Resumen
Sin lugar a dudas una de las controversias más importantes de los últimos años -relacionadas a devolución de patrimonio cultural- fue la referida a la colección Hiram Bingham de Machu Picchu. Luego de contactos tensos y acuerdos frustrados,finalmente, las diferencias se resolvieron gracias a un convenio de cooperación técnica y científica, así como a la apertura de una institución ad hoc que, actualmente, es depositaria de esta colección completa, además de ofrecer una amplia exhibición contextualizada de la misma. Este artículo hace una presentación del Museo Machu Picchu de la Casa Concha (Cusco) en función del fruto de ese acuerdo, sus proyectos más importantes y los retos institucionales de cara al futuro.
Palabras claves: Museo, Machu Picchu, Cuzco, Inca.
Autor:
Víctor Falcón Huayta
[email protected]
Artículo publicado originalmente en la Revista Haucaypata número 7
Abstract
Without doubt one of the most important controversies of recent years, concerned the restitution of cultural heritage comprisinq Hiram Bingham’s collection of archaeoloqical materials from Machu Picchu. Following tense exchanges and frustrated agreements, differences were resolved thanks to an accord of scientific and technical cooperation as well as the recently opened of an institution created for this purpose which is holds the complete collection and which provides a large scale exhibit contextualizinq the materials. This article introduces the Museum of Machu Picchu de la Casa Concha (Cuzco) which opera tes as one of the fruits of the agreement, and presents its most important projects and its institutional challenges looking into the future.
Keywords: Museum, Machu Picchu, Cuzco, Inca.
La Casa Concha
Muy cerca de la Plaza Mayor del Cuzco se encuentra la que fuera una clásica casona sola-riega. Como muchas del centro histórico, sus cimientos se levantan sobre lo que quedó de los muros de las antiguas residencias incaicas, conservadas según fueron útiles a la nueva urbanística y arquitectura española. Secciones de muros, vanos clausurados y nichos ubicados, principalmente, hacia las fachadas de los pri-meros pisos de estas casonas son testimonios del antiguo centro y capital de los Incas (Bauer 2008: 211).
Figura 1. Plano de delimitación de la zona monumental del Cuzco, 1978. La Casa Concha lleva el número 20 –resaltado amarillo– en la manzana dentro de la cual se encuentran los restos de dos palacios incaicos consignados con a letras N e I (Agurto 1980).Sólo para referir dos estudios recientes sobre la estratigrafía urbana inca-colonial del Cuzco señalamos el trabajo del arquitecto Santiago Agurto Calvo, quien consigna a la Casa Concha como Pucamarca el palacio de Túpac Yupanqui (área con achurado cruzado, consignada con la letra «N» en el plano de Agurto 1980). Adyacente y en la misma manzana indica al palacio de Qiswarcancha (área con achurado diagonal, consignada con la letra «1» en el mismo plano), entre las dos zonas así distinguidas, no hay un discernimiento claro (Figura 1). Luego, durante la Colonia un lote de esa manzana es ocupado por la «Casa Marqueses de Concha» (Agurto 1980).
Figura 2. Centro del Cuzco con restos de los muros incaicos. La Casa Concha se encuentra hacia los restos del Pucamarca. (Bauer 2008: 223, Figura 10.8).En segundo término, la descripción de Brian Bauer hace un seguimiento más detallado de las fuentes etnohistóricas para tratar de discernir los dos palacios incas, ofreciéndonos un plano similar al de Agurto, marcando la misma manzana con los restos de los muros del «Quisuarcancha» hacia el norte y «Pucamarca» hacia el flanco sur (Bauer 2008: 223). En conclusión, citamos al mismo autor para señalar que, hasta donde conocemos ahora, no podemos determinar con precisión cuáles eran los límites exactos de estos dos palacios incas, ni cómo se articulaban: «Contamos con poca información adicional referida a este sector del Cuzco, fuera de refe-rencias dispersas y parcialmente contradictorias a la ubicación de dos templos que había en su interior.» (Bauer 2008: 261). De cualquier modo, la Casa Concha parece corresponder al lado donde se ubicaba el Pucamarca (Figuras 2 y 3).
