Representando una deidad antropomorfa probablemente Naylamp en posición erguida con los brazos abiertos sujetando dos enigmáticos discos, luce una corona semicurcular en filigrana enriquecida con turquesas incrustadas al igual que los ojos, collar, orejeras y vestido.
Utilizado en ritos funerarios.
Objeto de gran personalidad, destaca la armonía de sus proporciones que la convierte en una obra maestra del arte Lambayeque-Sicán.
Filiacion cultural:
Lambayeque – Sicán (700 – 1100 DC.).
Materiales:
Oro y turquesas.
Procedencia:
Costa Norte del Perú