Huamachuco: Las Fases Medias

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Sitios Sacros
Huamachuco
LAS FASES MEDIAS: 400 – 1000 d.C.

Tres fases han sido definidos que abarcan el fin del Período Intermedio Temprano y el Horizonte Medio. La cerámica de la fase Huamachuco Temprano (400-600 d.C.) incluye tasas caolinas de base anular pintadas con diseños cursivos, jarras grandes con cara antropomórfica modelado en el cuello (de hombre con orejeras y a veces tocando flauta), y jarras pintada con diseños geométricos negativos en negro sobre engobe rojo; este último también ocurría en la fase Purpucala.

En la fase Amaru (600-700 d.C.) la fabricación de estas vasijas sigue; además, base trípode son comunes, picos y estribos de fabricación local pero similar a los de Mochica V se encuentra, y cerámica que muestra influencia Huari de épocas 1B y 2A se encuentra. La fase Huamachuco Tardío (700-1000 d.C.) comparte varios de los atributos de la fase Intermedio Temprano pero platos de pasta caolina con diseños cursivos y jarras con pintura negativa en negro sobre engobe rojo ya son raros o ausentes. Entre las formas nuevas de decoración cerámica se encuentra adornos en pasta anaranjada.

El aumento de interacción que notamos al fin de las fase Purpucala se intensificó durante las fases Huamachuco Temprano y Amaru, pero esta interacción disminuye nuevamente en Huamachuco Tardío. Gran parte de los asentamientos de las fases medias fueron asociados con un camino importante que se dirige norte a sur, camino que ya existía en la fase Huamachuco Temprano. Al oeste de Huamachuco se encuentra varios lugares asociados con otros caminos; Cerro ochoconday, Cerro Campana Chica, Cerro Quinga 2, Paredones y Cerro Sulcha son ejemplos de esta asociación, presentando la mayoría estructuras o mampostería similares a los de Marcahuamachuco (Topic y Topic 1980).

Excavaciones recientes dirigidas por Alfredo Melly (1987,1989) han indicado que casi todos estos sitios tenían ocupaciones formativas, mientras que algunos por lo menos (Cerro Campana Chica, Paredones, y Cerro Sulcha) fueron ocupados durante épocas contemporáneas con Marcahuamachuco, indicando entonces que Marcahuamachuco fue, durante las fases medias, conectado con regiones al norte, sur y oeste por una red extensiva de caminos; sin duda había contacto también con regiones al este, pero nuestro reconocimiento no alcanzaba esta zona, debido a la situación política de ese momento.

Por estos caminos fueron transportadas cantidades grandes de obsidiana, de spondylus, y cerámica (especialmente la de Cajamarca), junto con cantidades más modestas de lápiz lazuli, turquesa, y probablemente textiles y metales.
Durante las fases medias vale mencionar cuatro grandes sitios. Aunque Marcahuamachuco fue lo más grande, con un área total de 240 hectáreas, fue ubicado a cierta distancia de los caminos importantes.

Cerro Sazón /Cerro Tuscan (área de los dos cerros juntados, 32 hectáreas) y Viracochapampa (32 hectáreas) ocupaban posiciones que favorecieron el control de transporte y fueron ubicados muy cerca el uno del otro, parecen haber sido construido anteriormente, presentando ocupación en las fases Huamachuco Temprano y Amaru. Nuestras tres excavaciones limitadas no proveían mucha información sobre la función del sitio, pero probablemente fue un centro importante de población.
El camino nor-sur pasaba por el centro del lugar y debe haber proveído servicios y facilidades a viajeros. La evidencia para la producción de la chicha en gran escala indica que el sitio ofrecía hospitalidad. Viracochapampa fue construido durante la fase Amaru, pero la construcción no fue terminada y no había ocupación aparte para los obreros que laboraban allí (Topic y Topic 1983, 1986).