Figura 3. Casa Concha (remarcado amarillo) en la ciudad del Cuzco. Fuente: Google earth (Fecha de imagen: 8-1-2012). Figura 5. Primer patio de la Casa Concha, en sus dos pisos se distribuyen todas las salas de exhibición (Foto: Victor Falcón 2013).La Casa Concha es un ejemplo de la arquitectura residencial andina y mestiza gestada en el Cuzco desde los primeros años de la conquista. Se ubica en la calle Santa Catalina Ancha N° 320 Y cuenta con un área total de 2,373.00 m», Su primer propietario -documentado con precisión- fue Don José Santiago Concha y Salvatierra y hasta antes de su restauración actual, fue ocupada por la Policía Nacional del Perú (Unidad Especial de Asalto), en cuyo lapso de tiempo se realizaron las modificaciones y deterioros más notables del inmueble debido a la función -cuasi de cuartel- a la que fue sometida. Su configuración y características coloniales actuales datan de fines del XVIII. Finalmente, fue declarada Patrimonio Nacional a través de la Resolución Suprema N° 2900-72-ED del 13 de diciembre de 1972 (Cano s/f), Es importante señalar que fue el Dr. Valentín Paniagua Corazao, presidente transitorio de la República, quien la asigna a la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cuzco (UNSAAC) mediante Resolución Suprema N° 0603-2001-IN del 21 de junio de 2001 (Figura 4).
Figura 4. Calle Santa Catalina Ancha, Cuzco. El Museo Machu Picchu de la Casa Concha se encuentra a la derecha luciendo una bandera peruana en su balcón (Foto: Victor Falcón 2013). Figura 6. Segundo patio de la Casa Concha, aquí se ubican depósitos y almacenes de la colección Bingham (Foto: Victor Falcón 2013).La casona es amplia y compleja, cuenta con cuatro patios y aproximadamente 45 ambientes (La República 2011). Para los fines del presente artículo vale la pena citar una descripción in extenso a cargo del arquitecto Jorge Cano quien restauró este inmueble: «La «Casa Concha» muestra en su trazo actual cuatro patios … diferenciando con esto la zona social y de servicio. La fachada principal presenta un paramento de piedra … Inca el que ha sido fracturado en forma indiscriminada para posibilitar la apertura de vanos de puerta. El ingreso principal cons tituido por una portada labrada de piedra … El patio principal al cual se accede por medio del zaguán, posee tres crujías rodeadas por arquerías de piedra en los dos niveles y una cuarta crujía que posee una galería de madera en el segundo nivel. Al segundo patio se accede a través de un chiflón con arcos de medio punto en piedra y que tiene en su inicio una hermosa puerta de madera torneada tipo cancela. El tercer patio tiene acceso por un chiflón un poco más estrecho que el del segundo patio, posee un arco de adobe al pie del zaguán y desemboca en un patio rectangular. El cuarto patio es un espacio arquitectónico más pequeño cuyo frente noroeste está constituido por una edificación con tres arcos de medio punto labrados en piedra que se encontraban tapiados.» (Cano sjf) (Figuras 5 y 6).
Figura 7. Tercer patio de la Casa Concha, aquí se ubicarán gabinetes y oficinas de investigación (Foto: Victor Falcón 2013). Figura 8. Cuarto patio de la Casa Concha, aquí se ubica el ambiente para el generador de energía eléctrica –especialmente diseñado en los Estados Unidos– del que dispone el museo para casos de emergencia además de otros ambientes. En la foto Richard Burger (Foto: Victor Falcón 2013).La restauración integral de la casa estuvo a cargo del Instituto Nacional de Cultura – Región Cuzco (hoy Ministerio de Cultura) demandó dos años y su finalización coincidió con el acuerdo de cooperación científica entre la UNSAAC y la Universidad de Yale por la colección Bingham de Machu Picchu, de modo que fue una de las opciones que se barajaron para ser sede de su exhibición, depósito y estudio. Desconocemos detalles adicionales del proceso de recuperación, problemas y soluciones que tuvo que superar su restauración, así como, los detalles de las excavaciones arqueológicas que tuvieron lugar en ella (Figuras 7 y 8)1.
Mención aparte merece uno de los rasgos coloniales más significativos de su fachada, el balcón sobre el portón de ingreso que ha sido habilitado rompiendo un muro inca y definiendo una portada con jambas y dintel coloniales (Figura 9). El balcón es en volado con tapa o antepecho al frente profusamente decorado. La sección superior libre de sus pies derechos muestran tallados de estilo churrigueresco o «crespo cusqueño» en relieve y adosados sobre éstos; un ejemplar singular en toda la ciudad del Cuzco (García 2013) (Figura 10).
