La agricultura de conservación, que tiene a los incas como precursores con los andenes productivos, es una agricultura altamente rentable y ecológica, según lo afirma José Benites Jump, ingeniero agrónomo y Magister Scientae.
«Para los países en desarrollo como el Perú sería una alternativa pues además de proteger los suelos, racionar el uso del agua, ahorra costos, tiempo, combustible y mano de obra, mejora los ingresos y es amigable con el ambiente, por lo que resulta recomendable su utilización, en tiempos de aumento de la población y cambio climático en el mundo”, aseguró el experto.
Benites Jump presenta hoy su libro “Agricultura de Conservación – Una práctica innovadora con beneficios económicos y medioambientales”, en el auditorio principal de su alma mater, la Universidad Nacional Agraria La Molina.
Señaló que el principal objetivo del libro es demostrar además cómo la agricultura de conservación incrementa la producción de los cultivos y al mismo tiempo reduce la erosión, invierte el proceso de declinación de la fertilidad de los suelos, aumenta la eficiencia del uso del agua, mejora el nivel de vida de la población rural y restaura el ambiente en los países en desarrollo.
Destaca Benites Jump que los principios de la Agricultura de Conservación, proteger el suelo con cobertura, no remover el suelo con labranza y practicar la rotación de cultivos, permite a los agricultores conservar los rastrojos en el campo sin incorporarlos y distribuirlos uniformemente por toda la superficie.
Además señala que los beneficios medioambientales de la Agricultura de Conservación y su contribución a la mitigación del cambio climático y a la reducción de la erosión, son argumentos para su implementación inmediata en nuestro país.
Finalmente precisó el autor del libro que algunas investigaciones explican cómo la adopción de técnicas de agricultura de conservación reduce las emisiones de C02 a la atmósfera, fruto del ahorro energético y del uso eficiente de insumos que es el resultado de la utilización de prácticas agrícolas limpias.
El libro tiene 14 capítulos. En la Introducción se presentan conceptos y un contexto importante para entender y analizar la Agricultura de Conservación.
Del capítulo uno al doce se recorre una hoja de ruta de la agricultura de conservación, describiendo sus componentes técnicos y sus efectos sobre la fertilidad y productividad del suelo, el agua, la biodiversidad, el control de plagas (insectos, enfermedades y malezas) y sus impactos socioeconómicos y ambientales.
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