Marcahuamachuco es uno de los sitios arqueológicos más importantes y extensos del Perú. Situado a 3650 m.s.n.m., se extiende sobre la cumbre de un gran cerro cubriendo unas 240 ha. Se ubica muy cerca de la ciudad de Huamachuco y está rodeado por los fondos de valles pertenecientes a los ríos Grande de Huamachuco, Sanagorán y Vado. Tradicionalmente está dividido en cuatro grandes sectores, de sur a norte son: Cerro del Castillo, que ocupa casi la mitad del sitio; Cerro de las Monjas, Cerro de los Corrales y Cerro Viejo, en el extremo norte.
La historia de Marcahuamachuco se remonta hacia los 350 d.C., cuando aparecen las primeras manifestaciones de ocupación humana en los extremos del sitio arqueológico. Sin embargo, en los alrededores Huamachuco se han hallado evidencias muy antiguas que datan aproximadamente los 950 a.C. Esto indica que la posibilidad de que debajo de las construcciones que hoy se ven en Marcahuamachuco existan estructuras muy antiguas.
El apogeo y magnificencia de Marcahuamachuco tiene su origen en los antiguos pastores y agricultores de hace cuatro mil años, quienes habitaban la región y cuando ésta estuvo relativamente aislada. Sin embargo, desde estas épocas los grupos humanos empezaban a tejer la red de intercambio y comercio que se complejizaría siglos después. Aunque la zona de Huamachuco no muestra el grado de desarrollo en aquellas épocas como se observa en Moche, Chavín, etc., es sorprendente que a inicios del primer milenio después de Cristo se dé un gran salto cualitativo.
Hacia el año 300 d.C. empieza una divergencia entre las poblaciones contemporáneas de la parte norte (sierra y costa) del Perú. Las sociedades muestran en sus manifestaciones culturales una identidad y modo de hacer las cosas. Es reconocible la influencia y contactos de Marcahuamachuco con las culturas Cajamarca y Recuay, principalmente. Es muy probable que desde esta época ya empiece la arquitectura monumental y el patrón urbanístico del área de Huamachuco, expresado como símbolo de la civilización en Marcahuamachuco.
Poco después, hacia los 650 d.C., antes de llegada al área de Huamachuco de la influencia de una de las civilizaciones más importantes de los andes, los Wari de Ayacucho, el sitio arqueológico Cerro Amaru fue el centro más importante. Incluso cuando los Wari, en su expansión hacia la sierra norte, ofrendaron muchos objetos en este centro ceremonial y de peregrinaje. Pero, esta influencia se encontró con una sociedad igual de fuerte, tanto así que probablemente muchas de las características arquitectónicas de los Huamachuco hayan sido adoptadas por ellos y que su dominio se basara principalmente en un control comercial.
No se conoce bien la relación de los Huamachuco y Wari en esta región; pero no hubo una coerción militar. Empieza a construirse en este contexto la ciudad de Wiraqochapampa como enclave posiblemente de autoridad. Su planeamiento en conjunto revela una arquitectura lógica y de manejo de formas geométricas ortogonales (esquinas tipo escuadra), característico de los Wari pero con detalles de construcciones pertenecientes a la tradición arquitectónica Huamachuco, las galerías y los salones con nichos.
Finalizada la presencia Wari y su repentino abandono de la construcción de Wiraqochapampa, hacia los 800 d.C. Marcahuamachuco vuelve retomar su presencia hegemónica, continuando siglos después aunque es posible que ya no se planificara la arquitectura monumental de antaño. Los grandes edificios como los de Cerro del Castillo y Cerro de las Monjas empiezan a ser abandonados y cubiertos por rellenos de tierra, los cuales podrían tratarse de un entierro ritual o una gran remodelación inconclusa. Lo cierto es que a la llegada de los incas a la región, Marcahuamachuco estaba abandonado y muchos de sus grandes construcciones en ruinas o reocupadas por pastores o agricultores eventuales.
El nuevo asentamiento se hallaba en lo que hoy es la ciudad de Huamachuco y es allí donde los incas establecieron su centro de poder, fundando la provincia incaica, el denominado “Reino de Huamachuco”, a la llegada de los españoles. De Marcahuamachuco y los demás sitios monumentales como Cerro Miraflores, Cerro Sazón, Cerro Amaru, entre otros, los cuales habían formado la red de un complejo urbanístico importante de varios siglos de permanencia; solamente quedaba el recuerdo y el respeto hacia una civilización que dominó una extensa región, otrora un centro poderoso.
Fuente: Unidad Ejecutora 007