Las paredes internas de la casa estuvieron profusamente decoradas con frescos polícromos. Por ejemplo, restos de sus pinturas mura-les representando bodegones cargados de frutos, pájaros y flores se pueden observar en el pasadizo o chiflón que une al primer patio con el segundo y que datarían de fines del XVIII; asimismo, han sobrevivido representaciones de San Cristóbal y San Miguel Arcángel (García 2013). Los decorados se elevaban hasta el techo, lo de-muestran algunos fragmentos del friso superior que se pueden ver -sobre las paredes debajo de las arquerías- en el segundo patio, el cual está compuesto de maceteros con flores enlazados por ramas y hojas dando la impresión de roleos, es curioso advertir pequeñas cabezas humanas escondidas entre su follaje (Figura 11).
Figura 12. Los arqueólogos de la Universidad de Yale Lucy Salazar y Richard Burger, junio de 2013 (Foto: Victor Falcón 2013).Entrevista a los gestores de Yale
Para conocer mejor el museo que actualmente viene funcionando en esta casona y detalles poco difundidos que gestaron los acuerdos alcanzados, entrevisté (VFH) -en junio de este año- a dos de los representantes de la Universidad de Yale que anualmente vienen al Perú a ocuparse de llevar adelante las actividades científicas pactadas con la UNSAAC: el Dr. Richard Burger (RB) y la ar-queóloga peruana Lucy Salazar (LS) (Figura 12).
VFH: ¿Cómo se inicia vuestro interés en el tema Inca?
LS: Se inicia con la exhibición que la Universidad de Yale hizo de la colección de Hiram Bingham de Machu Picchu en los Estados Unidos en el 2003. Sin esta actividad el tema no hubiera atraído la atención de nadie. La exhibición tenía un costo que sufragar, lo cual se cubrió con la gira de la muestra en diferentes localidades de los Estados Unidos.
VFH: ¿Cómo ve el tema de la devolución de la colección Hiram Bingham al Perú?
RB: Yo creo que no tiene nada que ver con papeles. Tiene que ver con el oportunismo político. Yo hasta ahora mantengo, con toda sinceridad, que esas colecciones fueron exportadas y asignadas al museo Peabody legalmente. El Perú no tenía ninguna base legal para pedirlas. Eso no quiere decir que no debieron volver. Creo que hay una lógica ética e intelectual que justifica la devolución, pero no por razones de «papeles», vale decir, legales.
Yo creo que la gente que pretende decir que fue una «repatriación», está engañando al público conscientemente. Fue la coyuntura política de ese entonces lo que produjo el reclamo peruano. La antropóloga Eliane Karp ve la exhibición en los EEUU y entrevé el potencial político de un reclamo e inicia las gestiones gubernamentales en esa dirección. No fue pues el resultado de una evaluación integral interna del tema de las colecciones nacionales peruanas, es decir, no fue consecuencia de la política cultural del gobierno del Perú de entonces.
Es interesante observar que al mismo tiempo que se inicia este reclamo de una antigua colección en el exterior, no se implementan los mecanismos suficientes para proteger a los ya-cimientos arqueológicos dentro del Perú aún ante la inminencia de una etapa de obras de infraestructura para su desarrollo. Siendo un poco suspicaces, podría decirse que se usa el escándalo mediático provocado por el reclamo de la colección Bingham para solapar esta realidad.
VFH: Luego de este proceso largo, difícil y, a veces, tortuoso: écreen que el convenio entre Yale y la UNSAAC ha solucionado la controversia de manera productiva?
RB Y LS: Creemos que se ha solucionado positivamente. Aunque siempre hay gente que quiere tratar de sacarle provecho político al tema vendiendo un discurso chauvinista de «repatriación», lo cual no aceptamos pues implica que la colección salió del Perú ilegalmente. Todos los documentos y memorándum de entendimiento con respecto a este tema usan el término «devolución». Una diferencia sutil aunque importante de señalar.
VFH: El público en general no conoce con precisión los alcances del acuerdo de cooperación científica y técnica entre la Universidad de Yale y la UNSAAC, así como, los avances hechos hasta ahora para concretarlo y cuáles son los aspectos que resaltarían?
RB Y LS: Es lo más positivo de todo. El museo está abierto al público desde hace dos años. La mayor parte de la museografía de la exhibición fue traída a todo costo por Yale. Incluyó desde los textos, fotos, etc. hasta las luces, maniquíes y demás accesorios. Sólo ese traslado y la instalación de las salas de exhibición costaron más de un millón de dólares.
