Si en algún lugar del Cusco resalta de manera predominante la arquitectura colonial, ese lugar es Andahuaylillas, para muchos considerada una típica villa andina colonial. Su principal atractivo turístico es precisamente el templo católico de San Pedro Apóstol, de extraordinaria belleza; de allí que se le denomine la Capilla Sixtina de América. Pinturas de la Escuela Cusqueña, murales de los siglos XVII y XVIII y pan de oro de 24 kilates en su altar mayor, entre otras llamativas características propias del barroco, lo convierten en una verdadera joya.
Tierra fértil
El pueblo se ubica a 3,198 metros de altitud y debido a que se encuentra rodeado de montañas, el clima es muy bueno y ha determinado, de alguna forma, la fertilidad de los terrenos donde se cultiva maíz y papa, entre otros productos.
Quédese en Andahuaylillas
Desde hace unos años se impulsó un proyecto para dotarla de energía y servicios de turismo básicos que garantizan una estancia apacible. Si no, siéntese en alguna de las bancas de su primorosa plaza de armas, rodeada de árboles frondosos, para entender esta invitación.
La localidad de Huaro no está lejos de allí y aún conserva la fama de ser la tierra donde residían los brujos del incanato. No obstante, allí también se levanta un templo colonial que alberga patrimonio de la maravillosa Escuela Cusqueña de arte.