Además, aunque el estilo de mampostería y algunas técnicas de construcción parecen derivarse de Huari, ha sido demostrado que los tipos principales de estructuras que se encuentran en Viracochapampa se originaron en Marcahuamachuco y después fueron adoptado por Huari, que fue responsable para su difusión al sur hasta Cuzco (Topic 1991). El Cerro Amaru (50 hectáreas) constituía un adoratorio dedicado al agua y la fertilidad que probablemente atraía peregrinos desde largas distancias (Topic y Topic 1992); la cerámica exótica, obsidiana, spondylus y otros materiales extranjeros son frecuentes en estos lugares. El Cerro Amaru, sin duda, representaba el foco principal de interés extranjero en Huamachuco.

Marcahuamachuco sigue siendo un centro enigmático, aunque lo entendamos mejor que antes. No parece haber sido ciudad en el sentido clásico, con población densa mostrando gran diferenciación social y económica. No obstante su amplia área, el sitio probablemente contaba con sólo 5700 habitantes y existe poca evidencia para producción especializada, pero sin duda fue un centro muy particular. Los restos arquitectónicos figuran entre los más complicados del Perú prehispánico; no solo las estructuras públicas sino los ambientes domésticos eran construidos en escala monumental. La importancia del sitio es confirmada por la presencia de escultura en piedra, bloques de piedra tallada, ofrendas de spondylus y turquesa, y cantidades enormes de cal.

La importancia regional de Marcahuamachuco se basaba probablemente en el rol ceremonial que se desempeñaba en esta época, rol simbolizado por la ubicación del sitio sobre una meseta prominente, sobremirando el Cerro Amaru y otro adoratorio, las Huacas. En contradistinción el cerro Amaru Marcahuamachuco no parece haber atraído peregrinos extranjeros. Actividades rituales en Marcahuamachuco mismo probablemente servían, entre otras funciones, para la afirmación de parentesco. Había un tipo especial de estructuras dedicadas a la celebración de estas actividades rituales, la galería rectangular ó «galpón nichado» (Topic 1986). Los galpones nichados son estructuras enormes, la mayoría con un largo entre 40 y 60 m. y 8-12 m. de ancho, sin muros divisorios internos. Los artefactos cerámicos procedentes de excavaciones en los galpones nichados incluyen frecuencias elevadas de cucharas, tazas, jarras y cuencos para servir comida y bebida. Los entierros son comunes en los muros de las estructuras. Los nichos quizá fueron utilizados para ofrendas renovables y a veces reutilizados para entierros tardíos.

Interpretamos los galpones nichados como espacio dedicado a fiestas y ceremonias que servían para reafirmar el parentesco y rendir homenaje a los antepasados del linaje que construyeron cada galpón. Hay más ó menos 20 galpones nichados en Marcahuamachuco, la mayoría en Cerro del Castillo. Esto implica que varios linajes mantenían galpones en Marcahuamachuco. Aunque algunas de estas estructuras se hallan aislada, otras son dispuestas en grupos de 2 ó 3, delimitando una plaza pequeña, a veces con una tumba de mampostería en ésta. Estos complejos podrían representar la cooperación entre linajes diferentes pero considerados como vinculados por parentesco, o podrían representar una solo linaje, dentro de los muros del castillo mismo se halla entierros, y este complejo masivo también pudo haber sido vinculado, con ceremonias de linaje.

Es interesante notar que en Viracochapampa el galpón nichado constituye uno de los tipos principales de estructuras, y que el número de galpones en este lugar es casi igual a lo Marcahuamachuco. El intento de la jerarquía local podría ser el remplazo de Marcahuamachuco como centro de ceremonia de linaje, ni Viracochapampa ni Marcahuamachuco demuestran estructuras que podemos identificar seriamente como palacios, espacios administrativos, o estructuras para almacenaje.