La restauración de la Casa Concha corrió a cargo del actual Ministerio de Cultura. En principio, la casa estaba siendo usada para un cuartel y luego se puso en venta, pero el gobierno de Valentín Paniagua la asigna a la UNSAAC. La casa fue dejada en muy mal estado por su inadecuado uso. La UNSAAC la alquila al entonces INC, que inicia su restauración y luego instala en ella algunas oficinas por algún tiempo. En ese trance, se inician las conversaciones entre Yale y la UNSAAC para viabilizar de la mejor forma los acuerdos por suscribirse.
La UNSAAC ofrece como sede para la colección Bingham tres posibilidades. La primera fue un terreno baldío ubicado por el estadio, es decir, no había nada construido. La segunda fue un terreno en el centro de la ciudad, con casas tugurizadas y a un alto precio, finalmente, la Casa Concha que estaba siendo terminada de restaurar.
Nosotros elegimos esta última opción cuando la visitamos, tanto por los valores estéticos de su arquitectura recién recuperada como por el compromiso de entregar la colección y su puesta en exhibición para el centenario del descubrimiento de Machu Picchu por Hiram Bingham.
VFH: Ahora bien, la Casa Concha es bastante grande y el museo funciona en el primer patio. ¿Qué funcionará en sus múltiples ambientes y patios?
RB Y L8: Además del museo con su exhibición permanente, aquí funcionará el Centro Internacional de Estudios de Machu Picchu y la Cultura Inca (CIEMPCI). La idea es que habrá ambientes para conservación, ambientes para estudiar las colecciones, para investigación, depósitos, un orquidiario, etc. El compromiso de la UN8AAC es destinar las instalaciones de esta casa para el uso exclusivo del museo y del CIEMPCI.
VFH: ¿Qué otras actividades está impulsando la Universidad de Yale para cumplir con el acuerdo?
LS Y RB: Después de la fase de devolución de las colecciones se inicia la fase entrenamiento de los profesores y estudiantes de arqueología
de la UNSAAC. Esto se hace a partir de la preparación de becas que financian la venida tanto de especialistas como de los equipos necesarios para el curso o entrenamiento. Por ejemplo, esta temporada estamos trayendo a Tim Horseley quien enseñará a usar un georadar (GPR) a 17 personas: 13 son profesores de la UNSAAC, 2 son del Ministerio de Cultura y 2 alumnos son del pre-grado de arqueología (Figura 13). Luego, en este mismo año, vendrá George R. Miller de California State University para dictar un curso de zooarqueología. Queremos ofrecer especialidades que no se ofrecen ahora dentro del plan de estudios de arqueología de la UN8AAC. Desde luego, no queremos competir con los cursos ya establecidos. Por otro lado, estamos colocado bu-ses a disposición de alumnos de colegios del valle de Yucay para que los traigan al museo y les den una visita guiada.
VFH: Bien, esas son actividades académicas para e12ü13 équé planes para el próximo año?
RB Y L8: Para el año entrante estamos pensando traer especialistas y/o equipos para Fluorescencia de Rayos X e isótopos estables. Básicamente arqueometría. Por otro lado, también tenemos planes para mejorar la exposición permanente. Por ejemplo, poner los textos también en que-chua, será uno de los pocos museos en el Cuzco -sino el único- con el runasimi presente en sus salas de exhibición, asimismo, creemos que será importante poner a disposición de quien lo desee o solicite un guiado en quechua. Aún falta pro-mocionar el museo y ampliar el horario de visitas y atención al público. El concepto clave es que el museo pueda generar fondos suficientes para sostener el centro cultural y de investigación.
La muestra permanente
El museo de Machu Picchu ocupa ambos pisos del primer patio de la Casa Concha. Abrió sus puertas el 10 de noviembre del año 2011 y casi un año después había alcanzado las 70 mil visitas (La República 2012). Fueron necesarios cinco barcos y dos aviones para traer los elementos de la museografía -desde los Estados Unidos- entre los que pueden contarse: maniquíes, dioramas», vitrinas, gráficos, vídeos. Todo esto tuvo un costo de más de 1 millón de dólares y corrió por cuenta de la Universidad de Yale. La instalación, diseño y curaduría de la exhibición estuvieron a cargo del decano de la Facultad de Arquitectura de la UNSAAC Cayo García y Lucy Salazar (Burger y Salazar 2013).
