas y ceremoniales, terrazas agrícolas y sitios de control asociados a un ramal del Qhapaq Ñan – Sistema Vial Andino hasta reducciones de indígenas organizadas por clérigos españoles. Las relaciones comerciales existían con lugares tan lejanos como la costa del Pacífico y lo que hoy son los Andes ecuatorianos. Los sitios arqueológicos más sorprendentes pertenecen a la cultura denominada Chachapoya, que prosperó en la vertiente oriental de los Andes norperuanos entre los siglos IX y XV de nuestra era.

Esta cultura erigió extensos asentamientos compuestos por casas circulares de piedra (Gran Pajatén, La Playa, Las Papayas, Cerro Central, entre otros) y torres funerarias en los farallones (Los Pinchudos y otros) en el terreno abrupto y boscoso del valle del río Montecristo. Algunas estructuras presentan una decoración arquitectónica exquisita que incluye extensas composiciones de mosaicos e inclusive esculturas de madera. Estas composiciones representan un testimonio excepcional de las tradiciones artísticas desarrolladas por las antiguas culturas americanas. El terreno accidentado y el carácter impenetrable de la selva, han permitido que estas manifestaciones culturales sobrevivan el expolio de buscadores de tesoros.

Criterio (iii): Los monumentos prehispánicos del valle del Montecristo, dentro del Parque Nacional Río Abiseo, son ejemplos sobresalientes de la adaptación, evolución y ocupación humana prehispánica en los bosques de neblina de gran altitud de la cuenca amazónica de los Andes peruanos, en tiempos tan tempranos como los 6000 a.C. -evidenciado por la cueva de Manachaqui- hasta la mitad del siglo XVI. Los restos extensos y notablemente completos son de gran importancia para la comprensión de la temprana ocupación humana en la región andina.

Criterio (vii): Ubicado en una parte remota de los Andes tropicales, el Parque Nacional Río Abiseo alberga una cuenca virgen cubierta por densos y exuberantes bosques. Hacia las elevaciones más altas, el terreno se vuelve cada vez más accidentado y profundamente hendido. Eventualmente, los bosques nublados dan lugar a los pastizales de páramos andinos. La espectacular belleza escénica del variado paisaje de montaña se complementa con numerosos pequeños lagos de montaña, ríos, arroyos, quebradas y cañones escarpados. Incrustados en el paisaje hay numerosos sitios arqueológicos destacados que sirven como un recordatorio de la vida aún poco comprendida de las sociedades pasadas en un entorno natural deslumbrante.

Criterio (ix): La totalidad de los Andes tropicales, que se extiende a lo largo de varios países, es conocida por su importancia para la conservación global, coincidiendo trágicamente con la creciente presión humana. Dentro de la región, el Parque Nacional Río Abiseo se destaca como un área protegida casi intacta que se beneficia de un alto grado de aislamiento y protección natural debido al terreno agreste. A lo largo del enorme gradiente altitudinal de alrededor de 350 a 4349 m.s.n.m. y favorecido por suelos altamente variables, patrones de precipitación y microclimas, la propiedad alberga ecosistemas y hábitats extremadamente variados. En términos generales, los bosques secos se pueden distinguir de los cuatro tipos de bosques húmedos y los pastizales de gran altitud.

Los bosques nubosos prístinos de Río Abiseo alcanzan hasta 3600 m.s.n.m. y se destacan por ser un raro ejemplo intacto de un tipo de bosque particularmente valioso. Se cree que la propiedad pertenece al refugio del pleistoceno del Huallaga, de acuerdo con la hipótesis del refugio del pleistoceno, una explicación predominante de los patrones de la biodiversidad y el endemismo. Se piensa que los refugios aislados, como el área que hoy constituye la propiedad, permitieron no solo la supervivencia, sino también el nacimiento de nuevas especies durante períodos glaciales. Los registros todavía muy incompletos muestran niveles impresionantes de endemismo en plantas, invertebrados, anfibios e incluso mamíferos, sugiriendo que los procesos de especiación se mantienen todavía en curso. Más allá del grado científicamente fascinante de endemismo, el Parque Nacional Río Abiseo también es una referencia importante para el estudio del polen y el cambio climático en la cuenca del Amazonas.

Criterio (x): Los numerosos ecosistemas y hábitats intactos del Parque Nacional Río Abiseo albergan una impresionante diversidad de especies de importancia mundial para la conservación y la ciencia. Aunque solo se ha llevado a cabo una investigación limitada en estos bosques y pastizales, se han registrado más de 5000 especies de plantas, y casi 1000 solo en los pastizales. El inventario de la fauna también es incompleto, los estudios taxonómicos producen de forma rutinaria especies previamente desconocidas para la ciencia, incluidos los vertebrados, tales como reptiles, anfibios e incluso pequeños mamíferos. La fauna de mamíferos más conspicua incluye el oso de anteojos, el armadillo gigante, el ciervo del norte de los Andes, el jaguar y varias otras especies de gatos. De las 5 especies de primates, destaca el mono choro de cola amarilla en peligro crítico de extinción, ya que su futuro parece estar estrechamente vinculado al futuro del Parque Nacional Río Abiseo.

