La tumba preincaica hallada en Perú que muestra la vida de lujos de un antiguo «señor de las aguas, un gobernador preinca que vivió hace 1,200 años.
Encontrada en el Valle de Chancay, la tumba del Señor de las Aguas arroja luz sobre los rituales funerarios de la élite peruana dedicada a las actividades marítimas.
Un grupo de arqueólogos peruanos descubrió lo que parece ser una tumba preincaica -de entre 1.200 y 1.400 de antiguedad- de un «personaje élite» dedicado «a la actividad marina».
Sucedió en las cercanías del departamento de Lima, la capital del Perú. En el cementerio de Matacón, un equipo de arqueólogos encontró la tumba del Señor de las Aguas: un antiguo gobernante de la cultura chancay. De acuerdo con los investigadores, estos podrían ser los restos más antiguos encontrados en el sitio.
La cultura chancay se desarrolló alrededor de los valles de Fortaleza, Pativilca, Supe, Huaura, Chancay, Chillón, Rímac y Lurín, en la costa central del país.
Los arqueólogos concluyeron que la tumba recién descubierta, la más extensa y antigua que se haya encontrado en la zona, debía pertenecer a un personaje de alta alcurnia en la sociedad del momento, porque en ella se encontraron los restos humanos de un personaje junto a cinco individuos, que se cree eran familiares y sirvientes que fueron sacrificados, según lo contó el arqueólogo Pieter Van Dalen Luna.
Por la manera en la que fue enterrado, los investigadores piensan que fue un personaje de élite. Específicamente, dedicado a las actividades marítimas. Como una zona portuaria, no sería raro que, hace más de un milenio, este gobernante hubiera ganado su poder dominando la costa. Esto es lo que sabemos.
Un «señor de las aguas»
Aunque los arqueólogos dijeron estar todavía a la espera de las pruebas que puedan ayudar a dar información clave sobre los restos que se encontraron en la tumba, dicen que hay indicios que pueden ayudar a suponer la identidad del dueño de la misma.
Los arqueólogos reconocen que todavía no hay evidencia concluyente sobre la identidad de este antiguo gobernador. Sin embargo, la manera en la que fue organizado este entierro antiguo sugiere que fue un hombre de alcurnia. Lo que más sorprendió a los investigadores fue que, en la tumba, se encontró un remo.
El profesor Van Dalen Luna le explicó a la emisora de la Universidad de San Marcos que este último elemento no se ha encontrado en ninguna de las 80 tumbas que se han excavado anteriormente en el cementerio.
«Sería una persona dedicada a la actividad marina, de repente a la pesca o a la recolección de mariscos», cuenta Van Dalen.
Esta cultura preincaica hace parte de lo que se conoce como las poblaciones aimaras, que fueron las que poblaron áreas en Bolivia, Perú y Chile antes de la expansión del imperio Inca, y su declive coincidió con la expansión de Tahantisuyo, que era como se referían los Incas a su cultura.
Evitando a los huaqueros
Afortunadamente, la tumba del Señor de las Aguas no ha sido saqueada por los huasqueros, que se dedican a revender antigüedades en el mercado negro. Los científicos atribuyen esto al crecimiento urbano vecino al yacimiento arqueológico, que ha servido como un cinturón de contención para preservar el patrimonio prácticamente intacto.
El cementerio se encuentra en una zona donde actualmente hay asentamientos humanos. De hecho, a unos 50 metros de la excavación hay unas casas que pueden haber sido clave para que la tumba no fuera saqueada.
«Si bien es cierto, por una parte, (que) la instalación de las viviendas ha ocupado parte de la zona arqueológica, por otra parte también ha permitido que los huaqueros (saqueadores de sitios arqueológicos) ya no lleguen acá», dijo el experto.
El profesor aseguró que se requiere de los recursos y el apoyo de las autoridades para mantener intacto este tesoro arqueológico, que puede ayudarnos a entender mejor cómo se establecieron los pueblos en las Américas en la antigüedad.
El gobierno peruano ha apoyado la excavación para preservar lo que consideran «un tesoro arqueológico». Sobre todo, porque arroja luz sobre la vida de los pobladores americanos que se establecieron por primera vez en la zona en la Antigüedad.
«¿Por qué no pensar que este valle estuvo poblado por poblaciones aimaras antes del año 0 y del inicio de esta era?».