Esta exhibición permanente está constituida por objetos provenientes de tres colecciones: 1) la colección Hiram Bingham de Machu Picchu, 2) la colección perteneciente a la UNSAAC y 3) la colección que surgió de la restauración de la Casa Concha. Esta combinación es con el fin de implementar un guión museográfico compren-sible y bien representado que se puso por obje-tivo ser la antesala a una visita bien informada a Machu Picchu.
Figura 14. Ubicación de Machu Picchu en la Cordillera de las Andes (rectángulo blanco). Corona el paisaje el nevado Verónica (Foto: Museo Machu Picchu de la Casa Concha – expedición Shippee-Johnson 1931). Figura 15. Harry Foot uno de los mejores amigos de Hiram Bingham e integrante de la expedición a Machu Picchu (Foto: Museo Machu Picchu de la Casa Concha).Así, tenemos que la primera sala cuenta con fo-tos de la expedición de Robert Shippee y George Johnson (1931), por ejemplo uno de los primeros registros de Machu Picchu desde el aire (Figura 14). Gran parte del ambiente está ocupado por una representación de las «Excavaciones de un entierro en Machu Picchu» en donde se combina una gigantografía de color sepia que sirve de fondo a una escena recreada con maniquíes y una tumba debajo de una gran peña, todo en el mismo tono de color de modo que los personajes parecen salirse de la foto. En un segundo ambiente se muestran fotos coloreadas a mano de la expedición Bingham existentes en los archivos de la Universidad de Yale; este tipo de técnica fue un hito mundial en el avance hacia la foto en color que actualmente disfrutamos. Por ejemplo, una de ellas muestra al expedicionario Harry Foot -uno de los mejores amigos de Bingham-sosteniendo una redecilla para atrapar mariposas (Figura 15).
Figura 16. Maqueta de Machu Picchu y vídeo explicativo en el Museo Machu Picchu de la Casa Concha (Foto: Victor Falcón 2013)El plano levantado de Machu Picchu -que finaliza esta sección- es importante pues muestra lo que los expedicionarios registraron en el año en que se produjo la primera limpieza del sitio arqueológico (1912). Richard Burger nos explica que una de las principales preocupaciones de Bingham era hacer registros detallados y meticulosos del sitio Inca por lo que no dudó en despejar del bosque a la urbe, lo cual demandó varios meses de intenso trabajo. Asimismo, nos indica que el plano exhibido es una síntesis de muchos otros planos -abundantes en detalles que se encuentran en los archivos de la Universidad de Yale; como señala, ésta es una documentación sumamente importante si tenemos en cuenta las intervenciones de restauración que ha sufrido -y sufre- Machu Picchu hasta el presente. Posteriormente, una gran maqueta a escala del sitio arqueológico se explica a través de un vídeo en donde se van narrando las características urbanísticas de Machu Picchu, a medida que avanza la narración se ilumina sincronizadamente el sector correspondiente en la maqueta, de modo que el visitante puede observarlo en su contexto espacial y urbanístico total (Figura 16).
Figuras 17. Caja lítica con decoraciones geométricas debajo del borde (Fotos: Victor Falcón 2013). Figuras 18. Cuchillo de metal, una de las piezas preferidas de Bingham. (Fotos: Victor Falcón 2013).De esta manera, se introduce al despliegue de la exhibición de la colección Bingham de Machu Picchu propiamente dicha en las sucesivas salas, alternándose con vídeos, fotos y textos bilingües (castellano-inglésj-‘. Surgen objetos que guardan especiales anécdotas como, por ejemplo, una cajita lítica negra con diseños geométricos en la que – nos cuenta Burger- John H. Rowe creía se recogía el corazón de las llamas sacrificadas al Sol; o el pequeño cuchillo metálico que muestra sobre su lomo un gracioso pescador atrapando un pez, que era la pieza de toda la colección que más le gustaba a Bingham (Figuras 17 y 18).
El segundo nivel del museo guarda aún numerosas sorpresas de la colección Bingham, entre ellas un singular y sobrio vaso de cerámica (sanu) sostenida por un brazo -también de cerámica- y una gama de vajilla inca de formato más bien pequeño. Mención aparte merece una pieza de extraordinaria factura, que correspondía a una vasija de forma rectangular que muestra en su pared interior dos personajes incaicos pintados, un cazador de aves con su boleadora y un pescador que, curiosamente, sostiene un pez que al parecer ha extraído de un estanque artificial, insinuando la existencia de la piscicultura en aquellos tiempos. Esta pieza de cerámica fue encontrada durante las excavaciones en el marco de la restauración de la Casa Concha.