Cientos de especies de aves e innumerables artrópodos se distribuyen a través de muchos hábitats y nichos ecológicos.

El endemismo del parque es alto en muchos grupos taxonómicos y muchas especies de flora y fauna son raras, algunas están amenazadas o incluso en peligro de extinción.

Condiciones de Integridad y Autenticidad

El Parque Nacional Río Abiseo, debido a su ubicación remota en un terreno abrupto, no es de fácil acceso. Este hecho ha permitido que los atributos naturales y culturales que sustentan su Valor Universal Excepcional se mantengan mayormente inmunes a las alteraciones causadas por la mano del hombre.

El parque contiene gran variedad de sitios arqueológicos, que permanecen intactos a no ser por cambios poco substanciales generados por factores naturales. Estos factores, entre los que destaca notablemente el crecimiento del bosque, han propiciado la degradación física de artefactos y estructuras.

Los límites del parque son razonables, en tanto incluyen una abundancia de rasgos culturales y naturales de gran significado para la conservación y la investigación. Al abarcar las cuencas de tres ríos, se consiguió que un extenso territorio virgen, que alberga una compleja sucesión de ecosistemas, goce de completa protección formal. Es también significativo que toda la gradiente altitudinal de la cordillera, desde los llanos de selva hasta los altos pastizales de puna, gocen de plena protección.

Dada la limitada información científica sobre la distribución exacta de la biodiversidad, el endemismo y los sitios arqueológicos, podría ser recomendable considerar la extensión del área natural protegida en el futuro. La investigación arqueológica apoya esta propuesta, pues se ha logrado demostrar que el área de asentamiento prehispánico se extendía más allá de las fronteras actuales del parque. Cualquier propuesta eventual de extensión de límites requerirá una cuidadosa evaluación, para asegurar que una protección y disposiciones adecuadas de gestión estén debidamente implementadas.

La propiedad contiene todas las características culturales físicas, desde refugios de roca hasta estructuras de viviendas, ceremonias, producción (plataformas y almacenes), cementerios y caminos que permanecen intactos. Las autoridades responsables prestan especial atención a la conservación de los sitios arqueológicos excavados para mitigar los factores de degrado debidos a las condiciones climáticas y ambientales, incluido el riesgo de perturbaciones sísmicas, así como a los derivados de las acciones humanas.

La autenticidad de los restos arqueológicos del Parque Nacional Río Abiseo es incuestionable. No han ocurrido intervenciones humanas significativas desde su abandono en el siglo XVI hasta su redescubrimiento en el siglo XX. La configuración geográfica, el aislamiento y la inaccesibilidad del territorio han contribuido a mantener intacta la autenticidad de los asentamientos precolombinos.

Estas condiciones muestran que la diversidad de sitios arqueológicos localizados en los distintos nichos ecológicos del parque todavía ofrece valioso testimonio de la continuidad histórica y el proceso de adaptación, humana a los bosques de neblina y el páramo del alto territorio andino. Este proceso se extiende desde tiempos que corresponden al poblamiento inicial del continente, hasta la consolidación de sociedades complejas locales en el siglo XV y su posterior asimilación dentro del nuevo orden establecido por la ocupación española.

Gestión

El Parque Nacional Río Abiseo fue creado mediante Decreto Supremo N° 064-83-AG de agosto de 1983, con el objetivo principal de proteger la cuenca del río Abiseo y sus afluentes, sus excepcionales bosques de neblina y, explícitamente, los valores culturales asociados a estos espacios naturales. La protección del parque se encuentra amparada por la Constitución Política del Perú (artículos 21° y 68°), por la Ley N° 26834, Ley de Áreas Naturales Protegidas de julio 1997 y por la Ley N° 28296, Ley General de Patrimonio Cultural de julio de 2004, entre otras normas específicas.

Desde el inicio, el Ministerio de Agricultura (y posteriormente el Ministerio del Ambiente) y el Instituto Nacional de Cultura (ahora Ministerio de Cultura), han compartido la responsabilidad de administrar el parque. Este esfuerzo de gestión conjunta requiere una coordinación amplia, que a veces puede resultar desafiante entre instituciones y campos de experiencia distintos.

Desde la creación del Parque Nacional Río Abiseo, e incluso antes, se han elaborado planes de gestión que han propuesto una planificación para el manejo de sus recursos, a veces especificados en planes operativos. Paralelamente, el bien ha recibido apoyo científico, técnico y financiero de distintas instituciones no gubernamentales nacionales e internacionales especializadas en investigación y conservación. Esta estructura diversificada de apoyo requiere ser consolidada y, de ser posible, expandida en anticipación a posibles limitaciones de financiamiento. A pesar del evidente potencial turístico del paisaje y los fascinantes sitios arqueológicos, las visitas públicas están muy restringidas y controladas debido a la fragilidad de la propiedad.

Galería Fotográfica del Parque Nacional Rio Abiseo – Patrimonio de la Humanidad

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