La evidencia disponible no indica que la influencia de Huari resultaba en cambios estructurales en Huamachuco, ni que el intento de la primera fue promover cambios estructurales (J. Topic 1991); tanto Marcahuamachuco como Viracochapampa se puede interpretar como representativos arquitectónicos de una forma de integración territorial basado en linajes ordenados en rangos, en vez de instituciones estatales centralizadas.

Es imposible definir exactamente el extenso del territorio integrado por Marcahuamachuco, pero nos parece que fue similar en sus límites a la provincia incaica de Huamachuco. Una ordenanza de González de Cuenca, escrito en 1567, identifica 11 pueblos serranos indígenas (o sea, con pueblos de mitimaes y de chaupiyungas excluidos) y Calancha (1638:801) especifica que había en 1554 22 «pueblos añejos». En ambos casos, el número de pueblos indígenas es muy similar al número de galpones nichados en Marcahuamachuco y Viracochapampa. Espinoza (1974:24) presenta una lista de 36 pachacas en el territorio que corresponde a la provincia incaica, pero utiliza un documento tardío, con fecha de 1680. Al mencionar estas figuras coloniales, no intentamos proponer que había continuidad total en la organización social de Huamachuco entre las fases medias y la época colonial, sino sugerir que el territorio controlado por Marcahuamachuco fue más o menos equivalente a la provincia incaica.

Hablemos de una zona de influencia Marcahuamachuquina, sin precisar un alto nivel de integración administrativa. La evidencia que tenemos para las obras y los controles que pertenecen a la función administrativa/gubernativa parecen haber sido responsabilidad del nivel local, ejemplos incluyen: andenes con riego en las faldas bajas de la meseta de Marcahuamachuco, asociados con estructuras de posible función administrativa, algunas exhiben la mampostería característica de Marcahuamachuco y Viracochapampa; un grupo de colcas en cerro Amaru con atributos especializados; la chichería en Cerro Sazón, andenes sin riego en Cerro Sucha y cerro campana chica, y un conjunto arquitectónico de paredones que parecen ser tambo. Estas facilidades representan las infraestructuras necesarias para la producción de bienes y el financiamiento de obras de construcción. Parece que estas facilidades junto con los caminos mismos estuvieron bajo el control de los señores locales.

Hay evidencia para la presencia de elites en la sociedad Huamachuquina, pero el rango de jerarquización no es muy amplio. En cerro Amaru encontramos un mausoleo elite (Topic y topic 1984), y en Marcahuamachuco hay restos de estructuras que probablemente son chulpas (Loten 1987). Pumabamba es un sitio pequeño que podría representar un complejo doméstico élite, consiste en unas galerías rectangulares que encierran un patio central, similar en su plan a sitio 47.

La integración regional fomentada por Marcahuamachuco fue de corta duración. Durante la fase Huamachuco tardío, la cantidad de material exótico importado a Huamachuco disminuía, Este cambio quizá fue resultado de la descenso del fenómeno Huari y la difusión de la red de intercambio en que Huari funcionaba como intermediario, facilitando, por ejemplo, el movimiento de obsidiana, (Burger y Asaro 1977). Factores locales también debieron afectar la situación, en particular la disminución de la importancia de Cerro Amaru y Cerro Sazón/ Tuscan fueron en gran parte abandonados, y en Marcahuamachuco se notaba poca construcción nueva.

Las fases medias en Huamachuco se caracterizan por un ascenso notable en la frecuencia del intercambio con otras regiones, que tambien se nota en otras zonas. Algunos atribuyen este cambio al rol que jugaba un imperio que se centralizaba en Huari, y otros invocan una tendencia generalizada en estos siglos para una mayor comunicación interregional en el mundo andino.
Parece que Cerro Amaru fue la atracción principal en Huamachuco para extranjeros, que venían trayendo materiales provenientes de Ecuador al norte y Cuzco al sur. Este contacto ideológico y comercial quizá fue el estímulo para la formación de una confederación de linajes que integraba un territorio grande bajo la primacía de Marcahuamachuco.

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