Figura 19. Inca sentado en una tiana, vistiendo el clásico uncu ajedrezado blanco y negro y la mascaypacha cayendo sobre su frente. Acorde a su jerarquía porta orejeras, pulsera y ojotas de oro (Foto: Victor Falcón 2013).Volviendo al primer nivel y poco antes de salir del museo se muestra una recreación de un Inca sentado en una nana de madera, recibiendo una rendición de cuentas de un quipucamayoc y con un servidor ofreciéndole chicha en un vaso de oro (aquilla). Todo ha sido reproducido -con gran fidelidad- de objetos reales, desde la tiana hasta la indumentaria pasando por las ojotas de oro para el Inca y de fibras vegetales para los funcionarios reales. La escena se completa con sonidos de animales y ruidos del ambiente en Machu Picchu, los que sirven de fondo a voces que -en quechua- dialogan entre sí; como anécdota nos contaron que una de las voces es la del arqueólogo peruano radicado en los Estados Unidos Sergio Chávez (Figura 19).
De cara al futuro
Las circunstancias de la gestación del Museo Machu Picchu de la Casa Concha son inéditas en el Perú pues no registran antecedentes similares para el nacimiento de una institución de su tipo exhibiendo estas particularidades históricas, académicas y políticas. De hecho, el lugar de procedencia de la colección es un referente turístico mundial y la carta de presentación preferida del Perú. Su imagen ha sido profusamente utilizada para publicidad tanto a nivel nacional como internacional y en torno a su usufructo se movilizan importantes circuitos económicos y comerciales. Podría considerarse el objetivo de la mayor parte de los proyectos de recuperación de patrimonio cultural arqueológico en diversas comunidades del interior que cifran sus esperanzas de desarrollo con un éxito económico como el alcanzado por Machu Picchu, constituyéndose así en una especie de paradigma -indiscutido e indiscutible- de gestión cultural.
Pero el hecho es que este sitio Patrimonio Mundial enfrenta serios problemas que amenazan su conservación, traducidos en las reiteradas advertencias deslizadas por la UNESCO cada vez que se insinúan pedidos para aumentar el volumen de visitas -que hoy sobrepasan largamente lo recomendado- o se plantean infraestructuras que perturbarían su espectacular paisaje, como puede ser la presencia de un teleférico», Un tema aparte es la insuficiente divulgación de las intervenciones restaurativas y de las excavaciones arqueológicas que las preceden. El CIEMPCI podría estimular y canalizar publicaciones en este sentido.
Machu Picchu fue objeto de investigaciones sistemáticas desde su descubrimiento para el mundo en 1911 y, luego de décadas trabajos de restauración y conservación para su puesta en valor, seguramente es el asentamiento inca mejor presentado y promovido para su visita. Digamos que podría ser visto como un sitio arqueológico que ha recorrido ampliamente la «cadena de valor de patrimonio» en el sentido de Criado-Boado y Barreiro (2013: 8)5. Sin embargo, creemos que aún no es el caso pues resta mucho por conocer -o dar a conocer- sobre su carácter y naturaleza.
La institución surgida de esta controversia puede estimular aún más la generación de cono-cimiento científico y su posterior socialización, sin saltarse ninguna de las fases valorativas por las que pasa el patrimonio cultural. En este sentido y, de cara al futuro podría marcar un hito que serviría de inspiración para la resolución de disputas en torno a patrimonio cultural no sólo en el Perú sino en todo el mundo; con desenlaces de cooperación científica en la que los beneficiados sean tanto los países y los pueblos en cuyo seno se crearon estos bienes como la comunidad internacional (Burger y Salazar 2013). Afortunadamente, este caso de reclamo y gestiones para la devolución de una de sus colecciones primigenias tuvo el feliz desenlace de la instalación de un museo y centro de investigaciones con estándares y proyecciones internacionales que ojalá marquen una pauta importante en el siglo XXI.
Cronología de los momentos más importantes de la disputa del material excavado por Bingham en Machu Picchu (1912).
1912. Con el apoyo personal del presidente de la República del Perú Augusto B. Leguía y del rector de la UNSAAC Albert Giesecke, Hiram Bingham III realiza una segunda »Yale Peruvian Scientific Expedition» a Machu Picchu. De esta expedición proceden los objetos de la colección en disputa y que, hasta hace un siglo, estaban en el Peabody Museum of Natural History de Yale University.
2003. Se realiza una muestra itinerante de esta colección que recorre siete ciudades en los Esta-dos Unidos. Dos décadas antes Richard Burger y Lucy Salazar habían iniciado su estudio. Atraído por las repercusiones de esta exhibición el gobierno de Alejandro Toledo (2001-2006) inicia las gestiones para su devolución. Al iniciar un juicio para resolver el reclamo Toledo le imprime un tono abiertamente confrontacional a estas gestiones.
2007. A pesar de que el juicio seguía su curso, durante el segundo gobierno de Alan García Pérez (2006-2011) y a través gestiones diplomáticas se logró un borrador de Memorandum de Entendimiento entre el gobierno peruano y la Universidad de Yale que habría resuelto la disputa pero fue abortado por una coyuntura política nacional. El juicio en la corte norteamericana proseguía.
2010. No obstante el frustrado intento de entendimiento, las conversaciones fueron revitalizadas por el rector de la UNSAAC Víctor Raúl Aguilar quien sugirió la cooperación académica directa entre su universidad y la de Yale a través la colección Bingham en el Peabody Museum. Nuevamente, se llegó a un nivel de acuerdo preliminar que abrió paso a una delegación enviada por el rector de Yale Richard Levin al Perú y recibida por el presidente peruano. Esta delegación estuvo encabezada por Ernesto Zedillo, ex presidente de México y actual director del Institute for Global Studies de Yale.
2010 (23 de noviembre). Se logró un nuevo acuerdo entre el gobierno peruano y Yale, lo cual se plasmó en un Memorandum de Entendimiento definitivo que resolvió la disputa con la devolución de la colección Bingham al Perú. 2011 (11 de febrero). En conversaciones directas entre los rectores Víctor Raúl Aguilar y Richard Levin se detallan los términos y alcances de la cooperación técnica y científica entre las dos universidades y se crea el International Center for the Study of Machu Picchu and Inca Culture (CIEMPCI) y el museo en la Casa Concha.
2011 (6 de octubre). Con la presencia de la ministra de cultura Susana Baca, el alcalde del Cuzco, los rectores de la UNSAAC y Yale, además de los rectores un gran número de universidades peruanas se inauguró oficialmente el Museo Machu Picchu en la Casa Concha. A la fecha, toda la colección Bingham de la expedición a Machu Picchu del año 1912 se encuentra en este museo que ha recibido la visita de más de cien mil personas provenientes del todo el mundo.
Notas
1 No obstante los años transcurridos, no fue posible acceder al informe final de la restauración de la Casa Concha. Por alcance hecha al autor, esto sucede incluso si se presenta una solicitud escrita a la sede cuzqueña del Ministerio de Cultura. Esta limitación contradice el artículo 10 de la Ley N° 27806 «Ley de transparencia y acceso a la información pública».
2 Recurso museográfico que recrea con materiales diversos: escenas, actividades, paisajes, hechos, etc. en función de un guión.
3 Para estudios y un catálogo de esta colección puede verse Burger y Salazar 2004.
4 Un debate sobre su privatización se abrió con el intercambio de opiniones entre Aníbal Clavija (empresario pro-concesión privada del sitio) y Alberto Martorell, Presidente del Icomos-Perú (sí a la intervención del capital privado pero desde una perspectiva integral). Ver: Semana Económica, del lunes 25 de nov. Año XXIX, N° 1399:162-164 y 166. Lima.
5 Modelo teórico que propone que las «entidades primarias» transitan hacia ser consideradas bienes patrimoniales pasando por las siguientes fases: identificación, documentación, significación, valoración, difusión, circulación y recepción. Los autores argumentan que» las buenas prácticas en investigación y gestión de esos bienes deben incluir todas esas dimensiones» (Criado-Boado y Barreiro 2013: 8).
Agradecimientos
A Richard Burger y Lucy Salazar de la Universidad de Yale por la gentileza de darme una entrevista y mostrarme el museo y los ambientes de la Casa Concha de la ciudad del Cuzco. Asimismo, a mi colega Trinidad Aguilar arqueóloga de dicha institución y a los revisores anónimos de este artículo.
Bibliografía
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